Quizá sea por la desconfianza que el
equipo venía transmitiendo en las últimas semanas, unido a la escasez de
centrales, y a la fortaleza con que a priori se presentaba este Bayern, o
también a nuestro natural pesimismo. Lo cierto es que todas las amistades me
transmitían un temor a la debacle al estilo azulgrana, incluso después de
iniciado el encuentro y una vez visto que el Bayern no estaba enplan
arrollador.
Pudo haber sido muy diferente, de haber materializado Vidal el
injusto penalti que le señalaron a Carvajal. O no, porque este equipo suele
crecerse en la adversidad. Como quiera que sea el fallo y la fulgurante
reanudación de la mano de los dos mejores jugadores del encuentro: Carvajal y Cristiano;
dieron otro cariz al encuentro.
La defensa del Bayern puso de
manifiesto sus carencias, y el Madrid se asentó mejor en el terreno de juego,
en espera de la sustitución de Bale por Asensio que vino a ajustar todo el
juego defensivo, y, sobre todo atacante, del equipo blanco. Si bien es verdad
que la expulsión de Javi Martínez facilitó las cosas sobremanera, también es
verdad que el estado de forma de Asensio y de Cristiano (tenemos que volver a
autocitarnos, porque lo anticipamos aquí en las dos entradas anteriores) estaba
abocado al entendimiento. Fruto del cual llegó el segundo tanto.
No queremos pasar sin comentar este
tanto de Cristiano. No porque sea el número cien de la Champions, sino por la
forma en que lo ejecutó el luso. Hemos reiterado en numerosas ocasiones la necesidad
de que Cristiano se convirtiera en el verdadero delantero centro del equipo, y
este gol muestra las dotes que tiene para ello. Ayer dio muestras de que esa
posición es lo que más conviene a él y al equipo. Ayer no solo marcó este gol
de auténtico rematador, también el primero tuvo el sello de un delantero
centro; y otro disparo en la primera parte ajustado al palo que llevaba
marchamo de gol, sirve de ejemplo por la velocidad con que cargó y ejecutó la
acción. Solo evitó la entrada en la red, la estirada del descomunal portero
alemán.
Seguimos
pensando que se juega con fuego constantemente con un jugador como Marcelo.
Ayer tuvieron que auxiliarle sucesivamente Kroos, Casemiro y Ramos. Demasiado
esfuerzo por más que por allí entraba el jugador más peligroso del equipo
alemán.
Definitivamente
Benzema está recuperado para la causa, pero Bale es incomprensible que esté un minuto
en el terreno de juego, teniendo a varios jugadores (Isco, Lucas Vázquez,
kovacic, Morata) más en forma y más versátiles que él. Esperemos que este
empecinamiento no le cueste al equipo un disgusto.
Una
mala noticia: la actitud de James al salir al terreno de juego fue bastante
penosa; esperemos que no sea síntoma de rebeldía definitiva.
Un
par de entradas atrás dijimos que “Asensio presentaba sus credenciales”. Hoy
nos volvemos a reiterar en la necesidad de que el entrenador le busque un hueco
en el equipo titular. Con lo que tiene el equipo, deben jugar los jugadores más
en forma si no se quiere tirar piedras contra el tejado propio.
Oportunidades hay de enmendar sin que
nadie se enfade demasiado: el sábado está encima, y luego el miércoles, y luego
el domingo, y luego… Veremos.
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