jueves, 31 de octubre de 2013

Festín en medio del caos.

   ¿Cómo explicar este desorden?
   Lo que está claro es  que seguimos sin saber a qué jugamos; lo dice el propio entrenador.
   Sin prácticamente tiempo el equipo se colocó con tres goles por delante. Las acometidas de Gareth Bale llevaban mucho peligro por la banda derecha, la posición en la que Ancelotti quiere que juegue. A juzgar por lo visto ayer parece una buena opción, ya que tiene salida natural hacia adentro para armar su pierna buena, la izquierda, tal como hiciera en el primero de los goles; y por fuera es capaz de centrar o pasar como hizo en otra ocasión que puso a Benzema en otro de los goles.
   Esta fue la cara de la moneda, porque el caos defensivo y el desorden se apoderó del encuentro y en especial del Real Madrid. De tal manera que a punto estuvo de empatar el Sevilla en unos minutos posteriores. El equipo roto, sin coberturas ni ayudas, sin orden ni concierto, y con errores de jugadores que no pueden estar en el equipo a día de hoy, habiendo jugadores mejor preparados que ellos. Se podrá discutir si tienen que estar de vez en cuando, pero no se entiende que se siga un criterio con Casillas y no se haga con jugadores como Ramos, Arbeloa o Khedira que no acaban de estar acertados en ningún partido al completo. El primero porque se despista con frecuencia o no mide bien la repercusión de sus acciones, en una posición que no admite errores; y los otros dos porque ni tienen calidad ni están en su mejor momento. Arbeloa sufrió ayer lo indecible, entre otras cosas porque el Sevilla tenía claro que tenía un filón en su banda y Ancelotti no parecía tener dispuesto una medida para atajar las acometidas por su banda que generaban un peligro constante. 
   Evidentemente marcar siete goles no es fácil a ningún equipo, pero esto lo que pone de manifiesto es el potencial que tiene este equipo para golpear a sistemas defensivos no muy armados. Así vamos a catalogar a este Sevilla que durante esta temporada creo que no ha ganado ningún encuentro fuera de casa. 
    La entrada de Xabi fue otra buena noticia en el día de ayer. Como hemos dicho en varias ocasiones este equipo necesita de la presencia suya más de lo que debiera. Salió si no recuerdo mal con un cinco a tres. Al margen de una posible coincidencia en que el Sevilla no volviera a marcar, su sola presencia dio otro aire al equipo y al encuentro. Quizá pudo influir la distancia que posteriormente cobró el Real Madrid, pero su saber estar, sus desplazamientos en largo,sus pases interiores y sus movimientos con y sin balón hicieron que el desorden acabara casi por completo. 
   En conclusión, un nuevo partido sin dirección, pero con dos grandísimas noticias: la llegada de Bale, que demostró unas cualidades tremendas para desbordar en velocidad y pegar (marcó dos goles) y unas buenas cualidades para dar asistencias (dos terminaron en gol); y por otro lado, el regreso de Xabi que por sí mismo a buen seguro dará otro aire a este equipo. La mala noticia procede del banquillo, pues parece que este entrenador esté más pendiente de cuadrar a los jugadores según el peso específico que tienen en el vestuario, que no en función del estado de forma o cualidades que están demostrando en la actualidad. Sólo así puede entenderse su empecinamiento en no dar minutos a jugadores jóvenes que están demostrando un estado de forma impresionante cada vez que se les ha puesto (véase Morata, Jesé o Carvajal). Aunque Carvajal ha gozado de más minutos, pienso que debería ser el lateral derecho titular. 
    Fue un festín, pero en medio de un desorden preocupante que hizo deslucir una goleada tan abultada. Ayer vivimos un partido desquiciante; por momentos gratificante y por momentos desesperante. Hay un amplio margen para la mejora. Veremos si en breve.

sábado, 26 de octubre de 2013

La suerte nos dio la espalda... como era de esperar. Barcelona 2 - Real Madrid 1

    De nuevo con una alineación inédita, con experimento incluido y con la inclusión por fin de Bale en el equipo titular, comenzó un partido que a priori parecía el menos indicado para hacer todos estos trastoques a la vez. 
     El experimento puede decirse que resultó fallido, toda vez que Ramos no aportó nada que Illarra no podía haber hecho, salvo que tuvo que ser sustituido por éste para evitar quedarse con diez casi en los inicios de la segunda parte. Escucho al entrenador justificar dicha alineación porque parece ser que Illarramendi tenía una sobrecarga del partido contra La Juve. Esto se contradice con que luego terminara poniéndolo en el terreno de juego. Con explicación tan peregrina todo apunta a que no se ha atrevido a dejar en el banquillo a Sergio Ramos y le ha buscado acomodo en la línea que menos claro tiene qué hacer, excepto que Khedira (hoy no ha hecho un mal partido) tiene que jugar.
      La inclusión de Bale tampoco parece justificada, si no es por la misma causa que el anterior. Se le vio falto de ritmo y acoplamiento, sobre todo porque la posición de delantero centro con que empezó no deja de ser otro experimento. Cuando un jugador está en plena forma pueden hacerse experimentos, pero si lo hacemos cuando el jugador aún no está bien, pues pasa que no sirve ni para sacar conclusiones, ya que en buenas condiciones tal vez no sea tan mala opción.
     La primera parte, a toro pasado, pareció perdida. El Barça no está como en otras ocasiones por más que lleve puntos de record en la Liga (entre otras cosas con ayudas arbitrales como las de hoy); pero Ancelotti, y el equipo en general, salió demasiado pendiente de tapar las acometidas azulgranas, olvidándose de las propias posibilidades. Todo esto, ya lo hemos dicho, a toro pasado, es injusto. Como quiera que sea el primer tiempo resultó aburrido y soso por parte de ambos equipos. El Madrid no chutó entre los palos, y el Barça lo hizo en la jugada del gol, que además procede de un rebote (mala suerte). Todos los grandes espadas inéditos excepto Neimar que gozó de numerosas pelotas para jugar un uno contra uno con Carvajal y que finalmente logró su objetivo en una jugada en que éste se incrusta hacia el centro de la defensa y lo deja maniobrar solo cerca del área.
      La segunda parte fue otra historia por varias causas, pero la fundamental radica en la diferencia de estado físico de uno y otro equipo. Esto  hizo que el control del partido pasara a manos de los blancos y que a punto estuvo de lograr el empate de no haber mediado el árbitro en el claro penalti a Ronaldo (mala suerte). El Madrid encontró más su sitio gracias a que Modric tomó el mando de las operaciones, con un desparpajo que desde el final de la temporada pasada no le veíamos; sólo pudieron pararle a base de faltas que paradójicamente no merecieron tarjeta ninguno (mala suerte);gracias también a que Sergio fue sustituido por Illarra que tenía menos precauciones que tomar a la hora de presionar; y finalmente gracias a los cambios de Benzema, que estrelló un balón espectacular en el larguero (mala suerte), y de Jesé que terminó marcando un magnífico gol.
      La sensación que tenemos es que se perdió una buena oportunidad de haber ganado a uno de los peores Barça de los últimos tiempos. Pero este entrenador no acaba de dar con el equipo que quiere, quizá inmerso en dudas sobre si coloca a jugadores veteranos que no están en condiciones o no tienen calidad para estar en el equipo de titulares (véase Sergio, Arbeloa, Khedira). Hoy Carvajal ha demostrado que es el lateral derecho que necesita el equipo, Jesé ha jugado poco pero parece merecer algo más que unos minutos, Morata lo hace fenomenal cada vez que lo pone, y eso sin saber, porque no le da oportunidad, qué pasaría con Casemiro en el centro del campo.
      En definitiva, la suerte hoy nos dio la espalda en algunos lances del juego y en los desaciertos arbitrales, justo en aquellos aspectos gracias a los cuales hemos ganado en demasiadas ocasiones esta temporada. Ya es hora de que este entrenador repita un once y un esquema. Si ha de ser con un cuatro-tres-tres, que sea.

viernes, 25 de octubre de 2013

La suerte nos acompaña... de momento. Real Madrid 2 - Juventus 1

    Con la vuelta a una alineación más "clásica" y la variación táctica, al introducir en la práctica tres centrocampistas; supongo que Ancelotti pretendía crecer desde la seguridad, algo muy propio de los entrenadores que se encuentran en la inseguridad permanente. Como no acaba de encontrar la forma idónea para generar juego y guardar las espaldas, se decanta por lo segundo. Sin embargo, ocurre que un equipo diseñado para tener la pelota sufre lo indecible cuando no la tiene porque no sabe  recuperarla.
    Así las cosas, la Juventus pudo haber dejado el partido muy cuesta arriba en los primeros minutos del encuentro. A pesar de ello ocurrió lo contrario, merced a una magnífica jugada de Cristiano. Esta circunstancia no varió en esencia el juego del Madrid, pues el equipo italiano dio un recital de toque y pases precisos y vertiginosos que a duras penas podían los blancos atisbar. 
    Nos preparábamos para ver qué respuesta era capaz de dar este equipo ante un rival de verdadera entidad, cuando llegó la expulsión  del central italiano. Es verdad que era amarilla, y que ya debía haber recibido una amarilla en el penalti a Sergio, pero la verdad es que no parecía para tanto. En cualquier caso, nos privó de ver qué hubiera pasado de haber llegado al final del encuentro con los números igualados. 
     Incluso con diez, el equipo de Turín llegó a disponer de opciones para empatar el partido; pero la verdad es que los italianos acusaron al final el derroche físico que vertieron a lo largo de todo el partido. Mientras, el Madrid volvió a parecer un equipo indolente, y con falta de garra para sentenciar.
    Nada aportaron los cambios de Bale e Isco. De nada sirvió el sistema de juego implantado. El equipo volvió a estar a merced de su adversario. Fue un equipo sin director del juego, sin capacidad para recuperar la pelota, sin saber qué hacer cuando la tiene. Y por sacar algo positivo diremos que al menos en algunas fases parece que puso en práctica un contragolpe más parecido al de otras temporadas, al menos en la rapidez de ejecución. 
    Seguimos sufriendo demasiado sin la pelota, y dependiendo demasiado de la fortuna. Pero si seguimos jugando con ella en algún momento nos dará la espalda. Urge encontrar el patrón y que Bale empiece a estar a la altura de lo que ha costado; quizá tenga una buena oportunidad el próximo sábado, el rival puede favorecer su juego.  En breve lo veremos.

domingo, 20 de octubre de 2013

Leve mejoría. R. Madrid 2 - Málaga 0

     Otro partido más sin signos de una estructura de equipo que pueda reconocerse. Una nueva alineación y ya van once (según escuché el otro día, tantas como partidos ha disputado). Esto es un síntoma de que el entrenador sigue sin tener claro cuáles son los jugadores que le sirven para su idea. Quizá lo que debiera es modificar su idea en función de la plantilla que tiene.
     De nuevo el equipo se enfrentó a un equipo ordenado en defensa, y como viene siendo habitual el equipo no es capaz de generar juego cuando tiene la pelota. La falta de movilidad de los jugadores de ataque, la falta de una dirección clara, y el desacierto de algunos jugadores llevaron a revivir una primera parte aburrida y sin nada meritorio que llevarse a la mente.
    La falta de mordiente en ataque del equipo de Málaga facilitó las cosas, ya que al menos no teníamos la incomodidad de que en cualquier momento pudieran hacerte gol. Tarde por ello muy tranquila para una defensa que a mí particularmente me gusta más. La incorporación de Carvajal le da un plus en ataque que es necesario explotar, dada la escasez de ideas cuando se llega a las inmediaciones del área contraria. Entrar por las bandas está en el ABC del fútbol, cuando el contrario se cierra. Sobre todo si, como sucede en este caso, el equipo tiene potencial y capacidad de remate por arriba. Ayer además, ese potencial era mayor con la entrada de Morata en el equipo.
   Pero sigue faltando un elemento fundamental que es la generación de juego desde el centro del campo. El equipo se limita a bascular de derecha a izquierda, sin profundidad alguna. Esto les resulta muy cómodo a los contrarios. De forma que sólo tienen que achicar el espacio en dos líneas bien juntas y pobladas. El recurso del Málaga a dejar fuera de juego una y otra vez a los delanteros deja bien a las claras que este equipo de Ancelotti está poco trabajado, pues no tenían forma de abordar una defensa de este tipo, que hace mucho tiempo que se sabe cómo atacar. No lo hizo en la primera parte, y tampoco lo hizo tras el descanso.
    Sacar conclusiones después de este partido como muchos se han atrevido a aventurar creo que es precipitado. El rival entregó la pelota y renunció prácticamente al ataque. Hasta ahora los equipos que le han hecho daño al Madrid son aquellos que le han presionado y llevado al terreno físico. Habremos de aguardar a otro enfrentamiento con equipo de estas características para saber si hay una mejoría importante como algunos apuntan.
     La alineación como titulares de Morata y Carvajal dio algo más de mordiente, si bien insuficiente. Al primero se le vieron las ganas que pone en cada jugada y la movilidad que mostró a lo largo de todo el encuentro; al segundo le vimos algunas de sus cualidades, pero en escasas ocasiones. Creo que el equipo gana, hoy por hoy, con ellos; y si jugaran más minutos podrían mejorar en acoplamiento en sus posiciones y con sus compañeros. Portería y defensa inéditas; centro del campo con un lunar importante en la media punta a cargo de Isco que hizo un mal partido; y un ataque sin profundidad hasta los minutos finales del encuentro en que sólo las magníficas paradas del Willy Caballero impidieron que subiera algún gol más.
    En definitiva, un partido sin historia y del que no se pueden extraer conclusiones relevantes: una leve mejoría, a la espera del próximo parte. Juve y Barcelona serán un buen termómetro para saber si el enfermo avanza o tiene una recaída.

sábado, 5 de octubre de 2013

Ancelotti, ¿un entrenador con la flor en el ...? Levante 2 - Real Madrid 3

     Cuando todo apuntaba a un desastre liguero peor que el del año pasado, porque el anterior sabemos cuándo el equipo se recuperó y este no sabemos cuándo va a remontar. Después de un horrible partido como casi todos los disputados en Liga esta temporada, aparecieron Morata, Marcelo y Jesé y rescataron al Madrid del marasmo ofensivo en que navegó durante todo el encuentro. Este entrenador es tan timorato que no se atrevió a sacar a los tres a la vez, y decidió jugar con el tiempo a favor del Levante haciéndolos de forma escalonada.
     Sin ideas, sin orden, sin patrón de juego en ambos sentidos: ni hay esquema, ni hay un jugador que coja el mando de las operaciones. El Madrid volvió a desesperar a lo largo de todo el partido. Y como ya ocurrió con el Elche, en los inicios el equipo atacante y el control del juego fue del Levante. Ni siquiera eran capaces de jugar al contragolpe; en primer lugar, porque el equipo de Ancelotti no parece desplegarse a la velocidad que en temporadas anteriores se hacía; en segundo lugar, porque el Levante tenía muy bien aprendida esta lección y a pesar de atacar, lo hacía siempre con las espaldas bien cubiertas. 
      Pasados esos quince o veinte minutos iniciales el juego se fue pareciendo cada vez más al esquema de partidos anteriores. Un Levante bien replegado y ordenado y un Madrid inoperante y errático en ataque, perdiendo pelotas que daban oportunidades de contragolpe con relativa frecuencia, fruto de las mismas llegaron los dos goles del Levante.
     Solo la salida al terreno de juego de Marcelo, Morata y Jesé logró cambiar las cosas en ataque. Se tuvo mayor velocidad en las operaciones y una mayor profundidad por las bandas. Pero únicamente la fortuna pudo levantar un partido que estaba perdido a falta de treinta segundos para finalizar el tiempo reglamentario. 
      Así que las claves de este encuentro comienzan por un nuevo planteamiento fallido, continúan con una insistencia en alinear jugadores que no están (Coentrao, Khedira, Benzema), la obstinación en no alinear a otros (Carvajal, Morata, Jesé), y terminan en un terreno poco serio como es el de la fortuna; coqueteando con ella suele terminar dando la espalda. 
      Ya hemos dicho en otra entrada que es probable que la entrada de los lesionados (Xabi, Marcelo y Bale) darían otro aire a este equipo. Algo de ello ya han apuntado las apariciones de Marcelo el miércoles y hoy. Pero no sería justo hacer recaer sobre ellos la responsabilidad de levantar esto; la ansiedad es mala consejera en los regresos desde una lesión.
     Así que a menos que nos encontremos ante otro entrenador con una flor en el trasero, de continuar con esta relación azarosa, este equipo terminará en la miseria más absoluta, pues jugar, lo que se dice jugar, no parece que juegue a nada esperanzador. 

miércoles, 2 de octubre de 2013

Muchos goles, poco juego. R. Madrid 4 - Copenhague 0

    Esta primera fase de la Liga de Campeones parece diseñada para el lucimiento de los equipos grandes. Es más un asunto económico inventado por la UEFA que una verdadera competición. Las diferencias son tan enormes que no sirven ni para saber el estado en que se encuentran los equipos a nivel internacional. Así un Madrid sin ninguna mordiente en Liga ha sido capaz de endosar cuatro en un partido sin grandes diferencias con los anteriores salvo la inferioridad del rival.
     Salió de inicio con un equipo raro en lo que respecta al centro del campo. Parece que Ancelotti también tiene claro que piensa jugar con Khedira y diez más. Lo último que nos faltaba por ver que en casa y ante un equipo muy inferior la variante que el entrenador sea hacer que Khedira haga de Isco y éste se quede en el banquillo. Lo cierto es que este nuevo invento no aportó nada nuevo. Ni se creó, ni se defendió mejor en defensa por arriba (quizá sea esta la razón para alinear al jugador alemán, conociendo el carácter timorato de este entrador no es de extrañar).
       El paso de los minutos en la primera parte dieron protagonismo a Marcelo, una de las novedades de la alineación, junto a Varane y Carvajal. Ya hemos defendido en otras entradas que Marcelo es el mejor atacante que tiene este equipo, y así ha sido en toda la primera parte. Ojalá no recaiga en una nueva lesión, porque es imprescindible para quebrar y desequilibrar arriba. Sin más que llevarse a la boca que sus incursiones, fruto de las cuáles llegó el primer gol, llegamos a la segunda parte.
     Y en los segundo 45 minutos apareció el otro jugador desequilibrante que tenemos. La jugada del segundo gol, con taconazo, rabona y cabezazo es una obra de arte. A partir de este segundo gol todo fue coser y cantar, hasta el punto de que el entrenador se atrevió a terminar jugando con un solo medio centro (Illarramendi) y dos delanteros centro. 
     Y no hubo más historia en este partido cuasi de trámite que no puede servir para tranquilizar a nadie por el juego desplegado. Sí sirvió para que vayan entrando en juego jugadores que vienen de lesión, como Illarramendi, Varane y Marcelo, sin demasiados riesgos. 
      Mención aparte merece la alineación de Iker. Un comentario de Cañizares en la Cadena Ser me ratifica en la opinión de que la mejor opción es que se marche. En aquella salida en falso, que a punto estuvo de costarle un gol (el del empate a uno) al equipo, el exportero de la selección aprovechó para "ayudarle" dando una opinión ventajista, cicatera y mezquina, pues según él esta salida es debida a que no está jugando y por tanto Del Bosque tiene que pensárselo. Vamos, como si fuera la primera vez que Casillas no mide bien en la salida, como si los porteros en general no lo hicieran, sean titulares o no. En estas, al final del partido Casillas hizo tres paradones de los suyos. En definitiva, el Casillas de siempre, con sus virtudes y sus defectos.
       Lo dicho muchos goles para el juego que ha hecho el equipo. Por cierto, de nuevo dos goles de delantero centro a cargo de Cristiano, especialmente el segundo. Pues eso.

martes, 1 de octubre de 2013

Ancelotti no resuelve el puzzle. R. Madrid 0 - At. Madrid 1

    Como nos temíamos, la llegada del derbi en este momento del equipo sería favorable a los rojiblancos. Todos los equipos que se habían enfrentado previamente al Madrid desplegando un fuerte derroche físico y algo de orden le habían creado problemas serios. Estas dos cualidades son las señas de identidad del equipo de Simeone. A eso se le añaden unas gotas de calidad superiores al Betis, Villarreal, Granada o Elche y el cóctel perfecto para enfrentarse a este Madrid sin orden, sin presión, sin esquema, sin alma.
     Así, la historia del encuentro es la historia de la impotencia más absoluta del equipo para superar a un rival que se adelantó en los inicios de la primera parte. Ni en el Bernabéu, un fortín hasta ahora en los últimos años, pudo el Madrid crear una sola jugada de peligro hasta las postrimerías del encuentro y en el arreón final provocado más con el corazón que con el juego y animado por los cambios de Morata y Modric.
    Como si se tratara de un puzzle, Ancelotti trata de encajar las piezas, pero ni parece tener claro qué  procedimiento seguir para hacerlas encajar y conformar un cuadro perfecto, ni tampoco sabe qué piezas son las adecuadas para alcanzar el objetivo. Es verdad que le faltan algunas piezas básicas sin las que quizá el cuadro no quede tan lucido, pero mientras le llegan es urgente que lo componga. Si no puede jugar a lo que al entrenador le gustaría, o a lo que demanda la afición, es necesario que al menos juegue a algo.
    Creo que la disponibilidad de tres piezas como son Marcelo, Bale y Xabi Alonso podría cambiar sustancialmente las cosas. Pero mientras tanto el esquema debe adaptarse a lo que hay, dar soluciones a esta situación. Por ejemplo con la incorporación de un lateral derecho que sea capaz de profundizar por su banda (véase Carvajal), cambiar antes a Benzema cuando no está, y sobre todo jugar con las líneas más juntas. 
    Pero a todo ello hay que añadir unas gotas de intensidad con y sin balón, en la recuperación y en la generación de juego. Sin este elemento será muy difícil que se consiga nada.
    Hoy son muchos los que cargan las tintas sobre los jugadores, otros sobre el entrenador, y algunos sobre la directiva. Creo que todos los factores expuestos tienen parte de responsabilidad. Pero la carga mayor debe recaer sobre el entrenador por no saber qué jugadores debe poner al servicio de su idea, o por no cambiar de idea (si la tuviere) si cree que no tiene jugadores para desarrollarla. 
    Lo que es evidente es que este equipo no funciona y después de más de dos meses de entrenamientos y bastantes partidos oficiales disputados no se visualiza un panorama alagüeño. 
      Es posible que Ancelotti sea esclavo de sus propias palabras, al ofrecer en su presentación un juego bonito y al ataque para el que aún no ha sido capaz de encontrar las piezas adecuadas. 
     Como en la resolución de un puzzle ocurre en ocasiones la pieza clave la tenemos delante de nuestras narices y no la vemos. Esperamos que el entrenador la encuentre cuanto antes. Algunas claves hemos dado en esta y en otras entradas anteriores.
      Toca esperar.