lunes, 18 de diciembre de 2017

Tres de tres. R. Madrid 1 - Gremio 0

   Sabido es que ni éramos ni somos partidarios de este Mundialito que se juega en plena temporada. Pues consideramos que solo puede distraer de lo esencial. Pero hay  que rendirse a las evidencias, la publicidad dada al mismo y el conocimiento mundial del mismo otorgan al ganador un plus de prestigio sobre todo en el palmarés. Eso sí, siempre y cuando tengamos presente que estos títulos son menores y que el Equipo se conciencie de que lo importante de esta temporada se está disputando ahora y que no caben tropiezos. 
    Hemos sido muy críticos con Zidane en este inicio de temporada, y creo que con razón; pero también quedamos en no tener reparos a la hora de reconocer el mérito si, como ha sucedido con este trofeo y los dos anteriores de Supercopa, al final de temporada se alzan los trofeos importantes. 
    La estrategia que mantiene  Zidane, ya lo hemos dicho, es la de otorgar números de preferencia en sus jugadores, incluidos los suplentes. El va alineando por el orden que les otorga, independientemente de sus actuaciones o estado de forma. Pongamos un ejemplo muy significativo de por donde camina la mente del entrenador. Modric lleva la mayor parte de la temporada en una baja forma preocupante, dado que en muchos de los partidos de Liga ni apareció su clase ni su espíritu de sacrificio. A pesar de ello, y de tener suplentes en un magnífico estado de forma, Zidane lo ha alineado  un partido tras otro. El resultado es que llegado este trofeo menor, pero que pende de una actuación de dos partidos, Modric apareció por todas partes, y de qué manera...
   Al margen de esta reflexión general hemos de decir que el equipo volvió a dar la impresión de que no se ha ido, de que sigue siendo el mismo de la temporada anterior, y de que cuando se ponen manos a la obra son capaces de realizar un juego fantástico. Es verdad que el rival entregó la pelota, pero esa muralla con frecuencia se le ha atragantado con frecuencia esta temporada; sin embargo el sábado no fue así. 
    Diríamos que salvo Benzema y Kroos, que no estuvieron a la altura, el resto de jugadores brillaron con más o menos regularidad a lo largo del encuentro. A reseñar la vuelta del Cristiano de siempre, con sus defectos y sus virtudes; la vuelta del mejor Marcelo y del ya mencionado Modric, que muy justamente se llevo el trofeo al mejor jugador.
   Ahora espera el Barcelona instalado 11 puntos por encima en la Liga. Quizá sea la última oportunidad para poder engancharse a esta Liga, que ya opinamos que han ido tirando poco a poco entre todos: entrenador y jugadores por las razones expuestas en los tres primeros párrafos de esta entrada. 
     De considerar este partido como una final, deberíamos ver a un Madrid ganador. Por algo lleva tres de tres trofeos disputados esta temporada. Veremos.
     

domingo, 10 de diciembre de 2017

Por fin recuperamos sensaciones. R. Madrid 5 - Sevilla 0

    Esto que  voy a decir no tiene valor ninguno dado que entra dentro del capítulo de predicciones que uno hace y no publica; por tanto no verificables. Pero la verdad es que la entrada que tenía preparado redactar del partido contra el Bilbao llevaba por título: "Y Raúl García se marchó sin una tarjeta". Lo que significaba poner el acento en la actuación arbitral, señalando como clave para que la victoria del Madrid no se produjera. Tal vez no fuera tan matemática esta ecuación (el fútbol es mucho más complejo que eso, por suerte) pero lo cierto es que la permisividad para con los delanteros del Athetic en el  empleo de las marrullerías acabó por sacar del partido a Sergio Ramos, reincidente por otra parte en caer en este tipo de trampas. Por eso, y la doble vara de medir acabó en la caseta.
    Este encuentro apuntó a una notable mejoría, lo que unido a la experimentada frente al Dormund, en los momentos en que decidieron no sestear; y a los primeros 45 minutos vividos ayer, nos hacen albergar esperanzas en que no todo está perdido en esta Liga. Eso sí, seguimos dependiendo de lo que otros hagan.
    Yendo al partido de ayer, hemos de señalar la mejoría generalizada de todos los jugadores. A priori se presentaba como un partido muy complicado precisamente por las bajas; pues a la ya mencionada de Ramos se unían las de Casemiro y Carvajal. En principio, una catástrofe dado el peso de los tres en este equipo. 
    El gol tempranero de Nacho (nunca ponderaremos lo suficiente el valor de este jugador), junto al buen comportamiento de los sustitutos Vallejo y Achraf tranquilizó los ánimos. Y cuando perdimos el control del juego y el Sevilla comenzó a estirarse llegó el gol de Cristiano, tras pase de tiralíneas de Asensio. Aún desconfiábamos del equipo y esperábamos un sesteo al modo del partido contra el Dormund. Lejos de eso, el equipo se vino arriba con un juego espectacular, desbordando en todas las zonas y facetas del juego. Fueron los mejores minutos de toda la temporada, protagonizados por los mismos jugadores que hace tan solo una semana se mostraban sin espíritu en cada partido.
   Muchas crónicas hablan de un Sevilla desganado y falto de energía. Pero lo cierto es que en el equipo blanco ayer brillaron todos los jugadores, y cuando eso sucede es difícil de parar. Como ya hemos dicho, Vallejo, estuvo muy bien, con mucha atención y un gran sentido de la anticipación; Achrab, desbordó y galopó por su banda cuanto quiso; Modric, volvió a parecerse al jugador de siempre y cuando esto sucede el Madrid siempre funciona; y Cristiano se reencontró con el gol, peleó y cambió el gesto cabizbajo por el de insuflar ánimos a sus compañeros, incluso con el 5 en el marcador. 
    Hemos recuperado tantas sensaciones que hasta los jugadores que entraron avanzada la segunda mitad (Ceballos, Llorente e Isco) transmitieron esa frescura que daban los suplentes la pasada temporada: todos parecen estar enchufados. Salvo Isco que esta temporada realmente es titular, los otros dos han merecido más minutos, y están demostrando estar preparados para acoplarse a este equipo en cualquier momento. El debate está en si deben hacerlo ya en cuanto los titulares no estén a la altura  tal como ha sucedido esta temporada, o hay que esperar a que se produzca el relevo natural.
    De nuevo llega esa competición que no nos gusta en absoluto, por el componente de distracción de lo esencial; pero si el entrenador quiere, sabe que tiene una amplia plantilla que ayer demostró estar preparada para asumir este calendario tan exigente. Veremos.

    

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Zidane tuvo una mala noche. R. Madrid 2 - Fuenlabrada 2

    Anoche Zidane escuchó pitos que no sabemos a quién iban dirigidos. Sabemos que el público del Bernabéu es muy exigente, pero con este entrenador tiene una gran paciencia dado que llevamos una temporada, especialmente en casa, realmente floja.  
    Ayer Zidane cometió un error detrás de otro:
    En primer lugar, no calibró bien el potencial del rival. Que ya le había demostrado en el partido de ida que sabe jugar al fútbol y tiene una idea de a qué juega. No parece un equipo de segunda B. Como bien demostró a lo largo de la primera parte, mandando y controlando el partido, poniéndose por delante en el marcador que se nos antojó algo escaso. 
   En segundo lugar, para solventar una eliminatoria de Copa Zidane formó un batiburrillo con la alineación poco explicable, con jugadores del filial fuera de sus posiciones habituales (Oscar, Tejero, Juanchu...) y jugadores recién salidos de lesiones (Kovacic, Bale, Navas), que a punto estuvo de costarle un disgusto irremedible.
    En tercer lugar, obligado por las circunstancias tuvo que sacar a Bale para resolver el problema en que se hallaba el equipo. No creo que fuera la intención del jugador ni del propio entrenador que saltara en esas condiciones, pero arriesgó y le salió bien porque fue él quien propició los dos goles que inclinaron la eliminatoria a favor de los blancos. 
    En cuarto lugar, y esto es una maldad, el hecho de que el verdadero artífice de la eliminatoria sea Mayoral debiera poner al entrenador ante un nuevo conflicto, cual es el de dar paso a este chico que luchó y peleó cuanto pudo con mucho acierto además, algo que estamos pidiendo a Benzema a lo largo de la temporada.
    Y en quinto lugar, como siempre dio pocas explicaciones sobre lo sucedido, limitándose a decir que en la primera parte se jugó mal y en la segunda bien,,, "y ya está". Creemos que algunas explicaciones han de darse de a qué se debe ese horrible juego desplegado a lo largo del partido.
    El partido deja algunas noticias dispares en el terreno individual, si bien han de ponerse en cuarentena dada la revolución en la alineación que se hizo. Sobre todo porque daba la sensación de que este equipo no había jugado jamás junto y que además muchos de sus componentes estaban deliberadamente descolocados por el entrenador. La excelente noticia de la aparición de Bale, al que este equipo necesita en su mejor versión con urgencia. La también buena noticia de los goles de Mayoral que demuestran que hay vida más allá de Benzema. La mala noticia de la progresiva devaluación de Achrab que precisa demasiados centros para hacer uno bueno, y la pésima noticia de la falta de aportación de Theo, que no solo no profundiza en casi todo el partido, sino que tampoco defiende con solvencia, todo ello aderezado con una actitud de brazos caídos realmente irritante; con lo que ambos no son sustitutos de garantías para una hipotética lesión de sus titulares. 
    Como vemos, un panorama nada alagüeño si tenemos en cuenta que el equipo titular, el pasado sábado tampoco dio signos de mejoría. Le  costó doblegar a un Málaga en puestos de descenso. Aunque al menos ahora sacan los partidos adelante. Veremos.
         

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Salir de la crisis sin cambiar nada: la estrategia de Zidane. Apoel 0 - R. Madrid 6

    Él va poniendo a los mismos jugadores y exactamente en el orden que previamente ha establecido, con algunas variaciones en función del puesto a cubrir. De manera que ayer dejó en el banquillo a Casemiro e Isco por decisión técnica, pues ocupan sus puestos Asensio y Lucas Vázquez. Llegada la hora invariable (minuto 70 o alrededores) de los cambios, pues aparecen Theo Ceballos y Mayoral. 
   Y así sucesivamente la estrategia que lleva a cabo Zidane es la de recuperar a los jugadores titulares que están en baja forma a base de jugar los partidos. Curioso, porque este comportamiento además de haberle funcionado desde que asumió el banquillo, no genera demasiadas controversias entre los jugadores. Pareciera que todos asumieran cuál es su papel, quién va por delante de él, y lo más importante, que cuando el entrenador lo necesite estará en condiciones de suplir donde haga falta.
   Esto que parece tan simple es una novedad en el panorama futbolístico, ya que va en contra del ABC del mismo; que dice que el jugador debe ganarse el puesto, y que atravesar una baja forma de campeonato te lleva al banquillo.
    Pues bien, ayer volvimos a ver a un Madrid con ganas, un equipo motivado desde el primer minuto hasta el último. Es verdad que el Apoel no es un rival para extraer conclusiones; pero hemos de recordar que a este equipo costó doblegarlo en el Bernabéu, y que el resultado pudo ser más abultado de lo que se vio en el terreno de juego.
    Desde el minuto cero se vio que el Modric que teníamos ante nosotros era el jugador de otras temporadas, mandando, templando, acelerando, e incluso llegando. Golazo el primer gol que enganchó. Otro tanto podemos decir de Cristiano, más activo, más motivado y por supuesto más feliz porque hizo un doblete con un segundo gol fantástico. Mejor tono de Carvajal y de Marcelo en ataque. Ya sabemos la importancia para este equipo de que participen en el juego de ataque.
   Pero hay dos elementos para la reflexión
  Uno, que esta temporada la competición que les motiva es la Liga de Campeones. Ayer se notó no solo en los jugadores mencionados, sino en todos y cada uno de los jugadores. Cada uno de ellos puso ese punto más de esfuerzo y concentración colectiva que se precisa para doblegar a los rivales cuando se tiene tanta calidad. Si esto es así habrá que pedir explicaciones a los jugadores que no ponen todo lo necesario cada vez que saltan al terreno de juego. Y el entrenador no haber permitido esta situación. 
   Dos, que con todo ayer se confirmó que la crisis o el estado de cosas nos ha llevado, a pesar de la goleada de ayer, a quedar segundos de grupo. Con lo que ello conlleva de cara a los cruces de octavos.
    Estaremos encantados como siempre, si Zidane logra recuperar a los jugadores a base de insistir en que jueguen aunque estén horribles; pero solo si logra recuperar lo perdido en una de las competiciones más importantes de la temporada: la Liga. De no ser así habrá que pedir explicaciones también al entrenador.
    

domingo, 19 de noviembre de 2017

Cada vez más lejos de la cabeza. A. Madrid 0 - R. Madrid 0

   Seguimos sin novedades significaticas, más allá de la recuperación de Carvajal que siempre le da un plus de generosidad en el esfuerzo y de mayor profundidad por su banda, a pesar de estar recién salido de una lesión. El esquema del equipo no varía, la actitud tampoco y los jugadores que saltan al terreno de juego son los mismos. Incluso los cambios son los previsibles. 
   El guion se repite partido tras partido. Ayer apostábamos en el grupo que solemos ver los partidos juntos hasta el minuto exacto en que se producirían y a quiénes iba a introducir y retirar. Naturalmente, minuto arriba minuto abajo acertamos en todo. Bueno, para ser sinceros, pensábamos que entraría Lucas Vázquez. 
   De nuevo un partido en el que el único jugador que brilló fue Isco que, dicho sea de paso, se pega unas palizas que no auguran nada bueno. Uno ve a la atonía de jugadores como Marcelo, Modric o Benzema sobre el terreno de juego partido tras partido y se pregunta cómo es posible que el entrenador no tome medidas. Ayer Kroos estuvo un bastante más acertado, pero las otras faltas que afectan a tres  líneas del equipo hace que un partido tan exigente como el de ayer termine por resultar una monótona repetición de movimientos que solo las delicadezas de Isco pueden hacer soportable.
   En frente otro equipo en clara caída no contribuyó para nada con el espectáculo. Demasiada dureza, poco juego y pólvora tan mojada como la de los blancos. 
   Así las cosas, ni siquiera el desastroso arbitraje de Borbalán (se comió dos penaltis al menos y debió expulsar al menos a Correa y Savic. Sin olvidar las duras entradas de Lucas a lo largo del partido) sirve como excusa, dado la escasez de juego que propuso el Madrid. Es verdad que con que hubiera variado algunas de sus decisiones tal vez habríamos visto otro partido, pero llegar un par de veces a puerta contraria con claridad es muy poco bagaje para noventa minutos. 
    Lo cierto es que estamos a diez puntos de la cabeza y esto no acaba de mejorar. Siquiera para que esta Liga no sea un paseo para el Barcelona, el equipo debería reaccionar ya.
    Si al menos viésemos una mejoría en el juego y control de los partidos, podríamos tener la esperanza en las otras competiciones; pero así será muy difícil que se mantenga el tipo en ninguna de ellas. Vamos a ver qué hacemos en Nicosia. Tal como estamos puede ser un partido complicado.

martes, 7 de noviembre de 2017

Leve mejoría. R. Madrid 3 - Las Palmas 0

  Tras una primera parte con más de lo visto a lo largo de esta temporada, el partido pareció animarse en la segunda parte a raíz del primer gol. De nuevo aparecieron las oportunidades y de nuevo los delanteros siguen sin ver portería, especialmente Benzema que dispuso de dos ocasiones clamorosas. 
   En esta ocasión Zidane dejó en casa al canterano Achrab para dar entrada a Vallejo en el centro de la defensa y seguir manteniendo la jerarquía que él tiene en la cabeza. Cumplió Vallejo, ágil y rápido en lo que hizo menester. Vimos a Nacho con el freno echado en el lateral derecho, tanto en defensa como en ataque donde profundizó en escasas ocasiones. Sacó a Asensio en lugar de Modric, y aunque no dio más robustez al centro del campo, esta vez sí se mostró más incisivo y determinante. Su gol de nuevo es para enmarcar.
   En los cambios Zidane no se desvió un ápice de la ordenación que tiene en su mente. Así, salieron Lucas Vázquez y Ceballos que eran los siguientes en la lista. Da gusto ver a Ceballos en el terreno de juego, el desparpajo con que se mueve con y sin balón, a pesar de que apenas a dispuesto de unos minutos finales en contadas ocasiones. Por contraposición da pena ver a Marcelo en un estado de forma que no le permite ni intentar irse del contrario en ataque, su faceta realmente importante.
   Y molesta ver a Cristiano todo el rato enfadado con el mundo. Lo único que obra en su descargo es que da la impresión de que lo está consigo mismo en primer lugar. No le vimos mal; dos rozando el palo que se fabricó él, y una magnífica asistencia en el gol de Isco: una obra maestra del contragolpe en la que también participó Asensio.
   Con todo, el equipo sigue sin funcionar, concede demasiado a los contrarios que llegan con muy poco a crear peligro. con el cero a cero solo la fortuna y buen hacer de Casilla pudieron evitar el gol de los canarios que no sabemos cómo hubiera sentado a este equipo que hoy por hoy dista mucho de aquél de la temporada pasada, con una capacidad asombrosa de reacción para levantar partidos difíciles. Y a la vez no toma el mando de los partidos. Su juego se reduce a bascular con el balón de uno a otro lado de la frontal defensiva contraria; pero a un ritmo tan lento y previsible que las defensas contrarias no tienen más que desplazarse a uno y otro lado. Nada de desmarques, nada de juego en profundidad, nada de desplazamientos largos. Y sobre todo, nadie que desborde en ataque, salvo Isco que tuvo que entrar por el extremo izquierdo ante la inoperancia de Marcelo.
   Leve mejoría, pero en casa y ante un equipo que lleva varios partidos sin puntuar, no permite extraer una sola conclusión con un mínimo de validez.
   Ahora nos viene un parón enorme que tal vez no le venga mal para recuperar efectivos. Claro, que también pueden perderse otros. Esperemos que haya suerte y el fondo del pozo lo hayamos visto ya esta temporada.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Estamos en crisis. Tottenhan 3 - R. Madrid 1

   No hay mucho que añadir a lo escrito en la última entrada. Hemos titulado de esta manera a pesar del hartazgo de los medios que se ensañan hablando de la existencia de la misma. Pero en realidad es así: estamos en crisis. 
    El Presidente del club debe estar desconcertado. Justo cuando acaba de renovar los contratos de la mayoría de jugadores (hasta Cristiano ha dicho que está contento con el suyo), aparece esta situación que todos convendremos en que solo es responsabilidad en primera instancia de los jugadores. Sobre todo porque ya sabemos que estos mismos jugadores han llevado al club  hasta lo más alto desde que el entrenador se hizo cargo del equipo. Es decir, que aunque el entrenador fuera un inepto, como con él han protagonizado una de las grandes páginas de la historia del club, es a ellos a quienes hay que responsabilizar en primer lugar.
   Dicho esto, es verdad que más allá del lamentable estado anímico y de forma de algunos jugadores (Marcelo, Kroos, Modric...), de la fragilidad de otros (Bale, Varane, Benzema) y de la indolencia de casi todos; el entrenador es el encargado de hacer que todos esos aspectos se puedan solucionar. Y sobre todo, que no ocurran a la vez en una plantilla tan extensa y fuerte como tiene el equipo.
   Por eso no entendemos el empecinamiento en poner a jugadores que se pasean por el campo, teniendo a otros que están deseando que se les ponga para demostrar el buen fútbol que atesoran. No es necesario entrar en el debate de los nombres, pero sí en el hecho de que, como dijimos en la anterior entrada, parece que el entrenador tiene a los jugadores ordenados a la hora de saltar al terreno de juego. De modo que le da igual el rival y las circunstancias, los que entrarán a falta de quince o veinte minutos serán Asensio y Lucas, y uno de los sustituidos con casi total seguridad será Isco, por más que sea el mejor jugador sobre el terreno de juego. 
    Lo anterior es exasperante porque va en contra de toda lógica en la dinámica de este jugo y de cualquier juego. Has de actuar en función de las necesidades del mismo. Es verdad que está intentando soluciones; pero tanto la supresión de laterales como la introducción de Casemiro como central son soluciones bastante peregrinas. No hay más que ver cómo sufrió Casemiro ante la avalancha de los delanteros ingleses, cuando el resto del encuentro en su posición se hartó de robar e interceptar pelotas, algunas de ellas con evidente peligro.
    Por mojarnos un poco más, creemos que debería poner a Theo por Marcelo y a Ceballos o/y Llorente por Modric o/Koos, hasta que los segundos estén en la forma y disposición competitiva adecuadas. Ello haría que los tres noveles se afianzaran en sus respectivos puestos y se entendieran mejor con sus compañeros. Pero mucho nos tememos que es a eso a lo que le tiene miedo el entrenador. Prefiere atravesar este bache y esperar a recuperar en el terreno a los titulares, antes que abrir una vía de agua a partir del posible éxito de algunos de los citados.
    A todo esto no hemos hablado del partido en cuestión. Pero visto lo visto el partido es lo de menos. Ya sabemos que cualquier equipo hoy le crea serios problemas al R. Madrid. Todos sabemos que hoy sin actitud y mucha concentración es imposible sacar adelante los partidos. Que el Tottenhan corriera 12 Km. más que el Madrid podría ser un dato solo, pero si viene precedido de esa sensación de indolencia ante el Girona se convierte en un síntoma más de que la crisis está aquí (falta de actitud,  jugadores fuera de forma, entrenador sin soluciones...), esperemos que no para quedarse. No es poco que el Dormund y el Apoel empataran dejando la clasificación a un punto en dos partidos.
    Eso sí, que estemos en crisis no quiere decir que esto no tenga solución. Hay que ser optimistas, porque el vestuario no parece revuelto, no hay enfrentamientos entre jugadores, cuerpo técnico o directiva... 

martes, 31 de octubre de 2017

Tiran la Liga. Girona 2 - R. Madrid 1

    Antes del encuentro todo el mundo coincidía en que para el R. Madrid este era un partido muy importante, que no podía fallar. Y falló, luego, más allá de que informativamente hablando no se puede en el mes de noviembre dar por muerto a uno de los equipos que mantienen este negocio en pie, la realidad es que la distancia empieza a ser considerable.
     No obstante, esa distancia no es insalvable si no fuera porque hay síntomas que nos indican que la enfermedad está extendida y precisa de una terapia de choque urgente.
     Vayamos a ello.
    El entrenador al término del encuentro manifiesta que no está preocupado. Además le oyes hablar y parece que es verdad que no lo está. Puede que su dominio del lenguaje no le permita expresarse en términos correctos, pero esta idea de falta de preocupación la repitió en varias ocasiones. Puede que diga una cosa y sienta la contraria. Puede que diga una cosa ante la prensa y haga la contraria ante los suyos. En cualquier caso se trata de una afirmación absurda por cuanto lo menos que debe hacer en su situación es estar preocupado buscando soluciones urgentes.
    Durante la mayor parte del encuentro se vio a un equipo con los brazos caídos, indolente, falto de actitud. Y el entrenador sale a rueda de prensa a decir que ha visto bien a su equipo "solo ha faltado un poco de concentración en los goles" (se le olvidan los dos palos del contrario antes de marcar Isco en una jugada aislada). Escuchas el relato de Zidane sobre el encuentro y parece que hemos presenciado otro encuentro. Esperemos que se trate de una estrategia de puertas a fuera, porque si no la solución será harto difícil.
   Finalmente, la actitud de la mayoría de jugadores fundamentales del equipo no estuvieron a la altura, y eso a pesar de haber tenido una rotación masiva en la Copa. Sergio Ramos, este sí con problemas de concentración entregando la pelota al contrario; Marcelo desdibujado como atacante, ya sabéis lo que opinamos como defensor; Kroos desbordado defensivamente todo el tiempo; Modric, sin presencia en ataque y con numerosas pérdidas de balón que es su fuerte; Cristiano desaparecido en todos los sentidos salvo en el de quejarse de su suerte todo el rato. 
  De todo lo dicho anteriormente solo salvamos a Isco. La pena es que se pegó una paliza impresionante para nada, porque sus compañeros no estaban por la labor. 
    La reacción de Zidane consistió en colocar a Asensio y Lucas en el terreno de juego. Da la impresión de que el entrenador no hace cambios en función de lo que el equipo necesita (Modric y Kroos arrastrándose por el campo y retira a los laterales), sino que tiene numerados y ordenados  a los jugadores y los saca en función de ese orden. De manera que después del once saldrá el número 12, y después el 13. El domingo debió imprimir otro aire al centro del campo, y sí cambiar a Marcelo porque encarnaba la apatía y el desgano en el partido. Volvieron a fallarle los cambios porque no se trataba de sustituir a uno o dos jugadores sino a más de la mitad de ellos.
   Falta gol porque el delantero que hasta ahora lo aportaba de forma segura (Cristiano) a nuestro entender ha decidido no competir en la Liga. Se ve muy lejos del rival sempiterno y piensa que debe centrarse en la Champions. Allí vemos al Cristiano insaciable y competitivo que no hemos dejado de ver en la Liga.
    ¿Puede ganarse esta Liga todavía? Por supuesto que sí; pero han de producirse demasiadas circunstancias para que eso se consiga. Y la primera es que el propio equipo reaccione y quiera conseguirla. A día de hoy las señales y los hechos son todo lo contrario. A este equipo le han plantado cara sucesivamente: Levante, Valencia, Betis, Alavés ... y ahora el Girona. En todos los partidos hemos observado falta de puntería y acierto de cara al gol, porque se han generado numerosas ocasiones, pero ante el Girona esto no fue así. El rival tuvo más oportunidades y fue un justo vencedor. En definitiva, aún vamos para abajo.
     El miércoles veremos si hemos tocado fondo.
    
   

miércoles, 18 de octubre de 2017

Otro tropiezo en el Bernabéu. R. Madrid 1 - Tottenhan 1

   Una vez más esta temporada el equipo no es capaz de sacar adelante los encuentros que disputa en casa. Allí donde en tiempos pretéritos pocos equipos lograban puntuar. 
   Es posible que se trate simplemente de una coincidencia, incluso de cierto infortunio a la hora de materializar las ocasiones de que se dispone. Lo cierto es que Levante, Valencia, Betis y el Tottenhan ayer lograron por momentos hacerse dueños de la pelota y del juego, o crearon ocasiones también clamorosas, en las que la mano de Keylor desbarató.
   Al margen de estudiar por qué sucede esto en el Bernabéu; ayer pudimos ver que en numerosas ocasiones el equipo quedó a merced del contrario por un mayor ímpetu. una mayor concentración y la cacareada mejor actitud. 
    Desconocemos si es que la Champions no es suficiente motivación para algunos jugadores, o es que volvían cansados del parón de las Selecciones, o es que de nuevo creen que se puede ganar un partido sin poner ese plus imprescindible hoy en día.
    Hay un par de aspectos que es necesario corregir para que esto no se repita y se llegue a entregar alguna competición prematuramente. Por una parte tenemos un problema táctico a la hora de alinear a determinados jugadores. Si Marcelo juega es necesario reforzar su lado con alguien que le supla cuando sube y que le apoye cuando ejerce de defensa. Ayer su banda se convirtió en un coladero constante, en un día que tampoco estuvo afortunado en ataque. Se le veía apático, sin chispa y muy despistado e indisciplinado en la zaga: un desastre. Zidane tiene que buscar la solución a esa falla defensiva que es un problema mayúsculo. Por otro lado, la alineación de Benzema empieza a ser una cuestión vital para el equipo, ya que no acaba de rematar balones y jugadas sumamente fáciles, por más que luego sea capaz de hacer jugadas inverosímilis.
    A todo esto le añadimos que Modric no tuvo su noche, ni Cristiano y los mencionados Benzema y Marcelo tampoco. Además de una falta de reacción desde el banquillo. No hay  más que ver el minuto en que entró en el terreno de juego el primer suplente, creo que por encima del minuto 80.
   Con todos estos ingredientes, y el magnífico planteamiento de Pochettino, con unas salidas al contragolpe fulgurantes y el poderío físico a balón parado, obtendremos una explicación más que ajustada de lo ocurrido sobre el terreno de juego ayer.
    Lo único positivo, si es que se puede decir eso, fue el empate del Dormund y el Apoel que les deja a ambos bastante lejos de poder inquietar la superación de esta fase a Tottenhan y Madrid. A falta de sorpresas, en unos días el Madrid se jugará la primera plaza en Londres.  Quizá el factor campo contrario sea más positivo a los blancos. Veremos. 

domingo, 24 de septiembre de 2017

Sigue faltando un delantero. Alavés 1 - R. Madrid 2

  Son varios los partidos que no hemos comentado, a pesar de que solo han pasado dos semanas. Sin embargo, hay un denominador común a todos ellos: el equipo es capaz de generar numerosísimas ocasiones de gol; pero se muestra incapaz de materializarlas en un porcentaje razonable.
  Si analizamos los acontecimientos ocurridos ayer, veremos un Madrid que sin demasiado brillo, sin demasiado orden, sin un desbordante entusiasmo… pudo haber goleado al Alavés de haber tenido una mayor ¿fortuna? en el remate. Y esta circunstancia provoca cierto nerviosismo en los jugadores que están en el terreno de juego y en el responsable del banquillo.
   El nerviosismo y la falta de planificación (tener un plan para cada situación) son malos consejeros. Eso no quiere decir que en un equipo que, insistimos, está generando tantas ocasiones pueda funcionar cualquier cambio que pongas en práctica. Paradógicamente, cuando la temporada pasada el equipo no funcionaba y llegaban los minutos finales, en numerosas ocasiones la entrada de un par de jugadores y el empuje del equipo espoleado por esos cambios, lograban gestas inverosímiles. En esta temporada al entrenador no le salen ninguno de los cambios que propone, especialmente en el partido contra el Betis.
   A nuestro juicio es aquí donde radica la clave de los malos resultados. Al equipo quizá le falte  un poquito más de concentración y esfuerzo individual y colectivo, pero el juego no es malo y las ocasiones tampoco, a diferencia de lo que pasada en otras temporadas. Pero el entrenador ha mostrado inseguridad en todos los partidos de esta temporada. Primero, olvidándose del delantero centro que tenía en la plantilla (Mayoral) el día que se lesionó Benzema; luego, con alineaciones experimentales estrambóticas, como la de colocar a Marcelo y Theo en el lateral; más tarde, desmantelando el equipo con los cambios de Isco y Modric y la no menos extravagante solución de mandar a Ramos de delantero (lo que provocó el triunfo del Betis); y finalmente ayer, cambiando de nuevo a Ceballos e Isco, los dos mejores jugadores ayer sobre el terreno de juego, y que a punto estuvo de provocar una nuevo empate.
  En fin, que el equipo no está acertado a la hora de rematar y el entrenador busca soluciones descomponiendo en exceso al equipo. Vimos a Casemiro haciendo de todo: defensa central, medio ofensivo, e incluso como un delantero más. Vimos a Ronaldo (supuesto delantero centro ayer) abandonando su posición y yendo a tocar una pelota a la banda sin trascendencia alguna. Vimos a Varane de nuevo obsesionado con jugar la pelota en corto cuando está rodeado de contrarios. Vimos demasiados desajustes que provocan ocasiones también clamorosas del contrario: ya sea el Apoel, el Betis o el Alavés.
   Por todo esto creemos que lo adecuado es tener paciencia, buscar el punto de motivación colectiva necesario para inclinar la balanza a favor en los partidos, e introducir rotaciones pero no un carrusel de cambios sin un plan claro de lo que el jugador debe hacer en el terreno de juego.


  Hacer un experimento está bien porque puedes extraer conclusiones tanto si sale bien como si sale mal; pero hacer varios a la vez no permite saber a cuál de ellos atribuir el bien o el mal funcionamiento. 
  Sigue faltando un delantero porque Cristiano se resiste a jugar en esa posición, la abandona y no está cómodo en ella. Ayer su supuesto acompañante, Asensio, estuvo muy gris pegado a la banda izquierda y sin contacto con las zonas calientes del campo.
   Esto no para, espera el Dormund que acaba de golear. Veremos.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Un delantero centro, por favor (II). R. Madrid 1 - Levante 1

  Como un calco del partido contra el Valencia vino a resultar el partido del sábado por la mañana. Aunque había numerosos cambios de jugadores y de búsqueda de soluciones atacantes, el resultado vino a ser muy parecido. El equipo no ve puerta y el contrario logra con relativo pocos méritos perforar la portería merengue.
   De nuevo el número de llegadas fue incontable, con ocasiones muy claras que no llegaron a materializarse; unas veces por falta de acierto de los delanteros  y otras por el buen hacer del portero.
   Con un Levante muy bien plantado en el terreno de juego. Dos líneas de cuatro juntas y defensa adelantada lograban parar y dificultar las maniobras de los blancos, que se empeñaron en atacar todo el tiempo por la banda izquierda, quizá por la variante táctica de poner a Marcelo y Theo en la misma banda y tener más libertad uno u otro para atacar. El experimento resultó fallido a medias, ya que la alternancia funcionó relativamente bien, pero los centros y pases de Theo resultaron demasiado incontrolados debido al trato poco sutil que le dispensó a la pelota: a veces se quedaba corto, las más salía con demasiada fuerza. Habrá que tener paciencia con el chico.
   Carvajal apenas tuvo profundidad por su banda, y tampoco Asensio o Lucas Vázquez tuvieron su día.
   La lesión de Benzema dio entrada a Bale que proporcionó mucha más movilidad y posibilidades al ataque. No solo dispuso de más ocasiones de gol, sobre todo por arriba, sino que tiró numerosos desmarques que a punto estuvo de subir al casillero local en alguna ocasión. El juego desplegado por el galés fue la mejor noticia del encuentro; si bien debe refrendarlo en otros partidos con defensas menos adelantadas que son su especialidad.
   Ni Isco ni Kovacic proporcionaron ese espíritu de remontada que el Bernabéu está acostumbrado a vivir en los minutos finales de los partidos. Quizá haya que convenir que el artífice fundamental de las mismas (Lucas Vázquez) fue uno de los sustituidos, y que la entrada de Kovacic no era para jugar arriba sino para liberar a Kroos de funciones defensivas. A punto estuvo de salirle bien a Zidane si el alemán hubiera marcado en el disparo que pegó en el palo, pero no fue así, y la realidad es que quedamos a cuatro puntos de la cabeza. Alguna responsabilidad debemos otorgarle al entrenador si el único delantero centro que tiene disponible (Mayoral) ni siquiera va convocado. Si no pensaba utilizarlo ni estos casos quizá debió pedir la llegada de un jugador para ese puesto. Sin ese jugador la dependencia de Cristiano puede ser brutal. Y eso nunca es bueno para el equipo.
   En conclusión, con el juego y las oportunidades de que ha dispuesto el equipo en estos dos partidos, en tiempos pretéritos les hubiera bastado para golear al rival. ¿Por qué esto ahora no es así? Creemos que es la carencia de un delantero centro de verdad que pueda suplir con garantías la ausencia de Cristiano o la poca puntería de Benzema. Veremos qué ocurre cuando regrese al equipo el portugués. Antes hay que ir a casa del líder.


jueves, 31 de agosto de 2017

Un delantero centro, por favor. R. Madrid 2 – Valencia 2

   Si analizamos con tranquilidad el partido, es verdad que varios jugadores no tuvieron su mejor día. Es decir, no solo Benzema falló estrepitosamente varias oportunidades de gol. También le faltó chispa a Isco, a Modric, a Kroos (a él nos referiremos más adelante), a Marcelo…; y por supuesto, a Bale. Pero haciendo un balance de oportunidades y juego desplegado, veremos que el Madrid  controló la mayor parte del tiempo el juego y, eso sí, se encontró con un Valencia muy ordenado y que como siempre le pone las cosas muy difíciles. Recordemos que llevan varios años muy mal, pero que siempre consiguen al menos empatar en el Bernabéu.
   Sin embargo, si contabilizamos el número de llegadas y ocasiones a favor del equipo merengue, las miradas deben dirigirse hacia otros actores. El equipo generó suficiente fútbol y llegadas, y solo la falta de acierto de los delanteros, especialmente Benzema, permitió llegar al final del encuentro con un empate que casi supo a suficiente, una vez que a pocos minutos del final se volvió a tener que remontar un dos uno casi imposible.
   Y vamos al fondo de la cuestión. En primer lugar hay que decir que la decisión de deshacerse de Morata sin tener un sustituto de garantías ha sido poco afortunada. En segundo lugar, que Cristiano debe tener más cuidado a la hora de encararse con los árbitros. Llueve sobre mojado. El domingo hizo que nos acordáramos de Morata, pero probablemente no lo hubiéramos hecho de haber estado él en el terreno de juego. En tercer lugar, la alineación forzada de Casemiro en la posición de Central no pareció contar con sustituto para su posición fija, por ahora (o sí, ahí estaban Llorente y Kovacic). Kroos no está para estos trotes. No lo ha estado nunca, pero ahora que se ha desvinculado, menos. No hay más que ver la actitud defensiva en el segundo gol de los valencianos; lamentablemente tiende a estar de espectador en este tipo de jugadas en lugar de tapar las llegadas del contrario.
   Una noticia negativa más fue la actuación de Bale.  Y peor que eso, el empecinamiento del entrenador por colocarle esté como esté. Ofrecer una jugada en todo un partido y un remate fallido en una clara ocasión de gol es muy pobre para cualquier jugador, para una supuesta estrella es un fiasco. Parece que seguiremos esperando…
   Una excelente noticia fue el partidazo que nos dejó Asensio: toque, pase, arrancadas con fuerza, precisión en el remate… Una delicia.
   Para concluir, en la nueva forma de juego del equipo, se hace necesario un delantero centro de verdad. Un rematador. Si quiere serlo Cristiano que se ponga a ello, facultades le sobran; pero si sigue sin querer desempeñar ese papel, pues busquemos uno de garantías, por favor.
   Por cierto, si tienes dos compañeros lesionados en la posición de central no conviene sacar a paseo el codo en un salto y correr el riesgo de quedar sin centrales a tu equipo (véase Ramos en Coruña). Por más que fuera injusta la tarjeta ya que ni siquiera fue falta.

   A ver cómo regresamos del parón. Parece claro que la plantilla está cerrada. Veremos.

jueves, 8 de junio de 2017

La Champions de Zidane. Juventus 1 - R. Madrid 4

   Ahora que empezamos a rebajar las emociones que la Final de esta Liga de Campeones nos ha regalado, y aunque sabemos que es un poco tarde para ello; creemos que es un buen momento para analizar "fríamente" lo ocurrido en esta competición.
   Que no hemos sido  fervientes admiradores del Zidane entrenador es bien manifiesto en las numerosas entradas que aquí permanecen. Pero es necesario reconocer que el cómputo general, y el análisis de lo ocurrido en esta temporada arroja un balance muy favorable a este entrenador.
   Y no lo decimos por el resultado, que también, como maliciosamente algunos pretenden ningunear lo conseguido por este equipo; sino por el juego desplegado en el final de temporada. Hace solo un par de meses había varios jugadores que ofrecían dudas sobre su estado de forma, Modric a la cabeza. Pero fueron estos mismos jugadores los que se pusieron a trabajar para regalarnos un recital de buen juego en una memorable segunda parte. 
    Ya hubiéramos firmado una final sin brillo con tal de ganar; pero no fue así. Tras una primera parte bastante igualada en cuanto a oportunidades, y no demasiado juego; llegó el momento de la verdad. Aparecieron los Modric, los Isco, los Carvajal... y para rematar "el que nunca aparece en los partidos clave" según los culés: Cristiano. Ejerciendo de delantero centro puro, como hemos venido insistiendo desde hace tiempo en nuestro blog, Ronaldo tiene un potencial para prolongar su fútbol y su voracidad goleadora; y de paso resolver los desajustes que provoca el jugar con tres delanteros que no ayudan en la defensa.
    En fin, esta Liga de Campeones ha servido para tapar algunas bocas que achacaban a una suerte de camino de rosas para llegar a las finales. En ella se ha eliminado a Nápoles, Bayern, Atlético y Juventus. Prácticamente nada en el panorama europeo. Además se han conseguido cuatro goles frente a un equipo que no había encajado nada más que tres goles, y a los que el Barça no fue capaz de marcar. Se inventaron a Buffón para hacer sombra a Cristiano, ya habían tirado la toalla con Messi, y hete aquí que el Real Madrid le marca cuatro en la Final. 
   No sé si se puede pedir más. La Duodécima se recordará durante mucho tiempo por todo lo que acabamos de señalar, pero desde aquí queremos reconocer el trabajo de su entrenador a lo largo de la temporada. Algunos siguen erre que erre con que el juego no es de época, pero este equipo ya ha ganado dos consecutivas y tres en cuatro años. Y aún no lo podemos contar en pasado. Que sigamos en presente mucho tiempo.   ¡Hala Madrid! 

miércoles, 24 de mayo de 2017

La Liga de Zidane. Málaga 0 - R. Madrid 2

   Aunque se había revestido esta última jornada de un carácter dramático (en el recuerdo están las Ligas de Tenerife para los restos), el gol de Cristiano apaciguó los ánimos de propios y ajenos. El Málaga estuvo cerca de lograr el empate en más de una ocasión, debido a la relajación de los blancos, pero el acierto del portero, que está haciendo un final de temporada excepcional, desbarató toda posibilidad de intranquilizar a la parroquia merengue.
   El Madrid especuló con el resultado hasta poner tierra de por medio con el segundo gol. Y aunque el Málaga continuó creando peligro en numerosas ocasiones, de nuevo se topó con Keylor.
   A destacar la jugada del primer gol porque es fruto de una conexión que necesita el equipo Isco-Ronaldo, de cara a la final de la Champions. También el resto del partido del malagueño, que está en un momento dulce. Bien Danilo, Modric,  Kroos. Bastante flojo, Benzema. Y fantástico Navas, que parece que no quiere resignarse a salir del equipo.
   Esta Liga es mérito de los jugadores que la disputaron en cada momento, como es lógico; pero creemos que ha sido posible porque el entrenador decidió realizar rotaciones en esta competición. De no haber sido por esas rotaciones, la plantilla no habría llegado a este final de temporada como lo ha hecho. Y este estado de forma de la mayoría de jugadores es la clave de la consecución de la misma.    
 Gracias a ello han podido levantarse después de la derrota en el Bernabéu a manos del Barça, han eliminado al Atlético en la Liga de Campeones, y no han perdido un solo punto desde entonces.
   Zidane ha logrado tener a todos enchufados hasta el final, manteniéndolos frescos física y mentalmente; por eso merece el titular que hemos puesto a esta entrada.
    No nos gusta acordarnos del rival cuando ganamos, pero en este caso lo vamos a hacer por la insoportable ristre de insinuaciones y presiones sobre todos los equipos rivales a los que el Madrid se ha ido enfrentando. No nos gustaron por eso los exabruptos hacia Piqué. No debería formar parte del libro de estilo del Madrid.
    Ahora queda lo más importante: ganar la Liga de Campeones. Veremos.
    

jueves, 11 de mayo de 2017

Vuelve la ModricIscomanía Atlético 2 - R. Madrid 1

   Después de un preocupante arranque, habitual en los blancos, en el que el Atlético pudo materializar dos goles con más ímpetu que juego; al verse tan cerca de tocar la gloria los rojiblancos decidieron especular con el resultado. Esta decisión fue fundamental para que el Madrid tomara el mando del partido poco a poco, hasta llegar al momento sublime de la noche. 
     Ni en el mejor de los sueños pudieron los atléticos imaginar que en un cuarto de hora, y en casa propia iban a estar a solo un tanto de conseguir la prórroga o la remontada. La desagitación atlética era lógica: tenían al menos setenta minutos para marcar un solo gol y forzar la prórroga. Sabían que al ritmo que habían salido no podrían con el desgaste que ocasionaba en la hipotética prolongación. Por eso era lógico recoger vela y apaciguar revoluciones. Ahí emergieron con brillantez los medios merengues; especialmente Modric e Isco, pero también Kroos. 
    Tener jugadores como Isco o Modric a los que entregar la pelota para que puedan descongestionar la presión del contrario o construir una jugada por sí mismos o con magistral pase, es una auténtica delicia y un "seguro de vida". Ya sabíamos del estado de forma del malagueño; pero nos sorprende que el croata se destapara con un partido como el que hizo ayer, cuando hace solo un par de semanas se le veía tan apagado e impreciso.
    Esas fueron para nosotros las claves del encuentro de anoche. Bueno, esas y el gol que se sacó de la chistera el pretidigitador Benzema. 
    Es curioso escuchar cómo los goles extraordinarios de otros jugadores se ensalzan una y otra vez hasta la saciedad, mientras se le resta valor a la genialidad del francés por los supuestos fallos de los defensores. No negamos que existieran esos errores técnicos, lo que no es admisible es que se ponga el acento en ello, terjiversando la realidad. En infinidad de los grandes goles hay defensores que no están a la altura. Solo hace falta poner la lupa orientada a encontrar el ansiado fallo.
    No podemos decir que fuera un gran partido. Pero se produjeron dos noticias muy relevantes. Una muy mala, la vulnerabilidad del equipo ante el empuje del contrario. Encajar dos goles en tan solo unos minutos de una presión esperada y cantada no invita a la tranquilidad y confianza. Otra muy buena, la recuperación de algunos jugadores para este decisivo tramo de temporada. Destacamos a Modric por ser un jugador fundamental en el juego del Madrid. 
    Habíamos visto jugar el día anterior a la Juve. Quedamos impresionados por la seguridad defensiva y el orden que el equipo turinés demuestra. La verdad es que no éramos muy optimistas ante la posibilidad de hincarle el diente a este equipo. 
    Después del partido de ayer, nos animamos de cara a la final, porque esperamos ver emerger el Madrid de las grandes ocasiones. Vemos al equipo bien físicamente, y esto es fundamental para afrontar un partido como el que se avecina. 
     Sin comentarios sobre la catarata de lecciones sobre valores que otros parecen apropiarse en exclusiva; sólo diremos que resulta paradójico que nos den lecciones de valores quienes odian al rival con tanta inquina. Siendo que el odio es el contravalor mayor que pueda imaginarse.
     Ahora toca centrarse en la Liga en la que quedan tres auténticas finales en tan solo una semana. Un calendario de locos que solo la solvencia de esta plantilla puede abordar. Veremos.  

miércoles, 3 de mayo de 2017

De la moto al avión. R. Madrid 3 - Atlético 0

  Ni en el mejor de los pronósticos habíamos augurado un triunfo como el de ayer. No solo por el resultado, que aún pudo ser bastante más abultado, sino por el extraordinario juego desplegado por el R. Madrid. Nada hacía presagiar una victoria desde una superioridad tan abrumadora ante un equipo tan rocoso como el Atlético.
   En veinte minutos primorosos los blancos presentaron sus credenciales para llevarse un partido que en todo momento dominaron en la posesión (60%), en el juego, en las ocasiones y por supuesto en el marcador. Al término de los primeros 45 minutos, nada hubiera extrañado que el Madrid fuera tres tantos por delante. 
   Pero, ¿en qué se vino a cimentar esta victoria?. En primer lugar, en la intensidad de todos los componentes del equipo (vimos hasta a Cristiano defender en varios frentes); en segundo lugar, en la mejoría experimentada por varios de los jugadores más bajos de forma en partidos anteriores; en tercer lugar en el acierto del entrenador tanto en la alineación inicial como en los cambios realizados con el transcurrir de los minutos. 
    Aunque lo anterior tiene sus matices que analizamos a continuación. El incremento de la intensidad con respecto a otros partidos fue evidente, como lo es que la Liga de Campeones siempre ha motivado de una forma especial a este club, y eso se transmite a los jugadores. Y aunque mejoraron ostensiblemente tanto Kroos como sobre todo Modric, no lo hicieron ni Casemiro ni Benzema, el primero con numerosas pérdidas de balón, y el segundo falto de chispa y viveza con el balón en los pies, donde por momentos parece perder de vista dónde está. Y finalmente Zidane estuvo acertado al alinear a Varane (hizo un extraordinario partido y aportó la altura necesaria para batirse por arriba) y a Isco porque mezcló con los de detrás y con los de delante, se movió por todo el frente de ataque y aporta una seguridad en el mantenimiento del control de la pelota a la espera de una aceleración que él sabe imprimir. Además, el entrenador cambió sus hábitos de cambios tardíos introduciendo a Asensio  y Lucas Vázquez con tiempo suficiente como para meter una velocidad más tanto en defensa como en ataque, hasta dejar extenuados a los colchoneros que tuvieron que terminar protegiendo su propio campo, ante el empuje merengue.
    No faltó quien habló, en un pensamiento retorcido, de la suerte que tiene Zidane porque Bale se hubiera lesionado. Aunque es verdad que defendemos algo más allá que la BBC, nos parece muy mezquino negarle a Zidane el acierto que tuvo ayer de principio a fin. En ello se basó el baño en toda regla que propinó a Simeone, uno de los entrenadores más elogiado en los últimos cursos.
    La guinda de una noche redonda la puso Cristiano al endosar nada menos que tres goles a un equipo tan difícil de que reciba uno solo. Y es que el portugués está en un momento dulce, con unas ganas increíbles en esta competición  y con un acierto espectacular. Hace falta que abandone la idea de hacer rectificar a los aficionados que le pitan; pues cuando lo haga mal, le volverán a pitar. Nos congratula porque no pocos empezaban a darle por muerto y acabado.
     Los tres aspectos del juego analizados más arriba es lo que veníamos exigiendo a entrenador y jugadores "titulares". No necesitamos remarcar cuánto nos alegramos y cuánto disfrutamos con ello. Ayer además se logró rectificar un aspecto muy deficiente del juego, cual es el defensivo. Se logró mantener la portería a cero y las ocasiones del rival fueron muy escasas.
     Días atrás dijimos que los "suplentes" estaban como motos, esperábamos que todos se montasen en ella; pero anoche de la moto se pasó al avión. Un avión es lo que se precisa para llegar a Cardiff. Esperamos que no se bajen de él en el Calderón el próximo miércoles
     En cualquier caso, una noche inolvidable. Que nos quiten lo "bailao". Veremos.

domingo, 30 de abril de 2017

De excitante a irritante. R. Madrid 2 - Valencia 1

   Excitante, este es el adjetivo empleado por Zidane para definir lo ocurrido ayer con los minutos finales, que con frecuencia se han repetido esta temporada. Según el periodista que formulaba la pregunta, hasta en seis ocasiones ha remontado el Madrid en los minutos finales.
    De nuevo jugó el equipo con fuego hasta alcanzar esos minutos con el marcador abierto: un exiguo gol de ventaja. Todos nos temíamos lo peor: un gol del Valencia sin posibilidad de reacción. Y llegó el gol del Valencia en una jugada cantada e ideal para consumar el presagio, una falta a la medida de un ex; Parejo. Por encima de la barrera y a la escuadra, y Keylor no pudo atajar a pesar de que sabía que iría a ese punto. Inmediatamente tocó a rebato y la falta de espíritu, de ganas, de...¿ excitación? mostrada hasta ese momento, se despertaron hasta alcanzar la remontada.
    Esto de la excitación está bien; pero a muchos nos gustaría que el equipo, entrenador en primer lugar y fundamentalmente,  se agitara mucho antes y así evitarnos a los seguidores una excitación poco saludable. 
     Porque llegamos a los minutos finales en esas condiciones porque el entrenador no reaccionó a tiempo, y además no estuvo demasiado afortunado. Bien está lo que bien acaba, pero no entendimos el cambio de James, el mejor jugador del equipo hasta ese momento. Todos veíamos que el hombre a cambiar era Benzema (de nuevo poco "excitado" a lo largo del encuentro). Todos veíamos que se precisaban incorporaciones de jugadores con capacidad para agitar el juego amuermado del equipo: Kovacic, Lucas Vázquez. Pero el punto de excitación de Zidane está algo retrasado en el tiempo.
     Un partido que pudo haber quedado resuelto mucho antes, si Cristiano no hubiera fallado un penalti allá por el minuto diez de la segunda mitad. Pero rebobinando más hacia atrás, hay que decir que el equipo se vio bastante atascado ante un Valencia ordenado en defensa, que ejerció bien la presión donde quiera que se dispuso a hacerlo y que salió con criterio y rapidez al contragolpe. El Madrid sigue sin saber ejercer presión sobre el rival porque no actúan a la vez. Así es imposible ejercerla. El camino es el de La Coruña. Zidane debe preguntarse el porqué.
      El regreso de los titulares fue el regreso a la inoperancia, la falta de movilidad arriba, el pase lento de un lado a otro y sin profundidad. Ni siquiera la leve mejoría advertida en Modric solucionaron el problema. Volvieron a confirmarse los despistes mayúsculos de Sergio Ramos, o los coqueteos de Casemiro con la expulsión innecesaria. 
    Lo dicho; no podemos negar que es excitante ganar de esta manera los partidos. Incluso hemos concluido que esto es fútbol con letras mayúsculas, pero lo que vale para una ocasión, no es válido cuando se convierte en costumbre. Digamos que... deja de ser excitante y pasa a ser "irritante".
     En dos días nos espera otro partido apasionante. Ya veremos si será excitante.

miércoles, 26 de abril de 2017

Como motos. Deportivo 2 - R. Madrid 6

   Nos perdimos el primero, fue tan rápido... Pero por lo visto después, solo se trataba de una muestra de lo que nos esperaba esta noche.
   Es verdad que faltó en algún  momento solidez defensiva, pero con este ímpetu y ganas de TODOS los jugadores a la vez era muy difícil que peligrara la victoria en el día de hoy.
    Como siempre en las victorias tan abultadas suelen brillar todos los jugadores. Como muestra de ello, hasta el tantas veces denostado Danilo fue un prodigio de anticipación y desborde una y otra vez con una potencia tremenda. 
    Para quienes reclamamos al entrenador que ponga a los jugadores que están verdaderamente en forma y con ganas de tirar del carro, la verdad es que hoy resulta más incomprensible el empecinamiento de Zidane en mantener en la alineación a determinados jugadores que distan mucho del dicho estado mostrado por casi todos los jugadores que hoy han estado en el césped de Riazor. No estamos demandando que quite a todos los que no están en condiciones a la vez, o sí;  sino que al menos pueda haber una rotación de dichos jugadores: Bale, Benzema, Kroos, Modric, Casemiro. Hoy uno o dos, mañana otros tantos...
    Ver hoy las arrancadas en conducción de Kovacic ha sido una delicia. Pocos jugadores pueden dejar tirados a sus contrarios en carrera como lo ha viene haciendo este chico. Es verdad que en el partido contra el Barcelona pecó de indolencia en el último gol, sobre todo porque acababa de entrar y no puede alegar cansancio. Pero hoy ha hecho innumerables salidas que han puesto al equipo en superioridad numérica brutal en varias ocasiones. Que le falta por pulir algunos conceptos está claro, pero para eso hay un cuerpo técnico y unos entrenamientos.
   Tampoco está mal el partido que ha hecho Isco. A veces abusa de la conducción, pero hoy ha dado una demostración de la visión del juego de equipo que tiene, mandando en corto y en largo, a izquierda y derecha, arriba y abajo, amén de las delicadezas que de cuando en cuando nos regala.
   Y para ajustar la presión hacen falta once Lucas Vázquez, Lo que sorprende de él es que lleve así toda la temporada. Lucas es el exponente máximo de la moto en que hoy se ha subido el Real Madrid y de la que esperemos que no se baje. Ya pueden espabilar los mencionados más arriba porque estos vienen pisando fuerte el acelerador y dan la cara cada vez que se les pide. Veremos. 

lunes, 24 de abril de 2017

Zidane cotiza a la baja. R. Madrid 2 - Barcelona 3

   Verdad es que solo se trata de un partido, pero también lo es que llegados hasta aquí con una ventaja como la acumulada por el R. Madrid tenía un carácter decisorio. De haber ganado el partido, el Madrid habría dado la puntilla a un Barça poco reconocible. Lo sucedido dará alas a los culés, y sin competición que les distraiga obligarán al Madrid a no ceder prácticamente nada en lo que queda de competición. No es una tarea imposible, pero sí muy complicada.
   El partido de ayer resultó una gran decepción desde el principio. Ver en la alineación a Bale nos pareció a casi todo el mundo, excepto el entrenador y el jugador, un despropósito. Era una crónica de una recaída anunciada. 
  Con esta premisa, el equipo quedaba bastante condicionado. La capacidad de reacción se encomendaba a un solo jugador, al menos hasta los minutos finales, puesto que no se puede arriesgar haciendo los tres cambios demasiado temprano. 
   En cualquier caso, desde el inicio del partido se vislumbró la fragilidad defensiva de ambas escuadras; de ahí la abultada cantidad de ocasiones que ambos equipos disfrutaron. Algunos sostienen que vimos un gran encuentro debido a esto. Diferimos sustancialmente de esta visión. Creo que los dos equipos tuvieron una actitud y disposición defensiva poco rigurosa, lo que falsea la realidad. El exponente máximo de lo que señalamos se vino a poner de manifiesto cuando el Madrid pretendió ganar el encuentro con diez jugadores, sin guardarse las espaldas. Ahí vino el tercero del Barça que muchos han ensalzado como el de un extraterrestre Messi, cuando entra en la frontal completamente solo para rematar ante la mirada contemplativa del recién salido al terreno Kovacic.
    Pero Zidane cometió algún error más que justifica nuestro titular. Colocó a Casemiro persiguiendo a Messi por todo el campo. Una decisión desacertada a nuestro juicio porque, además de descolocar a Casemiro, y por tanto al equipo, también involucró al brasileño en una pelea desigual: en pocos minutos se colgó el cartel de situación delicada. Después Zidane siguió jugando con fuego al insistir en este marcaje. Por si fuera poco, se mostró inoperante porque no evitó el primer gol que llega debido a un repliegue excesivo de la defensa y el centro del campo que permitió al argentino pasearse por el área en su jugada más apreciada.
   Ya hemos comentado el otro gran error, lanzar al equipo a la desesperada con diez jugadores a por la victoria. Siendo verdad que los azulgrana estaban muy tocados físicamente, también es imprudente mandar un ataque con tantos riesgos ante un robo, como así pasó; por más que Marcelo debió parar ese contragolpe fácilmente en el inicio de la jugada.
   Así las cosas, Zidane suspendió ayer en tres aspectos esenciales para un entrenador. En primer lugar, no gestionó bien la plantilla al alinear a Bale; en segundo lugar, modificó la disposición de su jugador más insustituible hoy por hoy arriesgando una expulsión prematura que por fortuna no se produjo; por último, gestionó tácticamente mal los minutos finales del partido. 
    Todo ello, sin comentar las diferencias entre Bale y Asensio a día de hoy, o lo que significa que el jugador que nos salvó en Gijón hace solo unos días, echándose el equipo a la espalda, ni siquiera pisara el terreno de juego. 
    La única ventaja es que aquí no hay tiempo para devanarse mucho los sesos, ni regodearse con la derrota o la victoria. La Liga vuelve y revuelve y la Champions bota y rebota.  Esto es fútbol. Zidane está a tiempo aún de subir su cotización. Veremos.
   

jueves, 13 de abril de 2017

Asensio se doctora. Bayern 1 - R. Madrid 2

  Quizá sea por la desconfianza que el equipo venía transmitiendo en las últimas semanas, unido a la escasez de centrales, y a la fortaleza con que a priori se presentaba este Bayern, o también a nuestro natural pesimismo. Lo cierto es que todas las amistades me transmitían un temor a la debacle al estilo azulgrana, incluso después de iniciado el encuentro y una vez visto que el Bayern no estaba enplan arrollador.
   Pudo haber sido muy diferente, de haber materializado Vidal el injusto penalti que le señalaron a Carvajal. O no, porque este equipo suele crecerse en la adversidad. Como quiera que sea el fallo y la fulgurante reanudación de la mano de los dos mejores jugadores del encuentro: Carvajal y Cristiano; dieron otro cariz al encuentro.
   La defensa del Bayern puso de manifiesto sus carencias, y el Madrid se asentó mejor en el terreno de juego, en espera de la sustitución de Bale por Asensio que vino a ajustar todo el juego defensivo, y, sobre todo atacante, del equipo blanco. Si bien es verdad que la expulsión de Javi Martínez facilitó las cosas sobremanera, también es verdad que el estado de forma de Asensio y de Cristiano (tenemos que volver a autocitarnos, porque lo anticipamos aquí en las dos entradas anteriores) estaba abocado al entendimiento. Fruto del cual llegó el segundo tanto.
   No queremos pasar sin comentar este tanto de Cristiano. No porque sea el número cien de la Champions, sino por la forma en que lo ejecutó el luso. Hemos reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de que Cristiano se convirtiera en el verdadero delantero centro del equipo, y este gol muestra las dotes que tiene para ello. Ayer dio muestras de que esa posición es lo que más conviene a él y al equipo. Ayer no solo marcó este gol de auténtico rematador, también el primero tuvo el sello de un delantero centro; y otro disparo en la primera parte ajustado al palo que llevaba marchamo de gol, sirve de ejemplo por la velocidad con que cargó y ejecutó la acción. Solo evitó la entrada en la red, la estirada del descomunal portero alemán.
   Seguimos pensando que se juega con fuego constantemente con un jugador como Marcelo. Ayer tuvieron que auxiliarle sucesivamente Kroos, Casemiro y Ramos. Demasiado esfuerzo por más que por allí entraba el jugador más peligroso del equipo alemán.
   Definitivamente Benzema está recuperado para la causa, pero Bale es incomprensible que esté un minuto en el terreno de juego, teniendo a varios jugadores (Isco, Lucas Vázquez, kovacic, Morata) más en forma y más versátiles que él. Esperemos que este empecinamiento no le cueste al equipo un disgusto.
   Una mala noticia: la actitud de James al salir al terreno de juego fue bastante penosa; esperemos que no sea síntoma de rebeldía definitiva.
   Un par de entradas atrás dijimos que “Asensio presentaba sus credenciales”. Hoy nos volvemos a reiterar en la necesidad de que el entrenador le busque un hueco en el equipo titular. Con lo que tiene el equipo, deben jugar los jugadores más en forma si no se quiere tirar piedras contra el tejado propio.
  Oportunidades hay de enmendar sin que nadie se enfade demasiado: el sábado está encima, y luego el miércoles, y luego el domingo, y luego… Veremos.

domingo, 9 de abril de 2017

La flor vino de Barcelona. R. Madrid 1 - Atlético 1

    Un partido soso y aburrido, pero con muchas conclusiones que extraer. 
   Con un Madrid dominador durante casi todo el tiempo hasta la consecución del gol, transcurrió un encuentro en el que los de Simeone nos dieron la peor versión en mucho tiempo que le hayamos visto. El repliegue de los colchoneros permitió mantener alejado el juego del área de los blancos, cuestión crucial a nuestro entender; ya que sabido es las dificultades que atraviesa la zaga merengue. 
    Aunque hubo alguna oportunidad clara por ambas partes, el equilibrio en el marcador invalida cualquier análisis que pretenda hacer vaticinios sobre lo que hubiera pasado, puesto que nunca sabes qué habría hecho el equipo rival y el propio de haberse materializado alguna de esas oportunidades.
    Sí sabemos que los cambios esta vez no le funcionaron a Zidane, que a punto estuvo de conducirnos a la derrota final en un partido que se había puesto de cara por méritos propios; pero como en varias ocasiones esta temporada, no se supo sostener.
    Desde nuestro punto de vista, dos claves estuvieron en el origen de este partido soso y de la pérdida de dos puntos. Por un lado, la apuesta de Simeone por el empate; por otro, la alineación de la BBC y la falta de reacción de Zidane. 
   Sobre el primer punto basta ver cómo celebraba el empate el entrenador argentino (cada vez más esperpéntico) al final del encuentro; por más que luego justificara en rueda de prensa sus cambios defensivos como una apuesta por llevarse el partido. Todo el mundo sabe cómo sufre el Madrid cuando le presionan arriba y la falta de seguridad de la zaga blanca; sin embargo, los rojiblancos se limitaron  a esperar y salir al contragolpe.
   Sobre el segundo ya dijimos en la entrada anterior que la confianza depositada por el entrenador  precisa de una respuesta urgente de los jugadores que no están a la altura, pero esta no llegó. Y Zidane, tan acertado otras veces con los cambios, ayer no lo estuvo. Quizá fuera la cuestión diplomática la que le tiene atrapado, quizá la falta de ajustes en los cambios. Lo cierto es que la entrada de Isco y la salida de Kroos (coincido en que el alemán no estuvo bien) dejó un boquete en el centro del campo que se evidenció clamorosamente en el gol del empate. 
   Ayer creímos ver un par de detalles que ojalá solo sean fruto de nuestra torcida visión de las cosas. Pero en más de una ocasión las cesiones al portero no quisieron hacerse por parte de distintos jugadores; y la cobertura a la banda de Marcelo pareció una obsesión de Ramos y Casemiro. Estos dos elementos son signos de dos debilidades que pudieron ser cruciales. La primera, para el devenir del resto de la temporada, por la desconfianza en la portería de los defensas propios; la segunda, porque en el gol de Griezman tanto Ramos como Casemiro han acudido a intentar minimizar riesgos en esa banda, dejando desatendido el centro del campo. Con Kroos en el campo, él ocupaba esa posición, sin demasiado acierto, esa es la verdad; pero la incognita es saber qué instrucciones tenía Isco cuando salió al terreno de juego: ¿quedarse con el espacio del alemán o con el de Modric?, ¿atacar o defender? El sustituido debió haber sido Bale.
   El partido deja dos malísimas noticias. Una, la lesión de Pepe; porque nos deja casi sin centrales para lo que resta de temporada. Dos, porque el jugador que se salió hace tres días vio el partido en la grada y mientras tanto Bale sigue sumido en la intrascendencia más absoluta pero titularísimo. 
   Solo podemos anotar un dato positivo, la recuperación definitiva de la letra C. Ayer se le vio muy activo y en una buena forma física; solo la mala fortuna le privó de conseguir algún gol.
 En cualquier caso, mal partido. Ayer la catástrofe pudo consumarse de no haber mediado el Barça. Los que tantos se quejaban de la flor de Zidane han venido a ser su mejor proveedor. 
   Ahora espera el Bayern que ayer goleó a su mayor rival. A ver qué nos depara este duelo de diplomáticos en los respectivos banquillos. Veremos.

sábado, 8 de abril de 2017

Asensio presenta sus credenciales. Leganés 2 - R. Madrid 4

   Pese a la facilidad con que el Madrid se puso por delante en el marcador endosando un tres cero en poco más de diez minutos; el caso es que también fue fulgurante la caída en picado encajando dos goles en muy poco tiempo. 
  No sabemos si esta inestabilidad en el equilibrio del equipo es achacable al sistema que puso Zidane, a los jugadores presentes en el terreno de juego, o es una manifestación más de las señas de identidad de este equipo. Pues con frecuencia cede goles que tienen como causa despistes defensivos increíbles en un equipo que esté bien trabajado.
  Como quiera que sea, estos jugadores y este esquema permitieron un nuevo despegue que tranquilizó  los ánimos. Zidane puede alegar que la alineación de numerosos suplentes fue capaz de imponerse con relativa facilidad a un equipo que está coqueteando con el descenso. Así que tiene coartada para seguir alineando a la BBC y el esquema de juego a que la misma obliga. Al menos él lo entiende así, de modo que parece que seguirá insistiendo en sus titulares para cada partido. 
Podemos abrir innumerables debates (James, Isco, Kroos, Bale...) podemos opinar que el equipo está más equilibrado con cuatro centrocampistas, podemos decir que varios jugadores de los que entraron el pasado miércoles merecen más minutos; pero nada de eso parece importar al entrenador. Sólo esperamos que esos jugadores por los que Zidane ha decidido "morir", respondan a la confianza depositada en ellos. 
   En nuestra opinión, es necesario ponderar bien el partido que nos brindó Asensio. La fuerza y seguridad con que conduce y pasa la pelota no es frecuente verlas. Su trabajo en el centro del campo fue extraordinario, y lejos del Asensio intermitente de principio de temporada, el miércoles no paró de querer la pelota y de manejarla siempre con criterio. 
   Por eso habría que probarlo en partidos vitales como el de esta tarde. Aunque nos tememos que eso no va a pasar.
  Hoy es una de las citas más importante de lo que queda de campeonato liguero, por cuanto un tropiezo podría colocar al Barcelona por delante; y a la espera del partido que enfrentaría a ambos en el Bernabéu. Demasiado en juego para un partido que de por sí despierta tantas pasiones.
   Queda poco. Veremos.

lunes, 13 de marzo de 2017

Cualquier equipo nos pinta la cara. R. Madrid 2 - Betis 1

   Vaya por delante que no se trata de una expresión de menosprecio hacia el Betis. Creo que los béticos tienen un gran entrenador, que demostró sus dotes para dirigir a los suyos hacia el triunfo en un campo donde muchos se arrugan. Así pues, el indefinido que utilizamos en el inicio de nuestro titular se refiere a que son muchos los equipos que a lo largo de esta temporada nos desbordan con tremenda facilidad, al tiempo que se permiten guardar su puerta sin problemas.
    El Betis volvió a hacerlo, especialmente en la segunda parte. Adelantó sus líneas, puso sus defensas casi hasta el centro del campo y comenzó a presionar desde la salida de los blancos. Allí ocurrió algo insólito hasta ahora, Modric era incapaz de salir de la presión de los verdiblancos. 
    Tras unos minutos iniciales prometedores, en los que pareció que era cuestión de tiempo abrir la lata, vino a resultar que poco a poco se perdió el fuelle y la frescura de los dos centrocampistas no habituales: James e Isco. Y comenzó el Betis a aclimatarse a la parsimonia basculadora e inofensiva de los merengues.
     En esa situación comenzaron a llegar las oportunidades para los jugadores béticos. Fruto de ello se adelantaron en el marcador en un autogol de Keylor; pero que bien pudo materializarse anteriormente. 
     Sin capacidad de reacción, el Real Madrid se veía impotente para acercarse a inquietar la meta contraria. Sin embargo, logró empatar el partido en una fallo defensivo de los béticos. De ahí hasta el final del partido; pues casi a merced del contrario. Atenazados por la presión del tiempo y el marcador, sin ideas, a pesar de los cambios; apareció el de siempre. 
       Sergio Ramos sigue incrementando su leyenda, manteniendo en la lucha a un equipo que está desnortado y sin capacidad para tomar el mando del partido, que se agobia ante la presión de los contrarios, y al que es sumamente fácil hacerle ocasiones y goles. No obstante, ayer volvieron a evidenciarse las dos caras de Sergio. Casi al final del partido dejó a su par rematar con toda comodidad una pelota que solo una extraordinaria estirada de Navas impidió que terminase en la red.
     Ayer no jugó  la BBC, pero el equipo tampoco carburó. Y es que son demasiados los jugadores que no están en condiciones en este equipo. Empezando por Keylor que más allá de la mala suerte en el autogol, está inseguro e irregular. Mide mal sus salidas y mete a sus defensas demasiado encima de  la portería. Qué decir del partido de Carvajal, muy errático, sin profundidad y fallón en los pases. No hablamos de los Marcelo, Kroos o Cristiano; porque todavía nos preocupa más la baja forma que exhibe Modric. A falta de otro dato, parece que precisa un descanso; pero ayer se le vio tan perdido hasta parecer irreconocible. 
     En el día en que los dos máximos rivales para llevarse esta Liga  "pincharon", no podemos ser optimistas con este equipo parsimonioso en el movimiento de la pelota y desangelado; por más que cuente, no con una flor, sino con un Ramos. Veremos

miércoles, 8 de marzo de 2017

Ramos, al rescate. Napoles 1 - R. Madrid 3

   Cualquiera que estuviera presenciando ayer el partido en la primera parte tenía claro que se avecinaba una noche aciaga. Escuché a los comentaristas de las cadenas hacer el balance de la primera mitad. Todos coincidían en que el partido estaba muy mal y que la eliminatoria se encaminaba a la eliminación. Sólo alguno apelaba a cuestiones de intuición o pura fe para creer en que al final se pasaría.
      Desde luego por lo visto en el primer periodo creer era una cuestión de fe. Aculados atrás como un equipo mínimo; sin salida de balón, salvo el recurso del patadón sin rumbo; desbordados por todos lados, con llegadas al área en posiciones claras de remates que se fueron marchando; en definitiva, un equipo desmoronado como tal. En esto puede resumirse la primera parte, que por suerte terminó con un uno a cero.
      La segunda parte se inició de forma parecida, pero tuvimos la suerte de alcanzar un saque de esquina en una estirada del equipo. Y ahí apareció Sergio Ramos para hacer la machada a la que nos tiene acostumbrados. Este gol cambió por completo el panorama, ya que ponía una pared delante del equipo napolitano. Dio alas al Madrid que logró soltarse algo el miedo que les atenazaba y alcanzó de nuevo poco después la línea de fondo de nuevo. Y por enésima vez se levantó Ramos para dejar al equipo contrario desesperanzado, la hinchada silenciada, la eliminatoria resuelta y los nervios fuera para el resto del partido.
      Nadie se había acordado de Sergio Ramos en sus elucubraciones tras la nefasta primera parte. Ningún periodista o comentarista lo mencionó; y eso que es la seña de identidad de este equipo que lleva agarrándose él en casi todas las grandes citas que ha disputado en los dos o tres últimos años. Todos los que leéis este blog, sabéis que no goza de nuestra simpatía. Lleva toda la temporada cometiendo errores de todos los colores en su demarcación defensiva; pero tenemos que rendirnos a la evidencia de que es casi el mejor recurso que tenemos cuando las cosas se ponen feas. 
        Y a pesar de haberlo hecho tantas veces no deja de sorprendernos en cada nueva hazaña.
 Esta eliminatoria habrá que anotársela a él. Pues el resto del partido fue coser y cantar. Y hay quien habla de que el Madrid hizo una mejor segunda parte, pero si no hubiera volado Sergio Ramos no quiero ni imaginar cómo se hubiera puesto la caldera con el paso de los minutos.
      Ahora cabe preguntarse si piensan seguir por esta senda. Porque así no pasamos de la vuelta de la esquina en ninguna de las dos competiciones que aún le quedan al equipo. Como en la anterior entrada, solo nos queda agarrarnos a la mejoría progresiva de la BBC, porque Zidane no está por la labor de relevar a ninguno de ellos a la suplencia. ¿Cuánto van a tardar los tres en condiciones? Pues ese es el misterio a resolver, porque alguno lleva toda la temporada casi desaparecido. De ese tiempo dependemos. Veremos.
     

domingo, 5 de marzo de 2017

Líneas juntas, trabajo, orden y solidaridad. Éibar 1 - R. Madrid 4

    Zidane pareció leernos la última entrada y tomó las medidas que le pedíamos. Reproducimos a continuación uno de los párrafos finales de nuestra anterior entrada:
    "Es necesario que Zidane se baje de la burra, se deje de maximalismos en el esquema y reorganice el equipo acumulando algunos efectivos más en el centro del campo para tomar el control del juego. Quizá entonces dejaríamos de asistir a épicas y finales de infarto".
     Y eso es lo que Zidane propuso el ayer. De modo que prácticamente jugó sin delantero, pues Benzema caía y entraba por posiciones de interior y de extremo según le parecía bien. No había delanteros, pero cualquiera de los centrocampistas podía llegar a esas posiciones. Ahí están los goles de James y Asensio.
     Más allá del debate sobre el esquema de juego, lo que creo que debe entender Zidane es que cuando un jugador no está para jugar, por las razones que sea; no ha de ser a base de jugar partidos como debe recuperarse para la causa. Y que si un jugador no se motiva ante equipos o competiciones que no le atraen por las razones que sean, por suerte el Madrid actual puede permitirse dejar en el banquillo a cualquier jugador en espera de que encuentre el camino que le ilumine en esa motivación.
      En el fútbol actual, si no sales al terreno de juego con energía y a darlo todo, cualquier equipo te pinta la cara. Ayer, el equipo salió a morder desde el primer minuto: juntó líneas, presionó con ganas, trabajó y fue solidario en el esfuerzo. Eso bastó para dejar el partido resuelto en poco tiempo y al contrario casi sin opciones en unos minutos.
     Volvemos a reiterar que no cuestionamos la titularidad de determinados jugadores. Claro que un equipo tiene que tener titulares, pero en una temporada tan cargada como la que soportan equipos como el Madrid no puede pretenderse jugarla al completo. Porque eso solo puede hacerse a medio gas. Ya hemos dicho lo que ocurre cuando sales a medio gas hoy en día.
      Ayer, no obstante, se produjo una mala noticia, de la que ya hemos hablado en otras ocasiones. La defensa está muy insegura. No manejan bien los balances, les falta contundencia y sobre todo cometen errores de principiante. Salvo Nacho, que estuvo correcto todo el partido, los otros tres cometieron errores incomprensibles en jugadores tan veteranos. No se pude salir con el balón controlado a base de regatear a tres o cuatro delanteros contrarios. El problema es que los tres centrales parecen estar rivalizando por ver cuál es el que comete la pifia mayor.
     En fin, fue una delicia ver casi setenta minutos de un fútbol bien hilado, con unas salidas de balón rápidas, unos desmarques y unos pases de James o Asensio extraordinarios, y al Benzema que todos queremos ver. Ese que juega, corre, se desmarca y llega.
    Ahora toca que los "titulares" hagan su trabajo este martes. Los suplentes ya le sacaron las castañas del fuego este sábado al entrenador. Habrá que ver si estos últimos merecen más premio. Esto no para. Veremos.