domingo, 25 de febrero de 2018

Algunas buenas noticias. R. Madrid 4 - Alavés 0

   Si hacemos el balance de los dos últimos encuentros podemos concluir que han aparecido algunas buenas noticias que hacen albergar algunas esperanzas de cara a lo que queda de temporada.
    De un buen resultado y juego desplegado ante el Leganés; a un juego más aburrido, especialmente en la primera parte, pero un resultado contundente frente al Alavés. En medio nos hemos entretenido con asuntos de gestión del vestuario que hasta ahora ha sido el punto más fuerte de Zidane. 
    Nos quedamos con la actitud y el juego ante el Leganés, un equipo que en la Copa nos había pintado la cara; pero al que pudo doblegarse con un mejor estado de forma generalizado de la plantilla: el segundo gol de tiralíneas es para enmarcarlo. Ayer se volvió a las andadas en la primera parte. Una impresión de que les sobraba tiempo y pereza para llevar el partido al segundo tiempo, y con la ayuda de un rival poco convencido de sus posibilidades, resolver el partido en solo diez minutos.
    Yendo a las buenas noticias; en primer lugar, hemos de señalar la importancia de encadenar otras dos victorias más consecutivas y sin apuros ante rivales que nos habrían puesto las cosas complicadas hace tan solo un mes; en segundo lugar, la efectividad goleadora ha subido un punto de nivel por parte de todos; en tercer lugar, el apaciguamiento de los problemas con Bale y Ceballos, aunque de naturalezas bien distintos; en cuarto lugar, el mejor tono mostrado por todos los suplentes o recuperados que han dispuesto de minutos: Kovacic, Lucas, Bale, incluso Theo que mejoró sus prestaciones, sin alcanzar nivel para jugar en el Madrid; en quinto lugar, el increíble detalle de Cristiano cediendo el lanzamiento del penalti a Benzema que tuvo una buena actuación cimentada en la mejora de su actitud trabajadora.
    Todo ello lleva al equipo a una zona más tranquila de cara a abordar el final de temporada, que es lo que pedíamos días atrás. Y a la vez da moral para viajar a París.
   No quisiéramos dejar pasar la oportunidad de comentar lo ocurrido con Ceballos y Bale. Creemos que con Ceballos se ha cometido una injusticia habiéndole hecho culpable de en no sabemos qué momento de los males del equipo. Quizá no tuviera alguna actuación muy ortodoxa, pero siempre que ha salido le hemos visto con muchas ganas y con un trabajo encomiable. Pero si a la injusticia de su apartamiento se le une el feo detalle de hacerlo entrar durante 30 segundos en un partido resuelto, la cuestión coge tonos de ensañamiento. La rectificación posterior del entrenador pidiendo perdón, creemos que aunque tarde, muy tarde, al menos apaciguará los ánimos de un dolido Ceballos. 
   Otro problema bien distinto es el planteado por Bale. Aquí podríamos decir que no hay caso Bale, sino que el propio Bale es un Caso. En parte, el comportamiento de Bale obedece a  las formas de conducir el grupo de Zidane. Pues desde aquel "mientras Garet, Cristiano y Benzema estén bien, jugarán siempre" que después ha llevado a cabo durante estos dos años al frente del equipo; hasta la suplencia ante el Leganés estando disponible, hay un cambio de actitud por parte del entrenador, obligado por las circunstancias y los resultados. Zidane no podía soportar un nuevo tropiezo ante el Leganés, el equipo que le apeó de la Copa. Esa es la razón por la que no quiso arriesgar con la BBC, y eso es lo que no entendió Bale, que como buen niño mimado, se rebela contra su máximo defensor.
   En un caso faltó delicadeza; en el otro, algo de explicación. Pero en esto no vamos a dar lecciones a este entrenador que se tiene bien ganado el crédito y la fama de que dispone.
   En resumen, que parece que el equipo tiene otra cara con todos en un mejor tono físico, anímico y en consecuencia de juego. Ahora, tres partidos en una semana: el poder Ser o el no Ser de esta temporada. Veremos.

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