Aunque todo se puso de cara cuando Ronaldo transformó el penalti, el equipo no supo aguantar el resultado que es lo que parecía pretender a tenor de las declaraciones de algunos de los jugadores. La consigna era "cabeza, cabeza". Faltaba un mundo para el final del partido, y el equipo daba la sensación de que no estaba preparado para ninguna de las tareas que le quedaban para mantener o aumentar la ventaja.
Los contragolpes del equipo italiano llevaban un peligro excesivo por la dificultad del Madrid para replegar. Jugar con un 4-3-3 en el que todos los centrocampistas son atacantes es muy difícil, sobre todo si los tres de arriba no colaboran en exceso en esa tarea. Eran demasiado frecuentes los contragolpes en que se observaba a los defensores desbordados y sin saber adónde atender. Y eso que Kroos hizo una buena primera parte, robando no pocos balones. Era lamentable ver las galopadas hacia atrás de Isco o James intentando apagar el fuego de de ambas bandas, porque Ancelotti tiene ese sistema defensivo de ayudas a los laterales, consciente de que ambos (Marcelo y Carvajal) necesitan de esas ayudas, y en numerosas ocasiones abdican de su función incrustándose casi en el centro de la defensa. Pero percutir arriba y bajar a toda velocidad todo el campo para hacer de lateral es para fundir a cualquiera. Muchos dicen que el equipo está cansado y sin frescura debido a la falta de rotaciones; sin embargo, sin dejar de ser cierto, pensamos que el sistema de juego de Ancelotti contribuyó a que esa sensación apareciera a medida que el partido fue avanzando, hasta morir en los últimos diez o quince minutos, y con dos cambios sin utilizar.
Esperaremos a hacer un balance de la temporada al término de esta, pero vaya por delante que algo habrá que hacer para subsanar la extrema dependencia de este equipo de Modric. Sin él el equipo no funciona, no sabe tener la pelota y tampoco es capaz de generar juego en ataque que le permita decantar la balanza a favor en los partidos importantes, sin descomponerse en defensa.
Podemos engañarnos si pensamos que hemos estado muy cerca de los dos títulos más importantes de la temporada, porque ya hemos dicho en numerosas ocasiones que el potencial de este equipo le permite ganar la mayoría de los partidos ante rivales de no demasiada entidad. Lo que de verdad hay que analizar es si tenemos los jugadores necesarios para un equipo equilibrado, si el sistema y gestión que hace el entrenador de la plantilla es el adecuado; y todo ello pensando en los partidos importantes que el equipo afronta y afrontará cada temporada.
Cuando uno conoce que Ancelotti y Ramos mantuvieron en secreto la alineación en el centro del campo, sin ensayo alguno, sin planteamiento colectivo; entonces encuentras alguna clave de cómo hemos llegado hasta aquí.
Ayer ningún jugador estuvo especialmente desacertado, se tuvieron numerosas ocasiones para desequilibrar el partido a favor, pero como hemos tratado de explicar, todo ello no se puede explicar solo hablando de la mala suerte, que la hubo. Y mucho menos echarle la culpa a Morata. Lo digo porque titulares de periódicos de tirada nacional cargan las tintas sobre este aspecto anecdótico. Por cierto, no son pocos los jugadores que fallan en el gol de la Juve. La no salida de Casillas al globo que cabecea Pogba, la entrada alocada que le hace Sergio, que bien pudo haber sido penalti; y la contemplación de Kroos a la caída de la pelota. El alemán, como otros jugadores del equipo, no miran dónde están los oponentes, no cierran el acceso de los atacantes contrarios.
En fin, toca comenzar a trabajar seria y concienzudamente sobre los retoques necesarios para equilibrar este equipo. Ya hablaremos de ello más adelante.
Este partido fue la muestra al colofón ¿final? de Ancelotti como entrenador del Madrid. Como tú apuntas, encima se permitió el "farol" de dejar dos cambios sin hacer...¡asombrosa osadía! Más, si cabe, cuando el equipo se deslizba por la pendiente del desplome físico en la segunda parte. Como digo, analizando la parcela táctica, el entrenador dejó mucho que desear y mucho que demostrar. Incapaz de gestionar con capacidad y templanza una plantilla que hubiese dado de sí para la temporada: casos de Jesé, Illarramendi, Nacho...En cuanto a esta eliminatoria, comenzó a perderse en Turín, cuando claramente fuímos demasiado prepotentes o, al menos, varios jugadores. Nuevamente, nos vemos en la tesitura de buscar un nuevo mister, ya que da la impresión que este tiene ya las maletas preparadas. Yo, desde luego, no le voy a echar de menos. Lo siento por aquellos que les guste su talante y su diplomacia. Un saludo.
ResponderEliminarDe acuerdo en todo. Vamos a ver qué nos depara el nuevo curso. Cambie o no de entrenador, no lo voy a juzgar hasta que no nos muestre su trabajo con este equipo.
EliminarPero también veremos qué pide y qué le da la directiva. A ver si de una vez confeccionan un equipo equilibrado y no traen otro mediapunta de relumbrón, que obligue al entrenador a hacer encaje de bolillo para colocarlos a todos.
Gracias.
Saludos.