viernes, 19 de febrero de 2016

Sin brillo, eliminatoria encarrilada. Roma 0 - Real Madrid 2

  Hasta la llegada del primer gol (de espectacular ejecución), el partido no podría decirse que tuviera una clara inclinación a favor de ninguno de los contendientes. Si bien es verdad que el control del partido parecía estar en manos del Madrid, no pocas llegadas romanas fueron cortadas al modo apagafuegos, bien por Ramos, bien por Varane. El miércoles ambos centrales estuvieron en un mejor tono que en partidos anteriores. No así los laterales que precisaron de esos apagafuegos con relativa frecuencia al ser desbordados por sus respectivos extremos con una facilidad pasmosa. En ocasiones parecían ir parados, mientras sus pares cabalgaban a toda velocidad.
   Algo parecido le ocurrió al centro del campo que no apareció hasta la entrada de Kovacic. Modric bien sujetado, Kroos desbordado físicamente en numerosas ocasiones. Sigo sin entender por qué los entrenadores confían en él para tareas defensivas. Le podemos ver con frecuencia de espectador de las penetraciones de la media o delantera rival.
   El gol de Ronaldo acabó con el orden y las esperanzas de La Roma. Les rompió sus esquemas de tal modo que si el Madrid no remató esta eliminatoria fue debido a la mala noche de Benzema y James o la falta de fortuna.
   Lo mejor sin duda el resultado, pero también hay que anotar la recuperación de un gran Ronaldo, incisivo, rápido, y efectivo; el hallazgo de un suplente que interpreta a la perfección lo que precisa el equipo en función del resultado: Kóvacic; y la mejoría de la pareja de centrales. 
   Lo peor, que seguimos sin encontrar el equilibrio necesario que no permita llegadas tan frecuentes y claras del contrario. Desde nuestro punto de vista, los dos laterales ofensivos son un lujo que si no usas no te puedes permitir (Carvajal no penetró con profundidad ni una sola vez a lo largo de todo el encuentro). Tampoco los alineación de cuatro centrocampistas dan más garantías defensivas ni ofensivas. Algo no acaba de funcionar en esta orquesta.
   A pesar de todo lo expuesto, la eliminatoria está bastante encarrilada si tenemos en cuenta la ventaja cobrada y la falta de pujanza demostrada por la Roma en su propio feudo. No obstante bien haría Zidane en no tomarse con relajación la vuelta. El Madrid aún tiene momentos de descoloque absoluto. En la Liga se acercan los platos fuertes y las exigencias serán mayores.
Veremos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe con letra minúscula. Los comentarios con insultos serán eliminados.