viernes, 22 de mayo de 2015

A modo de balance

   Aunque la temporada no ha finalizado en sentido literal, el Madrid ha perdido todas las opciones en las tres competiciones que estaban en juego, por eso creo que es hora de hacer balance de la temporada.
   Terminar la temporada sin ningún trofeo y con el máximo rival en condiciones de llevárselo todo invita a una reflexión profunda en dos sentidos. Por un lado, analizando las culpas propias en el resultado del equipo; y por otro, en las del rival más directo
    En cuanto a las propias, diremos que es obvio que hemos de mirar hacia el banquillo y la gestión de la plantilla que ha tenido a su cargo. Ancelotti supo hacer que, en una primera fase de la temporada, nos olvidáramos de los Xabi Alonso y Di María, dos de los pilares de la temporada exitosa anterior. Supo encontrar acomodo a las nuevas incorporaciones y llegar a desarrollar un juego espectacular. Sin embargo, la gestión diplomática de la plantilla (hay jugadores que él considera que deben jugar sí o sí, independientemente de que no den un palo al agua), junto a la lesión de  Modric, en primer término y de un rosario de jugadores posteriormente, dieron al traste con todo. Primero se abdicó de la Copa, porque el equipo no podía con las tres competiciones. Luego tropezó en Liga con Villarreal y Atlhetic y se entregó la Liga. Finalmente, fue apeado de la Liga de Campeones por un equipo mediocre, después de unas soluciones algo rocambolescas (situar a Ramos en el centro del campo en Turín fue un fiasco). Así pues, la gestión de la plantilla fue manifiestamente mejorable, al no tener suplentes en condiciones para relevar de vez en cuando a Kroos, jugador que disputó demasiados minutos a lo largo de la temporada. Puede el italiano alegar que no tenía mucho donde agarrarse, pero no fueron pocos los partidos en que goleó y no aprovechó para dar entrada a los jugadores de banquillo. Y eso que contó con un Chicharito que apenas había disputado un minuto, pero que se reivindicó en el tramo final. Tampoco fue capaz de encontrar la fórmula que le permitiera cambiar el signo de los partidos; encontrar revulsivos, mover el banquillo en la dirección adecuada.
    En las propias también hay que incluir a los propios jugadores, sobre todo por haber dejado escapar la Liga cuando estaban en franca ventaja. La celebración de Cristiano hizo mucho daño al equipo, dio munición a los medios que se cebaron y crearon un debate nacional sobre la cuestión ética de celebrar, tras caer en la Copa. Descentró a varios jugadores, especialmente a Cristiano. Después de la recuperación de los lesionado James y Modric, dio esperanzas de conquistar algún título; pero la nueva lesión del croata dio al traste con todo. A partir de ahí, comenzó el baile de ideas del entrenador para contentar los egos de la plantilla, y hasta llegar al desastre.
    En las ajenas, ni siquiera podemos decir que nos haya apeado el máximo rival con el que nos unen vasos comunicantes. Ellos no nos echaron de la Copa, ellos no nos echaron de la Liga de Campeones, nosotros les entregamos la Liga en bandeja.
   Pero no debemos olvidar que en el principio (lo hemos dicho en varias ocasiones) está una deficiente configuración de la plantilla. Pues si el entrenador no confía en Illarramendi, Khedira no tiene categoría para jugar en el Madrid, ningún jugador estrella es centrocampista para sujetar defensivamente al equipo, ¿por qué se cede a Casemiro? ¿para qué se trae a Luca Silva?  Y si Coentrao no está para presionar a Marcelo que ha jugado partidos lamentables, ¿por qué no se ficha un lateral izquierdo de garantías en defensa antes de comenzar la temporada?
    Por todo ello, abogamos por la sustitución de Ancelotti por un entrenador con perfil intermedio, es decir, ni pasado de carácter, ni falto de él, ni demasiado protagonista, ni pusilánime. En definitiva, que planifique bien la temporada, un entrenador con ideas antes de disputar los partidos y que sepa reaccionar cuando el guion previsto cambia, independientemente del nombre que cada jugador tenga.
   Para ello es necesario que la directiva le proporcione un equipo realmente equilibrado en todas sus líneas: un lateral izquierdo de verdad, un centrocampista defensivo auténtico, y un delantero capaz de revolucionar un encuentro. 
   Veremos qué nos ofrecen unos y otros.

jueves, 14 de mayo de 2015

¿Mala suerte? Real Madrid 1 - Juventus 1

    Aunque todo se puso de cara cuando Ronaldo transformó el penalti, el equipo no supo aguantar el resultado que es lo que parecía pretender a tenor de las declaraciones de algunos de los jugadores. La consigna era "cabeza, cabeza". Faltaba un mundo para el final del partido, y el equipo daba la sensación de que no estaba preparado para ninguna de las tareas que le quedaban para mantener o aumentar la ventaja.  
    Los contragolpes del equipo italiano llevaban un peligro excesivo por la dificultad del Madrid para replegar. Jugar con un 4-3-3 en el que todos los centrocampistas son atacantes es muy difícil, sobre todo si los tres de arriba no colaboran en exceso en esa tarea. Eran demasiado frecuentes los contragolpes en que se observaba a los defensores desbordados y sin saber adónde atender. Y eso que Kroos hizo una buena primera parte, robando no pocos balones. Era lamentable ver las galopadas hacia atrás de Isco o James intentando apagar el fuego de de ambas bandas, porque Ancelotti tiene ese sistema defensivo de ayudas a los laterales, consciente de que ambos (Marcelo y Carvajal) necesitan de esas ayudas, y en numerosas ocasiones abdican de su función incrustándose casi en el centro de la defensa. Pero percutir arriba y bajar a toda velocidad todo el campo para hacer de lateral es para fundir a cualquiera. Muchos dicen que el equipo está cansado y sin frescura debido a la falta de rotaciones; sin embargo, sin dejar de ser cierto, pensamos que el sistema de juego de Ancelotti contribuyó a que esa sensación apareciera a medida que el partido fue avanzando, hasta morir en los últimos diez o quince minutos, y  con dos cambios sin utilizar.
   Esperaremos a hacer un balance de la temporada al término de esta, pero vaya por delante que algo habrá que hacer para subsanar la extrema dependencia de este equipo de Modric. Sin él el equipo no funciona, no sabe tener la pelota y tampoco es capaz de generar juego en ataque que le permita decantar la balanza a favor en los partidos importantes, sin descomponerse en defensa. 
  Podemos engañarnos si pensamos que hemos estado muy cerca de los dos títulos más importantes de la temporada, porque ya hemos dicho en numerosas ocasiones que el potencial de este equipo le permite ganar la mayoría de los partidos ante rivales de no demasiada entidad. Lo que de verdad hay que analizar es si tenemos los jugadores necesarios para un equipo equilibrado, si el sistema y gestión que hace el entrenador de la plantilla es el adecuado; y todo ello pensando en los partidos importantes que el equipo afronta y afrontará cada temporada.
   Cuando uno conoce que Ancelotti y Ramos mantuvieron en secreto la alineación en el centro del campo, sin ensayo alguno, sin planteamiento colectivo; entonces encuentras alguna clave de  cómo hemos llegado hasta aquí.
    Ayer ningún jugador estuvo especialmente desacertado, se tuvieron numerosas ocasiones para desequilibrar el partido a favor, pero como hemos tratado de explicar, todo ello no se puede explicar solo hablando de la mala suerte, que la hubo. Y mucho menos echarle la culpa a Morata. Lo digo porque titulares de periódicos de tirada nacional cargan las tintas sobre este aspecto anecdótico. Por cierto, no son pocos los jugadores que fallan en el gol de la Juve. La no salida de Casillas al globo que cabecea Pogba, la entrada alocada que le hace Sergio, que bien pudo haber sido penalti;  y la contemplación de Kroos a la caída de la pelota. El alemán, como otros jugadores del equipo, no miran dónde están los oponentes, no cierran el acceso de los atacantes contrarios.
    En fin, toca comenzar a trabajar seria y concienzudamente sobre los retoques necesarios para equilibrar este equipo. Ya hablaremos de ello más adelante.
    
    

domingo, 10 de mayo de 2015

Demasiados palos. Real Madrid 2 - Valencia 2

   No puso el equipo toda la carne en el asador hasta que se vio por detrás en el marcador. No obstante, otro gallo cantaría si se hubiese salido con esas ganas y generosidad en el esfuerzo en los partidos clave que se han perdido esta temporada (véase, contra el Villarreal, en San Mamés o en Turín). Posiblemente estaríamos en Berlín ya y con la Liga en el bolsillo. Pero el fútbol es tan popular porque depende de que la pelota entre entre los tres palos. 
    Lo primero que habría que decir es que esta vez los fallos defensivos en el centro de la zaga fueron los que lastraron el encuentro. Pepe, que luego estuvo muy bien el resto de la noche se dejó comer la tostada en dos ocasiones, aunque luego consiguiera el gol que metió al equipo en el partido.
   En segundo lugar habría que hablar de  Cristiano, que ayer falló un penalti importantísimo en el descuento de la primera parte, pero sobre todo hay que decir que no le vimos en todo el encuentro, no apareció por los terrenos en que es letal. Tan pronto le encontrabas pegando a la banda derecha como en la izquierda. Allí recibe y es raro que no se pierda en gambeteos de mal trilero, pases imprecisos y pérdidas de pelota. Pero sobre todo, no entendemos por qué tiene que tirar todas las faltas que se producen en la frontal. Bueno para ser justos, le dejó una a Bale, que vino a ser uno de los "palos" de la noche.
    Hablando de palos. El Madrid no solo hizo cuatro palos a lo largo del encuentro, lo que da una muestra de la mala fortuna que tuvo; sino que Cristiano falló otro penalti ("palo" personal y para el equipo), se lesionó Kroos (nuevo "palo" para el equipo) y se terminó empatando y dejando la Liga en bandeja al Barcelona ("palo" y segundo título cedido).
    Sin embargo, en medio de esta somanta de "palos" que encajó el equipo ayer, hay algunos aspectos positivos que invitan a la esperanza. Por una lado está la rectificación de Ancelotti en lo que respecta a la alineación y colocación de jugadores en el campo. Descartar el experimento Ramos, colocar a Isco de escolta del alemán, alinear a los dos laterales suplentes... no dio gran resultado en los comienzos del encuentro a nivel defensivo, pero dio otro aire al equipo que pudo haber colocado, de haber tenido más fortuna, el encuentro de cara. Los cambios de laterales también fue una decisión acertada, aunque lo de Marcelo es para sentarle una temporadita larga. Tal vez sea una obsesión por mi parte, pero es que no sólo no defendió como ya es su seña de identidad, sino que tampoco atacó.
   Por no alargar esta entrada, no vamos a hablar de Chicharito y James que cuajaron de nuevo un extraordinario encuentro: derroche físico y calidad.
   Pues una segunda parte como la de ayer se necesita hacer contra la Juve, pero cuidando algo más las espaldas porque la delantera italiana no perdonará las oportunidades que ayer desperdició el Valencia. 
    A ver qué tiene Kroos (buena falta le hacía un descanso a este chico) que ha venido a lesionarse en le peor momento, y... 
    El miércoles se juega toda la temporada en noventa minutos, esperemos que ya hayamos cubierto el cupo de "palos" de esta temporada.

martes, 5 de mayo de 2015

Así, no. Juventus 2 - R. Madrid 1

   Cuando sales al campo sin espíritu y el contrario pone toda la carne en el asador, es fácil que pase lo que ha venido a pasar. Al principio pensamos que esos momentos iniciales podían obedecer a la ya acostumbrada caraja con que a veces sale al campo este equipo. Pero visto lo visto solo se trataba de un preludio para la sinfonía de desaciertos y desorden que se nos venía encima.
   Independientemente de que discrepamos rotundamente del entrenador (quedó escrito en la entrada anterior), cuesta trabajo creer lo que hemos visto esta noche, pues no podemos salvar casi a ninguno de los jugadores. 
   Comenzamos por Sergio Ramos; estuvo desacertado durante todo el encuentro, llegando tarde, no sabiendo qué hacer con la pelota y cometiendo una cantidad incontable de errores en los desplazamientos y pases, que en no pocas ocasiones dio al contrario. Seguimos con Bale, un jugador al que parece que le da igual la importancia que tenga el partido; estuvo casi desaparecido en toda la primera parte y su frialdad exaspera. Continuamos con los dos laterales; hoy se añadió a la fiesta del desconcierto y desorden Carvajal, que por momentos parecía competir por el record de errores. Sin olvidar los errores cometidos por Varane que no costaron otro gol, de milagro.
   En el centro del campo no jugó nadie a su nivel: el alemán estuvo en su línea anodina, Isco estuvo demasiado pegado a la banda, donde resultó asfixiado en no pocas ocasiones, Ramos, ya hemos comentado, y James fue el único que jugó, aunque sin el brillo de otras ocasiones.
   Adelante, Cristiano metió su gol  y, no sabemos por qué decidió ponerse a hacer "filigranas" absurdas pegado a la banda. Tan solo Chicharito demostró en el poco tiempo que estuvo en el terreno de juego que es el jugador más en forma y con más ambición de esta plantilla: se ofreció, apareció de nuevo por todo el frente de ataque y todo lo hizo con gran criterio, creando incertidumbre en la defensa cerrada que propuso el equipo italiano.
   El partido deja demasiadas dudas para la vuelta, y el resultado es muy malo ya que obliga marcar y que no lo haga el contrario para poder salir adelante en la eliminatoria. Difícil será que tantos jugadores vuelvan a repetir un partido tan horrible. Pero el entrenador deberá plantear el encuentro con más acierto que lo ha hecho hoy. Recordamos que dijo que pretendía reforzar la defensa y ha conseguido todo lo contrario. 
  Por tanto, se imponen la retirada de Ramos de esa posición en la que pierde toda su autoridad, el relevo de Marcelo en el lateral si no se quiere tener una vía de agua insalvable, y la inclusión como titular de Chicharito. De lo contrario, así no llegaremos a Berlín. No tardaremos  mucho en tener resueltas estas incertidumbres. 

domingo, 3 de mayo de 2015

Cristiano, auténtico delantero centro. Sevilla 2 - Real Madrid 3

   La primera jugada tras el pitido inicial fue un síntoma de lo que habría de ocurrir durante el resto del encuentro. La penetración vertiginosa de Reyes  por la banda derecha del Madrid que a punto estuvo de llegar a portería. Varios minutos más de fuerte presión  del Sevilla hacía temer lo peor; pero de repente a partir de esos siete u ocho minutos iniciales, los de Emery se replegaron  a su campo para no volver a su asfixiante presión hasta que llegó el segundo tanto, en que los hispalenses volvieron a creer en sí mismos.
   El Madrid tocó bien y logró controlar el partido a partir del minuto diez aproximadamente. Sin embargo, su dominio no se había trasladado al marcador, hasta la jugada en que se lesionó KrychowiakUnai Emery decide esperar la recuperación de su jugador y en los siete minutos en que se encontró contra diez jugadores, el Madrid consiguió dos tantos que ponían el encuentro muy de cara.
    Todos esperábamos llegar al descanso con esa ventaja en el marcador, cuando a falta de apenas unos segundos para marcharse al vestuario, un fallo infantil de Marcelo en el despeje y el posterior penalti innecesario de Ramos metieron de nuevo al equipo hispalense en el partido.
     La segunda parte volvió a ocurrir algo parecido, ya que a la consecución del tercer tanto siguió un nuevo despiste en la banda de Marcelo que llevó al marcador definitivo.
     De nuevo podría hablarse de ventajismo si no fuera porque está escrito en la anterior entrada. La inclusión de Marcelo en el lateral sigue siendo un auténtico descalabro para las pretensiones defensivas de Ancelotti. El brasileño es un canto a la incompetencia en defensa: se despista con facilidad, deja a sus rivales muy lejos en la marca, a veces pareciera que el lateral es Isco o el jugador que cae a su banda porque él no está...
     El otro elemento importante a analizar en este encuentro es la inclusión de Sergio Ramos en el centro del campo. Para mí, ayer fue un fracaso en toda la regla. Si lo que pretende es darle más músculo al sistema defensivo, desde luego consiguió todo lo contrario. Sergio deambulaba como pollo descabezado, el Sevilla, y especialmente Reyes, se hartaron de entrar por ese carril sin oposición alguna. Para colmo vino a cometer un penalti tan innecesario como claro, aunque este no sea achacable a la posición que ocupaba. Así pues, experimento fallido. Si lo que pretende Ancelotti es tener un defensa más que va bien por arriba para contrarrestar las ofensivas del contrario a balón parado, quizá lo más apropiado sería incluirlo como tercer central y dar más libertad a los laterales para poder subir. Ahí Marcelo es el mejor.
    Mi impresión es que se trata de un nuevo caso de prevalencia del aspecto diplomático de este entrenador; tienen tres centrales titulares y no quiere dejar a ninguno en el banquillo porque tendría un problema en el vestuario, así que les busca acomodo. 
     En fin, este galimatías en que nos ha metido la lesión de Modric fue resuelto realmente por la reaparición del Cristiano goleador. Tres magníficos goles de delantero centro. ¡Cuánto ganaría este equipo si admitiera ocupar esa posición de una vez por todas!
     Veremos que inventa Ancelotti para el partido de Liga de Campeones; mucho me temo que vuelva incluir a Sergio en el medio. En este caso, al menos debería sopesar la alineación de Marcelo en el lateral pues por ahí tiene una vía de agua difícil de achicar.