lunes, 23 de febrero de 2015

Cambió la actitud, volvió el juego. Elche 0 – Real Madrid 2

  Quienes vieran el partido del pasado sábado y los posteriores al Mundialito quizá pensaron que el equipo tenía problemas físicos importantes; sin embargo hoy se ha venido a demostrar que ese no era el problema. Lo hemos sostenido en anteriores entradas en contra de la opinión de muchos medios de comunicación, y lo ha manifestado el entrenador, se trata de un problema de actitud.
   Hoy la actitud fue otra desde el minuto inicial. ¿Qué ha cambiado en la última semana para que el equipo cambie de actitud y por tanto sea capaz de trabajar mucho más de lo que venía haciéndolo?
   En primer lugar, la oportunidad que ha ofrecido el Barça de poner tierra de por medio. Hoy había que ganar sí o sí.
   En segundo lugar, la victoria en tierras alemanas que devolvió al equipo la confianza, porque aunque fuera ante un equipo diezmado, se trataba de un equipo alemán.
   En tercer lugar, y esta es la gran noticia, porque la entrada de Lucas Silva ha venido a dar un equilibrio que no acababa de tener desde la ausencia de Modric inicialmente. y de James más tarde.
   Sólo la omnipresencia de Isco tras la lesión de Modric hizo que se mantuviera el gran nivel alcanzado por los dos centrocampistas.
   No fue un partido fácil para el Madrid, sobre todo por la pasividad del árbitro para parar las fuertes entradas de los jugadores ilicitanos. De modo que a pesar de las numerosas oportunidades de que dispusieron los jugadores blancos en la primera parte, el gol no llegó hasta entrada la segunda mitad.
   Aunque el Elche no presentaba peligro alguno, entre otras razones por el partido ordenado de la defensa madridista; la falta de puntería y el transcurrir del cronómetro hacía temer un fiasco.
La llegada de los goles dio tranquilidad a todo el equipo, y el partido se acabó desde el segundo gol.
   Seguimos viendo un gran Isco, porque además de tener un juego de ensueño, corre como el que más. También volvimos a ver el Benzema de partidos anteriores. Cristiano recuperó las mejores sensaciones; se ofreció, peleó, asistió, y marcó. Pero volvemos a repetir que la entrada de Lucas Silva fue muy importante para el equipo. Al menos hoy las piezas parecían estar perfectamente acopladas, cuajando el mejor partido desde el regreso de la competición tras las vacaciones.
   Una pregunta para el entrenador: ¿no se pueden hacer algunos cambios de mayor duración?


lunes, 16 de febrero de 2015

Sin espíritu. Real Madrid 2 - Deportivo 0

  El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice sobre la entrada de la palabra ESPÍRITU en su acepción número seis: “ánimo, valor, aliento, brío, esfuerzo”.
  Pues no hay mucha más historia en el partido disputado ayer en el Bernabéu. Es verdad que puede que el haberlo presenciado en el campo me haya influido para hacer este juicio sobre lo que ayer sucedió, sobre todo porque estoy acostumbrado a ver los partidos por la televisión; pero la sensación que extraje del encuentro es que vi un equipo sin ánimo, sin aliento, sin brío, sin esfuerzo. Apenas se movían, apenas se tiraban desmarques, apenas se presionaba al rival cuando éste tenía la pelota...
  No pueden quejarse los jugadores, pues en contra de lo que algunos medios dicen que sucedió, no hubo pitada generalizada al equipo, y salvo que un sector mínimo, aunque ruidoso, la tomó con Casillas cada vez que tocaba la pelota, allí no hubo más. Bueno, sí, los aplausos fueron mucho más numerosos.  Pero a pesar de eso el equipo salió al campo sin espíritu. De nuevo unos minutos iniciales en los que el contrario mete el miedo en el cuerpo, se echan atrás y cunde el desconcierto general. Luego, muy poco que llevarse a la boca, salvo acciones puntuales de mucha calidad pero muy inconexas, sin continuidad, sin ritmo.
  El estado de forma (quizá no física pero sí mental) de algunos jugadores es posible que esté en el fondo de lo mal que está el equipo. A destacar Cristiano porque se nota mucho su “ausencia” y el caso de Illarramendi que encarna lo que estamos insistiendo en esta entrada acerca del espíritu. Llegando tarde a todas las pelotas que disputaba, y sin profundidad alguna en su juego.
  Vi mejor que de costumbre a Bale, porque no solo se movió y percutió más de lo habitual sino porque en algunas ocasiones defendió las entradas del Deportivo por su banda.
  Caso aparte es el de Isco  que sigue siendo el jugador más influyente del equipo hoy por hoy. Grandísimo e importante su gol. Dice él que el partido contra el Atlético ha sido una “cura de humildad”. Es una buena reflexión que de ser cierta alguien (véase psicólogo) les tenía que haber puesto sobre aviso. Pero la verdad es que a uno le cuesta creer que gente de la edad de Isco pueda sustraerse a las alabanzas constantes y tengan la sapiencia necesarias para conocer o intuir que tal como te advierten los bancos: “rentabilidades pasadas no garantizas rentabilidades futuras”. Así  que ganar en medio de las tres competiciones un trofeo que no sirve para nada si no ganas ninguno de los tres que disputas en la temporada, puede hacer confundir a más de uno; tanto por la importancia del mismo, como porque no garantiza nada en dichas competiciones.
  Así, este equipo ha vuelto otro tras la disputa del Mundialito y el jaleo montado por la prensa acerca de que  era un equipo que hacía historia por la cantidad de victorias consecutivas. Todos estos cuentos y zarandajas de records individuales (véase bolón de oro) y colectivos que no tienen ninguna utilidad pueden despistar a más de uno, cuando no a todo un equipo, si no hay alguien que les saque del tremendo error que supone.

  Más adelante, en una de las locuciones adverbiales, dice el diccionario “cobrar ánimo y vigor para ejecutar algo”. Buena falta le hace a este equipo “levantar el espíritu”, que es la locución aludida, porque de lo contrario el batacazo será de campeonato.

domingo, 8 de febrero de 2015

Para no olvidar. Atlético 4 – Real Madrid 0

  Un poco más centrado en los minutos iniciales que en los últimos partidos, pero parece que eso era demasiado esfuerzo para este equipo que es bastante reacio a ser generoso en el esfuerzo. Así que en veinte minutos el Atlético tenía el partido de cara, y sin ejercicio de violencia por ningún lado.
  Esta es la parte que más duele de la derrota, puesto que ha sido el argumento recurrente de todos los madridistas, entre los que me incluyo, para justificar las sucesivas derrotas contra el equipo colchonero. Ellos jugaban al límite amparados en la impunidad que determinados árbitros le concedían.
  Ayer esto no pasó, y la superación fue total. El equipo de Simeone se dejó el alma en cada balón disputado, presionó con varios efectivos en cada balón que llegaba a los de arriba, y aprovechó las numerosas oportunidades que el Madrid le proporcionó. Porque este atlético presiona y plantea los partidos en el terreno físico, pero ha ganado en capacidad de ataque con el correr del tiempo y la temporada. La llegada de Griezmann  le da unas opciones que antes no tenía.
  Frente a un equipo que atosiga hasta la extenuación, se presentó un equipo, ciertamente diezmado, pero que se vio deslavazado, sin cohesión. La diferencia de velocidad de uno y otro dejaba bien a las claras lo que todos nos temíamos que pasaría. Eran jugadores “diésel” como Khedira contra jugadores “turbo” como Saúl. Era un equipo que se apoya, da opciones y se desmarca, contra un equipo sin alma, con mucha calidad individual, pero con varios puntos menos de velocidad en su juego.
   En este partido el gran damnificado es el entrenador, ya que es responsabilidad suya el sistema de juego y los jugadores que salen al campo para ejecutarlo. Es responsabilidad suya que juegue con tres delanteros estrella pero que no trabajan para el equipo, y es responsabilidad suya que lleve seis enfrentamientos consecutivos y no encuentre una fórmula para ganar a este equipo; antes al contrario, cada vez va a peor. Por cierto, también los Ronaldo, Bale y compañía salieron algo tocados y con la cara pintada anoche.

   Por eso, este es un partido para no olvidar por parte del Madrid, al margen de las guasas que durante mucho tiempo se arrastrarán. Haría bien en este sentido el entrenador en preparar a su equipo para ganar  en la próxima ocasión que se les presente. Aún queda la Liga de Campeones, y no estaría mal volver a la senda de la victoria en un hipotético enfrentamiento; cosa no tan difícil por otro lado. 

viernes, 6 de febrero de 2015

Demasiado coste. Real Madrid 2 - Sevilla 1

   La inclusión de Khedira en el once inicial ofrecía dudas sobre la capacidad para controlar el centro del campo. Sabíamos que la recuperación de Isco proporcionaría una salida creativa del balón, pero qué podía aportar Khedira. Kroos no es el del comienzo de curso, tal vez porque el entrenador no para de buscarle parejas de baile, o quizá porque sigue sin coger los mecanismos del puesto que le ha tocado en suerte.
   Lo cierto es que el equipo estuvo a merced del Sevilla en no pocas fases del partido. Especialmente en la primera media hora donde los sevillistas se atrevieron a adelantar las líneas de presión y dificultar la salida del balón. A pesar de haber tenido alguna ocasión clara, el Madrid se colocó por delante en el marcador y puso tierra de por medio en el resultado. Al final de la primera parte ya dominaba por dos a cero; una situación inmejorable después de las lesiones de jugadores importantes como son James y Ramos. 
  Con esta situación favorable, el segundo tiempo se inició con un Sevilla algo fatigado por el esfuerzo llevado a cabo en la primera mitad, y con un Madrid bastante más entonado. Con el contrario algo relajado, el equipo generó su mejor juego y varias oportunidades claras para haber sentenciado. Por enésima vez apareció el Bale capaz de hacer una extraordinaria jugada y capaz de estropearla por ese punto de egoísmo que le caracteriza. 
   Cuando se pierden las oportunidades para cerrar el partido, con frecuencia te ves abocado a un final incierto. Y así fue, el Sevilla logró poco a poco recuperarse hasta lograr su gol en el último tramo del partido y recuperó las esperanzas de conseguir igualar la contienda. Los últimos diez minutos parecían destinados a desembocar en ello, pero finalmente se logró una victoria muy importante que deja bastante diezmado al equipo.
   Sabíamos que el equipo hispalense presentaría batalla porque es un equipo aguerrido y con un nivel atacante importante; ese tipo de equipos a los que en esta temporada el Madrid no ha logrado ganar (véase Atlético, Valencia), pero no suponíamos que también habría que lidiar con un equipo al filo de la violencia. Tanto M¨Bia como Navarro debieron haber sido atemperados por el colegiado. No lo hizo, y de nuevo resultó muy barato realizar entradas muy duras que por suerte no terminaron en lesiones achacables directamente a estos comportamientos.
  En esta situación el enfrentamiento contra el Atlético (de nuevo en sábado a las cuatro, habiendo jugado el miércoles) se presenta muy complicado. El Madrid no podrá alinear a varios jugadores importantes: Modric, Pepe, James, Ramos, Marcelo (vio una tarjeta injusta que no han accedido levantarle). Suerte que no jugamos la Copa.
 Con una defensa de circunstancias y un centro de campo también tocado, no queda más remedio que agarrarse a la delantera. Esa línea, con la vuelta de Cristiano y la recuperación cada vez más evidente de Jesé está llamada a demostrar lo que vale.

domingo, 1 de febrero de 2015

Es el equipo, Bale. R. Madrid 4 - R.Sociedad 1

   De nuevo arrancó el equipo con la “caraja” a que nos tiene acostumbrado en los últimos partidos. En esto también vamos camino de batir un record, si no lo hemos hecho ya. Y parece que nadie hace nada, de manera que comienza a aceptarse como un fenómeno meteorológico.
Suerte que se tardó muy poco en igualar la contienda, favorecidos por las lesiones de la casi única artillería de que disponía el equipo de San Sebastián.
   Con el mejicano y Canales fuera de combate, el Madrid pasó al control total del encuentro y vino a recordar por momentos al equipo de comienzos de temporada. No es casual que esta recuperación coincida con la baja de Cristiano. No porque el portugués esté de más, sino porque de nuevo, como ya sucediera con la ausencia de Bale al comienzo de temporada, permite la alineación de un centrocampista más y logra un equilibrio que con los tres puntas natos no acaba de tener; dado que el galés no está por hacer labores defensivas.
   Ayer vimos a un James que defendía cuando había que defender y aparecía por cualquier parte de la delantera, incluso en la posición de delantero centro, como ocurrió en el primer gol que firmó él mismo, o en la pelota que le arrebató Bale cuando el colombiano se disponía a disparar.
Con ello entramos en el terreno del análisis del comportamiento individual. De nuevo hemos de señalar a Isco como el jugador desequilibrante del que hemos carecido durante tanto tiempo. Aunque para mi gusto pegado a la banda como jugó ayer no demuestra todas sus potencialidades, he de reconocer que hizo un partidazo en esa posición, dando de nuevo un recital de recursos efectivos y efectistas. Pletórico Benzema, estando en todas las jugadas de ataque y materializando dos goles, el segundo para quitarse el sombrero. Muy bien James, quizá la posición en que jugó ayer es la que le permite desarrollar su mejor fútbol; marcó y dio pases magníficos y certeros. La otra cara de la moneda volvió a ofrecerla Bale. Estuvo errático en su juego, falló una ocasión en mano a mano con el portero, y tiró de su egoísmo de nuevo en la pelota que quitó a James. También dio una asistencia magnífica en el primer gol de Benzema, todo hay que decirlo; quizá le llamaron la atención en el descanso.
   El equipo recupera sensaciones perdidas que esperamos se confirmen en la decisiva semana que se avecina. Para ello habría que recordar las palabras dirigidas a George Bush con que Bill Clinton llegó a la Casa Blanca; “Es la economía, idiota”.
   Pues eso: “es el equipo, Bale”.