Según el DRAE en su segunda acepción "bálsamo" es alivio, consuelo. En ese sentido, el partido vino a resultar un alivio para todas las cuitas individuales pendientes (véase, Casillas, Bale o Benzema) y un consuelo para todos los madridistas, después de dejar la Liga cuesta arriba en la tercera jornada.
Pero nadie debe engañarse, el partido volvió a mostrarnos las dos caras de este equipo, que además las muestra sin pudor alguno perfectamente diferenciadas en el tiempo. Pues la primera parte nos muestra una cara amable y cuando menos voluntariosa, y una segunda parte horrorosa en la que asoman todos los defectos tácticos y de ausencia de grupo: ausencia de equipo.
Ambos equipos comenzaron jugando con defensas adelantadas, lo que achicaba los espacios en los que jugar. En esta situación, quizá porque obligó al equipo a juntar más sus líneas, el Madrid combinaba bien, robaba con relativa facilidad ante la escasez de espacios para maniobrar por parte del equipo suizo. La banda más activa fue la derecha y por ahí logró abrir la lata Nacho (interesante solución adoptada para sustituir a Carvajal, que aplaudimos) después de una exquisitez de James. No se conformó con el resultado el equipo y en pocos minutos destrozó al contrario y puso el resultado definitivamente claro. Sin un orden excesivo, sólo con un poco de actividad por parte de todos, y con ciertas dosis de solidaridad, y por supuesto con la aparición de las valías técnicas indudables; se dejó el partido prácticamente resuelto. Apareció Bale (gol y asistencia), volvió a mostrarse incisivo Cristiano, y se ofreció a todos James (a mi juicio el mejor del partido).
Llegó la segunda parte y todo cambió por arte de no se sabe qué ley del comportamiento de este colectivo. Aparecieron las individualidades, y los chupones (véase Bale, que decide chutar cuando tiene dos compañeros completamente solos), desaparece el esfuerzo defensivo y la presión sobre el contrario. El equipo se alarga y los defensas comienzan a estar a merced de las llegadas del Basilea. Sólo la suerte impidió que los suizos se acercasen en el marcador, que de haberlo tenido más cercano quizá a estas alturas estábamos hablando de otra cosa.
En este equipo está pasando algo que se nos escapa, más allá de las especulaciones periodísticas a las que somos muy dados todos. El entrenador debe tener unos nervios de acero, si no es imposible entender cómo aguanta la abdicación del equipo conforme avanza el partido. Los cambios de nuevo no aportaron nada, entre otras cosas porque llegaron tarde, Chicharito jugó diez minutos.
Con todo, el partido ha servido, tal como decíamos al comienzo, para aliviar a Casillas (volvió a ser pitado de forma tozuda por algunos, pero también aplaudido por otros) que hizo un paradón de los suyos, tras un clamoroso error de Varane (salió poco concentrado); para aliviar a Benzema, que logró marcar después de su sequía goleadora (un magnífico gol, por cierto), y para aliviar a Bale, que en unos cuantos minutos buenos decantó el resultado (aunque el resto del partido desapareció).
La sensación es que el equipo está muy mal físicamente, que hay demasiados jugadores que no quieren sacrificarse defensivamente, y eso no hay centro de campo que lo aguante; y finalmente, hay muchos jugadores con afán de protagonismo. Sólo hay que observar el comportamiento de algunos de ellos cuando se trata de lanzar una falta. Estas cosas deben estar claras desde el vestuario, pero parece que Ancelotti el Diplomático no está por la labor de poner claras las cosas.
Es posible que esta actitud del entrenador de dejar hacer a los jugadores nos lleve al éxito de nuevo este curso, pero también puede que a más de uno nos haga ver los partidos con grandes dosis de irritación, por no emplear un vocablo malsonante.
Pero no se olvide que el consuelo es solo para lo que resta de semana. La Liga sigue su curso y el sábado no se puede fallar. De continuar ofreciendo estas segundas partes me temo lo peor. Veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe con letra minúscula. Los comentarios con insultos serán eliminados.