jueves, 12 de diciembre de 2019

Rodrygo y Vinicius entran por el centro. Brujas 1 - R. Madrid 3

   El Brujas propuso de nuevo, al igual que hiciera en el Bernabéu, un partido con acción sin tregua. De manera que, mientras mantuvieron las fuerzas intactas, el Madrid no fue capaz de desembarazarse del atosigamiento a que le sometió el conjunto belga.
   Así transcurrió casi toda la primera parte. Con pocas ocasiones de gol por ambas partes y un juego bastante trabado y deslavazado; llegando en muchas fases del mismo a parecer un correcalles.
   Ahí estuvieron muy atentos y acertados tanto Varane como Militao, dos centrales con enormes cualidades, entre las que destaca la velocidad; pero que a la hora de sacar el balón alternan buenas acciones con lapsus graves que cuestan goles, como el tanto que logró el Brujas, merced a la metedura de pata de Militao en el pase horizontal que no llegó a su destinatario. Si a ello añadimos los frecuentes apagones en la salida de balón de Odriozola, encontraremos la explicación a ese atosigamiento que sufrió el equipo a lo largo de ese primer período.
    ¿Y arriba qué? Pues con esas dificultades en la salida del balón y la fuerte presión del rival hicieron que nuestros delanteros estuvieran más pendientes de defender que de otra cosa. Sólo a veces una tímida presión adelantada de Jovic que resultaba totalmente infructuosa, al no ser secundado por el resto de jugadores, a la vez que estiraba al equipo en exceso.
     La segunda parte cambió notablemente y poco a poco el panorama. El Madrid tocó mejor, adelantó un poco más las líneas y el Brujas fue disminuyendo la intensidad de su juego. Los laterales comenzaron a aparecer (especialmente notable la profundidad de Odriozola), permitiendo una nueva variente interesante en el juego de Rodrygo y de Vinicius: la aparición por el centro del ataque.
       Esas entradas de Vinicius y Rodrygo por el centro de ataque fueron la clave de que, con número escaso de llegadas a portería, el equipo acabara inclinando la balanza claramente en el marcador y en el juego a su favor. Especialmente llamativo es el desparpajo con que se desenvuelve Rodrygo en las inmediaciones del área, recordando por momentos al mejor Raúl, pese a que no tengan nada en común en sus condiciones físicas y técnicas. Bien haría Zidane en explorar las posibilidades que estos dos jugadores pueden aportar entrando por ahí; al igual que se hace necesario otorgar más profundidad a Mendy y un mejor trato con el balón en los centros al área.
     En cualquier caso, buen juego a ratos y buen resultado con un equipo plagado de suplentes, ante un equipo incómodo. Pero no hay que olvidar que la tardanza en armar el equipo nos ha costado comparecer como segundos en el sorteo del próximo lunes. Casi imposible apelar a la suerte en el sorteo: todos son de primer nivel. Veremos.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Adónde va el periodismo. R. Madrid 3 - R. Sociedad 1

   Es verdad que pretender que Zidane haga una rueda de prensa amena sobre cuestiones de tipo táctico es un imposible. Pero de ahí a convertir en objetivo prioritario "la cuestión Bale" hay un trecho del que los únicos responsables son los periodistas.
    Y es que en un partido como el de ayer, tan interesante desde el punto de vista táctico. En un partido tan interesante como el de ayer por las variaciones en el juego que se experimentaron a lo largo del encuentro. En un partido tan interesante como el de ayer por las reacciones de uno y otro equipo al marcador y al vestuario... 
     Pues bien, con todo eso y mucho más para analizar y comentar con el entrenador, las tres primeras preguntas, más otras dos más en el transcurso de la rueda de prensa, van dirigidas a "la cuestión Bale".
   Cabe por eso preguntarse qué clase de periodismo es este, hacia dónde caminamos por estos derroteros, qué conocimiento vamos a despertar en los oyentes o los lectores, dónde hemos decidido fijar o poner los focos en este oficio.
     Ayer la Real Sociedad sometió al Madrid durante más de media hora gracias a un despliegue táctico en el terreno de juego espectacular. Y , ni el equipo, ni el entrenador encontraron una solución a los problemas que la presión adelantada realista le ocasionaba. El centro de campo del Madrid no podía o no sabía cómo operar, con un Modric y un Valverde casi desaparecidos. Sólo el empuje, más voluntarioso que otra cosa, del último cuarto de hora propició el empate; que junto al gol tempranero de la segunda mitad permitieron una remontada que no se veía por ningún lado.
     La segunda mitad fue algo muy distinto porque los dos jugadores mencionados aparecieron de repente en posiciones más avanzadas y dieron pie a la victoria. Eso sí, con un Benzema incansable y efectivo, un Hazard que ya está en forma (lástima que tuviera que maniobrar tan lejos del área), y una nueva buena intervención salvadora de Courtois en los momentos puntuales. El Madrid dominó algo más el juego, se desplegó bien en el contragolpe, y generó más ocasiones de gol. 
    Todo el equipo ha subido un peldaño en su estado de forma, pero han de hacerse mirar los despistes del calibre del de Ramos en el primer gol donostierra, porque ante equipos más potentes físicamente (quizá este fue el origen del gran cambio experimentado en la segunda mitad) te puede costar el partido. Ahí viene el PSG el próximo martes como piedra de toque.
     Entendemos y compartimos la pitada a Bale cuando salta al terreno de juego, no tanto que se prolongue durante el encuentro cada vez que toque la pelota. Se nos escapa en qué beneficia al equipo. El divorcio debe operarse cuanto antes en los despachos, pero mientras tanto parece que el entrenador lo necesita; por tanto, dejémosle actuar en el terreno de juego con tranquilidad. Y en todo caso, recriminar su falta de actitud cuando se produzca. No fue el caso de ayer,  donde, por cierto, no estuvo nada mal. Más de la mitad del ruido que se armó ayer ha estado alimentado por los medios de comunicación, y lo comentado al inicio sobre la rueda de prensa lo deja meridianamente claro: lamentable.
      La buena noticia es que el equipo parece estar mucho mejor y que el parón no ha influido en el juego del equipo en absoluto. Parece un buen momento para recibir al PSG. Veremos.
     

jueves, 7 de noviembre de 2019

Rodrygo. ¿Nacimiento de una estrella? R. Madrid 6 - Galatasaray 0

   Vivimos en un mundo entregado a la impaciencia y a la exageración, para lo bueno y para lo malo. A pesar de que los madridistas tenemos en la memoria la aparición fulgurante de Robinho en aquél partido contra el Cádiz el día de su debut, y la consiguiente decepción por las enormes expectativas despertadas en el momento; de nuevo volvimos a caer en el error con ocasión de la aparición de Vinicius por estas fechas, sosteniendo al equipo durante parte de la temporada.
   Ayer asistimos asombrados la irrupción de otro jugador que logró encarrilar el encuentro en tan solo unos minutos con un desparpajo inusual. Siendo así que marcó tres goles muy diferentes, mostrando diversas cualidades. Y volvemos a darle vueltas a si este será el jugador buscado tanto tiempo.
   Pero qué hace diferente a nuestro juicio el caso de Rodrygo a los otros dos. Vaya por delante que no hemos amortizado ni mucho menos el caso de Vinicius. Al contrario. Como hemos defendido en otras entradas, nos parece un jugador extraordinario y con un potencial por descubrir; pero por las razones que sea no goza de la confianza del entrenador. Razón por la cual no podemos centrarnos en él.
   Lo que diferencia a Rodrygo es la madurez con que se desenvuelve a la hora de posicionarse en el terreno de juego. Parece que hace exactamente lo que el entrenador le pide. No en vano, ha relegado a Lucas Vázquez a la suplencia, haciendo de Lucas Vázquez con una mejoría notable, claro está. Es muy generoso en el esfuerzo. En los partidos anteriores en que ha sido titular se ha vaciado en ese lateral derecho, barriendo todo el lateral de fondo a fondo; mostrando con ello un estado de forma espectacular en el momento oportuno. Es capaz de entrar por todas las posiciones de delantero. Ayer experimentó entrando por la frontal, y el resultado fue una obra maestra que culminaba su Hat-trick en el partido. Su asociación con el resto de compañeros quedó de manifiesto también en ese tanto. También ayer mostró que a pesar de su endeblez física sabe atacar la pelota con ambas piernas e incluso cabecear como lo hizo en uno de los tantos. Y aquí lo dejamos por no alargar más esta entrada. 
   Por tanto, ¿es diferente a los demás?, sí. ¿Significa eso que estamos ante una estrella? Esta cuestión es mucho más difícil de responder sin caer en el voluntarismo o en el mero vaticinio. Con todas las cualidades que hemos desgranado anteriormente es difícil que no llegue a ser un jugador importante; pero con tan solo dieciocho años resulta muy aventurado saber qué va a hacer y qué van a hacer con él. Sólo hay que mirar el caso de Vinicius: Lopetegui lo mandó al Castilla, Solari lo catapultó a la titularidad, Zidane lo descabalgó, y ahora se ve obligado a deslumbrar en los veinte minutos que le da cada dos o tres partidos si no quiere ir a la grada. En conclusión: visto lo visto, hay que tener paciencia  con jugadores tan jóvenes. Y esperar que las urgencias que siempre acompañan a este equipo o las circunstancias no malogren su progresión. Otra cosa es la esperanza o la ilusión. Esas caminan por libre, como sus opuestas.
    Desde luego, contra el Galatasaray nos ha hecho recobrar la ilusión; con el permiso de Benzema que en cuestión de asociación es un auténtico maestro, y del resto del equipo, que ayer hicieron un gran partido. 
    Se ganó con mucha facilidad, pero no hay que olvidar que hace solo tres días el Betis se atragantó hasta el punto de impedir el liderazgo de la Liga. Por cierto, con otro gran partido de Rodrygo.
    El sábado está a la vuelta de la esquina. Veremos cómo gestiona Zidane el asunto Bale. Ayer rectificó el error de sentar a Valverde frente al Betis. Sentar a  Rodrygo ahora le va a resultar más complicado, al menos en un Bernabéu que está hasta el gorro del galés. Veremos.

jueves, 31 de octubre de 2019

Zidane y las circunstancias. R. Madrid 5 - Leganés 0

   Aunque la entrada está referenciada al partido de Liga, resulta obligado hacer algún comentario respecto de la suspensión del encuentro con el Barcelona y al partido de Liga de Campeones sobre el que no hemos escrito.
   Comenzando por la suspensión, aunque nunca se puede saber qué hubiera ocurrido si..., lo cierto es que los resultados obtenidos son positivos, toda vez que en ambas competiciones se han salvado escollos muy importantes. El no tener pendiente ese partido siempre trascendente con el máximo rival, ha permitido serenar los ánimos y trabajar con mayor calma. Si a eso se unen circunstancias particulares relacionadas con las lesiones, que también han obrado en favor, paradógicamente, del equipo; pues miel sobre hojuelas. Pasamos de una situación delicada para entrenador, jugadores y club, a una situación mucho menos apremiante, y no exenta de ciertas esperanzas de que quizá esto se pueda reconducir.
   Con todo, no debemos engañarnos, la realidad es que se ha ganado sucesivamente al colista del grupo de Champions y al colista de la Liga. Es verdad que se ha goleado a este último, pero también lo es que el Leganés no vino al Bernabéu a morder, que es la asignatura pendiente de este equipo: los equipos que le atosigan durante los noventa minutos.
  En cualquier caso, por un lado, la clasificación manda y esa ha mejorado; por otro, en este tiempo han aparecido algunas mejoras bastante significativas. La recuperación de la confianza por parte de Courtois, la mejora del centro de campo con la incorporación de Valverde (extraordinario su partido en Turquía), el estado de forma de Casemiro y Kroos (nada que ver con la pasada temporada, especialmente del alemán), la incorporación de Rodrigo con destellos atacantes de gran calidad, y finalmente el que lleva un año completo siendo el mejor jugador del equipo (Benzema), conforman un cambio en la cara del equipo sustancial.
   Ahora habrá que ver cómo gestiona Zidane todo lo ocurrido cuando vuelvan los pesos pesados a estar disponible. Isco sigue sin aportar ni merecer la entrada, James parece tener dudas, Marcelo parece seguir por delante, pese a ser un problema grave en defensa... Pero lo que interesa saber es qué va a hacer con Modric y Bale. Rodrigo está haciendo las veces de Lucas Vázquez, cumpliendo incluso con la misión defensiva que ha llevado a este a ser casi titular en los equipos de Zidane; pero además aporta una aceleración y desborde fuera del alcance de Lucas. Valverde tiene hoy por hoy un despliegue físico que el equipo necesita y al que Modric no puede llegar. 
   En fin, todo esto siempre teniendo en cuenta que se basa en partidos que, como hemos dicho, no permiten extraer demasiadas conclusiones. ¿Tendrán la oportunidad estos jugadores noveles de fajarse con otros equipos más exigentes? 
   Esa es la pregunta clave que solo Zidane va a responder. Es posible que a día de hoy ni él tenga la respuesta. Quizá espere que las circunstancias y avatares de la plantilla le den la respuesta como tantas veces. Veremos.

martes, 22 de octubre de 2019

Zidane con la mente en Turquía. Mallorca 1 - R. Madrid 0

   Que en el minuto siete de partido tu equipo muestre todas las carencias en una sola jugada pero trascendental, es bastante irritante; sobre todo para los aficionados que contemplamos cómo ni el entrenador, ni los jugadores habían preparado a conciencia este partido. En un contragolpe en el que tienes mayoría de defensores terminas dejando que el contrario maniobre y descoloque a toda la zaga, ya de por sí poco ordenada. Ni James asiste a su compañero Odriozola en el uno contra uno que ha de solventar contra el jugador más determinante del equipo contrario, Lago Junior (se supone que debían saberlo antes de saltar al terreno de juego), ni el propio Odriozola maniobra bien al proteger la banda en lugar del disparo que ofrece más ángulo al delantero, ni el resto de defensores tienen a su par cubiertos. Este desmadre se volvió a repetir en varias ocasiones.
    Se podrá alegar que tenían la mente puesta en Turquía, pero cuando se ha repetido hasta la saciedad que la Liga es la competición prioritaria, no se puede a renglón seguido descolocar el equipo a la primera dificultad que abordas en la Champions. Es el propio entrenador el que se había impuesto esa prioridad. El equipo, a pesar de los pesares y del mal juego, seguía siendo el líder de la competición. Ya sabías que el Barça se acercaba peligrosamente, pero tú decides que lo prioritario es la Champions. Parece una contradicción más de Zidane entre lo que dice y lo que hace.
     En una interpretación simple, podríamos decir que los suplentes (Odriozola, Isco, Jovic, Vinicius) no respondieron a lo que se espera de ellos en un partido propicio para reivindicarse. Pero el juego desplegado por el equipo titular tampoco ha sido espectacular en lo que va de temporada. Le ha costado encontrar un once que funcione, si es que la entrada de Valverde en el centro del campo puede considerarse la tecla clave, tal como habíamos apuntado en nuestra anterior entrada. Por tanto, lo que corresponde cuando has encontrado el once que mejor te ha funcionado es insistir con él, al menos durante unos partidos que permitan coger los automatismos necesarios. Al fin y al cabo el más damnificado por el periplo de selecciones era Casemiro, y este estaba alineado de nuevo. 
    No lo hizo así el entrenador. Prefirió arriesgar con jugadores que no están a la altura o que no están en forma y el resultado fue catastrófico; porque se perdió el liderazgo y apareció el raca-raca del banquillo. Ahora ya para quedarse, porque, como ya dijimos a comienzos de temporada, esta vez no va a haber paciencia con Zidane. 
    Todo el equipo estuvo mal, pero dio pena ver a Isco en el campo. La intrascendencia de su juego, la falta de chispa y la sensación de estar desnortado.  Jovic no pudo dar ni pena porque no tocó la pelota. James no entendió que era un partido para fajarse, y lo evidenció en la jugada del gol que hemos comentado arriba. A Vinicius le faltó clarividencia a la salida brillante en ocasiones de sus arremetidas. Y Marcelo y Odriozola demostraron una vez más que defensivamente dejan mucho que desear y que tampoco en ataque se prodigaron; justificado en el caso del vasco porque tenía un hueso duro de roer. 
    Así que nos encaminamos de nuevo al partido decisivo de hoy martes en que el Madrid se juega demasiadas cosas. Se la juega el equipo en la competición; si pierde será imposible seguir en la misma. Se la juega el entrenador, porque la derrota le deja en una posición muy delicada. Se la juega Florentino, porque se vería obligado a tomar una decisión muy arriesgada a comienzos de la temporada y fuera de su competición fetiche. Y finalmente, nos gustaría decir que se la juegan los jugadores, pero esto nunca es así porque a ellos no se les puede echar, y menos a la altura de la temporada en que estamos.
     Esperamos que el entrenador no se equivoque de nuevo, haya estudiado a su rival y ponga en el terreno de juego a los jugadores que están más en forma. En unas horas lo veremos. 
     

lunes, 7 de octubre de 2019

Valverde puede ser la pieza clave. R. Madrid 4 - Granada 2

    Dado que Zidane no parece un gran táctico; como le ocurrió en su anterior período de entrenador, trata de buscar un once que le funcione. Sabe que dispone de grandes jugadores y que sólo tiene que tener paciencia para encontrar su mejor estado de forma colectiva. Va ajustando las piezas como si fuera un puzzle, hasta completarlo. En esta tarea, nada fácil por la gran cantidad de piezas y variables que ha de mover y ajustar, suele tener resuelto primero el problema del estado de forma porque es ahí, en ese punto, donde encuentra la pieza clave.
   En este curso, andaba buscando el Pogba que él había pedido como pieza clave. Pero se ha visto imposible porque muchos de los jugadores no estaban en el estado de forma adecuado (véase Hazard, Bale, Modric...). Por eso se ha visto obligado a hacer algunas variantes tácticas que no le han funcionado. Le costaba mover las piezas, porque les faltaba movilidad.
    Cuando la mayoría de los jugadores han adquirido un punto aceptable de forma y de compromiso con el equipo, aparece la pieza que necesitaba para completar el puzzle. Esa pieza es Valverde.
    Frente al Granada (segundo en la tabla clasificatoria) hizo un despliegue físico impresionante; pero sobre todo demostró las muchas cualidades que atesora, y que hoy son una realidad: Buena colocación, salida del balón sin complicaciones, robo, velocidad en el contragolpe y en el repliegue, incluso, buenos pases interiores hacia la delantera. Y sabemos de su buen disparo que en este partido no tuvo oportunidad de mostrar.
      La apuesta de Zidane por él estando su tripleta del centro de campo disponible es un indicio de que este es el jugador que él andaba buscando. No vamos a poder comprobarlo porque al parecer Kroos ha resultado lesionado; pero el partido contra el Barça nos dirá si estamos en lo cierto, en caso de que para entonces el alemán esté disponible. 
     El partido fue mucho más que esto; pero para nosotros esta fue la principal idea por la importancia que puede tener de cara al futuro. En un día que no contaba con la presencia del portero titular (un error de Areola pudo meter al Granada en el partido: dejemos de jugar con la portería), que no tenía laterales izquierdo disponible (tuvo que hacer Carvajal de tres), y que Vinicius no iba ni convocado; el equipo logró sacar adelante el encuentro con relativa facilidad. Sólo el error señalado metió al Granada en el encuentro e introdujo el miedo en el cuerpo en los minutos finales, donde ellos demostraron porqué están donde están. Su poderío por arriba es tremendo, y la presión asfixiante.
    Buenísimas noticias de Hazard, porque estuvo incisivo, voluntarioso y obtuvo el premio que buscaba desde comienzos de temporada: un grandísimo gol. También volvió a estar pletórico Casemiro; el gran culpable de que estemos en lo más alto de la tabla.  Bien en ataque Odriozola, no tanto en defensa. Excelente el pase de Bale y la definición de Benzema en el primer tanto. Pese a que el galés no volvió a brillar, se mostró algo más participativo que de costumbre. Y muy bien James en el poco tiempo de que dispuso; su presencia es determinante cuando está físicamente bien como es el caso.
    Ahora viene un parón liguero. Mallorca será clave para afrontar el partido contra el Barça con mayor o menor tranquilidad. Veremos cómo regresan de las respectivas selecciones.

jueves, 3 de octubre de 2019

Vuelven las dudas. R. Madrid 2 - Brujas 2

   Que en los tres anteriores partidos el entrenador parecía haber encontrado la fórmula  para motivar a una plantilla desorientada y necesitada de seguridad defensiva, es totalmente cierto. Y ello ante equipos de la parte de arriba de la tabla. 
    Aunque se había sacrificado la posibilidad de desplegarse ofensivamente con empuje y frescura, la solidez defensiva bien merecía la pena; puesto que dotaba de mayor confianza en sí mismo del equipo. Pocos aspectos de este juego desaniman y destrozan más a un equipo que el hecho de encajar goles con facilidad. 
   Sin embargo, justo el día que más necesidad tenían de mantener y confirmar la mejoría mostrada en dichos encuentros, aparecen de nuevo los fantasmas en forma de desajustes, despistes y caos organizativo en que se convirtió de nuevo el juego del Madrid. 
   No podremos extraer conclusiones claras de a qué se debe esta nueva sorpresa, pues , al margen del funcionamiento colectivo, solo hace falta analizar uno por uno la actuación de cada jugador. Salvo Casemiro y quizá Benzema, todos ellos estuvieron muy por debajo del nivel exigible, máxime si hablamos de la Champions. De esta manera, se puede explicar este nefasto partido que deja al equipo tocado.
   No sabemos si es que tres partidos consecutivos (aunque varios de ellos solo habían jugado dos) es mucho tiempo para sostener la concentración y la tensión necesarias para caminar por el fútbol actual, o es que este equipo ha llegado al límite en el elemento fundamental de la motivación. El caso es que hemos vuelto al punto de partida. Escuchando a Zidane no parece que se pueda extraer una respuesta a la pregunta de por qué esto no acaba de funcionar: vuelve al tan manido tema de la falta de intensidad. Aunque fuera cierto lo de la intensidad, que no lo es a nuestro juicio, habría que exigir una explicación del porqué se produce. 
   Dicho esto, hay dos aspectos en los que no nos gusta entrar; pero no creemos que aporte absolutamente nada a la causa esos pitidos a algunos jugadores. Entre otras cosas porque no se lo merecen. Y es que el Bernabéu parece haber decidido descargar su frustración sobre determinados jugadores. Especialmente dañina resulta cuando se trata de jugadores cuya actitud es siempre extraordinaria. El hecho de que en un momento puntual no salga un regate, un remate, una jugada... no es motivo para emprenderla a pitidos con ellos. Este hecho solo genera dudas, frustración, desconcentración y enfado en el jugador. Intolerable resulta en los casos de Vinicius o Courtois. Uno por ser demasiado joven; el otro, por tener un puesto tan singular como es la portería, sensible a los nervios. Por cierto, Vinicius apenas juega veinte minutos por partido. Con diecinueve años suele salir para intentar solucionar lo que otros once no han sabido o podido hacer en setenta minutos, y ¿a la segunda pelota que le llega se puede empezar a pitar porque su elección no ha sido del agrado del "respetable"?  
   Esperemos que al menos en la Liga estén más entonados y se despejen las muchas dudas que han vuelto a planear sobre el Bernabéu, si es que en algún momento se disiparon. El sábado veremos.

jueves, 26 de septiembre de 2019

En evidencia. R. Madrid 2 - Osasuna 0

    En realidad el titular estaba pensado para el partido contra el Sevilla, pero la premura con que se suceden los encuentros a lo largo de la temporada nos ha llevado a unificar ambas entradas. 
    El partido en Sevilla ya nos puso en evidencia a más de uno, y de manera especial a quien suscribe estas páginas. No solo porque al finalizar la jornada el equipo se situara colíder y por tanto lejos de la destitución de Zidane, como vaticinábamos tras la debacle de París, sino porque se hizo todo lo que demandábamos en aquella entrada: funcionar como un  equipo, correr con y sin balón e introducir alguna variante táctica.
    De todo lo anterior hacíamos incapaz a Zidane, visto lo visto hasta ahora en los seis meses largos que lleva al frente del equipo en su segunda etapa. Por ello no nos queda otra que reconocer nuestra precipitación en el análisis, al tiempo que nos alegramos un montón, como no puede ser de otra manera.
    Dicho esto, habremos de añadir que también ha quedado en evidencia el propio Zidane (por su defiente preparación del partido contra el PSG); pues él mismo ha demostrado que había otra forma de afrontar el partido en París, que tal vez hubiera arrojado un resultado muy distinto. El gran acierto de Zidane contra el Sevilla fue situar a Hazard y a Bale a defender de verdad, al tiempo que no renunciaron a desplegarse en ataque cuando tocaba tener la posesión o cuando se salía en contragolpe. El resultado fue un equipo mucho más compacto y difícil de batir: el Sevilla apenas inquietó la portería de Courtois.
   Y finalmente, han quedado en evidencia los jugadores, porque tanto contra el Sevilla, como contra el Osasuna (aquí con otras connotaciones al haber ocho cambios) han demostrado que el nivel de compromiso podía haber sido algo mayor del que se vio contra el PSG. 
   Repartidas las culpas, queda felicitarse por el nuevo rumbo y las buenas noticias en el terreno individual que van apareciendo. Por un lado, la situación en la tabla clasificatoria en la Liga; por otro, la aparición de lo que en los medios denominan "la unidad B", y que Zidane potencia al presentar nada menos que ocho cambios para el partido contra el Osasuna; y finalmente la progresión de algunos jugadores o las señales que muestran algunas de las incorporaciones. En progresión tenemos a Vinicius, Rodrigo (vaya gol que nos regaló nada más entrar en el terreno) y Valverde. Y las señales que nos dejaron Mendy, el día del Sevilla, y Militao, Jovic y Areola contra el Osasuna.
     Fue valiente Zidane al poner patas arriba la alineación contra Osasuna. No le salió mal. Esperemos que eso sea un mensaje a todos los jugadores titulares de que han de adquirir un verdadero compromiso de solidaridad si quieren seguir ostentando la titularidad. No obstante hay una posición que se nos antoja muy difícil de sustituir que es la de Casemiro. No en vano el propio entrenador lo ha mantenido en los tres encuentros consecutivos. Pero este es otro tema que afecta al diseño de la plantilla, y que venimos señalando desde hace varios años; desde que Kroos no quiere jugar en esa posición. Por cierto, alemán y brasileño son los jugadores más en forma que tiene el equipo hoy por hoy.
    ero esto no para. En nada estamos jugando el liderato en otro partido de máxima exigencia, en el que habrá que confirmar la mejoría física y táctica de estos dos encuentros. Veremos.
  

viernes, 20 de septiembre de 2019

Pesimistas. PSG 3 - R. Madrid 0

  A nadie puede sorprenderle el resultado, ni a priori (dados los antecedentes en Liga) ni durante el encuentro, ya que fueron desbordados en todas las líneas, y aún fueron pocos los goles encajados.
 No creemos que sea un problema de intensidad como el entrenador parece que ha dado como justificación. No vimos al equipo perezoso de otras ocasiones; pero si vimos a unos jugadores que mordían desde el primer minuto hasta el último, y desde el delantero hasta el último de los defensas:  el PSG.
  Algunos especulan con la que le podría haber caído de haber estado el trío titular en el campo (Neymar, Cavani, Mbappe); sin embargo creemos que quizá todo hubiera cambiado ya que lo que asfixió al Madrid fue la presión a la que le sometió el equipo parisino. Presión que quizá con estos tres en el terreno de juego no hubiera sido posible. En fin, esta es una especulación interesada y que no conduce a nada.
  Lo cierto es que tenemos la sensación de que Zidane tiene dudas en defensa desde comienzos de temporada. Probó alguna variante de cinco defensas que le salió fatal, volvió a probar con la alineación de siempre, que le resultó algo mejor; y ha seguido tirando con ella y con las circunstancias de las lesiones que le han ido aliviando el problema de las alineaciones. 
  Tres cuestiones queremos señalar sobre esta segunda etapa de Zidane en el Madrid:
  En primer lugar, que continúa con la misma idea de que han de jugar los que él cree que son los mejores, y no los que más en forma o mejor están trabajando. En su equipo han de estar Marcelo, Bale, y ahora Hazard, sí o sí. 
   En segundo lugar, que sigue sin afrontar los partidos teniendo en cuenta los puntos fuertes del rival. Así le vemos salir con tres delanteros puros en el Parque de los Príncipes, despoblando el centro del campo y desguarneciendo el sistema defensivo, que es la asignatura pendiente desde hace mucho tiempo, además de perder el control del juego en la mayor parte del encuentro.
   En tercer lugar, no ha hecho evolucionar el equipo hacia un nuevo modelo de juego que se está imponiendo en toda Europa (Ajax, Liverpool, Tottenham...), cual es el de la necesidad de encimar y correr cuando tienes el balón y cuando no lo tienes. Los tres jugadores del centro del campo (Casemiro, Kroos y James) son jugadores lentos a la hora de pensar. Kroos y James, en su mejor versión no pueden correr noventa minutos. James lo hizo contra el Levante, pero no pudo repetir el miércoles. 
   Todo ello sin entrar en qué jugadores han de estar en el terreno de juego. Pues consideramos que esta es una cuestión muy opinable. Tenemos claro que Vinicius jugaría en nuestro equipo mucho más tiempo; pero la verdad es que la cuestión no es exactamente esa, sino lo señalado en los tres puntos.
 En esta ocasión Zidane no ha logrado hacerse con las riendas del equipo como lo hizo en su primera temporada, y es que los tiempos han cambiado y el Madrid no acaba de fiarse de él puesto que ya lleva más de medio año dirigiendo al equipo y el equipo no mejora. 
 Esta puede ser una de las razones por las que el Club no le ha traído a Pogba, un jugador que no convence a nadie más que a él mismo. Una inversión muy cara para que, si la cosa no mejora, se lo tenga que tragar el próximo entrenador. 
 Si Zidane vino con la condición de renovar la mayoría del equipo, en cuanto ha constatado que no le han hecho caso, lo que debió hacer es forzar a riesgo de ser cesado. De lo contrario, que no venga después hablando de que no le han traído lo que pidió.
  El fútbol es muy caprichoso y difícil predecir lo que pueda pasar, dado que la cuestión fundamental siempre es si la pelota entra o no entra. Pero a nuestro entender Zidane tiene los días contados, ya que no va a ser fácil que este equipo remonte el vuelo con estos mimbres y su concepción del juego y del equipo. 

martes, 28 de mayo de 2019

Fin de temporada: revolución o remodelación

 Hacer un balance de la temporada nos resulta pesado, porque tenemos la sensación de que es volver a rememorar una pesadilla interminable. Pero es necesario si queremos llegar a extraer algunas conclusiones que nos permitan abordar la próxima temporada con mayores garantías de competir hasta el final.
   Siendo conscientes de que no siempre se puede ganar, ya intuimos a comienzos de temporada que la cosa iba de transición, dado que los llamados a dar un paso adelante (Bale, Asensio, Benzema, Isco…) enseguida se desentendieron de esta nueva función. Todos miraron para otro lado. Ninguno quiso asumir la responsabilidad, salvo el francés conforme avanzó la temporada. Los llamados a cubrir el hueco dejado por Cristiano abdicaron a las primeras de cambio. A ello se añadió el estado lamentable en que regresaron del Mundial varios jugadores cruciales en el juego del equipo: Modric, Kroos, Casemiro, Varane…
   Así que con estos mimbres ni Lopetegui que, a pesar de traer ideas renovadas, exigía un compromiso físico mucho mayor que en etapas anteriores; y por tanto se encontró con que el patio no estaba para esos derroches; ni Solari, que volvió a esquemas anteriores; pero que, favorecido por los resultados, relegó a algunas piezas importantes que a la postre terminó por necesitar, y que se cobraron venganza; ni Zidane, que vino a hacer la revolución desde dentro, pero que ha sido incapaz de levantar un equipo cada vez más hundido y desdibujado.
   De la etapa de Lopetegui nos queda el cansancio que genera en los jugadores un Mundial (casi todos los jugadores del Madrid lo disputan) que imposibilita el imprescindible descanso mental. Tampoco ayudó el invento de la Liga de Naciones que se sacó de la manga la UEFA.
   De la etapa de Solari nos quedamos con la explosión de Vinicius y con que es imposible formar un equipo ganador creando enemigos irreconciliables que terminan por minar la convivencia del grupo.
   De la etapa de Zidane no nos queda nada de momento. Tiempo absolutamente perdido, porque ni siquiera habrá podido extraer conclusiones de los jugadores que le sobran. En un equipo descompuesto por completo nadie es culpable de nada, y todos son responsables del desastre.
   Así que nos hallamos ya en vacaciones y con el mercado en ebullición. Pero sin tener claro qué es lo que queremos y cuánto estamos dispuestos a dar por ello.
   Se supone que queremos traer jugadores importantes que aporten algo distinto al equipo. Se supone que queremos traspasar a jugadores que no sirven para el próximo proyecto. Pero ambas medidas requieren acudir a un mercado que se ha vuelto loco a juicio del Presidente del equipo. De este modo, jugador por el que se interesa el Madrid, automáticamente pasa a costar el doble de lo que el club cree que vale realmente. Por el contrario, con la temporada que ha realizado el equipo, todos los jugadores han quedado devaluados, salvo Vinicius.
    Con estas premisas, la tan cacareada renovación en forma de revolución puede que se quede en una remodelación de un par de fichajes importantes y poco más. A eso apunta la renovación de Kroos y la insistencia en la alineación de Marcelo en la etapa Zidane II.
   No creemos que vaya a haber grandes cambios en un equipo que conserve a todos los pesos pesados del mismo: Ramos, Marcelo, Modric, Casemiro, Isco… La cuestión iría más bien por una nueva etapa de Zidane en el equipo con algunos cromos que compensen las salidas de Cristiano y Bale. E intentar a partir de ahí reeditar tiempos pasados.
   Si acierta con esos dos o tres fichajes, podemos estar de acuerdo en que es la única forma de que Zidane saque a flote un equipo campeón de nuevo; ya que no le vemos construyendo un equipo totalmente renovado y con un nuevo sello que a cortísimo plazo (el Bernabéu no va a tener paciencia alguna en la nueva temporada) enderece el rumbo y lo conduzca a buen puerto.
   Poco importa lo que pensemos nosotros que se deba hacer (un lateral izquierdo, un centrocampista defensivo, un punta desequilibrante y un delantero centro puro), lo que interesa es que lo que venga mejore sustancialmente a lo que se tiene, que sea personal contrastado y de fácil adaptación (recordemos de nuevo la impaciencia a la que se va a enfrentar todo el club). Y ahí sí; tendrá que ser lo que el mercado dicte.
  P.D. Todo ello sin contar con espantadas tipo Ramos, acaecida después del escrito de esta entrada. El verano es muy largo y propicio para calentar las cabezas.

jueves, 4 de abril de 2019

Castaña. Valencia 2 - R. Madrid 1

  Nunca creí que la palabra castaña tuviera tal cantidad de acepciones en el diccionario de la RAE. Pero lo más curioso es que no pocas de esas acepciones son aplicables a nuestro equipo en la situación actual. Veamos.
  De la acepción número nueve no vamos a hablar, porque ahí tenemos a Bale para desmentir a la RAE: no solo las mujeres se hacen una castaña con el pelo. Todo su juego se ha recogido y  encogido, cual castaña.
  La entrada número diez dice que coloquialmente hace referencia a una borrachera. Cuando se ha bebido durante tanto tiempo del "líquido" del éxito, es muy posible que este sea uno de los efectos. Todo el mundo sabe que la bebida no causa el mismo efecto sobre todos los cuerpos...
  La acepción número once hace alusión a una bofetada. Pues eso, solo que un poco aumentada es lo que esta temporada se está dando el club: un bofetón morrocotudo. El Valencia puso en evidencia lo que en los dos partidos anteriores ya se veía venir.
  En la número doce se alude a un golpe, trompazo. Y esto es lo que lleva camino de ocurrir en lo que resta de temporada, si no ponen remedio a la situación. Nosotros seguimos opinando, en contra de la mayoría, que la temporada no ha terminado; que esto no va de cerrar con dignidad la temporada (que también), sino de que por detrás vienen tres galgos con una velocidad considerable. El primero de ellos ya te dejó ayer bien claro que está en un estado de forma impresionante y que quiere un puesto en la Liga de Campeones. Atentos porque el bofetón puede tornarse en trompazo.
  La número trece, por seguir el orden académico, nos habla de una "cosa aburrida, fastidiosa o de mala calidad". Y es que no es fácil encontrar una definición mejor para el fútbol que despliega este equipo. Cuidado que nos han aburrieron contra el Huesca... Y ayer no decimos nada... Pues eso, estamos "fastidiados" viendo un juego tan paupérrimo.
   Y acudiendo a las locuciones, bien que nos están "dando la castaña esta temporada", porque esto se parece al fútbol de calidad que se supone al mejor club del mundo "como un huevo a una castaña". Pero no olvidemos que esto "está pasando de castaño oscuro" y que como no se espabilen esta temporada los jugadores, ni Zidane que ha venido para "sacar las castañas del fuego", logrará su objetivo. 

martes, 19 de marzo de 2019

El regreso de Zidane. R. Madrid 2 - Celta de Vigo 0


   Como decíamos ayer..."Se marcha un caballero en toda la regla. Un hombre tranquilo y discreto que logró apaciguar este convulso y difícil club, y por añadidura, con una sonrisa permanente. El modelo de entrenador que parece triunfar en este club, pese a las opiniones de mano dura y caras largas que otros se empeñan en demandar". Ya sé que no queda muy bien citarse a uno mismo, pero en un caso de ida y vuelta como este creo que está justificado. 
   Esto escribíamos el cinco de junio del año pasado, tras su marcha como entrenador del Real Madrid. Y así podríamos comenzar esta entrada con las mismas palabras, si bien cambiando algunos verbos y tiempos. 
   No esperemos lecciones de tácticas y un equipo perfectamente ensamblado y trabajado en el terreno de lo colectivo. Zidane ha regresado con la misma contradicción con la que se marchó: dijo que "sería justo"..., pero a su manera. Todos entendemos por justo, que jueguen los que están en mejor forma y trabajan mejor en los entrenamientos; sin embargo Zidane considera titulares a los que él cree que son los mejores, y a partir de ahí, los demás deben luchar por estar para sustituciones, ya sean estas de partido completo o para reactivación del equipo. Digamos que aplica dos baremos de justicia; uno para los que son titulares según su criterio, y otro para los que son suplentes. Y a este último grupo es al que él se dirige cuando dice que va a ser justo. Eso no quita que alguno (véase Lucas Vázquez) no pueda acceder al estatus de titular, si fuera necesario.
    Con esta idea previa, se explica la decisión tomada con apenas tres días en el banquillo, rehabilitando a todos los "proscritos" de la etapa anterior. Una decisión que terminó saliéndole bien porque todo era propicio a ello: el hecho de jugar como local, lo inofensivo del rival y la motivación extra proporcionada a estos jugadores que llevaban meses sin competir.
    Pero entrando en el partido, sorprende que jugadores como Bale o Marcelo fueran capaces de dar mucho más de sí de lo que venían ofreciendo, incluso en los momentos en que se ha jugado el Madrid la temporada. No recuerdo haber visto a un Bale tan activo en el Madrid nunca. Marcelo hizo lo que sabe hacer como nadie, que es atacar y destrozar a las defensas contrarias, amparado en la falta de poder ofensivo del rival que en ningún momento le puso en el brete de tener que defender, su gran asignatura pendiente. No sorprendió Isco porque su estado de forma se evidenció que no es el adecuado. Y finalmente, vimos un Asensio desconocido esta temporada porque se atrevió por fin a encarar y desbordar una y otra vez.  Solo una cosa más; con este centro de campo nos preguntamos cuánto podrá durar Modric pegándose esas palizas para estar arriba y abajo a la vez.
     Si esta segunda parte de Zidane al frente del equipo no cambia su proceder, todo apunta a que los titularísimos no van a coger su estado de forma ideal en los entrenamientos, sino en el terreno de juego. Con esta premisa, nos preguntamos si con él habría explotado un jugador como Vinicius o Reguilón. 
    Con todo, bienvenido sea Zidane porque en eso de manejar el vestuario y tener a casi todos contentos, o al menos no desconectados, es un auténtico maestro. Deseamos fervientemente que triunfe de nuevo en esta segunda etapa como no puede ser de otra forma, entre otras razones porque la dirección del club puede estar tentado de traer una mano "militar" que no creemos que sea lo mejor para el equipo y para el club. 
   Los jugadores mandan: echaron a Benítez porque tenía ideas propias, hicieron campeón a Zidane porque les dejaba hacer; echaron a Lopetegui porque les hacía correr demasiado, han echado a Solari porque no se casó con nadie... Veremos qué hacen con Zidane; en junio se marchó porque creyó que su discurso se había agotado con esta plantilla. Quizá es sabedor de que va a tener una plantilla a su gusto por completo para la próxima temporada. De lo contrario no se entendería su vuelta. 

martes, 12 de marzo de 2019

Benzema y Modric rescatan del abismo al equipo. Valladolid 1 - R. Madrid 4

    Temíamos que el equipo no diera la cara como tal en este partido, y eso vino a ocurrir en los veinte primeros minutos de un encuentro clave para el devenir de lo que queda de temporada. Tras ese período de desorden y descontrol en el que el Valladolid pudo haber dejado K.O. a su rival (el VAR anuló dos goles y desperdiciaron un penalti),  sobrevino poco a poco, tras un gol vallisoletano y un empate oportuno, un dominio y un mayor control del partido por parte de los blancos.
     Después vino a suceder que los goles fueron cayendo en momentos oportunos y la llegada del tercer gol tranquilizó a todos, incluido el Valladolid que no bajó la guardia en ningún momento, conscientes de que este Madrid es muy vulnerable en todos los sentidos, incluido en el aspecto anímico. La aparición del mejor Benzema levantó al equipo, trabajando de forma incansable por todo el frente de ataque, buscando asociaciones con cualquiera que estuviera dispuesto a seguirle. Ahí se sumó Modric (a ratos con pérdidas poco habituales en él, pero cogiendo la batuta), y ahí se fraguó una victoria por la que nadie en los primeros minutos hubiera dado nada. 
    Analizar este partido después de los numerosos acontecimientos que se han producido en las últimas horas resulta complicado; sobre todo porque casi todo ha quedado arrasado por las noticias. Pero hay algunos aspectos que no van a variar pese al cambio de entrenador.
    Es indudable que urge dotar al equipo de un sistema defensivo que permita sostenerlo cuando pierde la pelota, y a su vez recuperar de vez en cuando alguna para poder salir al contragolpe. Ello frenaría las acometidas del contrario que se puede permitir el lujo de atacar con casi todo, porque sabe que el Madrid no sale con rapidez. O si lo hace (véase Vinicius cuando estaba u Odriozola el domingo) tiene que frenarse porque nadie o casi nadie es capaz de seguirles en velocidad. Si no robas, si no contragolpeas es imposible que el contrario te respete. Si a eso le añades la debilidad defensiva de todo el equipo, pero esencialmente de la propia línea defensiva, entonces juegas a la ruleta rusa. Ayer todas las jugadas cayeron del lado blanco por los pelos; el día del Ajax en casa fue al revés; el del Ajax en Amsterdam volvieron a caer del lado blanco...
     Una de las peores noticias del domingo tiene que ver con las deficiencias defensivas de Odriozola y de Reguilón. Del primero ya teníamos pruebas sobradas, pero del segundo no. Esto es preocupante, ya que estaba siendo hasta ahora un modelo en defensa y en ataque. Esperemos que solo se tratara de un mal día. Los centrales estuvieron muy irregulares, con alternancia de buenas acciones y despistes increíbles en jugadores de élite mundial como es el caso de Varane. 
     Lo de Kroos no vamos a insistir en ello, simplemente no está para jugar; pero estando Isco fuera, a Solari no le quedaba más remedio que alinearlo. Las dos últimas sustituciones no le habían sentado muy bien, lo que apuntaba a un nuevo caso de rebeldía: muy comprometido no le hemos visto.
    Si este último extremo se confirma, estaríamos hablando de casi media plantilla en estado de guerra con el entrenador. No es pues de extrañar que el Presidente haya decidido sustituirle. Sin embargo, da repelús pensar que muchos jugadores hayan podido estar maniobrando y tensando la cuerda para echar al entrenador, a riesgo de caer en todas las competiciones. 
    Bienvenido sea pues de nuevo Zidane, que, aunque no es el entrenador que hubieramos querido, porque ya tuvo problemas parecidos con esta plantilla y por eso se marchó; sí es verdad que en todos los finales de temporada ha sido capaz de llevarlos a lo más alto. Este año nos tendremos que conformar con que nos deje en la Liga de Campeones de cara a la próxima temporada. Veremos.
     

miércoles, 6 de marzo de 2019

Catástrofe sin margen para el duelo . R. Madrid 1 - Ajax 4

   Aunque todos veíamos que tras quedar apeados en La Copa y en la Liga, especialmente en el último de los enfrentamientos con el eterno rival, el equipo no estaba para muchas hazañas; sin embargo, pensamos que en Champions y con un resultado tan propicio serían capaces de presentar otra cara. O al menos teníamos esa esperanza.
  Tras un comienzo esperanzador con un cabezazo al palo de Varane y una fuerte presión blanca que permitió el control del juego; llegó el inicio de la pesadilla. De la mano de Kroos y Nacho, dos de los jugadores que están en peor estado de forma, los holandeses se pusieron por delante en el marcador. 
  Sin entrar en el relato pormenorizado del encuentro, el equipo tiró más de corazón que de juego, se vio desbordado en todo momento por los contragolpes que el centro del campo y la defensa no supieron atajar. De haber tenido más acierto de cara a portería, el resultado habría sido más abultado.
  A los dos palos en momentos clave del partido hay que sumar las dos lesiones de Lucas Vázquez y Vinicius; los dos jugadores más en forma del equipo desde hace bastante tiempo. La entrada de Bale resultó fría en la tónica de sus aportaciones últimas, y sí que vimos a un Asensio con más ganas. Su gol fue un destello de esperanza que en tan solo unos segundos se desvaneció merced al cuarto del Ajax.
  El análisis de lo sucedido puede estar influido o contaminado por los resultados previos en Copa y Liga, pero la realidad de lo vivido en Amsterdam en el partido de ida nos descabalga de esta idea. Hay que recordar que en aquel partido lo único positivo fue el resultado. El equipo se vio más desbordado de lo que estuvo ayer. Ah, y con Sergio Ramos en el campo. Lo digo porque hoy hay muchos que consideran una cuestión clave su ausencia de ayer. Sin duda fue un error provocar aquella tarjeta voluntariamente si, como parece, lo hizo de acuerdo con Solari. Y aquí entramos de lleno en la cuestión del entrenador.
   Una vez demostrado que no han sido sus derrotas previas las que condujeron a la catástrofe final, podemos decir que es en estos dos encuentros donde se han evidenciado las carencias de Solari como entrenador de este equipo. En primer lugar, por no haber preparado bien el partido de ida: ya tuvimos una suerte increíble, pero el equipo se vio incapaz de controlar el encuentro. En segundo lugar, porque tampoco ha leído bien el partido de vuelta. Al autorizar la tarjeta de Ramos, estaba minusvalorando al rival que acababa de darle un espectacular repaso. Ayer no preparó tampoco bien el encuentro. Su táctica consistió en presionar al contrario hasta la asfixia. Pero él debería conocer bien si sus jugadores están en un estado de forma como para aguantar noventa minutos a ese ritmo. Se le presentó un problema en el lateral derecho y, en lugar de reforzar y fijar a Carvajal en su posición, permitió que este perdiera la misma; apareciendo en posiciones insólitas en el lateral izquierdo cuando el pobre Modric tenía que tapar su banda. Así llegó el segundo que dejó K.O. al equipo. Alineó a jugadores que no están en condiciones físicas y anímicas, como por ejemplo Kroos, o Nacho. Dejó a Mariano en la grada; jugador que puede proponer algo en un momento de necesidad, tal como se produjo ayer tras las lesiones de Vinicius y Lucas. De Isco no hablamos, pero poner a Valverde con el partido resuelto en el minuto 87 fue el remate. En definitiva, un desastre de planificación. Y eso sin saber (sin quitar un ápice de responsabilidad a los propios jugadores) por qué este año hay tantos jugadores irrecuperables para la causa: Isco, Bale, Marcelo 
 "Estamos haciendo una temporada de mierda" fueron las palabras de Carvajal al término del partido. Desde luego es una autocrítica expresada como un exabrupto probablemente muy en caliente, pero es más bien la expresión de la impotencia y la incompresión de lo que está sucediendo a lo largo de toda la temporada. 
   La temporada no ha terminado todavía. Quienes crean que estamos clasificados para la siguiente Champions se equivocan mucho. Es imprescindible estar entre los cuatro primeros, y la trayectoria en Liga no indica que se vaya a alcanzar sin poner toda la carne en el asador.
   El hecho de que a todos (jugadores, entrenador, club) interese sobremanera esta clasificación, quizá la haga posible; pero no pueden descuidarse ni un minuto. Interesa a los jugadores que se tengan que marchar porque podrán tener mejores clubes y mejores contratos; interesa a los jugadores que se queden porque podrán jugar la Liga de Campeones la próxima temporada; interesa al entrenador porque su nombre no quedará tan marcado; e interesa al club porque sin ella será difícil traer a jugadores de alto nivel.
   No hay margen para el duelo, porque de lo contrario sí que será "una temporada de mierda".

jueves, 28 de febrero de 2019

Un coladero. R. Madrid 0 - Barcelona 3

   Dudábamos entre subrayar la falta de puntería o el defecto de este equipo de conceder demasiadas facilidades al contrario. Nos hemos inclinado por esta segunda carencia porque creemos que viene siendo más frecuente y más determinante. 
   Es verdad que ayer fallaron los dos aspectos; el defensivo y la puntería. Pero también es verdad que sin marcar se podía haber pasado la eliminatoria, mientras que sin defender bien todo se podía poner muy cuesta arriba, como así vino a resultar.
   Nada que objetar a la alineación que plantó Solari en el terreno de juego. Fue valiente y diríamos que justo a tenor del esfuerzo y juego que los espectadores vemos de unos y otros. Desconocemos lo que se hace en los entrenamientos. Con el desarrollo del juego, tal vez se evidenciaron algunas dudas con determinados jugadores y su acumulación de errores, como es el caso de Carvajal que estuvo muy impreciso en el pase y alocado en su parcela defensiva, incorporándose al ataque sin un retroceso ordenado, incrustándose en el centro de la defensa y dejando que otros hicieran de lateral... Otro tanto le pasó a Kroos, al que vemos muy pasivo en los partidos de menor entidad, pero que ayer también estuvo poco comprometido en lo defensivo.
   Debió el Madrid irse al descanso con la eliminatoria prácticamente resuelta, de haber tenido más acierto y fortuna de cara al marco contrario. Amén de un posible penalti a Vinicius en los inicios en una entrada por detrás de Semedo (aunque el toque es leve, creemos que Semedo no tiene otro objetivo en esa entrada que molestar e impedir el avance de Vinicius, dado que el balón está fuera de su alcance); se desperdiciaron al menos tres oportunidades claras de gol que no se materializaron.
   La mayoría de los medios de comunicación hacen hincapié en la falta de acierto de este Madrid y en la pegada del Barcelona. Este es un hecho innegable; pero creemos que la irrupción de Vinicius está modificando al equipo, y que aún no ha hecho los ajustes necesarios para aprovechar lo que hoy es una realidad: este jugador corre a más velocidad que sus contrarios y, muchas veces, que sus propios compañeros, desequilibra a su par con mucha frecuencia, pero no tiene a quien pasar con claridad porque sus compañeros no llegan a esas posiciones. Está Benzema, pero demasiado aislado para poder ofrecerse en condiciones. El entrenador debe encontrar la forma de optimizar este impresionante recurso que cada día crece más.
   Como casi siempre sucede, la clave se halla en el centro del campo. Y es que ayer se evidenció que no está ni arriba para apoyar lo que hemos dicho del potencial de Vinicius, ni tampoco para tapar las acometidas del contrario. El Barcelona nos ganó ayer a una velocidad de tartana. Solo precisó un par de jugadas para desarbolar a una defensa que en el segundo gol estaba al completo, pero que concedió demasiado a su espalda. Falló Reguilón, pero también la lentitud de Casemiro al acudir a tapar, fallaron la pericia del portero y de Varane. En el primer gol se observa a Sergio sorprendido de que el delantero centro aparezca y conecte completamente solo, cuando es él quien debe estar pendiente de ese jugador. Por más que Kroos, que era su perseguidor, decidiera dejar de incomodarlo cuando penetra en el área. 
    En definitiva, que en un partido en el que el Madrid desarrolló un mejor juego que su rival, terminó cayendo de forma abultada porque evidenció los defectos que viene arrastrando toda la temporada: demasiadas concesiones. Y cuando esto ocurre, sueles quedar a merced del contrario. Si este tiene una delantera con acierto pues pierdes el partido. Exactamente lo mismo le ocurrió al Ajax en el partido de ida de la Liga de Campeones; solo que al revés. Ellos tuvieron las ocasiones, pero les faltó puntería. ¿Cuánto concedió el Madrid en ese encuentro?
    Es verdad que en anteriores entradas hemos señalado a Marcelo como el culpable de estos problemas en defensa, pero no queremos pensar qué habría ocurrido de haber puesto al brasileño en lugar de Reguilón. No debemos dejar pasar que este, junto a Vinicius fueron los mejores jugadores del equipo.
     Necesitamos al mejor Carvajal (no está desde la lesión), al mejor Casemiro (tampoco es el mismo desde la lesión), al mejor Modric (muy irregular  intra e inter partidos), al mejor Kroos (muy lento en casi todo lo que hace). Con esto está casi todo dicho. Aquí están casi todas las posibilidades del equipo, porque es casi todo el centro del campo el que no acaba de sumarse al estado de forma idóneo para el momento más decisivo de la temporada. Con estos jugadores en condiciones, a lo mejor no nos acordamos ni de Cristiano, ni de Isco, ni de Bale. Cualquier cosa.

jueves, 14 de febrero de 2019

Nos sorprendieron. Ajax 1 - R. Madrid 2

    Tanto habían repetido los medios que el Ajax no es lo que era a principios de temporada, que era un equipo descompuesto, que venía de algunas derrotas humillantes; que todos terminamos por creernos que, dado el estado de forma que atraviesa el equipo, la eliminatoria iba a ser más llevadera. 
     Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Bien porque los holandeses sufrieran una transformación, bien porque la información circulante fuera poco analítica, bien porque la Champions es otra cosa (véase el meneo del PSG al Manchester United cuando mejor estaba éste). Lo cierto es que podemos decir que nos apabullaron durante casi toda la primera mitad, en la que de haber tenido más acierto de cara a la portería, y más capacidad definitoria, el resultado podría haber sido muy distinto. Durante toda esa mitad el Madrid estuvo a merced del contrario,  sin capacidad para hilar dos pases seguidos debido a la presión atosigante que desplegó el Ajax. Maniatado Modric, inoperante Kroos, y con un Casemiro muy lento para las exigencias del encuentro; los delanteros no podían desarrollar su juego porque no les llegaban balones. Tuvieron que dedicarse más a defender que a atacar.
       El primer sorprendido debió ser Solari, ya que sacó tres delanteros pensando que era el momento propicio ante un supuesto rival en horas bajas. Pero la alineación de Bale de inicio se demostró innecesaria y contraproducente, porque Carvajal no daba abasto y además no tenía su día. Pérdidas de balón, concesión de distancia excesiva permitiendo al contrario armar su juego, entregas al contrario... Solari rectificó en la segunda mitad sacando a Lucas por Bale. La cosa mejoró algo poco a poco, a pesar de que Lucas también pareció sorprendido por la presión una y otra vez. 
     Esperó el Madrid a que escampara, pero esto solo llegó al final del partido, coincidiendo con la entrada de Asensio que dio otro aire fresco tanto en defensa como en ataque. Su conexión con Carvajal en el segundo gol fue espectacular. 
     Los entrenadores y jugadores repiten mucho aquello de que en Champions no hay enemigo pequeño, pero una y otra vez se olvidan de ello; por eso se producen con frecuencia sorpresas en las eliminatorias. Ayer no llegó a ocurrir  en el resultado; pero mal haría el Madrid si piensa que la eliminatoria esta finiquitada y no toma medidas para el partido de vuelta. 
      Con ello entramos de lleno en lo que desde el principio queremos advertir en esta entrada. Y es que las declaraciones de Ramos tras el partido vienen a mostrar que no ha interiorizado la importancia de que no podrá  jugar la vuelta. Lo que supone un serio revés para el equipo de Solari, teniendo en cuenta que el propio Ramos fue uno de los jugadores más destacados del encuentro.  Y es que esta proliferación de declaraciones por parte de los jugadores del Real Madrid, esta exposición permanente a los  medios no creemos que les beneficie. Es verdad que es el equipo que más pasiones levanta, pero con unos medios escudriñando todas las imágenes y cada una de las palabras que se dicen, mostrar esta verborrea que exhibe el capitán del equipo, no puede traer nada más que inconvenientes.  
     La falta con tarjeta que hizo al final del partido,  que acarrea suspensión por acumulación, era absolutamente necesario hacerla. Todos lo sabemos, porque el contrario se podría haber marchado con mucho peligro. Pero esta simpleza le hizo meter la pata, bien por vanagloriarse de ser muy listo, bien porque cayó en la trampa de una pregunta periodística ¿inocente?, o simplemente porque es imposible presentarse ante los medios sin preparar las entrevistas, por cuanto éstos tienen toda clase de intereses que no casan con la relajación y tranquilidad que debe acompañar siempre a un vestuario que aborda un partido cada tres días.
     Este asunto de la exposición a los medios debe ser abordado por quien corresponda dentro del club, porque ya van varios problemas ocasionados por las declaraciones de unos y otros o por lo dicho en redes sociales. No decimos que aíslen a la equipo, pero tampoco que seamos los campeones en declaraciones y verborrea tras cada partido. Alguien les debe indicar sobre qué no se debe uno extralimitar. Por ejemplo, declaraciones sobre el resto de compañeros, su estado de forma o sus comportamientos...
  No queremos dejar de destacar el gran partido desarrollado de nuevo por Vinicius: el primer gol es una joya. Sobre todo por la generosidad y el entendimiento con Benzema. No es de extrañar que el francés le guste jugar con su "amigo" Vinicius. Tampoco queremos dejar de mencionar la incorporación al grupo de los enchufados, de Asensio. Su estancia en el terreno de juego coincidió con el mejor momento del Madrid, y él fue clave para que eso sucediera.
    De este partido y postpartido, lo mejor, el resultado. Esperemos que la vuelta se prepare mejor por parte de todos.  Veremos.  

martes, 12 de febrero de 2019

Jornada redonda. Atlético 1 - R. Madrid 3

    El Madrid volvió a demostrar que no es casualidad la buena racha que atraviesa. Muy superiores en juego a su rival desde el comienzo del partido. Con fases de juego realmente brillante. El equipo salió enchufado al completo, y pese a que el Atlético presionó con el permiso del árbitro, supo zafarse del pretendido atosigamiento manejando la pelota con rapidez y la movilidad en el desmarque.
    Todo ello creemos que fue posible gracias al esquema planteado por Solari (4-1-4-1); y sobre todo con el cambio de Reguilón por Marcelo, tal como habíamos pedido en nuestra entrada anterior. Estos dos elementos fueron claves, pues la entrada de Reguilón permitió más libertad a Vinicius para llegar  arriba y desplegarse en el contragolpe. A la vez posibilitó que Ramos tuviera menos trabajo en esa banda y que Kroos (quizá el jugador más flojo del equipo hoy por hoy) no precisara caer hasta la banda, función en la que deja bastante que desear.
    Tuvo paciencia el Madrid para tocar y mandar en todo momento durante el encuentro. En estas, Casemiro logró enganchar una media chilena tras quedarse completamente solo en el área pequeña al volcarse nada menos que cuatro defensores en impedir el remate de Ramos. Gran gol del que no tardó en recuperarse el Atlético merced a un contragolpe culminado por Griesman, si bien previa falta sobre Vinicius que el colegiado no señaló. Luego llegaría el gol de penalti que fue protestado por los atléticos, pero que vino a demostrar con su velocidad la importancia de Vinicius en este equipo.
     En el terreno individual destacamos el enorme partido de Reguilón. Porque no solo defendió con solvencia su banda, sino porque fue capaz de salir con desparpajo al ataque y al contragolpe, cuando los atléticos se lo permitieron, porque debieron ser no menos de seis las faltas que le hicieron. El árbitro estuvo lamentable y Reguilón mostró una paciencia infinita. El otro destacado, de nuevo volvió a ser Vinicius, que sin hacer un espectacular partido, cada vez que cogió la pelota creó un problemas a la defensa rojiblanca. Su velocidad fue endiablada con el balón y sin él. Provocó el penalti que cercenó las esperanzas de los colchoneros de ganar el choque.  La entrada de Bale por él nos pareció oportuna, no solo por la sobre exposición del chico, sino porque el galés es necesario que se recupere para las grandes citas que es donde parece que se mueve con más brío, debe ser que es lo que le motiva. Tuvo dos oportunidades y marcó una con una facilidad pasmosa.
     No obstante, lo mejor del encuentro estuvo en el planteamiento inteligente de Solari, y el estado de forma en que, ahora sí, se encuentran todos los jugadores que saltaron al terreno de juego.
     Por esta senda el equipo puede disputar las tres competiciones en las que aún está inmerso.  Sobre todo si el Barça y el Atlético comienzan a flojear como han apuntado en esta jornada, que al Madrid le ha salido redonda. Veremos. La Liga de Campeones ya está de vuelta. 

jueves, 7 de febrero de 2019

Qué hacemos con Marcelo. Barcelona 1 - R. Madrid 1

    Durante un montón de años, Marcelo ha sido el único delantero capaz de crear incertidumbre en las defensas contrarias. Sólo él ha sido capaz de encarar y salir airoso en un  uno contra uno. Incluso, en no pocas ocasiones, con una calidad y creatividad increíbles. Sin embargo, siempre hemos dicho que como defensor era un desastre. Hemos hablado incluso del "boquete defensivo" que provoca su ¿presencia? en el lateral izquierdo. 
    No es Marcelo tan mayor como para pensar que está acabado, pero sí es verdad que se le ve muy por debajo de un estado de forma pasable. Pierde todos los duelos en carrera que se atreve a disputar, con frecuencia ni siquiera acepta estos duelos porque, o bien no está, o hay otro compañero que tiene que acudir ante su incomparecencia.
     Todo esto lo debe saber Solari, también sabe que hoy por hoy tiene un sustituto de garantías; pero es consciente de su peso específico en el equipo como capitán y como veterano protagonista de los triunfos que se han conseguido en los últimos años. De modo que quizá esto ha debido pesar más en la balanza para terminar colocándolo en un partido tan exigente y trascendente.
      Sin embargo, la realidad es muy tozuda, y de la noche a la mañana, Marcelo no va a aprender a defender, y tampoco se va a poner en forma (aunque esto es el entrenador quien mejor lo puede saber) en una semana. Por tanto, al alinearlo Solari ha debido sopesar mucho lo que esto implica, aunque a nuestro juicio la decisión y medidas resultaron equivocadas.
     De entrada, si Marcelo no va a atacar porque suponemos que tiene órdenes del entrenador de no hacerlo, alinearlo es un error importante, ya que él no sabe defender.
      Para continuar, si Marcelo precisa de una serie de modificaciones defensivas (la caída a la banda de Ramos o de Llorente) es para que lo compense con un ataque brillante y constante como siempre ha hecho, pero que ayer no sucedió. Por tanto también fue un error si esta fuera la táctica diseñada.
      Para seguir, si su alineación conllevaba una vigilancia defensiva de Vinicius a su par, y ya si eso del que se encuentre por allí suelto... el error es mayúsculo; porque estás destinando a tu mejor delantero actual a tareas defensivas. 
      Vinicius ha demostrado suficientemente que con frescura en ataque es capaz de percutir y encarar las veces que sean necesarias. Pero si le hacemos correr toda la banda, estamos restándole esa frescura y claridad de ideas a la hora de resolver y de encarar. Es posible que aún le falte mucho que aprender en su despliegue al contragolpe, en el control en el pase o en la definición de cara al gol; pero es una delicia ver cómo encara y sale de las situaciones más enrevesadas. Acumula ya unos cuantos partidos siendo el jugador más desequilibrante en ataque. Es posible que ayer le pesara la presión de un partido tan importante, porque se le vio algo más impreciso y ansioso que de costumbre, pero también desconocemos si las constantes ayudas defensivas pudieron influir en su juego. 
     Ayer, de haber tenido algo más de fortuna en la primera parte, el partido se podría haber decantado de forma muy clara a favor del Madrid. La presión adelantada del Madrid supuso un fuerte desgaste que pagó en la segunda parte que fue otra cosa. El Madrid renunció a la presión y apenas inquietó la portería del Barça. Ni Casemiro ni Bale mejoraron a sus compañeros Llorente y Vinicius. El primero salió dormido y perdió varias pelotas, y el segundo tuvo una clara oportunidad que desperdició merced a la lentitud con que maniobró. Mejor Asensio porque imprimió más velocidad en la conducción y el pase. Fantástico Lucas Vázquez de nuevo; así como Llorente, con un despliegue físico espectacular al ser uno de los damnificados por la alineación de Marcelo (esperemos que la lesión no sea gran cosa).
     El equipo confirmó que está en un buen estado de forma, y esta es la mejor noticia. Pero es necesario que el entrenador siga en la línea de poner a los que están verdaderamente bien. Luego debe pensar dónde colocar a Marcelo porque es un jugador que hay que recuperar, pero como lateral no puede jugar; sobre todo en partidos en los que el contrario también te va a achuchar.
      Hay para todos, en dos días tenemos otro partido de máxima exigencia frente al segundo clasificado en Liga, y habrá que realizar cambios; ya que la Copa de Europa está a la vuelta de la esquina. Veremos.

viernes, 1 de febrero de 2019

Benzema desencadenado. Girona 1 - R. Madrid 3

    Que Benzema hace tiempo que viene siendo el jugador más en forma del R. Madrid lo sabemos todos los aficionados que seguimos al equipo. Esto es así desde comienzos de temporada. Entonces ¿qué es lo que ha ocurrido para que de repente logre brillar de la forma en que lo está haciendo?
Creemos que la respuesta a esta pregunta es bastante compleja. 
  En primerísimo lugar está el hecho de que hasta hace unas semanas nadie en el equipo le acompañaba. De modo que sus esfuerzos eran en vano la mayoría de los partidos. Ayer, sin embargo, la mayoría del equipo, no solo acompaña, sino que es capaz de distraer la atención del rival; lo que hace que él se encuentre más suelto a la hora de desmarcarse y de conducir la pelota. Buena muestra de ello es el primero de los goles, con esa penetración a partir de la banda derecha.
   En segundo lugar nos encontramos con que en este último mes ha ido encontrando un socio perfecto para él. Joven, con menor jerarquía de momento, rapidísimo, y sobre todo: solidario. Nos referimos a Vinicius. Sus penetraciones por la banda izquierda hacen que el contrario tenga que preocuparse por abrir más la defensa; ya que no quieren dejarle metros para armar su juego. Su facilidad para asociarse con él en paredes, pases al hueco o aclarados para acabar cediéndole la pelota, hacen que Benzema explote la faceta definidora que todo delantero debe atesorar.
   En tercer lugar, y más importante, porque se ha desprendido de las cadenas que lo mantenían amarrado a Cristiano. Su juego dependía del portugués absolutamente. Era un jugador a su servicio. Y, así como Bale no está aprovechando esta circunstancia para dar un paso adelante, el francés ha soltado amarras dando un giro total en su nivel de compromiso y buscando el juego que más le conviene a él. 
   Ayer vimos una prueba de este Benzema desencadenado, barriendo todo el frente de ataque, entrando por la derecha (primer gol), por la izquierda (segundo gol), asociándose con Lucas Vázquez (primer gol), con Vinicius (segundo gol). Bajando a recoger al centro del campo, rematando en boca de gol, por arriba, por abajo... En definitiva, un delantero con una gama de recursos extraordinaria que no podía explotar por el papel de servicio permanente que ha jugado en estos años. 
    A este Benzema se le ve alegre, tiene complicidad con un novel como Vinicius o con un veterano como Marcelo. Es el contrapunto de Bale, quien por cierto ayer nos demostró su nivel de implicación en el equipo en la reacción ante el gran gol de Llorente. La misma que mostró Asensio: cero entusiasmo. Todo lo contrario a Marcelo a quien se ve saltando y levantando los brazos. 
  Lo mejor de la sociedad Vinicius-Benzema es que aún puede crecer más, porque está en sus comienzos y por el potencial de Vinicius como jugador, que aún está por descubrir en gran parte.
   Ayer se logró la clasificación en un gran partido que viene a sumarse al anterior ante el Español; y en el que todo el equipo está en otra cosa. Este equipo es otro. Sigue teniendo carencias defensivas en forma de despistes; pero ahora todos los jugadores tienen un nivel aceptable, todos siguen creciendo en su juego. Ayer se sumó Varane y recuperamos al mejor Llorente tras la lesión. Aún esperamos a Marcelo, Asensio e Isco. 
    Hoy será el sorteo de la Copa y este fin de semana toca el Alavés. No sabemos si es tarde para esta última competición, pero al menos no estamos fuera de La Copa. Veremos.

miércoles, 23 de enero de 2019

Vuelve Modric, vuelve el Madrid. R. Madrid 2 - Sevilla 0

    Sin lugar a dudas este sábado vimos el mejor partido de la temporada. No solo por el juego desplegado, que con los tiempos que venían acaeciendo no es poco; sino por la entidad del rival. El Sevilla era hasta ahora un equipo en alza: tercero en el campeonato de Liga y metido en los cuartos de la Copa.
      En realidad no hay ninguna novedad mirado con la perspectiva del largo plazo, no en vano este equipo viene poniendo de manifiesto el mismo patrón de conducta en las últimas temporadas; justo aquellas que les ha llevado al éxito. 
      Con la salvedad (que no es poca cosa) de que Cristiano no está, este equipo tiene motivos para ser mejor que lo ha sido en la temporada anterior. La mayoría de jugadores son relativamente jóvenes, y por lo tanto con potencial de crecimiento respecto al año anterior. Quizá podríamos discutir los casos de Modric, Ramos y Marcelo. Tres casos muy distintos, pero en edades todavía no muy elevadas.
      No creo que este partido represente un punto de inflexión, pues ya veníamos observando la mejoría lenta, pero constante de la mayoría de sus jugadores (véase Modric, Ramos, Varane, Lucas Vázquez...). A ello se unieron el sábado una mejor versión de Casemiro, y la decisiva apuesta del entrenador por dejar de lado la diplomacia y poner en el terreno de juego a aquellos que él considera que están en mejor estado de forma. Y echa la salvedad de Casemiro, que no tiene sustituto tras la lesión de Llorente, eso es lo que hizo el entrenador; colocar a Ceballos, Reguilón y Vinicius como titulares. Los tres cumplieron con su cometido con creces. 
      El Madrid necesitará a otros grandes jugadores que tiene el equipo (véase Isco, Asensio o Marcelo), si quiere mantenerse vivo en las tres competiciones; pero pensamos que hace bien Solari en dar oportunidad a otros jugadores para intentar levantar el vuelo. El único riesgo que corre es que los Reguilón, Ceballos y Vinicius se hagan de algún modo imprescindibles, que a los teóricos titulares les cueste más hacerse con un puesto, y que reaccionen de un modo airado, tal como está haciendo Isco. En ese caso, el entrenador pensará que se debe a quienes le están sacando las castañas del fuego en este momento tan crucial.
    Y nuestro titular obedece a que, como cada año se repite, un gran partido del equipo sistemáticamente viene a coincidir con un gran partido de todo el equipo; pero inexorablemente aparece como omnipresente Luca Modric. Además de marcar un gran gol, controló, distribuyó, percutió, filtró, defendió: una joya... de oro. 
        Pero esto no ha hecho más que comenzar. Es necesario que el equipo siga por esta senda de solidaridad y balances defensivos; así como con el estado de forma y el crecimiento de un Vinicius que volvió a demostrar que ha subido para quedarse.
        Llega la Copa, y barruntamos que hay que sudar; el Girona es un equipo que nos lo ha puesto muy difícil en las últimas temporadas. Veremos.

jueves, 10 de enero de 2019

Vinicius asoma. R. Madrid 3 - Leganés 0

    No desaprovechó la ocasión Solari, tal como habíamos demandado aquí en nuestra anterior entrada. De manera que puso en el terreno de juego un equipo que le dispute el partido a nivel físico al rival, y con algún jugador capaz de remover las estructuras defensivas del contrario. 
     El primer aspecto quedó solventado con la incorporación de jugadores dispuestos a dejarse la piel en el campo (véase Ceballos, Odriozola o Valverde). El segundo, con las apariciones de Vinicius cuando tuvo espacios para encarar, sobre todo en la segunda mitad; y las incursiones fulgurantes de Odriozola por la banda derecha. La inclusión de este en los dos aspectos destacados le hacen acreedor a ser el mejor jugador del equipo, pues fruto de ello fue el penalti que provocó y numerosas jugadas meritorias que protagonizó. 
     Estamos de acuerdo en que el equipo perdió algo de orden defensivo, aunque esto viene siendo muy frecuente incluso con los jugadores habituales. Pero quizá se hizo notar demasiado en las jugadas a balón parado que tuvieron que defender: en la mayoría terminaron por rematar los jugadores del Leganés, obligando a Navas a hacer más de una parada de las suyas.
      Estos fallos en defensa vienen arrastrándose desde hace mucho tiempo. Antes los achacábamos a la alineación de tres delanteros puros, todos ellos con muy poca colaboración defensiva; pero dos de ellos no estaban y Benzema participó constantemente en estas tareas. Tampoco estaba Marcelo que suele provocar un problema terrible a los demás. Así que nuestra conclusión es que el sistema que el entrenador pone en juego cuando no tiene la pelota, no funciona. Obliga a los jugadores a hacer un gran esfuerzo, correr en demasía, pero el contrario termina por tener huecos enormes por donde penetrar. Ayer el Leganés dispuso de varias ocasiones de gol bastante claras, con el marcador a cero. De haber materializado alguna, el signo del partido muy probablemente habría sido distinto. Por tanto, Solari tiene que remover y trabajar más al equipo para estar más preparado a la hora de situarse en el terreno cuando no tiene la pelota. 
      En el terreno individual hemos de destacar a Odriozola en cuanto a su aportación en el ataque. Pese a que en defensa deja bastante que desear, sus entradas por la banda fueron determinantes en el partido. Quizá no sería mala idea incluirlo en el ataque formando tándem en la banda derecha con Carvajal. En el otro extremo, hay que señalar la frescura en ataque que aporta Vinicius. Es verdad que en la primera mitad estuvo muy maniatado por el sistema defensivo del Leganés, pero no dejó de intentarlo. Encaró una y otra vez; unas veces con más fortuna y otras con menos. Terminó siendo el jugador más determinante porque dio una asistencia e hizo un tercer gol nada fácil de ejecutar. Tiene cosas que pulir, pero está en condiciones de jugar y disputar el puesto a cualquiera. A partir de ahora lo lógico es que  crezca en cada partido; el equipo lo necesita como agua de mayo. Al igual que necesita un delantero centro o jugadores que aparezcan en esa zona para poder recoger las pelotas enviadas por él y que se pierden por ausencia de rematadores.  
      Resultará muy interesante ver qué hace ahora Solari, de cara al partido de Liga frente al Betis. Quizá las lesiones le ayuden a resolver un dilema que le ha creado la buena actuación de varios de los jugadores "suplentes" que ayer salieron al terreno de juego. Veremos.

martes, 8 de enero de 2019

EnVARados R. Madrid 0 - R. Sociedad 2

    Vaya por delante nuestro reconocimiento a la Real Sociedad por el juego desplegado. También ha de quedar claro que, de haber tenido más acierto de cara a la portería, la victoria pudo haber sido escandalosa. Pero ahí entramos en el terreno de las especulaciones donde nada puede asegurarse con un mínimo de certeza. Sobre todo porque los cambios en las dinámicas de juego a partir de una jugada que pudo haber sido y no fue no se pueden predecir, mucho menos a posteriori. Cada equipo juega siempre en función del resultado, y este afecta siempre de manera determinante en el ánimo de los jugadores y público. Si, como se dice, el fútbol es un estado de ánimo esencialmente; tendremos que colegir que el resultado o los cambios en el mismo condicionan la forma en que cada equipo se desenvuelve. 
     En definitiva, que los errores que un árbitro o un conjunto de ellos (véase VAR) puedan cometer influyen determinantemente no en el resultado final (que también) sino en el juego que uno y otro equipo desarrollarán a lo largo del partido. Así las cosas, el, para nosotros, penalti claro no señalado a Ramos o el no señalado a Vinicius; así como la expulsión de Lucas Vázquez condicionaron el juego, y probablemente el resultado. 
     Es en este contexto donde podemos entender que en el Bernabéu no se pitara a un equipo envarado, que no acaba de sacudirse esa rigidez y entumecimiento con que se desenvuelve en todas sus líneas. El domingo quedaron muy señalados Casemiro, el entrenador y Bale. Casemiro, porque no está a la altura de las circunstancias; lentísimo y falto de ritmo. El entrenador, porque se atuvo al esquema rígido de cada jugador en su puesto, incapaz de desarrollar alguna variante táctica que le permitiera solventar el problema que tiene con el medio centro. Y Bale, porque sin jugar decidió hacer una jugada de escapismo lamentable, que deja bien a las claras que este jugador con este nivel de compromiso no puede liderar al equipo. Es un verso suelto que ha encajado perfectamente en algunas de las más bellas páginas de la historia del club; pero que habitualmente es un pegote.
     El equipo de Solari sigue siendo demasiado previsible, fundamentalmente lastrado por las deficiencias estructurales (lateral izquierdo, delantero centro... ) y el estado de forma que presentan o han presentado numerosos jugadores (Isco, Marcelo, Bale, Modric, Kroos, Casemiro). Si nos damos cuenta, jugadores fundamentales todos estos años. Algunos están recuperando su mejor versión, pero el entrenador debe saber cuáles son los que no están para jugar al ritmo que la competición exige. En otro tiempo tal vez se podía adquirir la forma en el terreno de juego, hoy (el domingo) la Real Sociedad no lo permitía, porque vino al Bernabéu a plantar cara, sabedores de que el Madrid está dormido. 
       La prueba definitiva de que esto va de agitar y buscar una nueva forma de juego no tan previsible nos la dio Vinicius. Convirtiéndose en el mejor jugador del equipo; porque cada vez que cogía la pelota uno esperaba que fuera a ocurrir algo. Lo sabía la Real, sabía que estaba solo, pero no fue capaz de pararle. Y es que el fútbol de hoy es velocidad con y sin balón, es correr y sacrificio solidario. Esto es lo que hizo la Real Sociedad y bastó para ganar.
    En conclusión, o el entrenador hace al equipo más flexible y solidario, lo agita de verdad (Vinicius, un delantero centro,un lateral izquierdo, centrocampistas en forma...) o esta temporada tiene visos de irse al garete por completo.  Bueno, para ser justos, también hace falta que los señores del VAR no contribuyan a hundir más al equipo en la crisis que atraviesa. Por cierto, tal como hemos manifestado siempre, el Mundial de clubes solo sirvió para distraer aún más: un empate y una derrota después de su conquista. 
     El Leganés está aquí ya. Solari tiene una oportunidad, a partir de la excusa de lo cargado del calendario, para introducir cambios y provocar esa agitación que saque al equipo de la modorra en que se encuentra. Veremos.