domingo, 7 de octubre de 2018

Malos síntomas. Alavés 1 – R. Madrid 0


   No comenzó mal el encuentro,  para variar con respecto a los anteriores partidos. Salieron atentos y concentrados  desde el primer minuto. Se consiguieron algunas ocasiones, de nuevo sin materializar. De este modo se cuajó una buena primera parte. Pero todo fue diluyéndose poco a poco. De modo que durante la segunda parte las ocasiones casi desaparecieron, el Alavés cogió un posicionamiento que dificultaba sobre manera incluso las tareas de deambulación de la pelota de uno a otro lado, que caracteriza al equipo.
   Y es que el Alavés no se limitó a encerrarse atrás posicionalmente, sino que desde esa posición presionó sobre cada jugador del Madrid de una forma asfixiante. Sobre todo debido a que los merengues vienen jugando constantemente al pie. Salvo algunas entradas de Odriozola por su banda a la espalda de la defensa del equipo vasco, el juego restante es tan elemental, por más que se haga con rapidez, que resulta muy previsible, sobre todo con los espacios tan achicados como le plantean los equipos en defensa.
   Si el único recurso que le muestras al contrario es la movilidad de la pelota pie a pie; sin delantero centro que aproveche los centros que se hacen desde la banda, sin juego entre líneas, sin nadie que desborde o lo intente; resulta muy difícil doblegar a cualquier rival bien organizado como es el Alavés a día de hoy.
   Lo malo de todo ello es que son síntomas de una deficiente planificación de la plantilla, y de la falta de cumplimiento de las expectativas puestas en algunos jugadores de la misma.
   Nos preguntamos qué ha pasado para que Asensio, que pareció dar un paso adelante al comienzo de temporada, que declaró que con este entrenador sabían lo que tenían que hacer; de repente deambule por el campo como alma en pena, sin intentar un desborde, sin recursos… Qué ha pasado para que Lopetegui, que a principio de temporada dijo que tenía la mejor plantilla del mundo (aunque por lo bajo, dijo que precisaba un lateral izquierdo y un delantero) ahora no confíe en los suplentes y se queje de la mala suerte de las lesiones. Sobre todo si piensas que el único que podía haber hecho algo distinto es Marcelo; pero también corres el riesgo de dejar una banda muy desprotegida.  
   No nos vamos a sumar a aquellos que empiezan a hablar de sustituir al entrenador. A falta de que afloren problemas internos de los que no tenemos noticias, o enfrentamientos importantes con el entrenador; esto deben sacarlo adelante los jugadores que hasta hace unos meses eran los mejores en sus respectivos puestos a nivel mundial.
   ¿Tiene solución esto más allá de la destitución del entrenador? Nosotros creemos que sí. Pero han de corregirse algunas cosas. Por un lado, es necesaria la incorporación al ataque de alguien por el centro de la delantera que conecte con Benzema y Bale. Al comienzo de temporada el galés aparecía por ahí con frecuencia. Ahora lo ha abandonado, no sabemos si por indicaciones del entrenador o por qué. Así que es imprescindible que alguien aparezca en esas posiciones. Si ha de ser un centrocampista (véase Asensio), que sea. Que la solución es Mariano, aplíquese; aunque ello comporte una carga de los delanteros en tareas defensivas.
   Pero la verdadera solución pasa por que todos los jugadores aporten un poco más de lo que hasta la fecha están dando. Ayer el único jugador que estuvo a la altura de lo que se jugaban fue Odriozola. El resto, entre fallos puntuales (Courtois, Ramos), falta de ideas (Asensio), obsesiones (lo de Bale ayer con la faltita es para hacérselo mirar), falta de forma (Modric) y de generosidad en el esfuerzo (el resto, salvo Odriozola); configuran la explicación de lo ocurrido.
   Pues eso: ¡Todos a trabajar!, incluida la dirección técnica del club.

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