Me resulta difícil analizar un partido vivido con tanta intensidad. El ruido impide ver con perspectiva adecuada lo sucedido en el terreno de juego más allá de la jugada esta o la otra.
Pero la sensación es que el duelo ha estado más en las líneas defensivas que en el juego de ataque más o menos acertado de ambos equipos.
Con un gol en contra casi desde el comienzo del partido, el Madrid reaccionó bien, merced a la superioridad de Benzema sobre Masquerano, que en pocos minutos dio la vuelta al partido. Que la defensa del Barça no está bien, y que es su línea más deficiente no es ninguna novedad, Pero sí lo es que la del Madrid haya dado tantas facilidades. Se suponía que esa línea era la más sólida del equipo. Hoy, salvo Pepe, estuvo muy mal; y así no se puede ganar cuando enfrente tienes un equipo capaz de aprovechar las oportunidades que se le presentan.
A pesar de todo, hasta la jugada de la expulsión de Ramos, el equipo estaba disputando el partido en condiciones y oportunidades parecidas, con el predominio de las delanteras sobre las defensas, tal como hemos dicho al principio. Con las estrellas de ambos equipos apagadas, especialmente Ronaldo y Neymar, sólo los errores defensivos en forma de penaltis y ajustes defensivos movieron el marcador caprichosamente. La expulsión marcó el encuentro, por cuanto el Barça no sólo consiguió empatar el partido, sino que dejó al Madrid con diez. A partir de ahí empezó a emerger el juego suelto del Barça a través de Iniesta fundamentalmente. Se veía que era cuestión de tiempo la llegada del cuarto y por consiguiente del triunfo del Barcelona.
Cabe ahora analizar las claves de este encuentro, y sus consecuencias. Creo que gran parte del equipo salió si suficiente tensión, quizá pensando que quedaba mucho tiempo por delante. En los veinte primeros minutos el Madrid se agarró al ciclón Di María. Pero el resto del equipo, salvo Pepe no estaba. Cuando en un equipo falla su columna vertebral es muy difícil ganar. Y hoy no estuvieron a la altura ni Sergio Ramos, ni Modric, ni Xabi, ni Cristiano. De ellos, sólo el croata apareció en algunos momentos de la segunda mitad. Falló Carvajal en el primer gol basculando excesivamente hacia el centro, falló Sergio en el segundo al no acompañar en la jugada a Messi, volvió a fallar junto a Marcelo en el tercero al ganarles la espalda Neymar a ambos, y falló Xabi en el cuarto al llegar tarde y mal. La mejor noticia es que Bale parece que en cada partido escala un peldaño en su juego y hoy estuvo mucho más participativo tanto en defensa como en ataque.
El partido deja dudas acerca de aspectos esenciales de la temporada. La fundamental viene de la constatación de que el equipo no ha ganado ninguno de los partidos que ha disputado esta temporada ante equipos fuertes físicamente y rivales directos, si exceptuamos los encuentros de Copa frente al Atlético. Ha perdido los dos partidos frente al Barça y tiene perdido el golaverage con el Atlético. Por otra parte, deja dudas respecto a la línea teóricamente más sólida de esta temporada; la defensiva.
En estas, no hay tiempo para pararse a pensar demasiado. Hoy se ha perdido la oportunidad de dejar K.O. al Barcelona, pero solo se han perdido tres puntos. El Sevilla está a la vuelta de la esquina. Este será otro partido crucial en esta temporada, porque el Sevilla viene de una racha muy buena y porque ya no queda margen para los tropiezos. Ya veremos.
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