Hacía mucho tiempo que el Madrid no jugaba contra el Barça con tanta "comodidad", y con tanta solvencia.
Lo ocurrido ayer obedece a varios factores:
En primer lugar, el planteamiento táctico que Mourinho hizo al adelantar su defensa y juntar las líneas, esto le permitió achicar los espacios que dificultaron las maniobras de la delantera del Barça, robar con más facilidad de lo habitual, y salir con mucho peligro en el contragolpe.
En segundo lugar, el estado de forma de varios jugadores del Barça, lo que se traduce en una falta de claridad y velocidad en la circulación del balón. Dado que se ha repetido en los últimos partidos hace pensar en el estado físico.
En tercer lugar, el estado de forma de Cristiano Ronaldo que lleva varias semanas demostrando que es un jugador muy distinto al de hace tan solo unos meses. Ahora además es capaz de desbordar y pasar a los compañeros.
Por último, la apuesta de Mourinho por Varane en lugar de Pepe, al menos en este partido pudo ser decisiva. Estuvo unos minutos en pista y pudo haber embarullado una situación que era bastante nítida para todos.
Con todo, lo de anoche solo coloca al Madrid en la final; ahora hay que disputarla. Pongamos cincuenta por ciento. Mientras el Barça tiene la Liga en el bolsillo. Pongamos noventa por ciento.
Lo importante de ayer es la repercusión en el ánimo de ambos equipos en la otra competición en la que ambos están vivos, aunque tocados de momento. El Madrid parece hacia arriba claramente, solo hay que ver a jugadores como Di María, o el acoplamiento que están teniendo en los últimos partidos. El Barcelona parece en decadencia, solo hay que ver el caso de Xavi Hernández que ayer casi se marcha del partido sin saberse, por su juego, que estuviera en él.
Justo es reconocer el mérito de Mourinho en este partido, por su planteamiento táctico y alineación de determinados jugadores que lo hicieron posible. Véase el caso de Di María que hizo un ajuste defensivo por la banda de Arbeloa que pudo ser decisivo. Su trabajo difícilmente lo podría haber hecho otro jugador, salvo quizá Callejón, aunque éste no es fácil que dejara a Pujol en evidencia como lo hizo Di María.
Parece claro que Mourinho ha encontrado el sistema adecuado para jugarle a este Barça.
Ahora toca preparar otro partido decisivo, el de Manchester. Esperamos ver un Madrid con una concentración y disposición al menos como lo hicieron ayer.