jueves, 27 de marzo de 2014

Sin plan "B". Sevilla 2 - Real Madrid 1

    La cantidad de oportunidades que tuvo el equipo en la primera parte hacía presagiar un partido tranquilo. Siempre pensamos que más tarde o más temprano ha de entrar, pero de nuevo la delantera no estaba demasiado acertada, y el gol tuvo que llegar a balón parado y con algo de fortuna. 
     Aún no había dado tiempo a asimilar la nueva situación, cuando el Sevilla logró neutralizar la ventaja cobrada, merced a una jugada que puso en evidencia todos los problemas por los que atraviesa el equipo. Un centrocampista como Xabi, vital en este equipo, que no está en condiciones desde hace algunos partidos (¿o desde su firma?), pierde una pelota absurda; un ajuste defensivo inadecuado, tanto por la colocación como por la velocidad con que se movieron en el repliegue, y un portero que se encuentra más cómodo debajo de los palos, a imagen y semejanza de su supuesto rival.
    Desde mi punto de vista esto habría sido un accidente, si no fuera porque a partir de aquí el equipo se mostró impotente para afrontar el partido, para modificar su juego o para introducir cambios que generasen algo de incertidumbre en el contrario.
    Emery encontró la fórmula para ganarle al Madrid; jugarle al contragolpe, tirar más atrás las líneas y achicar los espacios a la espalda de sus defensas a fin de neutralizar las hipotéticas acometidas en largo de los delanteros madridistas. En esa situación se movió el resto del partido, y le dio el resultado esperado. De nuevo, en la segunda parte, el sistema defensivo cometió un error en cadena, fundamentalmente ocasionado por uno de los jugadores más en forma: Pepe. Su acometida alocada y sin garantías de quedarse con la pelota hacia Rakitic en el centro del campo, propició un nuevo contragolpe en el que todos estuvieron más lentos que la delantera rival; resultado, la segunda  o tercera ocasión en que llegaban a la portería madrisdista, y segundo gol sevillista. 
   Fueron muchos minutos en los que el banquillo madridista no ideó nada que hiciera variar el guion propuesto por el contrario. La impotencia fue en aumento conforme avanzaba el partido, pues el juego se fue ajustando y acoplando a lo que el Sevilla deseaba. No hubo reacción en el terreno de juego ni fuera de él.
    Cabe preguntarse por qué se llegó a esta situación. Justo es decir que de haber estado más acertado de cara al gol en la primera parte, probablemente estaríamos haciendo otro análisis, pero no fue así y lo que vino después nos lleva a pensar que el equipo no tiene plan B.
    Creo que lo grave no es que no sepa cómo acometer una defensa cerrada, y jugar contra un equipo que juega bien al contragolpe porque tenga jugadores rápidos, sino que da  la impresión de que Ancelotti ha ideado un sistema para encajar a Di María y Bale a la vez en el equipo, y cuando le falta el argentino no tiene plan B, pues no tiene un centrocampista capaz de hacer su labor. El equipo se mantuvo vivo en el partido contra el Barça gracias a su contribución y a su derroche físico. 
    Ancelotti se ha quedado sin plan B porque ha apostado por un grupo de jugadores que ahora no atraviesan un buen momento, y dado que optó por ellos de forma casi exclusiva, (lo que le llevó a encadenar una serie de victorias y extraordinarios resultados) ahora se encuentra con que no tiene jugadores preparados para suplirles. Él lo entiende así, y por eso llevó hasta el paroxismo el movimiento de banquillo: a falta de un minuto para el final del partido, introdujo en el terreno de juego a Morata. Este movimiento es representativo de lo que pasa por la cabeza de Ancelotti en estos momentos. No confía en los jugadores que tiene en el banquillo, por más que los titulares se arrastren por el campo.
   Lo bueno de escribir en un blog es que puedes ver lo expuesto en cualquier momento. Por eso podemos decir que ya lo advertíamos cuando dijimos que Ancelotti había encontrado el equipo: que era necesario utilizar más a los suplentes porque a final de temporada serían necesarios.
   Diagnóstico: sin plan B porque no tiene alternativa a la presencia de Di María, porque no tiene jugadores de segunda fila en los que confiar, porque no ha sabido y no sabe qué hacer contra equipos que se cierran y presionan con intensidad. 
   Tratamiento: Ancelotti debería centrarse en buscar el plan B  en los tres sentidos que hemos apuntado: esquema, jugadores de banquillo aprovechables y reacción más ágil durante los partidos. 
    Salvo que ocurran desgracias como la de Valdés en los dos rivales, la Liga está perdida; pero caerá en las otras dos competiciones si no rectifica y reacciona con rapidez.  
  Sorprende que hasta hace dos partidos la solidez defensiva era cacareada por los medios de comunicación como una de las claves de este equipo, cuando ahora se muestra como el aspecto más frágil del mismo. Para tener en cuenta lo que leemos o escuchamos.
    

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