domingo, 5 de marzo de 2017

Líneas juntas, trabajo, orden y solidaridad. Éibar 1 - R. Madrid 4

    Zidane pareció leernos la última entrada y tomó las medidas que le pedíamos. Reproducimos a continuación uno de los párrafos finales de nuestra anterior entrada:
    "Es necesario que Zidane se baje de la burra, se deje de maximalismos en el esquema y reorganice el equipo acumulando algunos efectivos más en el centro del campo para tomar el control del juego. Quizá entonces dejaríamos de asistir a épicas y finales de infarto".
     Y eso es lo que Zidane propuso el ayer. De modo que prácticamente jugó sin delantero, pues Benzema caía y entraba por posiciones de interior y de extremo según le parecía bien. No había delanteros, pero cualquiera de los centrocampistas podía llegar a esas posiciones. Ahí están los goles de James y Asensio.
     Más allá del debate sobre el esquema de juego, lo que creo que debe entender Zidane es que cuando un jugador no está para jugar, por las razones que sea; no ha de ser a base de jugar partidos como debe recuperarse para la causa. Y que si un jugador no se motiva ante equipos o competiciones que no le atraen por las razones que sean, por suerte el Madrid actual puede permitirse dejar en el banquillo a cualquier jugador en espera de que encuentre el camino que le ilumine en esa motivación.
      En el fútbol actual, si no sales al terreno de juego con energía y a darlo todo, cualquier equipo te pinta la cara. Ayer, el equipo salió a morder desde el primer minuto: juntó líneas, presionó con ganas, trabajó y fue solidario en el esfuerzo. Eso bastó para dejar el partido resuelto en poco tiempo y al contrario casi sin opciones en unos minutos.
     Volvemos a reiterar que no cuestionamos la titularidad de determinados jugadores. Claro que un equipo tiene que tener titulares, pero en una temporada tan cargada como la que soportan equipos como el Madrid no puede pretenderse jugarla al completo. Porque eso solo puede hacerse a medio gas. Ya hemos dicho lo que ocurre cuando sales a medio gas hoy en día.
      Ayer, no obstante, se produjo una mala noticia, de la que ya hemos hablado en otras ocasiones. La defensa está muy insegura. No manejan bien los balances, les falta contundencia y sobre todo cometen errores de principiante. Salvo Nacho, que estuvo correcto todo el partido, los otros tres cometieron errores incomprensibles en jugadores tan veteranos. No se pude salir con el balón controlado a base de regatear a tres o cuatro delanteros contrarios. El problema es que los tres centrales parecen estar rivalizando por ver cuál es el que comete la pifia mayor.
     En fin, fue una delicia ver casi setenta minutos de un fútbol bien hilado, con unas salidas de balón rápidas, unos desmarques y unos pases de James o Asensio extraordinarios, y al Benzema que todos queremos ver. Ese que juega, corre, se desmarca y llega.
    Ahora toca que los "titulares" hagan su trabajo este martes. Los suplentes ya le sacaron las castañas del fuego este sábado al entrenador. Habrá que ver si estos últimos merecen más premio. Esto no para. Veremos.

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