jueves, 25 de diciembre de 2014

Otra más para la buchaca. Real Madrid 2 – San Lorenzo 0

   Y llegó el Mundialito, y se vino a corroborar lo que sospechábamos; el equipo ha entrado en una fase de juego un tanto aburrido, aunque sigue ganando y sumando victorias. Camino de batir la mejor racha de victorias que cualquier equipo haya conseguido jamás, el Madrid ha dejado de hacer ese juego suelto y vistoso que no hace tanto tiempo practicaba.
   Cabe preguntarse por qué sucede esto. Yo creo que la entrada de Bale determina la forma en que juega el equipo, y que sólo el derroche físico con que nos ha brindado Isco en la ausencia de Modric pudo hacer que todo siguiera haciendo posible ese juego. En tanto Isco no aparece con la asiduidad con que lo hacía, el dominio y control del juego se resiente de un modo notorio.
   Dicho esto, lo sorprendente es que el equipo sigue goleando igualmente. Lo hizo en la semifinal y no lo hizo en la final porque el árbitro y el juego bronco y ramplón de los argentinos lo impidió. Resulta difícil jugar contra un equipo que tiene como único objetivo agarrar alguna pelota a balón parado y transformarla en gol.
   En lo individual, a destacar la fuerza atacante una vez más de Sergio Ramos, que logró desatascar un partido que iba camino de cosechar alguna lesión y expulsión, esta última por el desquiciamiento al que los jugadores de San Lorenzo sometieron a los blancos, y que el propio Ramos sufrió al tener que jugar con una tarjeta gran parte del partido. Isco, a pesar de haber disminuido su presencia, sigue haciendo genialidades como el pase del segundo gol a Bale. Y vimos la peor versión de James desde su llegada al equipo, probablemente por un regreso precipitado. Lamentamos la lesión de Marcelo porque cada día se le veía en mejor estado de forma.
   El postpartido ha traído polémica por las declaraciones de jugadores, familiares y periodistas argentinos. Todas ellas con un tufo machista en el lenguaje y de mal perdedor insoportable. Se comportan como forofos sin argumentos. Sobre todo sin argumentos futbolísticos, porque el equipo argentino jugó penosamente. Es verdad que con un gran oficio (conocen todos los entresijos del juego defensivo y marrullero, y lo ejercitan con lo que tienen a la perfección), pero sin ningún peligro en ataque, o mejor dicho en el contragolpe. Un equipo español se comporta de esta manera y le llueven críticas por todos lados. Allí parece que esto es muy normal.

   En definitiva, una copa más importante a nivel simbólico que real, que no dice nada del equipo por la escasa entidad de los rivales;  pero que si no ganas te deja retratado ante todo el mundo. 

sábado, 13 de diciembre de 2014

Nueva seña de identidad: golear sin brillo. Almería 1 – R. Madrid 4

  No sé en qué medida el factor Mundialito, las ausencias de Modric y James, junto a la incorporación de Bale que obliga a cambiar el dibujo… el caso es que este equipo no ha vuelto a tener el control y el mando de los encuentros. Lo raro es que sigue goleando a pesar de todo.
  Parece que Bale refuerza la capacidad goleadora de este Madrid, pero  su entrada trae consigo la pérdida del control del juego.
  Ayer se jugó con gente muy compensada en el centro del campo que debería haber tomado el mando de las operaciones. Ninguno de ellos estuvo mal, quizá no apareció el Isco omnipresente de los últimos partidos, pero Illarramendi volvió a hacer un buen partido y el Kroos, aunque falló más de lo habitual en el pase, tampoco puede decirse que estuviera flojo.
  Es verdad que James participaba más defensivamente y del juego de conjunto de lo que lo hace Bale, pero no parece que ante un equipo como el Almería, El Real Madrid deba perder el manejo de la pelota.
  También es verdad que el equipo apenas pasó apuros defensivamente, pero también lo es que le costó hacer el primer gol que no llegó hasta el minuto treinta, y que fue igualado en muy poco tiempo. Luego le costó distanciarse mucho, y no lo hizo hasta las postrimerías del partido. Como siempre, con la llegada del tercero el Almería se vino abajo y pudieron haber sido más.
  Con todo, el Madrid volvió a golear con un juego poco vistoso. Hay una novedad que comienza a ser norma; muchos de los contragolpes son desperdiciados por malos pases en el momento más simple y fácil de gestionar. Algunos son debidos a egoísmos de unos y otros. Los fallos se pueden pasar por alto, pero los “egos” comienzan a contagiarse demasiado en este equipo; los tienen Isco, Bale y Cristiano, prácticamente toda la delantera si exceptuamos a Benzema, que una vez más dio un recital de asociación.
  Golear se ha convertido en hábito, pero ahora se hace sin brillo alguno. ¿Será la nueva seña de identidad de este equipo?
  Ahora llega el Mundialito. Una buena ocasión para comprobarlo.

  Ya veremos.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Suma y sigue. R. Madrid 3 - Celta 0

   En otro tiempo la lesión de uno solo de los centrocampistas titulares suponía un problema casi irresoluble. Hoy el equipo se presentaba sin Modric y sin Isco. Esto hizo que el Madrid perdiera el control del centro del campo en varias fases del partido, pero supo controlarlo, salvo algunos errores bien solventados por la zaga. 
    La colocación de Illarramendi respondió a lo esperado. Era claro que se perdería parte del control del juego en el centro del campo, como así sucedió, pero para nada desmerece el buen trabajo desarrollado por el vasco. Supo defender y ayudar a Kroos en esa tarea, y estuvo muy correcto en la salida del balón. Es verdad que este cambio dejó demasiada distancia entre la media y la delantera, lo que favoreció la presión sobre los delanteros a cargo del Celta, en ocasiones con la connivencia del árbitro por el exceso de faltas cometidas. 
    Así las cosas, el primer gol se hizo esperar demasiado a pesar de las numerosas llegadas en condiciones de rematar, pero sin disparar entre los tres palos pasados los treinta primeros minutos. Luego apareció el Cristiano resolutivo, que acabó sentenciando firmando su enésimo triplete.
     Muy bien la defensa, destacando las incursiones de Marcelo que sirvió una asistencia fantástica en el segundo gol de Cristiano; ya hemos dicho que Illarramendi ha superado esta prueba con nota, tal como apuntábamos en la entrada anterior; algo más bajo que de costumbre el alemán; bien James hasta la lesión; excelente Cristiano durante todo el partido; y seguimos esperando un mayor despliegue defensivo de Bale.
   La mala noticia es la lesión de James, que debe hacer reflexionar al entrenador sobre la acumulación de minutos en algunos jugadores. Es verdad que hemos pedido desde aquí que hay que repetir alineaciones para coger los automatismos necesarios, pero también hemos dicho que en algunos partidos resueltos debieron darse descanso a algunos jugadores de forma alternativa. 
     Con todo, este equipo sigue sumando: suma tres puntos más, contra otro equipo incómodo; suma otro partido más sin conocer la derrota, lo que no es nada fácil (ya van dieciocho); suma su jugador estrella que lleva ya veintitrés goles y no sé cuántos tripletes; y lo más importante, sigue siendo líder de la Liga, a pesar de la presión de sus perseguidores. 
    Esperemos que el Mundialito no les haga perder de vista la Liga. Aquél es un trofeo, pero lo verdaderamente importante ésta.

martes, 2 de diciembre de 2014

Isco dirige en todos los terrenos. R. Madrid 5 - Cornellá 0

   No había pensado hacer una entrada de un partido intrascendente por estar resuelta la eliminatoria en el partido de ida; sin embargo creo que hay algunos apuntes que hacer después de ver el partido.
   En primer lugar, creo que es un acierto por parte del entrenador no alinear y dar descanso a jugadores titulares que llevan una importante carga de partidos; tal es el caso de Pepe, Ramos Kroos, Bezema o Cristiano (elegante, que no haya pretendido engrosar su palmarés a costa de este partido). 
    Por otro lado, ha quedado patente la necesidad de utilizar a Illarramendi con más frecuencia. Está preparado. Ha crecido desde su fiasco en Dormund y se merece un voto de confianza. La temporada es muy larga y conviene tener engrasada la maquinaria completa. Recordemos el final de temporada del curso pasado.
    Esperanzador el regreso de Jesé a la competición. Aunque estuvo poco afortunado en sus inicios, probablemente por su miedo a emplearse a fondo, con el paso de los minutos se fue encontrando más a gusto, pisó el acelerador y vino a recordarnos a aquel jugador potente anterior a la lesión, culminando su vuelta con un buen gol.
    Magnífica obra de arte el tercer gol, realizado al primer toque pero con una visión del juego y una precisión extraordinaria. Quizá el rival pueda restar valor al mismo, pero no le quita un gramo de su belleza. Mereció la pena ver el partido sólo para ver esta jugada.
    Finalmente, es obligado hablar de Isco. Si hace unas jornadas hablábamos de Modriciscomanía, tras la lesión del croata parece que Isco está empeñado en quedarse con el titular en solitario "Iscomanía", porque lleva una temporada haciendo un derroche físico y tomando el mando de las operaciones con un desparpajo nada común. En el último mes ha asumido el liderazgo con la selección, con el equipo titular supliendo la ausencia de Modric, y hoy con un equipo plagado de suplentes. Con esto un único apunte: quizá debería haber descansado algunos minutos dada la importancia que está adquiriendo este chico en el equipo. De momento seguimos deleitándonos con su juego.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Al trantrán Éibar 0 - Real Madrid 4

    Frente a un voluntarioso equipo, que ejerció mientras le aguantaron las fuerzas una fuerte presión sobre todo lo que se movía en el terreno de juego, fueron cayendo los goles sin excesivos méritos, especialmente el primero en posible fuera de juego. Con el 0-1 los locales tuvieron la oportunidad de empatar el partido, de no haber mediado una "sacada" al más puro estilo de Casillas. Pero el segundo antes del descanso dejó al equipo de Garitano bastante tocado.
    La segunda parte fue otra historia. Con el marcador  a favor y el equipo contrario bastante menos motivado, el Madrid tocó y tocó con paciencia y precisión. Y aunque sin demasiada movilidad, remató el partido.
    No hay más historia en este partido. Pero la ausencia de Modric le proporciona un valor importante al mismo, por cuanto obligaba al entrenador a reinventar una nueva alineación, que no un nuevo esquema; pues de todos es sabido que mientras tenga a los tres de arriba en condiciones van a jugar seguro. Ya venimos insistiendo en que cuando un jugador está en forma y tiene deseos de jugar, le pongas donde le pongas lo va a hacer bien. Y eso es lo que sucede ahora con Isco. No sólo es capaz de deleitarnos con magníficas jugadas, de ejercer el control y el tempo del partido, sino que según leo en As, fue el jugador del Madrid que más balones recuperó. Algo parecido le ocurría a Modric. Así que por ahí, podríamos decir que la preocupación inicial por la lesión del croata ha bajado ostensiblemente. 
   Ahora bien, el Éibar no es un equipo que pueda inquietar demasiado al sistema defensivo, y ayer en varios momentos se evidenciaron desajustes importantes en la zaga. ¿Puede esto preocupar mucho? Yo creo que no, porque la causa de estos desajustes, así como de la falta de movilidad de todo el equipo se encuentra localizada en el llamado "virus Fifa". Tanto Carvajal como Marcelo sufrieron en defensa, entre otras cosas por la falta de colaboración de sus compañeros de banda: James, porque estaba muy cansado, y Bale, porque sigue instalado en la comodidad (Esto sí preocupa cuando se juegue contra equipos con más pólvora en ataque). 
   En un partido regular tirando a malo (falló pases y perdió la pelota en varias ocasiones) de Cristiano Ronaldo, logró meter otros dos goles; y en la misma tónica, en un partido que el Madrid jugó al trantrán en no pocas fases del encuentro le endosó cuatro goles a su rival.
   El Atlético abrió la jornada con tres goles; el Madrid añadió uno más; y el Barcelona marcó cinco al Sevilla. Esto se pone interesante, pero parece que se encamina a la fractura de la anterior Liga: dominio de estos tres equipo. Hoy ha perdido también el Valencia. Veremos.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Velocidad de crucero. Granada 0-R. Madrid 4

    Como un reloj el Madrid fue dejando caer sus goles a lo largo del partido. Es así que al equipo granadino en ningún momento le restaron ánimos para luchar ni siquiera por el empate.
    Con un gol a favor en el minuto dos, todo hacía presagiar una goleada convulsiva, de las de atracón y reposo. Pero la mejor noticia para los aficionados es que este Madrid juega, sabe a lo que juega; y sin descomponerse va alcanzando su objetivo.
   Un equipo que domina todas las facetas del juego cuando tiene la pelota: toca con criterio en corto y en largo, se asocia, da velocidad al balón, dispara y ejecuta goles de una gran belleza, como el primero de James, va bien por arriba en el área contraria... Es verdad que quedan algunos aspectos defensivos por ajustar, sobre todo por la banda de Marcelo, pero de momento se suplen fácilmente con la actitud de los centrocampistas: hoy Isco.
   Quedaba por ver la reacción de este equipo después del Clásico, y la verdad es que hoy, fuera de casa, ha presentado su candidatura para luchar por esta Liga de la que hace tan sólo un par de semanas pensábamos que el equipo casi había entregado.
    A riesgo de ser pesados, insistimos en lo que ya hemos dicho respecto del estado de forma como “culpable” de esta situación. Todo lo que no encajaba ha terminado siendo una maquinaria casi perfecta.
   Pero hay que reconocer que hay algo más que el estado de forma. Todos sabíamos de la calidad de los Isco, Modric, Kroos, James, Cristiano…; sin embargo, lo que estamos viendo en las últimas semanas está también muy cerca del crecimiento de todos ellos como jugadores.
   Ya hemos hablado alguna vez de la capacidad de aprendizaje de Ronaldo en estos años que lleva en el Madrid; pero qué decir de la de Modric, un media punta que se reconvierte en un todoterreno espectacular, capaz de defender como el que más, de oxigenar cuando hace falta y de dar pases de gol exquisitos. Nadie que viera su primera temporada, en la que apenas explotó al final de la misma, podría aventurar este nivel de adaptación y transformación. Pero si este jugador sorprende, James no le va a la zaga, pues mientras modric necesitó casi una temporada para adaptarse, el colombiano no sólo se ha tenido que poner el mono para trabajar en defensa, sino que se ha adaptado de tal manera que parece llevar un siglo jugando con sus compañeros.
   En fin, para no cansar más, diremos que este Madrid ha cogido velocidad de crucero de la mano de un entrenador sereno, y en contra de las teorías de la “manu militari” que no pocos aseguran que necesitan estos equipos para poder llevarlos a la cumbre.
  Ya veremos las millas que es capaz de navegar a esta velocidad. Pinta muy bien.


   

domingo, 26 de octubre de 2014

ModricIscomanía. Real Madrid 3-Barcelona 1

  Tras un arranque con despiste defensivo que ponía el marcador en contra a los tres minutos de juego, el Madrid se debatió entre la necesidad de remontar el partido y la de no poder permitirse otro gol en contra. En esas, el Barça se relajó en su empuje ofensivo e incluso en el control del juego, lo que propició algunas ocasiones para ambos equipos en la primera parte. 
   Pero fue la ocasión desperdiciada (una parada sello de Casillas) por Messi la que dio el toque de atención a los madridistas, que decidieron que no se podía seguir con tanto respeto con el rival cuando tú tienes el potencial atacante que tienes. Logró empatar el partido antes del descanso y esperó la llegada de éste para tomar oxígeno y confianza.
   El segundo tiempo fue otra cosa. A pesar de que el Barcelona seguía manteniendo la pelota, se evidenciaban dos elementos determinantes, no creaba juego alguno, porque el Madrid juntó un poco más sus líneas; y por otro lado, salía al ataque con una gran velocidad y claridad de ideas. 
   Fueron tres goles, pero bien pudieron haber sido cinco o seis. Pues tres o cuatro de los contragolpes fueron mal gestionados, unas veces por unos y las más por Cristiano. No cuajó un buen partido el portugués en el día que estuvo más solidario. Por alguna razón no elige bien cuándo ejercer esta cualidad.
    ¿Dónde se cimentó esta victoria? Creo que al contrario de lo que pensábamos no fue en las defensas o el ataque sino en el centro del campo donde Ancelotti ganó la partida a Luis Enrique. El Barça hizo de Madrid colocando tres jugadores sin demasiado sacrificio defensivo y el Madrid pobló el centro del campo con cuatro jugadores de corte ofensivo, es verdad, pero que están en un estado de forma impresionante. James, Isco y Modric derrocharon generosidad en el esfuerzo y calidad, algo que atesoró en otro tiempo el Barcelona. 
   Después de este partido ante su más directo rival, que le permite ponerse a solo un punto de la cabeza, el Madrid se plantea ahora qué hacer cuando Bale vuelva a estar disponible. Ya hemos apostado por Isco y James, por dejar sentado a Bale, al menos hasta que demuestre que está dispuesto a sacrificarse y colaborar más en las tareas defensivas. 
   Ayer se evidenció que lo del tridente le puede servir tanto al Madrid como al Barcelona para ganar la mayoría de los partidos, pero cuando el rival tiene un potencial parecido hay que pensar en otro tipo de soluciones. Parece que Ancelotti ya ha manifestado que en cuanto esté disponible, Bale será titular. Ya veremos quién es el sacrificado, y por tanto si decide tocar el dibujo que le ha dado tan buen resultado y juego en los últimos partidos. Pero bien haría Ancelotti en tomar nota de lo ocurrido al Barcelona, que no llevando un solo gol en contra y el liderato absoluto, los dos partidos más importantes de la temporada los ha perdido.
   No podemos terminar así, pues este entrenador no se merece que no celebremos y aplaudamos sonoramente lo que ha logrado. Utilizando un símil futbolístico, le enviaron un melón y el ha logrado transformarlo en un gol por toda la escuadra. Hace dos meses todos lamentábamos las ausencias de Di María y Xabi Alonso, hoy nadie se acuerda de ellos, y eso es mérito suyo.
  Ganar como se hizo ayer es mérito de todos sin ninguna duda. El gran partido de Carvajal, al que le tocó bailar con la más fea; las acometidas ofensivas de Marcelo, el penalti lo provocó él; la velocidad y movilidad de Benzema; el sacrificio defensivo y el criterio de James... Pero es necesario destacar a dos jugadores que reúnen hoy por hoy dos cualidades muy difíciles de encontrar por separado, y más difícil a la vez. Me estoy refiriendo naturalmente a Modric, e Isco. Porque defienden como el que más, y porque ya le puedes dar la pelota con tranquilidad porque son capaces de oxigenar al equipo cuando la presión del contrario atosiga. Isco además es capaz de poner un sello personal e intransferible de las grandes estrellas.
  

jueves, 23 de octubre de 2014

En forma. Liverpool 0 - Real Madrid 3

   Nada hacía suponer al comienzo del encuentro que acabaría siendo un auténtico paseo. Disfrutamos de uno de los mejores partidos del Madrid en esta temporada, si no el mejor.
   El equipo inglés salió al campo con una presión casi asfixiante, al estilo Atlético de Madrid (quizá el entrenador inglés había estudiado bien a su rival), pero este Madrid no tiene nada que ver con aquel que se enfrentó a los colchoneros al comienzo de la temporada.  De manera que tras el primer cuarto de hora supo deshacerse de la presión moviendo el balón con rapidez, con criterio, en corto y en largo.
   En unos pocos minutos  los jugadores del  Liverpool empezaron a darse cuenta de que estaban persiguiendo sin fruto a sus rivales. El resto, la transición al desánimo, llegó de la mano de los goles.
  Y ahí acabaría la historia de este partido, si no fuera por la relevancia del rival y de la competición: sorprendentemente nunca se había logrado ganar en Anfield y la victoria despeja el camino para liderar el grupo al final de esta fase, aspecto no menor.
  Pero no podemos pasar por alto que el juego del Madrid fue extraordinario a lo largo de todo el encuentro. Fueron tres los goles, pero bien pudieron haber sido varios más.
  Siempre que se gana con esta contundencia resulta difícil destacar ni positiva ni negativamente a ningún jugador. Así sucedió ayer, pero por su importancia para el equipo bien merece destacar a alguno de ellos. Es el caso de Isco, que ayer dio un auténtico recital de combinar calidad y derroche físico en ataque y en defensa. Esperemos que este estado le dure y que Ancelotti se lo reconozca, incluso por encima de Bale. Al menos le obligará a ponerse las pilas al galés que por el momento está lejos de todos sus compañeros de ataque. Muy importante también la recuperación de un Benzema goleador, trabajador y como siempre asociativo.
   Sin querer ser ventajistas, (nos avala el haberlo anunciado por escrito) ya dijimos que el puzle que tenía que resolver este año el italiano vendría de la mano de la mejora del estado de forma del equipo. Que sería éste el que determinaría si los jugadores pueden o no encajar en un determinado puesto, cuando de grandes jugadores se trata. Y esto está ocurriendo con James e Isco, haciendo labores de centrocampistas ofensivos pero también capaces de defender y ayudar en estas tareas.

   Alguien ha dicho que en el encuentro del sábado contra el Barcelona ganará el equipo que mejor defienda. Decir eso con dos equipos con este potencial de ataque y que tienen vocación ofensiva puede parecer una paradoja, pero es verdad que será clave la actitud y tensión defensiva, y eso tiene que ver con el estado de forma. Ahí me da la impresión de que lleva ventaja el Real Madrid.
Será un partido apasionante como siempre, pero el Madrid no puede permitirse perder.  De haber hecho una pretemporada en condiciones, tal vez no sería un encuentro tan trascendente para los blancos. Veremos.

domingo, 19 de octubre de 2014

Cinco goles con significado. Levante 0 – Real Madrid 5

  Con un comienzo fallón de Cristiano que desperdició dos buenas oportunidades y un juego sesteante durante toda la primera parte, el equipo se fue al descanso con dos goles de ventaja; pero con la incognita de saber qué Madrid nos encontraríamos en la segunda mitad.
  Al contrario que en otras ocasiones, el equipo mejoró en la segunda parte, y muy especialmente tras el tercer gol que daba por zanjado el encuentro. A partir de ahí, como decimos, el Madrid jugó a placer y logró enlazar numerosas jugadas de gol, materializando tres de ellas en sendos goles de preciosa factura.
  Los goles de Cristiano, James e Isco bien merecen ser resaltados por el significado que cada uno de ellos representa.
  El de Cristiano, porque muestra la capacidad de aprendizaje que tiene este jugador. Hace tan solo un año era incapaz de desbordar y regatear a sus contrarios más allá de las jugadas en velocidad y los gambeteos de cara a la galería poco efectivos. Sigue creciendo como jugador.
 El de James, porque premia un partido en el que desplegó diversas cualidades de los jugadores excelentes: pases medidos, centros precisos y asociaciones permanentes con todo el que pasa por su lado; amén de una actitud defensiva encomiable.
  El de Isco, porque es una muestra de las cualidades que atesora este jugador. Capaz de andar durante toda la primera parte sin pulso, sin profundidad, haciendo el juego parsimonioso; y cambiar en la segunda a todo lo contrario: energía, profundidad y juego electrizante y preciosista.
 Todo ello sin olvidarse de la contribución de Chicharito, que provocó el penalti y marcó el segundo gol que encarrilaron el partido.
  Está claro que el equipo está mejorando poco a poco en todas sus líneas, y aunque durante toda la primera parte se empeñaron en jugar por la banda izquierda (quizá porque por allí caía Ronaldo), las mejores jugadas en ese período vinieron por la banda derecha, donde Carvajal y James mostraban más capacidad que Marcelo que no fue capaz de poner un centro en condiciones durante todo ese tiempo.
  Sigue habiendo dudas en cuanto a los repliegues y ajustes defensivos, por cuento el alemán no parece acudir donde es necesario defensivamente, y Marcelo abandona su banda casi hasta la abdicación defensiva. Anoto una jugada en la que habiendo dejado Marcelo su banda completamente desguarnecida y arrancando a la par Kroos junto a otro jugador del Levante por dicha banda, el alemán se desentiende del levantino y se le ve correr sin ninguna intencionalidad defensiva.
   Estas son dos fallas importantes para defender ante un equipo como el Barcelona, por lo que quizá lo visto hoy no sirva para dicho enfrentamiento. Desde luego, el ataque parece estar solventado; sin Karim y sin Bale el equipo demostró una capacidad  ofensiva y una pegada espectacular.

Ya veremos si con eso basta para acercarse a la cabeza.

lunes, 6 de octubre de 2014

Mejoría generalizada. Real Madrid 5 - Atlethic 0

   Un gol tempranero, precedido de sucesivas escaramuzas de Carvajal por la banda derecha hacía presagiar la goleada, pero a partir del gol, de nuevo costó imponer el ritmo y tomar el mando del partido. Si bien el equipo vasco no consiguió en ningún momento inquietar a Casillas.  
    Pero llegó el gol esperado al final de la primera parte, como aviso de lo que iba a ser la segunda mitad. En ella se destapó el tarro de las esencias que caracterizan a este equipo cuando le dejan maniobrar y todos los jugadores, sin excepción, se dedican a hacer su trabajo. Así, de repente, todos se sumaron a la fiesta: los Benzema, los Bale, los Marcelo...
    Nos preguntamos a pesar de esta goleada si con ello se han despejado las numerosas dudas que hace tan solo unos días dejaba el equipo en Bulgaria. Hay algunas claves que nos atrevemos a señalar para que el partido terminara con una goleada que pudo haber sido de escándalo. Por un lado, la motivación y presión extra que supone el Bernabeu; por otro, la entidad actual del rival (colista, empatado con los dos últimos).
   Desde estas dos claves se extraen algunas consecuencias. De miércoles a domingo algunos jugadores muestran una actitud completamente distintas (véase Bale). De repente, vemos a un Benzema mucho más activo y llegando una décima antes que sus rivales; el domingo, tenía la chispa del jugador en forma (aunque apenas jugara sacó al equipo del marasmo en que estaba). De un Cristiano que se pasó toda la segunda parte en Bulgaria andando, haciendo caras y gestos a sus propios compañeros, pasamos a un jugador motivado y motivador, protagonista y generoso cuando la ocasión lo requirió.  Esta BBC que ahora toda la prensa elogia es la misma que no estaba dispuesta a colaborar con el esfuerzo para el equipo. 
    Y esta BBC se encontró con el rival propicio, porque el Atlethic hizo el juego que mejor le va. Adelantó a la línea defensiva hasta los tres cuartos atacante. Las pérdidas de balón eran  un auténtico regalo para este trío atacante. Ahí pudieron desplegar su arma más letal. Estos jugadores necesitan espacio para poder maniobrar, eso es lo que le regaló el equipo de Valverde. Los robos de James (otro buen partido del colombiano) y sus pases desencadenaron contraataques de una calidad y rapidez imparables.
    El miércoles costó trabajo destacar para bien a un solo jugador; de ayer cuesta trabajo señalar para mal a uno solo de ellos. Un punto más de concentración y compromiso con el equipo, un punto más de forma de la plantilla, un punto más de los mecanismos del esquema que pretende el entrenador imponer obraron esta transformación. Se vio a Pepe, a Ramos, a Cristiano hablando acerca de la defensa de balones a balón parado. El equipo afrontó esta asignatura con solvencia por primera vez en lo que va de curso.
  Pero esta mejoría generalizada, como acabamos de exponer, no despeja todas las dudas que teníamos hace tan solo unos días. Pertinente es observar que cinco de los siete rivales de Liga a los que se ha enfrentado el equipo están entre los seis últimos puestos de la Liga. Basilea y Ludogorets tampoco elevan el nivel. Liverpool y Barça nos dirán en qué medida estas goleadas son un espejismo o un reflejo del equipo que todos esperamos. 
   Con todo, lo visto ayer invita al optimismo. Ya hemos sostenido que una mejoría en lo físico, en la concentración y ajustes defensivos pueden hacer factible el sistema que Ancelotti se ha empeñado en encajar. Veremos.   

jueves, 2 de octubre de 2014

Dudas, muchas dudas. Ludogarets 1 - Real Madrid 2

 Comenzamos a vueltas con los problemas del balón parado. Da igual el rival, cualquiera puede hacer gol en este tipo de jugadas a un equipo que no acaba de ponerle freno a las mismas. Cuesta trabajo creer que esto no preocupe al cuerpo técnico y a los propios jugadores; pero lo cierto es que no saben cómo atajar el problema. No digo que sea el problema esencial que tenemos, pero a la fuerza debe mermar el ánimo de todos. La falta de solidez defensiva puede no ser decisiva para sacar determinados partidos adelante, pero será determinante cuando el contrario tenga potencial para golpear.
  Pero no es este el único problema que arrastra el equipo. Aunque puede que esté relacionado con él, la falta de pulsión de varios jugadores y del equipo en general en muchas fases del partido, se me antoja tanto o más. Irrita ver cómo el entrenador mantiene en el terreno de juego a jugadores (Bale) que no se esfuerzan en absoluto, que muestran una actitud pasiva. 
   Tampoco debemos pasar por alto el empeño del entrenador por mantener el sistema con tres delanteros, por cuanto son demasiados jugadores sin compromisos defensivos. El galés podría colaborar, pero verle deambular por el campo es exasperante. Hoy el entrenador cambió dos jugadores del centro del campo y, no es lo malo, nada cambió. Las contras del Ludogarets eran desoladoras. La superioridad numérica a la hora de replegarse era patente en la mayoría de ellas.
  Volvemos a insistir en una idea ya expuesta, el entrenador no encuentra la fórmula, entre otras razones, porque los jugadores no están en un buen estado físico. Si esto sucede con casi todo el equipo, resulta imposible que funcione este sistema. Ver la lentitud con que mueven la pelota y ver la falta de movilidad de los jugadores son imágenes que ilustran perfectamente lo que queremos decir. 
   En estas circunstancias, el portero nos transmite dudas con sus salidas, la defensa nos transmite dudas al menos en las jugadas a balón parado, el sistema 4-3-3 hoy por hoy genera muchas dudas. 
En resumen, son muchas dudas, demasiadas dudas para estar metidos de lleno en la temporada. Sólo un calendario poco exigente puede estar salvando este arranque. Veremos.
   

sábado, 27 de septiembre de 2014

Tostón y resultado engañoso. Villarreal 0 - Real Madrid 2

   Hubo algo de juego hasta que el Villarreal tuvo fuerzas. Todo lo puso el equipo de Marcelino. Suyas fueron las ocasiones en la primera parte (no menos de cinco bien claras) y numerosas llegadas al área y sus inmediaciones. El Madrid era un coladero defensivo. Tanto en la primera línea de contención, como la segunda, y finalmente en la defensa propiamente dicha. 
   Pero la fortuna estuvo del lado blanco. Sin ofrecer nada, con una parsimonia en el desplazamiento del balón y una falta de movilidad de sus jugadores indignante, en un par de jugadas de mucha calidad por parte de Modric, Benzema y Cristiano se llegó al descanso con un cero a dos que terminaría por no moverse. 
   Veo a Marcelino con la cabeza gacha y movimientos de negación hacia el final de la primera parte. Imagino lo que debe estar pensando. Su equipo ha hecho un gran derroche, han generado oportunidades, se han defendido con orden, pero no han logrado materializarlas. El contrario sin derroche, sin oportunidades y sin orden defensivo va ganando en el marcador: Desesperante.
    No hay sistema que funcione cuando los jugadores se emplean sin esfuerzo y con desgano. El cuatro-tres-tres propuesto hoy por Ancelotti ha dado resultado, pero un resultado engañoso, pues como hemos comentado, de haber tenido algo  de acierto, el Villarreal se podría haber ido al descanso con un dos a cero; nadie que lo haya visto se hubiera sorprendido. Este sistema obedece más al empeño de este entrenador por no molestar a ninguno de los jugadores importantes que a un convencimiento. Con este sistema quizá se gane a casi todos los equipos de la Liga y parte de la Liga de Campeones, pero no servirá cuando el contrario achuche y tenga la calidad para definir arriba que hoy le faltó al  Villarreal. No se puede tener un jugador como Bale paseándose por el campo, y otros dos (Cristiano y Benzema) que tampoco presionan ni ofrecen nada defensivamente. Así, llegaban por las bandas centrando a placer y cogían los rechaces en segunda línea los jugadores amarillos.
    Con un Marcelo impreciso, un Bale apático, un James haciendo de Marcelo en no pocas ocasiones, un Ramos con tarjeta bien pronto, y un par de delanteros que no colaboran defensivamente, es muy difícil, por no decir imposible, que esto funcione. A eso se añade la inacción del entrenador para corregir y mandar mensajes a sus jugadores de que tienen que trabajar: sustituyó a James por Illarra y a Benzema por Isco. Nada que objetar a la entrada, pero la salida suena de nuevo a que hagas lo que hagas y hagan lo que hagan otros, el sustituido vas a ser tú, porque ese es el orden jerárquico establecido. Aplaudimos la sustitución de Marcelo por Nacho. Sirvió para serenar las aguas en la banda izquierda que con Marcelo no dejaban de estar agitadas. El brasileño es un caos defensivo y sigue estando lento.
   A partir del minuto 15 de la segunda mitad en que las energías del submarino se agotaron, el Madrid condujo andando, pasando el balón con desgana y sin profundidad. Así, el encuentro se convirtió en un tostón mayúsculo que duró cerca de media hora.

martes, 23 de septiembre de 2014

Empezamos la temporada. Real Madrid 5 - Elche 1

   A pesar de la alteración del partido tras la desafortunada intervención del árbitro, que en unos minutos señaló dos penaltis inexistentes; los dos equipos siguieron con guion previsto. Un Elche encerrado atrás y muy bien ordenado, saliendo al contragolpe con gran soltura y obligando al Madrid a prestar más atención a la desactivación de ese peligro. En pocos minutos, fruto de esas salidas rápidas del Elche, llegaron las tarjetas a Carvajal y Marcelo. La llegada del tercer gol madridista supuso un punto de inflexión , pues a partir de ahí todo se volvió más lento en el equipo blanco.
   Ancelotti anduvo coqueteando demasiado tiempo con la posibilidad de quedarse con diez jugadores. Terminó por arreglarlo con la sustitución de uno de los laterales, pero pudo haber sido tarde, ya que la expulsión de uno de ellos hubiera dado alas al Elche que había dado muestras de tener capacidad para achuchar. 
   La segunda parte resultó aburrida por lo que hemos mencionado. Con algunas tímidas intenciones del Madrid por sentenciar el encuentro, se pasó a la parsimonia habitual en que  nadie se mueve sin el balón. Se mantuvo el pulso merced a las incursiones de Isco por la banda izquierda en compañía de Marcelo. El declive del equipo coincidió con el agotamiento físico de Isco. Solo los goles conseguidos al trantrán en el tramo final animaron el encuentro.
   En una semana, y después de tres partidos con rivales poco complicados, parece que el equipo ha conseguido meterse en la competición. Todo apunta a que por fin ha comenzado la temporada para el mismo. La confirmación llegará el próximo sábado cuando se enfrente a un rival de nuevo más exigente y fuera de casa.
    A la espera de esta confirmación, hay que saludar algunas buenas noticias. Por un lado, se ha recuperado la capacidad goleadora de un modo espectacular (no es fácil marcar dieciocho goles en tres partidos), marcando goles de muy diversa y bella factura. Por otro lado, parece que van encajando las nuevas piezas que ha obligado a Ancelotti a recomponer el puzle. Pero queremos llamar la atención de que ahora cualquier jugador que entra, encaja. Tanto da que juegue Benzema, como Isco, Illarra o Modric, Bale por la izquierda o por el centro, y James en la media punta o pegado a la banda. Aunque suene a ventajismo, lo habíamos escrito en una entrada anterior. Dijimos que la mejoría en el estado de forma ayudaría al entrenador a encontrar una solución a los desajustes producidos por las salidas y entradas. Lo lamentable es que no lo hayan visto y previsto con antelación.
    Hay un par de aspectos que no quiero dejar de comentar; la necesidad de hacer rotar a Cristiano y a Bale, si queremos que lleguen al final de temporada en condiciones de disputar los momentos decisivos de la misma. Y la necesidad de seguir trabajando los desajustes defensivos. Hoy el Elche ha puesto en apuros a la zaga en varias ocasiones, y eso que Illarra ha estado muy bien (otra buena noticia). El sábado quizá salgamos de dudas o quizá regresen las mismas. Veremos.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Europa, un bálsamo para todos. Real Madrid 5 - Basilea 1

   Según el DRAE en su segunda acepción "bálsamo" es alivio, consuelo. En ese sentido, el partido vino a resultar un alivio para todas las cuitas individuales pendientes (véase, Casillas, Bale o Benzema) y un consuelo para todos los madridistas, después de dejar la Liga cuesta arriba en la tercera jornada.
   Pero nadie debe engañarse, el partido volvió a mostrarnos las dos caras de este equipo, que además las muestra sin pudor alguno perfectamente diferenciadas en el tiempo. Pues la primera parte nos muestra una cara amable y cuando menos voluntariosa, y una segunda parte horrorosa en la que asoman todos los defectos tácticos y de ausencia de grupo: ausencia  de equipo.
   Ambos equipos comenzaron jugando con defensas adelantadas, lo que achicaba los espacios en los que jugar. En esta situación, quizá porque obligó al equipo a juntar más sus líneas, el Madrid combinaba bien, robaba con relativa facilidad ante la escasez de espacios para maniobrar por parte del equipo suizo. La banda más activa fue la derecha y por ahí logró abrir la lata Nacho (interesante solución adoptada para sustituir a Carvajal, que aplaudimos) después de una exquisitez de James. No se conformó con el resultado el equipo y en pocos minutos destrozó al contrario y puso el resultado definitivamente claro. Sin un orden excesivo, sólo con un poco de actividad por parte de todos, y con ciertas dosis de solidaridad, y por supuesto con la aparición de las valías técnicas indudables; se dejó el partido prácticamente resuelto. Apareció Bale (gol y asistencia), volvió a mostrarse incisivo Cristiano, y se ofreció a todos James (a mi juicio el mejor del partido).
    Llegó la segunda parte y todo cambió por arte de no se sabe qué ley del comportamiento de este colectivo. Aparecieron las individualidades, y los chupones (véase Bale, que decide chutar cuando tiene dos compañeros completamente solos), desaparece el esfuerzo defensivo y la presión sobre el contrario. El equipo se alarga y los defensas comienzan a estar a merced de las llegadas del Basilea. Sólo la suerte impidió que los suizos se acercasen en el marcador, que de haberlo tenido más cercano quizá a estas alturas estábamos hablando de otra cosa.
   En este equipo está pasando algo que se nos escapa, más allá de las especulaciones periodísticas a las que somos muy dados todos. El entrenador debe tener unos nervios de acero, si no es imposible entender cómo aguanta la abdicación  del equipo conforme avanza el partido. Los cambios de nuevo no aportaron nada, entre otras cosas porque llegaron tarde, Chicharito jugó diez minutos.  
   Con todo, el partido ha servido, tal como decíamos al comienzo, para aliviar a Casillas (volvió a ser pitado de forma tozuda por algunos, pero también aplaudido por otros) que hizo un paradón de los suyos, tras un clamoroso error de Varane (salió poco concentrado); para aliviar a Benzema, que logró marcar después de su sequía goleadora (un magnífico gol, por cierto), y para aliviar a Bale, que en unos cuantos minutos buenos decantó el resultado (aunque el resto del partido desapareció).
   La sensación es que el equipo está muy mal físicamente, que hay demasiados jugadores que no quieren sacrificarse defensivamente, y eso no hay centro de campo que lo aguante; y finalmente, hay muchos jugadores con afán de protagonismo. Sólo hay que observar el comportamiento de algunos de ellos cuando se trata de lanzar una falta. Estas cosas deben estar claras desde el vestuario, pero parece que Ancelotti el Diplomático no está por la labor de poner claras las cosas. 
    Es posible que esta actitud del entrenador de dejar hacer a los jugadores nos lleve al éxito de nuevo este curso, pero también puede que a más de uno nos haga ver los partidos con grandes dosis de irritación, por no emplear un vocablo malsonante.
   Pero no se olvide que el consuelo es solo para lo que resta de semana. La Liga sigue su curso y el sábado no se puede fallar. De continuar ofreciendo estas segundas partes me temo lo peor.  Veremos.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Casillas.

   En este tipo de entradas suelo hacer un análisis de características deportivas que el jugador posee o las carencias que tiene, pero en esta ocasión este aspecto pasa a un segundo plano, aunque pueda estar en el origen del mismo. Haremos una breve introducción de las mismas.
   Casillas es un portero con un historial envidiable en todos los sentidos. Pero como analizaremos más adelante esto no sirve en el presente. Tiene unas cualidades extraordinarias para afrontar situaciones de uno contra uno, así como unos reflejos fuera de lo común, que unido a su agilidad e intuición en situaciones extremas le hacen salvar goles imposibles. Pero también tiene unas deficiencias importantes en un portero, su escasa estatura para hacerse respetar en su espacio, la falta de acierto en los balones aéreos, y la poca soltura en el juego con los pies.  Como en todos los jugadores, cuando el estado de forma no es adecuado aparecen más visibles los defectos que las virtudes, y eso es lo que le ocurrió hace dos temporadas y al comienzo de la temporada pasada. 
   ¿Por qué un jugador que llevaba años sin apenas altibajos en su juego, de repente se deja ir en este aspecto esencial de un deportista? Las claves de este embrollo son muy complejas. Trataremos de analizar algunas de ellas.
  Ya manifesté mi opinión al inicio de la temporada pasada de que la mejor opción para Casillas era la salida del equipo. Ancelotti consiguió a lo largo de la temporada un equilibrio que me sorprendió no sólo por lo inédito de la fórmula (el titular juega la Liga y el suplente la Copa y la Liga de Campeones), sino por los resultados obtenidos. 
    Pero la nueva temporada ha deparado unos movimientos que no han dejado satisfechos a nadie al parecer. Especialmente a algún sector del Bernabéu que parece más instalado en una trinchera. Los últimos pitos durante un partido completo no hacen sino ahondar en una herida que no se va a cerrar hasta que el entrenador lo mande al banquillo. Los pitos aumentan, no obedecen a la actuación del guardameta, ya que ayer no estuvo mal, por lo que está claro que solo persiguen ese objetivo; defenestrar a Casillas.
   El Club apostó este verano por quedarse con él en lugar de Diego López, pero lejos de calmar a los contrarios de aquél han enervado aún más los ánimos de los partidarios de éste que son coincidentes en parte con los anteriores. Así que la situación ahora ha empeorado claramente.
   Pero cabe decir que es verdad que todo esto es posible en parte porque Casillas no está en su mejor versión desde hace un año y medio. Tuvo una lesión grave para un portero, y a su vuelta se encontró con que todo lo hecho durante años en su equipo no valía para nada. Que aún habiendo sido el gran salvador (le pusieron el apelativo de "El Santo") en no pocos de los partidos y títulos obtenidos, resulta que pasa a ser suplente indefinidamente. Es decir, que dos entrenadores sucesivos le retiran la confianza en lugar de dársela como se hace con cualquier jugador más o menos de su nivel. 
    De todos es sabido la importancia que tiene la confianza del entrenador en los jugadores, especialmente en un puesto tan singular como es el de la portería. A esto se suma la coincidencia de las buenas y reiteradas actuaciones de Diego López desde la sustitución con Mourinho y posterior titularidad con Ancelotti. Así como el enfrentamiento personal con Mourinho y otros compañeros de vestuario (véase Arbeloa). Y las acusaciones de ser el culpable de filtraciones del vestuario blanco que le puso a los pies de los caballos tertulianos. Con todo obtenemos un cóctel difícil de digerir para cualquier estómago, por más fortaleza que se tenga.
    Así que continuando con el símil, Casillas tiene una dispepsia aguda que corre el riesgo de convertirse en crónica, porque se ha empeñado en seguir tomando los mismos alimentos que sabe que le sientan mal. Es decir, ha optado por seguir en el Real Madrid.
     Su reacción a las adversidades y sus caras manifiestan la tristeza que le envuelve. Y un jugador con ese estado no puede estar a pleno rendimiento. Estando en cada partido sometido a un análisis exhaustivo de sus acciones, que provocan respuestas en el público asistente al estadio y debates artificiales en los medios, resulta muy difícil salir airoso.
    Sólo le quedan tres posibilidades; esperar el encadenamiento de una serie de victorias del equipo (cosa que no parece fácil con las dudas que ofrece el propio equipo), acceder a una sustitución en el banquillo admitiendo su suplencia, y por supuesto, la búsqueda de una salida del club. Sólo así se aflojará la presión insoportable que hoy vive el jugador. 
    Ya veremos, porque este parece el cuento de nunca acabar. Alguno (véase Xabi Alonso) se va sin previo aviso, dejando al equipo tirado a falta de tres días para el cierre de los fichajes, y otros no se van ni aunque le aspen (acepción nº 3 del DRAE).

sábado, 13 de septiembre de 2014

Ligera mejoría, pero insuficiente. Real Madrid 1 - Atlético 2

  Hoy hemos asistido a una nueva edición de los partidos anteriores disputados contra el Atlético de Madrid. Un nuevo gol a balón parado en saque de esquina completamente evitable puso el resultado a favor de los colchoneros sin apenas haberse despeinado. Ataques infructuosos del Madrid que no encuentra la forma de abordar el sistema defensivo que le propone el Atlético. Tan solo las acometidas de Cristiano dieron su fruto tras un penalti. 
   La primera parte terminó en tablas, con cierto control del juego por parte de kroos en la salida del balón y la aparición de James tocando siempre bien la pelota. Parecía que el alemán empezaba a hacer de Xabi.
   La segunda parte tuvo más alternativas. La entrada de Arda dio otro aire al ataque atlético hasta la consecución de un magnífico segundo gol, que esta vez se veía venir; el atlético había avisado ya en dos o tres ocasiones. A partir del gol el Madrid comenzó de nuevo a dominar, pero sin las ideas claras ninguno de los cambios (Chicharito, Isco, Varane) vino a proponer nada importante en el juego, más allá del dominio. 
   De nuevo tiene uno la sensación de que el equipo está a merced del contrario. Al igual que ocurriera contra la Real Sociedad, cuando el Atlético quiso atacar se sufrió demasiado, el equipo se hizo largo y no parecía saber replegarse. Esto evidencia que el sistema defensivo no acaba de estar claro. Los ajustes no se producen. Kroos aún no asume el papel de apagafuegos que con frecuencia ejercía Alonso. Arbeloa no es el de otras temporadas, anda lento y es demasiado fácil desbordarle en su banda. Ramos sigue cometiendo errores de bulto como el del segundo gol en el que no fija a nadie, salvo a su guardameta. 
    En esta situación hay tres noticias buenas. La primera, que James parece haber encontrado su sitio en el equipo; se ofreció constantemente, sobre todo en la segunda parte; tocó bien y oxigenó en ocasiones la presión del contrario. La segunda, que Kroos parece conducirse bien en la posición de mediocentro, si bien necesita hacer un reciclaje para pensar mirando más hacia atrás cuando el equipo no tiene el balón. La tercera, que Cristiano parece haberse encontrado bien de su lesión en un partido exigente Por el contrario, tenemos varias noticias malas. La primera, que Bale no acaba de ofrecer continuidad en su juego. No entendemos por qué no le cambia a la banda izquierda. Ha habido momentos en que Cristiano y él estaban atacando por la banda derecha. La segunda, que Benzema sigue con la pólvora mojada y sin la chispa suficiente; la paciencia se agota. La tercera, que el Bernabéu ha tomado la costumbre de pitar a Casillas haga lo que haga. No creo que esto ayude a un equipo con tantas dudas e incógnitas por resolver.
  En definitiva, se observa ligera mejoría, pero claramente insuficiente para ganar a equipos bien armados y con las ideas claras como este Atlético. 
  A partir de ahora llega la Liga de Campeones. lo que permitirá coger automatismos y la forma necesaria; a la vez facilitará que el entrenador encuentre la forma de ajustar las piezas para conformar un verdadero equipo. Deberes que ya deberían estar hechos hace tiempo, pues ya aventuramos en otra entrada que al igual que la pasada Liga, ésta puede decidirse en los enfrentamientos directos con los máximos rivales. Este ya se ha perdido, veremos qué sucede con los venideros.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Desconcierto general. Real Sociedad 4 - Real Madrid 2

    Podríamos volver a repetir la entrada de la semana pasada, pues en cuestión de interrogantes seguimos haciéndonos los mismos; si acaso han aparecido algunos nuevos que se agravan por el paso del tiempo. 
    Lo malo es que han aparecido algunas certezas que podríamos tener por confirmar, como por ejemplo el estado físico. La segunda parte volvió a mostrar un equipo plano,sin nervio y sin capacidad de reacción. Entre otras cosas porque los revulsivos que puso en juego el entrenador fueron Khedira y Arbeloa; sin comentarios, para no repetirme con estos dos.
     Si tradujera aquí los pensamientos y análisis de la situación durante los primeros veinte minutos, al menos yo saldría bastante rojo. Sobre todo porque no parecía previsible que ese partido lo pudiera remontar un equipo que acababa de ser apeado de Europa y estaba siendo desbordado en todo el campo. Y aunque advertí que podíamos acordarnos de las ocasiones fallidas para "matar" el partido, ni por asomo pensé que el tiempo se iba a corroborar mis peores presagios.
    Veinte minutos de ataque primorosos pusieron al equipo en franca ventaja, con  un buen funcionamiento en ataque y sin apenas problemas en defensa ante la facilidad que daba el rival. Cuando éste decidió, fundamentalmente a partir del descanso, ir a por el partido, las tornas se cambiaron. La Real presionaba y el Madrid no daba tres pases en condiciones, con todos sus jugadores estáticos y esperando que los demás resolvieran lo que solo podían hacer entre todos, llegaron los goles donostierras. Como no, a balón parado.
    En estas, parece que el Madrid no está en construcción como podríamos titular si se tratara de un nuevo equipo. Se han cambiado dos piezas influyentes por otras dos, y de repente nada encaja. Un campeón de Europa parece descomponerse a la mínima que el contrario lo presiona y le hace defender. Nadie está en su sitio, nadie parece saber defender en un balón al área propia. Unas veces falla el portero; otras, la defensa; y otras, todos a la vez. Llevan un mes de entrenamientos y no tienen ni ritmo, ni automatismos, ni esquemas... En definitiva, no hay equipo. Y es que cuando no se está físicamente bien, todo juega en contra. Ancelotti está dormido y obnubilado por la desaparición de dos de los jugadores en los que más confiaba y la llegada de otros tantos que no sabe dónde colocar. En realidad, solo ha resuelto el tema de la portería, aunque mal resuelto porque Iker no está, y la espera ya se alarga demasiado. Así que el tema no va a dejar de aparecer. 
    El entrenador tiene gran parte de la culpa por no tener a los jugadores en perfecto estado físico, pero es fácil de imaginar que no ha ganado para  sustos en esta pretemporada, pues se han marchado tres jugadores a los que más ha elogiado y le han traído más de lo mismo. Salvo Kroos que era una necesidad, lo demás era prescindible, ya lo hemos dicho en otras entradas. Así que la directiva se ha vuelto loca con las altas y las bajas,  el entrenador está desconcertado y eso se transmite a la plantilla; discuten entre ellos y se echan las culpas unos a otros, hay al parecer una fuerte marejada entre los gallos del corral que crea mal ambiente y favorece el desconcierto general. Y ahora viene un parón en el que con tantos jugadores con sus respectivas selecciones difícilmente podrá el entrenador desarrollar un trabajo adecuado. Esperemos que aproveche para aclararse las ideas.
   
   

martes, 26 de agosto de 2014

En pretemporada. Real Madrid 2 - Córdoba 0

   Por momentos, en la primera parte parecía que estábamos jugando de nuevo contra el atlético. Mucha circulación de balón por la zona de tres cuartos, sin profundidad y con un contrario replegado atrás, que hacía inoperante todo  el juego del Madrid. El gol tuvo que llegar a balón parado y casi se pudo haber encajado también a balón parado en las postrimerías de esta primera mitad.
   Dejar a Xabi en el banquillo parecía una buena idea jugando en casa y contra un equipo previsiblemente cerrado atrás, pero terminó introduciendo a Khedira cuando en la segunda mitad el equipo dio síntomas de cansancio y el contrario se subió a las barbas asumiendo el control del partido. La salida de Isco por James y de Carvajal por Arbeloa (no entiendo por qué ha de jugar) pareció dar más nervio y creación, pero no la suficiente, ni con la colaboración de todos. 
   Cuando nos disponíamos para afrontar un final pidiendo la hora, un robo de Isco y un zapatazo en contragolpe de Cristiano dio la tranquilidad a los aficionados, pero en absoluto maquilla el mal partido llevado a cabo por el equipo blanco. 
    Escucho a Ancelotti hablar de falta de velocidad y ritmo. El diagnótico es perfecto a mi entender porque justo eso es lo que le falta al equipo. Pero nos debe explicar por qué el equipo tiene esas carencias que son de su absoluta responsabilidad. Tiene que explicar si se debe a que los jugadores no entrenan bien, a que él piensa que la temporada es muy larga y es necesario tomarse esto con calma, o es simplemente que hemos estado haciendo una pretemporada vacacional y realmente es ahora cuando vamos a hacer la pretemporada.
Otra asignatura pendiente que comparte con los últimos tres entrenadores es la fragilidad defensiva del equipo en las jugadas a balón parado, especialmente en los saques de esquina. En todos ellos sufrió incomprensiblemente teniendo en cuenta el potencial que en teoría tienen varios jugadores. El Córdoba llegó una vez al final de la primera parte y a punto estuvo de empatar el partido.
    En el terreno individual, Casillas sigue generando dudas por arriba, precisamente en ese córner. Arbeloa no puede compartir el puesto con Carvajal porque además de no aportar nada en ataque, tampoco le mejora en defensa; hoy ha quedado en evidencia en varias ocasiones. A Kroos le vi lento en el repliegue defensivo y solvente en ataque, lo que puede llevar a generar dudas del puesto en que debe jugar. Bale, que al decir de todo el mundo estaba mucho mejor porque había hecho una buena pretemporada, tampoco aportó casi nada.
    Por tanto, además de buscar con urgencia un plan B, para abordar los partidos contra el Atlético y otros, debe meter velocidad y ritmo a sus jugadores. Creíamos que esto estaba resuelto en la pretemporada. Este segundo aspecto está por delante del primero porque puede condicionarlo. Cuando el equipo tiene  ritmo y velocidad, busca los huecos con y sin balón y tiene fuerzas para presionar cuando es necesario, quizá el plan B aflore por sí mismo o no sea tan perentorio. 
   Señor Ancelotti, haga usted una pretemporada en condiciones, componga el puzzle con las nuevas incorporaciones, y busque la forma de afrontar los partidos contra los equipos grandes. ¡Ah, y resuelva lo del juego aéreo defensivo de una vez por todas!

sábado, 23 de agosto de 2014

En busca del plan B. Atlético 1 - Real Madrid 0

   En sólo dos minutos había resuelto el partido Simeone. Había logrado sorprender a su rival, que como le sucede en muchas ocasiones salió al campo con ciertas dosis de pereza. Y es que eso es lo que parece que le provocan a este equipo los contrarios que le atosigan demasiado. Viendo a algunos jugadores del Real Madrid, uno tiene la impresión de que les molesta en exceso la presión asfixiante que les plantean los jugadores colchoneros.
   Pereza y lentitud son los dos ingredientes que componen este plato que se les viene atragantando. Da igual cuál sea la alineación que presente. Si sales como diciendo "queda mucho partido, ahora no nos vamos a poner frenéticos", y encima te mueves como un elefante y no haces correr el balón, pues tienes muchas papeletas para encajar un gol. Si a ello le añades errores de concepto que Ramos comete con frecuencia (no sé cómo pueden decir que es el mejor central del mundo), como el de colocarse encima de Griezmann para no disputarle el balón por arriba y dejar el pasillo franco a Mandzukic, está claro que el gol llegará más pronto que tarde.
   Aunque un poco mejor partido que el anterior, sobre todo en la segunda parte en que ambos equipos tuvieron sus momentos brillantes en el juego; a partir de los primeros minutos de agitación rojiblanca y el gol consiguiente, el Madrid pudo tener algo más la pelota y desarrollar algunas jugadas de mérito, pero sin la profundidad suficientes como para inquietar  la meta contraria.
   Pedíamos en la entrada anterior un cambio de argumento por parte de Ancelotti que no se produjo. Dejó en el banquillo a algunos jugadores, entre ellos Ronaldo; pero no consiguió modificar en casi nada la forma de abordar un sistema defensivo que continúa atragantándosele. Sólo algunos momentos al final de la primera parte a cargo de James cuando deambuló por la media punta, pusieron algo de chispa al ataque blanco. Con un Benzema desaparecido y un  Bale que no lograba enlazar una jugada, la mejor opción de ataque pasaba por las entradas de Carvajal por la banda derecha. Para desesperación de todos, cambió a James en la segunda parte cuando era el único jugador que estaba llevando el peligro a la meta contraria. Volvió a arriesgar incomprensiblemente introduciendo a Ronaldo que tampoco aportó nada importante, y finalmente introdujo los cambios de Isco y Marcelo que llegaron algo tarde y sin resultados.
   El Madrid jugó mejor cuando Kroos se marchó, lo que quizá merezca alguna reflexión de cara a modificar ese triplete en el centro del campo. Si bien es verdad que la llegada del alemán y del colombiano, junto a la salida de Di María parece que le ha deshecho el puzzle que logró componer en la anterior temporada.
   Escuché a Ancelotti hacer un análisis de este partido como si perteneciera a la anterior temporada. Creo que es un grave error considerarlo así. Este partido pertenece a esta temporada, o mejor dicho a esta pretemporada, y debe analizarlo bajo esa premisa. Cuanto más tarde en dejar de pensar en la buena temporada pasada, peor para él, para el equipo y para el club. Las alaracas de la prensa anunciando un ciclo triunfador, el sexteto, y todas esas majaderías pueden llevar al equipo a un rotundo fracaso. El nivel competitivo que hay en las tres competiciones (Liga, Copa y Liga de Campeones) es más elevado que nunca. Empezar dormido en los laureles puede dejarte sin capacidad de reacción en la Liga, tal como ocurrió ayer en el partido.
   Esta partida se la ganó de nuevo Simeone a Ancelotti. Pero no me resisto a comentar que el argentino está dando pasos hacia la emulación del tan denostado Mourinho, ayer salió con un nivel de excitación y protesta constante que parece transmitir a sus jugadores, y hasta se atrevió a dar unas collejas al cuarto árbitro. De momento conductas que en su "modelo" hubieran provocado un terremoto nacional, parecen pasar sin pena ni gloria para la prensa.
   Ancelotti debe concentrarse en preparar su puzzle sin Di María. Esta semana por fin se ha clarificado poniéndose a trabajar sin él. Club y entrenador deben clarificar estos aspectos antes, pues hasta ahora se percibían dos discursos. Quizá si hubiera trabajado sobre un plan B para atacar el sistema de Simeone durante la pretemporada, a estas alturas tendría el problema resuelto.  Aunque tardó en encontrarlo, el italiano demostró la pasada temporada ser capaz de encontrar equilibrios imposibles como el del lío de la portería o el encaje de Di María. Mimbres tiene para ello.


miércoles, 20 de agosto de 2014

Ancelotti no puede con Simeone

  Disputar un trofeo a doble partido prácticamente en la pretemporada no parece lo más juicioso, pues obliga a los contendientes a aparecer en la misma con una preparación anticipada que a la larga puede resultar perjudicial. Por más que el uno tenga un gran fondo de armario que ha reforzado este curso, y el otro llegara a demostrar el pasado que se puede mantener la tensión a lo largo de toda la temporada para asombro de propios y extraños. Pero esta es la Supercopa y así está planteada: o la tomas o la dejas, o la disputas o la afrontas como una preparación más.
      Con una primera parte bastante sosa y sin chispa alguna por parte del Madrid, salvo las acometidas de Bale que no  cuajaron en nada, merced a la cobertura solidaria que preparó Simeone sobre el galés que en ocasiones era rodeado de tres contrarios; fue en  la segunda parte, con la incorporación de James en primera instancia y sobre todo Di María posteriormente, cuando se agitaron algo las aguas y se dispuso de alguna oportunidad para ganar el partido.  En la primera, fue el Atlético el que gozó de las mejores oportunidades; en la segunda,  fue el Madrid quien lo hizo: marcó un gol y se dejó marcar otro a balón parado.
    A juzgar por lo visto ayer pareció que los dos equipos reeditaron los esquemas de juego que tenían la pasada temporada, con las variantes propias de las incorporaciones y bajas que se han hecho. El Atlético cerró líneas a la espera de su rival, y el Madrid atacó esa estructura sin éxito alguno a lo largo de todo el partido.
   Con un Cristiano pegado a la cal e incapaz de encontrar la forma de penetrar (luego sería sustituido por lesión), un Bale que mostró su potencial desbordando por su banda, un Kross que dejó muestras de ser un excelente jugador robando y pasando con solvencia siempre, un Modric algo falto de ritmo y un gran Carvajal algo necesitado de oxígeno en las carreras hacia atrás; el Madrid no pudo con un Atlético que tiene la lección bien aprendida.
   Sorprende que la entrada de nuevos jugadores en el Atlético no hayan alterado el sistema de juego en absoluto. Sabe cómo tiene que jugar al Madrid y obtuvo  de nuevo un resultado que, aunque levemente, le pone en ventaja de cara a la resolución de esta Supercopa. A ello contribuyó Ancelotti que se adaptó como un guante a los deseos del entrenador argentino. Dejó en el banquillo a Di María que es el único jugador capaz de "rajar" las defensas cerradas, junto a Marcelo. Ellos agitan las aguas y crean superioridad numérica para los demás, como bien se demostró en la segunda parte. Con Cristiano pegado a la banda, Marcelo no encontraba la forma de desarrollar su juego, los espacios se le achicaban porque la defensa no  tenía que ocuparse del portugués.
   El Madrid cometería un gran error si dejara escapar a Di María por varias razones, pero la fundamental es que es el jugador más desequilibrante que tiene el equipo y Ancelotti le quiere y le necesita. Lamento coincidir con Simeone, sobre todo porque se está acostumbrando a lanzar dardos en sus declaraciones pre y post partido. Pretender aparecer como los "pobres" que solo han podido gastar 95 millones de euros es patético, y meterse con la alineación del entrenador rival es de muy mal gusto. ¿Estaremos ante un discípulo de Mourinho?
   De cualquier manera, Ancelotti debería buscar la forma de acometer sistemas bien armados atrás, porque puede que muchos equipos jueguen a eso si ven que da resultado, y porque como ya ocurriera la temporada pasada, los enfrentamientos entre ambos pueden ser decisivos en cualquiera de las competiciones, incluida la Liga.

  Incluso corriendo el riesgo de perder esta Supercopa, debería experimentar otra fórmula. Debería tomarse este trofeo como una preparación para la larga temporada que se inicia. Tal como está la Liga, es posible que se decida de nuevo en los enfrentamientos entre los tres "grandes" equipos.

lunes, 7 de julio de 2014

En los inicios, por qué soy del Madrid.

   Hoy ha muerto Alfredo Di Stéfano, Él es probablemente el mayor emblema que explica por qué muchos somos del Real Madrid. Él representa como nadie el equipo campeón. Dicen que a él le gustaba siempre jugar con los mejores. 
   Muchos le conocemos como jugador por referencias, y algún recuerdo borroso, quizá confundido con los relatos mitificados de nuestros amigos y parientes mayores.
   Su compromiso, su entrega y su profesionalidad son valores que también deben formar parte del Madrid presente y futuro.
   Sus logros están ahí y estarán para siempre en la memoria de todos.  

sábado, 5 de julio de 2014

Por qué no pescar en el Mundial.

    Quizá no se terminen materializando muchos de los fichajes que se están anunciando desde que se inició este Mundial, pues ya sabemos que gran parte del ruido que se genera en torno a esto tiene que ver con la necesidad de los medios de comunicación de estirar hasta el infinito uno de los caladeros más jugosos de las empresas de comunicación. Pero también es posible que algunos de ellos tengan como única motivación la actuación de un jugador determinado en el transcurso de esta competición.
     Aunque no pueda entenderse que pescar a ese jugador que está destacando o ha destacado en una competición que en teoría se desarrolla entre los mejores del mundo, venga a resultar un fracaso; es verdad que hay algunos elementos que a mi juicio hay que matizar y que deben tenerse en cuenta.   
     En primer lugar, si el fútbol es un estado de ánimo (teoría a la que me apunto), las condiciones en que se celebra un Mundial no son fácilmente equiparables a lo que de modo habitual va a tener que vivir un jugador en su equipo: la motivación extra que supone tener a todo un país detrás, la sensación de hacer historia en tan poco espacio de tiempo,  e incluso, el escaparate que supone para los jugadores saber que pueden ser objeto de deseo de los mejores clubes elevan ese ánimo a cotas únicas.
   En segundo lugar, el estado físico en que un determinado jugador pueda llegar a una competición, que es verdad que se disputa entre los mejores; pero que en no pocas ocasiones llegan a ella en condiciones lamentables, pueden hacer brillar a ese jugador que llega en unas condiciones óptimas. No es ninguna exageración lo que los medios vienen repitiendo respecto de la programación deliberada de algunos jugadores de toda la temporada para conseguir llegar en buena forma. No vamos a citar ejemplos que son de todos conocidos.
    En tercer lugar, la duración e intensidad de esta competición es determinante para que destaquen jugadores que tienen mucho poderío físico y  llegan con un buen fondo. Es una competición en la que se desarrollan muchos partidos en muy poco tiempo, de modo que el estado físico viene a ser un factor determinante.
    Por último, el fichaje de un jugador que brille en un mundial se encarece sobremanera, al entrar en disputa los clubes con más recursos económicos, en no pocas ocasiones obnubilados por esa jugada o jugadas espectaculares que hayan podido realizar, sin  tener en cuenta las condiciones en que se han producido.
   Por eso, a no ser que sea una operación que coincida casualmente con el Mundial, es decir, que ya estuviera prevista; realizar fichajes teniendo como referencia la actuación de los jugadores en este tipo de competiciones creo que no es lo más acertado.
    En esta línea, James es el tipo de jugador que entraría en ese grupo de jugadores que conviene analizar bien qué ha hecho en su club en temporadas anteriores y qué necesidad tiene el equipo de este jugador. Sería absurdo que cambiaras un jugador como Di María que tienes contrastado en tu equipo, por otro más caro (según se desprende de las ofertas y peticiones de uno y otro) que no sabes cómo se va a adaptar a tu juego y cómo va a funcionar en tu equipo. De este jugador se empezó hablando de 25 millones; pues bien, lo último que se oye es una cifra que casi triplica la anterior. 
  Que conste que no decimos que no tenga calidad, que no sea un gran jugador; pero probablemente estemos de nuevo fichando un jugador que va a costar el doble de lo que vale, y con el añadido de que juega en una posición que tienes cubierta. 
    A mi juicio, los puestos a cubrir son el de un nueve clásico que aporte lo que no tienes, y el de un centrocampista que pueda sustituir a Xabi Alonso (parece que Illarra no cuenta con la confianza del entrenador).
   Pongamos la caña en otro lugar, o hágase en el Mundial, si el jugador que necesitas estaba en el punto de mira antes del mismo.

jueves, 29 de mayo de 2014

Memorable Final. R. Madrid 4 - Atlético 1

    La verdad es que a falta de cinco o diez minutos para finalizar, pensaba titular esta entrada como: "demasiado tarde". Porque hasta los últimos veinte minutos del segundo tiempo el equipo no empezó a empujar con fuerza y como equipo. Todo parecía indicar que no se iba a llegar a tiempo. Pero esto es el fútbol, y hasta el rabo todo es toro. La experiencia demuestra que son muchas las ocasiones en que los minutos finales resultan decisivos. Algo sabe el sevillismo de esto, sin ir más lejos.
     Mucho se ha escrito y hablado respecto de la justicia o injusticia de que ese gol llegara cuando ya se saboreaba la victoria atlética. Pero si de justicia hablamos, hay que decir que el mérito atlético se redujo a un gol producto de un error de bulto de Casillas; poco más que llevarse a la boca en noventa minutos.
      Partido insulso y aburrido donde los haya en toda su primera parte y en la segunda hasta que Ancelotti decidió rectificar su alineación. Las entradas de Marcelo e Isco dieron otro aire al partido, pues mandó un mensaje a los veintidós jugadores que estaban en el terreno de juego: merengues y colchoneros. Los primeros, encontraron soluciones atacantes que hasta entonces estaban perfectamente taponadas (entre otras cosas por la inoperancia de los delanteros blancos); y los atléticos sintieron la necesidad de protegerse aún más de las acometidas de los nuevos actores, especialmente de Marcelo. La posterior incorporación de Morata mandó un nuevo mensaje a todos de que el Madrid iba a por el partido. El canterano dio otro aire, cimentado en la movilidad y presión que Benzema no ejercía.
       Ambos entrenadores se equivocaron de inicio. La diferencia estuvo en que Ancelotti pudo rectificar sus errores, mientras Simeone, no. El argentino cometió un error que a la postre pudo ser decisivo, pues afrontar un partido tan tenso y tan exigente con un cambio menos que el rival, viniendo de otra final apenas unos días antes, no era lo más adecuado. La retirada de Raúl tampoco pareció servirle de mucho, pues quitó un jugador aguerrido que va bien por arriba. Quizá no pensó que el peligro madridista habría de llegar por arriba. El italiano tampoco estuvo acertado con la alineación de Khedira y Benzema. El primero no es santo de mi devoción, pero alinearlo para una final habiendo disputado apenas unos minutos después de una temporada en blanco no parece lo más lógico. El segundo no estaba en condiciones, al igual que Ronaldo, pero el francés cuando no está al cien por cien es un jugador apagado, inoperante.
      Lo de la prórroga fue una crónica de una muerte anunciada. La anunciada caída de rendimiento del Atlético por todos los aficionados al mundo del fútbol vino a producirse en esos treinta minutos finales. Pagaron el derroche físico al que Simeone somete a sus jugadores, pero también las exigencias del final de temporada. Ahora podríamos discutir en qué medida el triunfo en la Final tiene que ver con la abdicación ligera del equipo merengue, pero el fútbol son resultados y todos los madridistas damos por olvidadado  el asunto.
        Ganar una Liga de Campeones siempre es un hito importante para cualquier equipo y para su afición, pero hacerlo por décima vez y de la forma en que se produjo; con ese gol de Sergio Ramos, cuando la fe flaqueaba; y esa prórroga tan decantada, como para dar tranquilidad a los nervios pasados unos minutos antes, quedará en la memoria de todos.
         Por cierto, como a lo largo de la temporada hemos cuestionado el juego y actitudes de Sergio Ramos, justo es reconocer que su trabajo en el último mes ha resultado decisivo para el equipo. Surgió un Sergio Ramos de sus propias cenizas y voló una y otra vez a modo de ensayo, hasta conseguir un gol memorable que lo hace acreedor a que la Décima se recuerde como la Final de Sergio Ramos; al igual que la de Mijatovic, Zidane... 
       

viernes, 9 de mayo de 2014

Agotados. Valladolid 1 - R. Madrid 1

    Resulta difícil ganar un partido hoy por hoy cuando juegas andando. Y eso es lo que hicieron una gran parte de los jugadores del Madrid durante todo el partido de ayer. Con esta intensidad sesteante se llegó al término de la primera parte con el resultado a favor, fruto de una jugada a balón parado protagonizada por uno de los pocos jugadores realmente en forma en esta recta final.
    Con una renta tan exigua el equipo comenzó la segunda parte aún peor de lo que finalizó la primera. Sin pulso y sin ideas para poder matar el partido. Conforme avanzaban los minutos parecía mas claro que los jugadores merengues se encontraban acomodados para defender el resultado, olvidándose de buscar otra estrategia más sacrificada.
    ¿Cuáles fueron las claves de este despropósito?  Pues la verdad es que no esperaba tener que decirlo de nuevo, pero lo hemos escrito en otras ocasiones y lo veníamos anunciando (véase la entrada del 8 de abril), en el Equipo se vislumbraba un cansancio ya hace un mes. La eliminatoria contra el Bayern y la final de la Copa del Rey han podido dar otra imagen; el equipo se concentró y llegó al límite de sus fuerzas físicas y mentales en estos encuentros.
     Ahora tenemos un equipo diezmado por las lesiones, donde el fondo de armario tenía que haber hecho su trabajo, y como habíamos vaticinado en la entrada mencionada, el poco uso de los jugadores de segunda fila no iban  a aportar gran cosa. 
    Ayer, paradógicamente, fueron los jugadores más veteranos los que tiraron del carro (Ramos, Pepe, Xabi) y estuvieron más comprometidos. Ellos parecían ser los únicos conscientes de lo que se jugaba el equipo. Era la hora de los Isco, Di María, Benzema, Illarramendi; pero esa hora llegó para constatar la abdicación de todos ellos a coger las riendas del equipo. Tampoco estuvo acertado Modric, que parece necesitar motivación extra para desarrollar el fútbol que atesora. Resultaba desesperante ver las evoluciones en el juego de Isco o Benzema, cual dos "pasotas" sin sangre en las venas. 
    Ancelotti, de nuevo tardó en darse cuenta de quiénes no estaban para jugar un encuentro como el de ayer. Hizo los cambios tarde y con poca fortuna; ni Marcelo, ni Illarra aportaron frescura, y aunque reconozco que no era mala idea situar a Marcelo arriba, el entrenador debe saber en qué está ahora este chico, desde luego no para levantar un partido muerto.
    Así las cosas, era cuestión de tiempo que el Valladolid alcanzase su objetivo. Y llegó en el peor momento, cuando ya no había tiempo para reaccionar, si es que el equipo estuviera para ello.
    El equipo da muestras de agotamiento no solo por la falta de intensidad, ideas y juego, sino por las numerosas lesiones musculares que se están acumulando "casualmente" en este sprint de final de temporada. 
  Perdida la Liga, esperamos que la motivación extra que supone una final de la Liga de Campeones, junto a la recuperación que puede suponer no disputar los encuentros que restan de la Liga, pueda ofrecernos la de cal.
    Por lo visto ayer, el nivel de esfuerzo exhibido contra el Valencia volvió a repetirse aún con más nitidez. La confianza en la victoria europea se resquebraja; pero tenemos que confiar en las recuparaciones físicas y anímicas del maltrecho vestuario. Veremos.