viernes, 1 de febrero de 2013

La estrella fue Varane. Real Madrid 1-Barcelona 1

   Partido vibrante el que pudimos presenciar el pasado miércoles, con todos los ingredientes que explican por qué este deporte apasiona tanto: derroche físico, buen fútbol, multitud de oportunidades de gol en ambas áreas, polémicas arbitrales... Además del añadido de la incertidumbre respecto de la alineación algo de circunstancias que presentaba el Madrid, sobre todo en la línea defensiva, incluida la portería.
     Dominio alternativo de ambos equipos, con un principio y final del partido a cargo del Madrid y una parcela central dominada por el Barcelona. Numerosas ocasiones de gol salvadas por la fortuna o in extremis. Tácticamente la decisión de adelantar la defensa y la presión que puso en juego Mourinho dio sus frutos en varias fases del partido que ya hemos mencionado, a pesar de los riesgos de desbordamiento de la línea que proporciona ocasiones de gol clarísimas. El mismo riesgo corrió el Barcelona, pero con la ventaja  que le otorga la posesión del balón. En este intercambio no tiene por qué salir perjudicado el Real Madrid si no hay despistes excesivos; pues el contragolpe del Madrid es tan letal como lo es el juego a la espalda de esa defensa que hace el Barcelona, aunque depende de los robos de balón al no tener la posesión como norma.
  En el terreno de las individualidades, Cristiano no fue el de las jornadas precedentes, se le vio un tanto apagado y muy desacertado en los pases. Volvió a evidenciar que no se entiende con Higuaín (no entendí el cambio de Benzema). Se puso de manifiesto en la jugada que les saca Piqué en la boca de gol: los dos corren hacia la pelota, lo que facilita el marcaje de Piqué a ambos. Extraordinario de nuevo el partido de Özil y de Xabi. Muy flojo Modric y es la enésima vez que este chico  no está a la altura de las circunstancias, a pesar de que jugó sólo un tiempo. Essien comenzó algo impreciso, pero cuajó un buen partido dificultando las acometidas del Barcelona por su banda y atento en ocasiones a las penetraciones por el centro.  Como viene siendo habitual, los medios de comunicación aciertan poco, pues muchos anunciaron (Marca) la titularidad de Adán. Parece que Diego no está en el postpartido, lo que quiere decir que no lo hizo mal. Aunque un poco timorato en alguna salida, resolvió bien algunas jugadas de bastante peligro como la que arrebató a Messi. Esperemos que adquiera confianza y no se quede en la cueva, sobre todo en los balones aéreos que viene siendo la pesadilla del equipo en defensa.
   Muchos habían vaticinado que el partido sería un duelo Cristiano-Messi, incluso algunos lo titularon como un "duelo de bestias". Pero ninguno de los dos estuvo excesivamente acertado como ya hemos comentado. El que mereció esta vez la consideración de estrella fue Varane. Un central que demostró lo innecesario que es tener personal tosco en esa demarcación. Que lo importante es tener sentido de la anticipación y una gran velocidad. Cualidades que puso en juego el francés de forma espectacular. Si a eso añadimos su poderío en ataque, logrando el tanto que mete al equipo en la disputa de la eliminatoria, convendremos en que él fue el protagonista en un partido con mucha tela que cortar. Para enmarcar.
  La irrupción de este chico ofrece nuevas posibilidades al equipo de cara al resto de la temporada y en el futuro, si bien pasan por desplazar de nuevo a Sergio al lateral donde parece que ya no se siente cómodo. A mí no me han gustado sus últimas intervenciones en ese puesto. 
Ya veremos.

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