jueves, 23 de octubre de 2014

En forma. Liverpool 0 - Real Madrid 3

   Nada hacía suponer al comienzo del encuentro que acabaría siendo un auténtico paseo. Disfrutamos de uno de los mejores partidos del Madrid en esta temporada, si no el mejor.
   El equipo inglés salió al campo con una presión casi asfixiante, al estilo Atlético de Madrid (quizá el entrenador inglés había estudiado bien a su rival), pero este Madrid no tiene nada que ver con aquel que se enfrentó a los colchoneros al comienzo de la temporada.  De manera que tras el primer cuarto de hora supo deshacerse de la presión moviendo el balón con rapidez, con criterio, en corto y en largo.
   En unos pocos minutos  los jugadores del  Liverpool empezaron a darse cuenta de que estaban persiguiendo sin fruto a sus rivales. El resto, la transición al desánimo, llegó de la mano de los goles.
  Y ahí acabaría la historia de este partido, si no fuera por la relevancia del rival y de la competición: sorprendentemente nunca se había logrado ganar en Anfield y la victoria despeja el camino para liderar el grupo al final de esta fase, aspecto no menor.
  Pero no podemos pasar por alto que el juego del Madrid fue extraordinario a lo largo de todo el encuentro. Fueron tres los goles, pero bien pudieron haber sido varios más.
  Siempre que se gana con esta contundencia resulta difícil destacar ni positiva ni negativamente a ningún jugador. Así sucedió ayer, pero por su importancia para el equipo bien merece destacar a alguno de ellos. Es el caso de Isco, que ayer dio un auténtico recital de combinar calidad y derroche físico en ataque y en defensa. Esperemos que este estado le dure y que Ancelotti se lo reconozca, incluso por encima de Bale. Al menos le obligará a ponerse las pilas al galés que por el momento está lejos de todos sus compañeros de ataque. Muy importante también la recuperación de un Benzema goleador, trabajador y como siempre asociativo.
   Sin querer ser ventajistas, (nos avala el haberlo anunciado por escrito) ya dijimos que el puzle que tenía que resolver este año el italiano vendría de la mano de la mejora del estado de forma del equipo. Que sería éste el que determinaría si los jugadores pueden o no encajar en un determinado puesto, cuando de grandes jugadores se trata. Y esto está ocurriendo con James e Isco, haciendo labores de centrocampistas ofensivos pero también capaces de defender y ayudar en estas tareas.

   Alguien ha dicho que en el encuentro del sábado contra el Barcelona ganará el equipo que mejor defienda. Decir eso con dos equipos con este potencial de ataque y que tienen vocación ofensiva puede parecer una paradoja, pero es verdad que será clave la actitud y tensión defensiva, y eso tiene que ver con el estado de forma. Ahí me da la impresión de que lleva ventaja el Real Madrid.
Será un partido apasionante como siempre, pero el Madrid no puede permitirse perder.  De haber hecho una pretemporada en condiciones, tal vez no sería un encuentro tan trascendente para los blancos. Veremos.

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