miércoles, 22 de noviembre de 2017

Salir de la crisis sin cambiar nada: la estrategia de Zidane. Apoel 0 - R. Madrid 6

    Él va poniendo a los mismos jugadores y exactamente en el orden que previamente ha establecido, con algunas variaciones en función del puesto a cubrir. De manera que ayer dejó en el banquillo a Casemiro e Isco por decisión técnica, pues ocupan sus puestos Asensio y Lucas Vázquez. Llegada la hora invariable (minuto 70 o alrededores) de los cambios, pues aparecen Theo Ceballos y Mayoral. 
   Y así sucesivamente la estrategia que lleva a cabo Zidane es la de recuperar a los jugadores titulares que están en baja forma a base de jugar los partidos. Curioso, porque este comportamiento además de haberle funcionado desde que asumió el banquillo, no genera demasiadas controversias entre los jugadores. Pareciera que todos asumieran cuál es su papel, quién va por delante de él, y lo más importante, que cuando el entrenador lo necesite estará en condiciones de suplir donde haga falta.
   Esto que parece tan simple es una novedad en el panorama futbolístico, ya que va en contra del ABC del mismo; que dice que el jugador debe ganarse el puesto, y que atravesar una baja forma de campeonato te lleva al banquillo.
    Pues bien, ayer volvimos a ver a un Madrid con ganas, un equipo motivado desde el primer minuto hasta el último. Es verdad que el Apoel no es un rival para extraer conclusiones; pero hemos de recordar que a este equipo costó doblegarlo en el Bernabéu, y que el resultado pudo ser más abultado de lo que se vio en el terreno de juego.
    Desde el minuto cero se vio que el Modric que teníamos ante nosotros era el jugador de otras temporadas, mandando, templando, acelerando, e incluso llegando. Golazo el primer gol que enganchó. Otro tanto podemos decir de Cristiano, más activo, más motivado y por supuesto más feliz porque hizo un doblete con un segundo gol fantástico. Mejor tono de Carvajal y de Marcelo en ataque. Ya sabemos la importancia para este equipo de que participen en el juego de ataque.
   Pero hay dos elementos para la reflexión
  Uno, que esta temporada la competición que les motiva es la Liga de Campeones. Ayer se notó no solo en los jugadores mencionados, sino en todos y cada uno de los jugadores. Cada uno de ellos puso ese punto más de esfuerzo y concentración colectiva que se precisa para doblegar a los rivales cuando se tiene tanta calidad. Si esto es así habrá que pedir explicaciones a los jugadores que no ponen todo lo necesario cada vez que saltan al terreno de juego. Y el entrenador no haber permitido esta situación. 
   Dos, que con todo ayer se confirmó que la crisis o el estado de cosas nos ha llevado, a pesar de la goleada de ayer, a quedar segundos de grupo. Con lo que ello conlleva de cara a los cruces de octavos.
    Estaremos encantados como siempre, si Zidane logra recuperar a los jugadores a base de insistir en que jueguen aunque estén horribles; pero solo si logra recuperar lo perdido en una de las competiciones más importantes de la temporada: la Liga. De no ser así habrá que pedir explicaciones también al entrenador.
    

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