sábado, 27 de febrero de 2016

La tormenta perfecta y sin Capitán al frente. Real Madrid 0 - Atlético 1

  Contra un rival que no necesitó hacer más que lo que hace cualquier equipo pequeño, defender ordenadamente; el Madrid no fue capaz de generar juego ni ocasiones. Una primera parte dominada en la posesión y en la posición, pero sin traducirse en nada más allá de circular y bascular a un costado u otro. 
    Tras la reanudación el equipo que sale enchufado es el Atlético. De forma que a los pocos minutos una pérdida, un contragolpe y ocurre lo inevitable, el equipo de Simeone se pone por delante. Esto refuerza anímicamente al Atlético y deja tocado al Madrid hasta los minutos finales en los que se vuelve a  poner más energías y dominio. Llegan dos grandes ocasiones, una de Cristiano de cabeza que envía a las manos de Oblak, y otra en forma de penalti sobre Danilo que el árbitro no pitó.
   En resumen, el Atlético hizo lo que sabe hacer a la perfección, y el Madrid evidenció las numerosas carencias que hoy por hoy tiene en toda su estructura. 
   Lo de los dos primeros partidos de Zidane en el banquillo parece cada vez más claro que solo fue un espejismo. Rivales propicios para mostrar que sabían jugar al fútbol y no querían a Benítez. Pero desde ahí también está quedando patente que el mal era mayor. Que va más allá de la incomodidad o la voluntad de algunos de echar al entrenador. 
   Y es que hoy no solo han quedado en evidencia algunos jugadores, sino también el entrenador, y por ende el Presidente. Pero vamos por partes.
   Algunos jugadores como Carvajal, Kroos y James no están para jugar, teniendo en el banquillo jugadores mucho más útiles para el equipo hoy por hoy que ellos: Nacho (o el propio Danilo cuando no tenga que sustituir a Marcelo) Casemiro, Lucas Vázquez. 
    El resto del equipo tampoco está nada afortunado, y aquí probablemente entra en juego el entrenador que no es capaz de tomar ninguna medida. Ni sienta a los señalados anteriormente, ni cambia la forma de jugar del resto de jugadores que deja bastante que desear. Hemos vuelto a ver a Ronaldo caer a la banda donde yerra numerosos pases y donde se vuelve intrascendente ante equipos bien cerrados, a los que no puedes coger en contragolpe fácilmente. Isco sigue haciendo una de cal y otra de arena, pero con frecuencia también enlentece mucho la salida del balón. en definitiva el equipo tampoco se sabe muy bien a qué juega.
   El entrenador no solo no toma medidas de inicio en la disposición táctica del equipo, ni en la colocación de los jugadores, sino que durante los partidos tampoco reacciona con la prontitud (¿desde cuando pedíamos hoy todos el cambio  de James?) necesarias ni con la intensidad, puesto que gotea los cambios; ni acaba de identificar a los causantes del mal juego. Hoy vimos a Kroos coquetear con las pérdidas, lento en el repliegue como siempre hasta ser un espectador en las llegadas del Atlético.
    Finalmente, el Presidente todavía no nos ha dado una explicación de la eliminación de la Copa, más allá de echar balones fuera; ha sustituido al entrenador anterior y no parece que este mejore lo que hacía aquél. En medio nos hemos quedado sin la Liga y la supuesta minipretemporada que Zidane estaba haciendo tampoco ha dado fruto alguno. 
   Así pues, hoy por hoy todas las estructuras del club están en crisis. En definitiva, tenemos una tormenta perfecta a la vista y no hay nadie capaz de hacerse con el timón de este barco, porque su capitán ya no tiene crédito para dar las órdenes que se precisan.
    Sabemos que se han conseguido Ligas de Campeones jugando así en la Liga, pero aquellos equipos se transformaban cuando jugaban en Europa. Este no parece que esté en condiciones. Veremos.

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