Cuesta trabajo creer que este equipo no
pueda jugar mejor al fútbol de lo que lo está haciendo, después de haber hecho
un juego magnífico esta misma temporada. Pero ya va camino de los tres meses en
los que el equipo se ha sumido en un marasmo realmente increíble.
Ayer se evidenciaron todos los defectos que
arrastra. Coincidimos (lo venimos escribiendo) con quiénes piensan
que no es un problema físico. Prueba de ello fue la superación del contrario
bastante avanzada la segunda parte del partido. El Atlétic dio signos evidentes
de cansancio mediada la segunda parte y el Madrid atacó al menos con fuerza
durante unos diez minutos; el tiempo que tardó en reaccionar Valverde,
colocando tres hombres de refresco en el terreno de juego.
Fue un partido en el que el equipo se mostró
impotente para superar a su rival. Un dato incontrovertido lo corrobora: el
Madrid no chutó en toda la primera parte una sola vez a puerta.
Este es un equipo sin… Tres entradas atrás
titulábamos “sin espíritu”, tras el encuentro con el Deportivo. Y es que este
equipo no tiene espíritu. Este es un equipo sin hambre, se han jugado la Liga
en los últimos partidos contra equipos diezmados por estar inmersos en otras
competiciones. Este es un equipo sin ideas para afrontar los partidos de
inicio. Es un equipo sin plan alternativo cuando el partido se pone cuesta
arriba. Este es un equipo sin jugadores que tiren de él en momentos
complicados. Este es un equipo que no tiene claro cómo jugar.
En definitiva, este es un equipo sin
entrenador porque la mayoría de las parcelas que hemos mencionado son
competencias suyas. Es decisión suya jugar con tres delanteros, es decisión
suya mantenerlos en el campo a pesar de
la evidente falta de equilibrio que ocasiona, es decisión suya jugar con Kroos
en una posición que no es la suya, poner a Illarramendi, quitar a Illarramendi, es decisión suya tener un banquillo que no
ofrece respuestas.
Es verdad que lo ha ganado todo, pero ese es
el pasado; sus trofeos pasados no garantizan los futuros. No creo que sea una
cuestión de mano dura o blanda. Ancelotti es un experto en manejar grupos, pero
se está evidenciando como un pésimo entrenador: este es un “equipo poco
trabajado”, lo hemos dicho en la entrada anterior.
Urge una reacción que puede protagonizar el
propio Ancelotti cambiando de esquema, o esperar que la flor aparezca. Quizá el regreso de Modric, James y Ramos cambie el estado de cosas sin más. En estas hay que ir a Barcelona donde habrá media Liga en juego. Veremos.
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