Con
un comienzo fallón de Cristiano que desperdició dos buenas oportunidades y un
juego sesteante durante toda la primera parte, el equipo se fue al descanso con
dos goles de ventaja; pero con la incognita de saber qué Madrid nos
encontraríamos en la segunda mitad.
Al contrario que en otras ocasiones, el
equipo mejoró en la segunda parte, y muy especialmente tras el tercer gol
que daba por zanjado el encuentro. A partir de ahí, como decimos, el Madrid
jugó a placer y logró enlazar numerosas jugadas de gol, materializando tres de
ellas en sendos goles de preciosa factura.
Los goles de Cristiano, James e Isco bien
merecen ser resaltados por el significado que cada uno de ellos representa.
El de Cristiano, porque muestra la capacidad
de aprendizaje que tiene este jugador. Hace tan solo un año era incapaz de
desbordar y regatear a sus contrarios más allá de las jugadas en velocidad y
los gambeteos de cara a la galería poco efectivos. Sigue creciendo como
jugador.
El de James, porque premia un partido en el
que desplegó diversas cualidades de los jugadores excelentes: pases medidos,
centros precisos y asociaciones permanentes con todo el que pasa por su lado;
amén de una actitud defensiva encomiable.
El
de Isco, porque es una muestra de las cualidades que atesora este jugador.
Capaz de andar durante toda la primera parte sin pulso, sin profundidad,
haciendo el juego parsimonioso; y cambiar en la segunda a todo lo contrario:
energía, profundidad y juego electrizante y preciosista.
Todo
ello sin olvidarse de la contribución de Chicharito, que provocó el penalti y
marcó el segundo gol que encarrilaron el partido.
Está
claro que el equipo está mejorando poco a poco en todas sus líneas, y aunque durante
toda la primera parte se empeñaron en jugar por la banda izquierda (quizá
porque por allí caía Ronaldo), las mejores jugadas en ese período vinieron por
la banda derecha, donde Carvajal y James mostraban más capacidad que Marcelo
que no fue capaz de poner un centro en condiciones durante todo ese tiempo.
Sigue
habiendo dudas en cuanto a los repliegues y ajustes defensivos, por cuento el
alemán no parece acudir donde es necesario defensivamente, y Marcelo abandona
su banda casi hasta la abdicación defensiva. Anoto una jugada en la que habiendo
dejado Marcelo su banda completamente desguarnecida y arrancando a la par Kroos
junto a otro jugador del Levante por dicha banda, el alemán se desentiende del levantino y se le ve correr sin ninguna intencionalidad defensiva.
Estas
son dos fallas importantes para defender ante un equipo como el Barcelona, por
lo que quizá lo visto hoy no sirva para dicho enfrentamiento. Desde luego, el
ataque parece estar solventado; sin Karim y sin Bale el equipo demostró una capacidad ofensiva y una pegada espectacular.
Ya
veremos si con eso basta para acercarse a la cabeza.
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