Un poco más centrado en los minutos iniciales que en los últimos
partidos, pero parece que eso era demasiado esfuerzo para este equipo que es
bastante reacio a ser generoso en el esfuerzo. Así que en veinte minutos el
Atlético tenía el partido de cara, y sin ejercicio de violencia por ningún
lado.
Esta es la parte que más duele de la derrota, puesto que ha sido el
argumento recurrente de todos los madridistas, entre los que me incluyo, para
justificar las sucesivas derrotas contra el equipo colchonero. Ellos jugaban al
límite amparados en la impunidad que determinados árbitros le concedían.
Ayer esto no pasó, y la superación fue total. El equipo de Simeone se
dejó el alma en cada balón disputado, presionó con varios efectivos en cada
balón que llegaba a los de arriba, y aprovechó las numerosas oportunidades que
el Madrid le proporcionó. Porque este atlético presiona y plantea los partidos
en el terreno físico, pero ha ganado en capacidad de ataque con el correr del
tiempo y la temporada. La llegada de Griezmann
le da unas opciones que antes no tenía.
Frente a un equipo que atosiga hasta la extenuación, se presentó un
equipo, ciertamente diezmado, pero que se vio deslavazado, sin cohesión. La
diferencia de velocidad de uno y otro dejaba bien a las claras lo que todos nos
temíamos que pasaría. Eran jugadores “diésel” como Khedira contra jugadores
“turbo” como Saúl. Era un equipo que se apoya, da opciones y se desmarca,
contra un equipo sin alma, con mucha calidad individual, pero con varios puntos
menos de velocidad en su juego.
En este partido el gran damnificado es el entrenador, ya que es
responsabilidad suya el sistema de juego y los jugadores que salen al campo
para ejecutarlo. Es responsabilidad suya que juegue con tres delanteros
estrella pero que no trabajan para el equipo, y es responsabilidad suya que
lleve seis enfrentamientos consecutivos y no encuentre una fórmula para ganar a
este equipo; antes al contrario, cada vez va a peor. Por cierto, también los
Ronaldo, Bale y compañía salieron algo tocados y con la cara pintada anoche.
Por eso, este es un partido para no olvidar por parte del Madrid, al
margen de las guasas que durante mucho tiempo se arrastrarán. Haría bien en
este sentido el entrenador en preparar a su equipo para ganar en la próxima ocasión que se les presente. Aún
queda la Liga de Campeones, y no estaría mal volver a la senda de la victoria
en un hipotético enfrentamiento; cosa no tan difícil por otro lado.
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