Que el Real Madrid goleara a otro equipo de la Liga con la facilidad que lo hizo contra el Atletic es algo a lo que nos acostumbramos el pasado curso; pero que este año apenas había puesto en práctica.
El sábado se consiguió ese punto de forma que les permitía llegar antes que el contrario en casi todos los puntos del terreno de juego.
No necesitó de un dominio abrumador para doblegar a un Atletic que en ningún momento pudo con el encuentro. Sobre todo por las dificultades que a nivel defensivo pusieron de manifiesto los vascos.
Ya anunciábamos en la entrada anterior que el equipo empezaba a parecerse al de la pasada temporada. Pero lo del sábado vino a corroborar esa impresión, porque logró una victoria olgada sin aparente esfuerzo (aunque sí real).
Como siempre que se gana de esta manera pocos peros se pueden poner a jugadores y entrenador. A destacar el partidazo que se marcó Benzema, participando en la mayoría de las jugadas de ataque con peligro que llevó a cabo el equipo. Con todo, lo que más me gusta de este jugador es la facilidad con que se asocia con todos los jugadores que se encuentran en sus inmediaciones, ya sean estos delanteros o centrocampistas; un partido para enmarcar por su parte. Pintó mejor que otras veces la pareja Xabi-Modric, pero a mí particularmente me gustó más el croata cuando entró Kedhira y pudo adelantar su posición. Allí es mucho más importante su presencia. Allí tira unos pases de mucha calidad. Allí es capaz de llegar a posiciones de disparo o con llegadas que aún no han dado frutos, pero que sin duda lo harán. En su debe tiró de pereza en el gol del Atletic, le faltó tensión defensiva que se le supone a un mediocentro, que era su puesto en ese momento.
No me ha parecido un fichaje acertado el de Modric, creo que había otras posiciones más necesitadas de refuerzo que la que al final ocupa este jugador; pero es verdad que el entrenador tiene a un jugador de mucha calidad que viene a ser la gran diferencia con respecto al año pasado. Es natural que trate de buscarle un puesto, pero ha de hacerlo allí donde aporta más y mejor juego. Si Mourinho termina por aceptar que su posición es la de enganche, este puede ser el jugador que le dé el punto necesario que le faltó el año pasado para asaltar la décima. Bueno, eso y el exceso de miedo de su entrenador cuando afrontó los partidos decisivos contra el Bayern.
Pues eso, el equipo ha vuelto a funcionar como lo hizo el año pasado. Veremos cuanto dura.
Por cierto, de nuevo Morata dejó destellos de gran jugador en los pocos minutos que pudo estar sobre el terreno de juego. Quizá si dejaran los periodistas de dar la vara con la cantera, este entrenador toca... tal vez lo pondría más a menudo, al menos en partidos resueltos con holgura desde muy temprano.
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