sábado, 27 de septiembre de 2014

Tostón y resultado engañoso. Villarreal 0 - Real Madrid 2

   Hubo algo de juego hasta que el Villarreal tuvo fuerzas. Todo lo puso el equipo de Marcelino. Suyas fueron las ocasiones en la primera parte (no menos de cinco bien claras) y numerosas llegadas al área y sus inmediaciones. El Madrid era un coladero defensivo. Tanto en la primera línea de contención, como la segunda, y finalmente en la defensa propiamente dicha. 
   Pero la fortuna estuvo del lado blanco. Sin ofrecer nada, con una parsimonia en el desplazamiento del balón y una falta de movilidad de sus jugadores indignante, en un par de jugadas de mucha calidad por parte de Modric, Benzema y Cristiano se llegó al descanso con un cero a dos que terminaría por no moverse. 
   Veo a Marcelino con la cabeza gacha y movimientos de negación hacia el final de la primera parte. Imagino lo que debe estar pensando. Su equipo ha hecho un gran derroche, han generado oportunidades, se han defendido con orden, pero no han logrado materializarlas. El contrario sin derroche, sin oportunidades y sin orden defensivo va ganando en el marcador: Desesperante.
    No hay sistema que funcione cuando los jugadores se emplean sin esfuerzo y con desgano. El cuatro-tres-tres propuesto hoy por Ancelotti ha dado resultado, pero un resultado engañoso, pues como hemos comentado, de haber tenido algo  de acierto, el Villarreal se podría haber ido al descanso con un dos a cero; nadie que lo haya visto se hubiera sorprendido. Este sistema obedece más al empeño de este entrenador por no molestar a ninguno de los jugadores importantes que a un convencimiento. Con este sistema quizá se gane a casi todos los equipos de la Liga y parte de la Liga de Campeones, pero no servirá cuando el contrario achuche y tenga la calidad para definir arriba que hoy le faltó al  Villarreal. No se puede tener un jugador como Bale paseándose por el campo, y otros dos (Cristiano y Benzema) que tampoco presionan ni ofrecen nada defensivamente. Así, llegaban por las bandas centrando a placer y cogían los rechaces en segunda línea los jugadores amarillos.
    Con un Marcelo impreciso, un Bale apático, un James haciendo de Marcelo en no pocas ocasiones, un Ramos con tarjeta bien pronto, y un par de delanteros que no colaboran defensivamente, es muy difícil, por no decir imposible, que esto funcione. A eso se añade la inacción del entrenador para corregir y mandar mensajes a sus jugadores de que tienen que trabajar: sustituyó a James por Illarra y a Benzema por Isco. Nada que objetar a la entrada, pero la salida suena de nuevo a que hagas lo que hagas y hagan lo que hagan otros, el sustituido vas a ser tú, porque ese es el orden jerárquico establecido. Aplaudimos la sustitución de Marcelo por Nacho. Sirvió para serenar las aguas en la banda izquierda que con Marcelo no dejaban de estar agitadas. El brasileño es un caos defensivo y sigue estando lento.
   A partir del minuto 15 de la segunda mitad en que las energías del submarino se agotaron, el Madrid condujo andando, pasando el balón con desgana y sin profundidad. Así, el encuentro se convirtió en un tostón mayúsculo que duró cerca de media hora.

martes, 23 de septiembre de 2014

Empezamos la temporada. Real Madrid 5 - Elche 1

   A pesar de la alteración del partido tras la desafortunada intervención del árbitro, que en unos minutos señaló dos penaltis inexistentes; los dos equipos siguieron con guion previsto. Un Elche encerrado atrás y muy bien ordenado, saliendo al contragolpe con gran soltura y obligando al Madrid a prestar más atención a la desactivación de ese peligro. En pocos minutos, fruto de esas salidas rápidas del Elche, llegaron las tarjetas a Carvajal y Marcelo. La llegada del tercer gol madridista supuso un punto de inflexión , pues a partir de ahí todo se volvió más lento en el equipo blanco.
   Ancelotti anduvo coqueteando demasiado tiempo con la posibilidad de quedarse con diez jugadores. Terminó por arreglarlo con la sustitución de uno de los laterales, pero pudo haber sido tarde, ya que la expulsión de uno de ellos hubiera dado alas al Elche que había dado muestras de tener capacidad para achuchar. 
   La segunda parte resultó aburrida por lo que hemos mencionado. Con algunas tímidas intenciones del Madrid por sentenciar el encuentro, se pasó a la parsimonia habitual en que  nadie se mueve sin el balón. Se mantuvo el pulso merced a las incursiones de Isco por la banda izquierda en compañía de Marcelo. El declive del equipo coincidió con el agotamiento físico de Isco. Solo los goles conseguidos al trantrán en el tramo final animaron el encuentro.
   En una semana, y después de tres partidos con rivales poco complicados, parece que el equipo ha conseguido meterse en la competición. Todo apunta a que por fin ha comenzado la temporada para el mismo. La confirmación llegará el próximo sábado cuando se enfrente a un rival de nuevo más exigente y fuera de casa.
    A la espera de esta confirmación, hay que saludar algunas buenas noticias. Por un lado, se ha recuperado la capacidad goleadora de un modo espectacular (no es fácil marcar dieciocho goles en tres partidos), marcando goles de muy diversa y bella factura. Por otro lado, parece que van encajando las nuevas piezas que ha obligado a Ancelotti a recomponer el puzle. Pero queremos llamar la atención de que ahora cualquier jugador que entra, encaja. Tanto da que juegue Benzema, como Isco, Illarra o Modric, Bale por la izquierda o por el centro, y James en la media punta o pegado a la banda. Aunque suene a ventajismo, lo habíamos escrito en una entrada anterior. Dijimos que la mejoría en el estado de forma ayudaría al entrenador a encontrar una solución a los desajustes producidos por las salidas y entradas. Lo lamentable es que no lo hayan visto y previsto con antelación.
    Hay un par de aspectos que no quiero dejar de comentar; la necesidad de hacer rotar a Cristiano y a Bale, si queremos que lleguen al final de temporada en condiciones de disputar los momentos decisivos de la misma. Y la necesidad de seguir trabajando los desajustes defensivos. Hoy el Elche ha puesto en apuros a la zaga en varias ocasiones, y eso que Illarra ha estado muy bien (otra buena noticia). El sábado quizá salgamos de dudas o quizá regresen las mismas. Veremos.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Europa, un bálsamo para todos. Real Madrid 5 - Basilea 1

   Según el DRAE en su segunda acepción "bálsamo" es alivio, consuelo. En ese sentido, el partido vino a resultar un alivio para todas las cuitas individuales pendientes (véase, Casillas, Bale o Benzema) y un consuelo para todos los madridistas, después de dejar la Liga cuesta arriba en la tercera jornada.
   Pero nadie debe engañarse, el partido volvió a mostrarnos las dos caras de este equipo, que además las muestra sin pudor alguno perfectamente diferenciadas en el tiempo. Pues la primera parte nos muestra una cara amable y cuando menos voluntariosa, y una segunda parte horrorosa en la que asoman todos los defectos tácticos y de ausencia de grupo: ausencia  de equipo.
   Ambos equipos comenzaron jugando con defensas adelantadas, lo que achicaba los espacios en los que jugar. En esta situación, quizá porque obligó al equipo a juntar más sus líneas, el Madrid combinaba bien, robaba con relativa facilidad ante la escasez de espacios para maniobrar por parte del equipo suizo. La banda más activa fue la derecha y por ahí logró abrir la lata Nacho (interesante solución adoptada para sustituir a Carvajal, que aplaudimos) después de una exquisitez de James. No se conformó con el resultado el equipo y en pocos minutos destrozó al contrario y puso el resultado definitivamente claro. Sin un orden excesivo, sólo con un poco de actividad por parte de todos, y con ciertas dosis de solidaridad, y por supuesto con la aparición de las valías técnicas indudables; se dejó el partido prácticamente resuelto. Apareció Bale (gol y asistencia), volvió a mostrarse incisivo Cristiano, y se ofreció a todos James (a mi juicio el mejor del partido).
    Llegó la segunda parte y todo cambió por arte de no se sabe qué ley del comportamiento de este colectivo. Aparecieron las individualidades, y los chupones (véase Bale, que decide chutar cuando tiene dos compañeros completamente solos), desaparece el esfuerzo defensivo y la presión sobre el contrario. El equipo se alarga y los defensas comienzan a estar a merced de las llegadas del Basilea. Sólo la suerte impidió que los suizos se acercasen en el marcador, que de haberlo tenido más cercano quizá a estas alturas estábamos hablando de otra cosa.
   En este equipo está pasando algo que se nos escapa, más allá de las especulaciones periodísticas a las que somos muy dados todos. El entrenador debe tener unos nervios de acero, si no es imposible entender cómo aguanta la abdicación  del equipo conforme avanza el partido. Los cambios de nuevo no aportaron nada, entre otras cosas porque llegaron tarde, Chicharito jugó diez minutos.  
   Con todo, el partido ha servido, tal como decíamos al comienzo, para aliviar a Casillas (volvió a ser pitado de forma tozuda por algunos, pero también aplaudido por otros) que hizo un paradón de los suyos, tras un clamoroso error de Varane (salió poco concentrado); para aliviar a Benzema, que logró marcar después de su sequía goleadora (un magnífico gol, por cierto), y para aliviar a Bale, que en unos cuantos minutos buenos decantó el resultado (aunque el resto del partido desapareció).
   La sensación es que el equipo está muy mal físicamente, que hay demasiados jugadores que no quieren sacrificarse defensivamente, y eso no hay centro de campo que lo aguante; y finalmente, hay muchos jugadores con afán de protagonismo. Sólo hay que observar el comportamiento de algunos de ellos cuando se trata de lanzar una falta. Estas cosas deben estar claras desde el vestuario, pero parece que Ancelotti el Diplomático no está por la labor de poner claras las cosas. 
    Es posible que esta actitud del entrenador de dejar hacer a los jugadores nos lleve al éxito de nuevo este curso, pero también puede que a más de uno nos haga ver los partidos con grandes dosis de irritación, por no emplear un vocablo malsonante.
   Pero no se olvide que el consuelo es solo para lo que resta de semana. La Liga sigue su curso y el sábado no se puede fallar. De continuar ofreciendo estas segundas partes me temo lo peor.  Veremos.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Casillas.

   En este tipo de entradas suelo hacer un análisis de características deportivas que el jugador posee o las carencias que tiene, pero en esta ocasión este aspecto pasa a un segundo plano, aunque pueda estar en el origen del mismo. Haremos una breve introducción de las mismas.
   Casillas es un portero con un historial envidiable en todos los sentidos. Pero como analizaremos más adelante esto no sirve en el presente. Tiene unas cualidades extraordinarias para afrontar situaciones de uno contra uno, así como unos reflejos fuera de lo común, que unido a su agilidad e intuición en situaciones extremas le hacen salvar goles imposibles. Pero también tiene unas deficiencias importantes en un portero, su escasa estatura para hacerse respetar en su espacio, la falta de acierto en los balones aéreos, y la poca soltura en el juego con los pies.  Como en todos los jugadores, cuando el estado de forma no es adecuado aparecen más visibles los defectos que las virtudes, y eso es lo que le ocurrió hace dos temporadas y al comienzo de la temporada pasada. 
   ¿Por qué un jugador que llevaba años sin apenas altibajos en su juego, de repente se deja ir en este aspecto esencial de un deportista? Las claves de este embrollo son muy complejas. Trataremos de analizar algunas de ellas.
  Ya manifesté mi opinión al inicio de la temporada pasada de que la mejor opción para Casillas era la salida del equipo. Ancelotti consiguió a lo largo de la temporada un equilibrio que me sorprendió no sólo por lo inédito de la fórmula (el titular juega la Liga y el suplente la Copa y la Liga de Campeones), sino por los resultados obtenidos. 
    Pero la nueva temporada ha deparado unos movimientos que no han dejado satisfechos a nadie al parecer. Especialmente a algún sector del Bernabéu que parece más instalado en una trinchera. Los últimos pitos durante un partido completo no hacen sino ahondar en una herida que no se va a cerrar hasta que el entrenador lo mande al banquillo. Los pitos aumentan, no obedecen a la actuación del guardameta, ya que ayer no estuvo mal, por lo que está claro que solo persiguen ese objetivo; defenestrar a Casillas.
   El Club apostó este verano por quedarse con él en lugar de Diego López, pero lejos de calmar a los contrarios de aquél han enervado aún más los ánimos de los partidarios de éste que son coincidentes en parte con los anteriores. Así que la situación ahora ha empeorado claramente.
   Pero cabe decir que es verdad que todo esto es posible en parte porque Casillas no está en su mejor versión desde hace un año y medio. Tuvo una lesión grave para un portero, y a su vuelta se encontró con que todo lo hecho durante años en su equipo no valía para nada. Que aún habiendo sido el gran salvador (le pusieron el apelativo de "El Santo") en no pocos de los partidos y títulos obtenidos, resulta que pasa a ser suplente indefinidamente. Es decir, que dos entrenadores sucesivos le retiran la confianza en lugar de dársela como se hace con cualquier jugador más o menos de su nivel. 
    De todos es sabido la importancia que tiene la confianza del entrenador en los jugadores, especialmente en un puesto tan singular como es el de la portería. A esto se suma la coincidencia de las buenas y reiteradas actuaciones de Diego López desde la sustitución con Mourinho y posterior titularidad con Ancelotti. Así como el enfrentamiento personal con Mourinho y otros compañeros de vestuario (véase Arbeloa). Y las acusaciones de ser el culpable de filtraciones del vestuario blanco que le puso a los pies de los caballos tertulianos. Con todo obtenemos un cóctel difícil de digerir para cualquier estómago, por más fortaleza que se tenga.
    Así que continuando con el símil, Casillas tiene una dispepsia aguda que corre el riesgo de convertirse en crónica, porque se ha empeñado en seguir tomando los mismos alimentos que sabe que le sientan mal. Es decir, ha optado por seguir en el Real Madrid.
     Su reacción a las adversidades y sus caras manifiestan la tristeza que le envuelve. Y un jugador con ese estado no puede estar a pleno rendimiento. Estando en cada partido sometido a un análisis exhaustivo de sus acciones, que provocan respuestas en el público asistente al estadio y debates artificiales en los medios, resulta muy difícil salir airoso.
    Sólo le quedan tres posibilidades; esperar el encadenamiento de una serie de victorias del equipo (cosa que no parece fácil con las dudas que ofrece el propio equipo), acceder a una sustitución en el banquillo admitiendo su suplencia, y por supuesto, la búsqueda de una salida del club. Sólo así se aflojará la presión insoportable que hoy vive el jugador. 
    Ya veremos, porque este parece el cuento de nunca acabar. Alguno (véase Xabi Alonso) se va sin previo aviso, dejando al equipo tirado a falta de tres días para el cierre de los fichajes, y otros no se van ni aunque le aspen (acepción nº 3 del DRAE).

sábado, 13 de septiembre de 2014

Ligera mejoría, pero insuficiente. Real Madrid 1 - Atlético 2

  Hoy hemos asistido a una nueva edición de los partidos anteriores disputados contra el Atlético de Madrid. Un nuevo gol a balón parado en saque de esquina completamente evitable puso el resultado a favor de los colchoneros sin apenas haberse despeinado. Ataques infructuosos del Madrid que no encuentra la forma de abordar el sistema defensivo que le propone el Atlético. Tan solo las acometidas de Cristiano dieron su fruto tras un penalti. 
   La primera parte terminó en tablas, con cierto control del juego por parte de kroos en la salida del balón y la aparición de James tocando siempre bien la pelota. Parecía que el alemán empezaba a hacer de Xabi.
   La segunda parte tuvo más alternativas. La entrada de Arda dio otro aire al ataque atlético hasta la consecución de un magnífico segundo gol, que esta vez se veía venir; el atlético había avisado ya en dos o tres ocasiones. A partir del gol el Madrid comenzó de nuevo a dominar, pero sin las ideas claras ninguno de los cambios (Chicharito, Isco, Varane) vino a proponer nada importante en el juego, más allá del dominio. 
   De nuevo tiene uno la sensación de que el equipo está a merced del contrario. Al igual que ocurriera contra la Real Sociedad, cuando el Atlético quiso atacar se sufrió demasiado, el equipo se hizo largo y no parecía saber replegarse. Esto evidencia que el sistema defensivo no acaba de estar claro. Los ajustes no se producen. Kroos aún no asume el papel de apagafuegos que con frecuencia ejercía Alonso. Arbeloa no es el de otras temporadas, anda lento y es demasiado fácil desbordarle en su banda. Ramos sigue cometiendo errores de bulto como el del segundo gol en el que no fija a nadie, salvo a su guardameta. 
    En esta situación hay tres noticias buenas. La primera, que James parece haber encontrado su sitio en el equipo; se ofreció constantemente, sobre todo en la segunda parte; tocó bien y oxigenó en ocasiones la presión del contrario. La segunda, que Kroos parece conducirse bien en la posición de mediocentro, si bien necesita hacer un reciclaje para pensar mirando más hacia atrás cuando el equipo no tiene el balón. La tercera, que Cristiano parece haberse encontrado bien de su lesión en un partido exigente Por el contrario, tenemos varias noticias malas. La primera, que Bale no acaba de ofrecer continuidad en su juego. No entendemos por qué no le cambia a la banda izquierda. Ha habido momentos en que Cristiano y él estaban atacando por la banda derecha. La segunda, que Benzema sigue con la pólvora mojada y sin la chispa suficiente; la paciencia se agota. La tercera, que el Bernabéu ha tomado la costumbre de pitar a Casillas haga lo que haga. No creo que esto ayude a un equipo con tantas dudas e incógnitas por resolver.
  En definitiva, se observa ligera mejoría, pero claramente insuficiente para ganar a equipos bien armados y con las ideas claras como este Atlético. 
  A partir de ahora llega la Liga de Campeones. lo que permitirá coger automatismos y la forma necesaria; a la vez facilitará que el entrenador encuentre la forma de ajustar las piezas para conformar un verdadero equipo. Deberes que ya deberían estar hechos hace tiempo, pues ya aventuramos en otra entrada que al igual que la pasada Liga, ésta puede decidirse en los enfrentamientos directos con los máximos rivales. Este ya se ha perdido, veremos qué sucede con los venideros.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Desconcierto general. Real Sociedad 4 - Real Madrid 2

    Podríamos volver a repetir la entrada de la semana pasada, pues en cuestión de interrogantes seguimos haciéndonos los mismos; si acaso han aparecido algunos nuevos que se agravan por el paso del tiempo. 
    Lo malo es que han aparecido algunas certezas que podríamos tener por confirmar, como por ejemplo el estado físico. La segunda parte volvió a mostrar un equipo plano,sin nervio y sin capacidad de reacción. Entre otras cosas porque los revulsivos que puso en juego el entrenador fueron Khedira y Arbeloa; sin comentarios, para no repetirme con estos dos.
     Si tradujera aquí los pensamientos y análisis de la situación durante los primeros veinte minutos, al menos yo saldría bastante rojo. Sobre todo porque no parecía previsible que ese partido lo pudiera remontar un equipo que acababa de ser apeado de Europa y estaba siendo desbordado en todo el campo. Y aunque advertí que podíamos acordarnos de las ocasiones fallidas para "matar" el partido, ni por asomo pensé que el tiempo se iba a corroborar mis peores presagios.
    Veinte minutos de ataque primorosos pusieron al equipo en franca ventaja, con  un buen funcionamiento en ataque y sin apenas problemas en defensa ante la facilidad que daba el rival. Cuando éste decidió, fundamentalmente a partir del descanso, ir a por el partido, las tornas se cambiaron. La Real presionaba y el Madrid no daba tres pases en condiciones, con todos sus jugadores estáticos y esperando que los demás resolvieran lo que solo podían hacer entre todos, llegaron los goles donostierras. Como no, a balón parado.
    En estas, parece que el Madrid no está en construcción como podríamos titular si se tratara de un nuevo equipo. Se han cambiado dos piezas influyentes por otras dos, y de repente nada encaja. Un campeón de Europa parece descomponerse a la mínima que el contrario lo presiona y le hace defender. Nadie está en su sitio, nadie parece saber defender en un balón al área propia. Unas veces falla el portero; otras, la defensa; y otras, todos a la vez. Llevan un mes de entrenamientos y no tienen ni ritmo, ni automatismos, ni esquemas... En definitiva, no hay equipo. Y es que cuando no se está físicamente bien, todo juega en contra. Ancelotti está dormido y obnubilado por la desaparición de dos de los jugadores en los que más confiaba y la llegada de otros tantos que no sabe dónde colocar. En realidad, solo ha resuelto el tema de la portería, aunque mal resuelto porque Iker no está, y la espera ya se alarga demasiado. Así que el tema no va a dejar de aparecer. 
    El entrenador tiene gran parte de la culpa por no tener a los jugadores en perfecto estado físico, pero es fácil de imaginar que no ha ganado para  sustos en esta pretemporada, pues se han marchado tres jugadores a los que más ha elogiado y le han traído más de lo mismo. Salvo Kroos que era una necesidad, lo demás era prescindible, ya lo hemos dicho en otras entradas. Así que la directiva se ha vuelto loca con las altas y las bajas,  el entrenador está desconcertado y eso se transmite a la plantilla; discuten entre ellos y se echan las culpas unos a otros, hay al parecer una fuerte marejada entre los gallos del corral que crea mal ambiente y favorece el desconcierto general. Y ahora viene un parón en el que con tantos jugadores con sus respectivas selecciones difícilmente podrá el entrenador desarrollar un trabajo adecuado. Esperemos que aproveche para aclararse las ideas.