A pesar de la alteración del partido tras la desafortunada intervención del árbitro, que en unos minutos señaló dos penaltis inexistentes; los dos equipos siguieron con guion previsto. Un Elche encerrado atrás y muy bien ordenado, saliendo al contragolpe con gran soltura y obligando al Madrid a prestar más atención a la desactivación de ese peligro. En pocos minutos, fruto de esas salidas rápidas del Elche, llegaron las tarjetas a Carvajal y Marcelo. La llegada del tercer gol madridista supuso un punto de inflexión , pues a partir de ahí todo se volvió más lento en el equipo blanco.
Ancelotti anduvo coqueteando demasiado tiempo con la posibilidad de quedarse con diez jugadores. Terminó por arreglarlo con la sustitución de uno de los laterales, pero pudo haber sido tarde, ya que la expulsión de uno de ellos hubiera dado alas al Elche que había dado muestras de tener capacidad para achuchar.
La segunda parte resultó aburrida por lo que hemos mencionado. Con algunas tímidas intenciones del Madrid por sentenciar el encuentro, se pasó a la parsimonia habitual en que nadie se mueve sin el balón. Se mantuvo el pulso merced a las incursiones de Isco por la banda izquierda en compañía de Marcelo. El declive del equipo coincidió con el agotamiento físico de Isco. Solo los goles conseguidos al trantrán en el tramo final animaron el encuentro.
En una semana, y después de tres partidos con rivales poco complicados, parece que el equipo ha conseguido meterse en la competición. Todo apunta a que por fin ha comenzado la temporada para el mismo. La confirmación llegará el próximo sábado cuando se enfrente a un rival de nuevo más exigente y fuera de casa.
A la espera de esta confirmación, hay que saludar algunas buenas noticias. Por un lado, se ha recuperado la capacidad goleadora de un modo espectacular (no es fácil marcar dieciocho goles en tres partidos), marcando goles de muy diversa y bella factura. Por otro lado, parece que van encajando las nuevas piezas que ha obligado a Ancelotti a recomponer el puzle. Pero queremos llamar la atención de que ahora cualquier jugador que entra, encaja. Tanto da que juegue Benzema, como Isco, Illarra o Modric, Bale por la izquierda o por el centro, y James en la media punta o pegado a la banda. Aunque suene a ventajismo, lo habíamos escrito en una entrada anterior. Dijimos que la mejoría en el estado de forma ayudaría al entrenador a encontrar una solución a los desajustes producidos por las salidas y entradas. Lo lamentable es que no lo hayan visto y previsto con antelación.
Hay un par de aspectos que no quiero dejar de comentar; la necesidad de hacer rotar a Cristiano y a Bale, si queremos que lleguen al final de temporada en condiciones de disputar los momentos decisivos de la misma. Y la necesidad de seguir trabajando los desajustes defensivos. Hoy el Elche ha puesto en apuros a la zaga en varias ocasiones, y eso que Illarra ha estado muy bien (otra buena noticia). El sábado quizá salgamos de dudas o quizá regresen las mismas. Veremos.
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