miércoles, 29 de noviembre de 2017

Zidane tuvo una mala noche. R. Madrid 2 - Fuenlabrada 2

    Anoche Zidane escuchó pitos que no sabemos a quién iban dirigidos. Sabemos que el público del Bernabéu es muy exigente, pero con este entrenador tiene una gran paciencia dado que llevamos una temporada, especialmente en casa, realmente floja.  
    Ayer Zidane cometió un error detrás de otro:
    En primer lugar, no calibró bien el potencial del rival. Que ya le había demostrado en el partido de ida que sabe jugar al fútbol y tiene una idea de a qué juega. No parece un equipo de segunda B. Como bien demostró a lo largo de la primera parte, mandando y controlando el partido, poniéndose por delante en el marcador que se nos antojó algo escaso. 
   En segundo lugar, para solventar una eliminatoria de Copa Zidane formó un batiburrillo con la alineación poco explicable, con jugadores del filial fuera de sus posiciones habituales (Oscar, Tejero, Juanchu...) y jugadores recién salidos de lesiones (Kovacic, Bale, Navas), que a punto estuvo de costarle un disgusto irremedible.
    En tercer lugar, obligado por las circunstancias tuvo que sacar a Bale para resolver el problema en que se hallaba el equipo. No creo que fuera la intención del jugador ni del propio entrenador que saltara en esas condiciones, pero arriesgó y le salió bien porque fue él quien propició los dos goles que inclinaron la eliminatoria a favor de los blancos. 
    En cuarto lugar, y esto es una maldad, el hecho de que el verdadero artífice de la eliminatoria sea Mayoral debiera poner al entrenador ante un nuevo conflicto, cual es el de dar paso a este chico que luchó y peleó cuanto pudo con mucho acierto además, algo que estamos pidiendo a Benzema a lo largo de la temporada.
    Y en quinto lugar, como siempre dio pocas explicaciones sobre lo sucedido, limitándose a decir que en la primera parte se jugó mal y en la segunda bien,,, "y ya está". Creemos que algunas explicaciones han de darse de a qué se debe ese horrible juego desplegado a lo largo del partido.
    El partido deja algunas noticias dispares en el terreno individual, si bien han de ponerse en cuarentena dada la revolución en la alineación que se hizo. Sobre todo porque daba la sensación de que este equipo no había jugado jamás junto y que además muchos de sus componentes estaban deliberadamente descolocados por el entrenador. La excelente noticia de la aparición de Bale, al que este equipo necesita en su mejor versión con urgencia. La también buena noticia de los goles de Mayoral que demuestran que hay vida más allá de Benzema. La mala noticia de la progresiva devaluación de Achrab que precisa demasiados centros para hacer uno bueno, y la pésima noticia de la falta de aportación de Theo, que no solo no profundiza en casi todo el partido, sino que tampoco defiende con solvencia, todo ello aderezado con una actitud de brazos caídos realmente irritante; con lo que ambos no son sustitutos de garantías para una hipotética lesión de sus titulares. 
    Como vemos, un panorama nada alagüeño si tenemos en cuenta que el equipo titular, el pasado sábado tampoco dio signos de mejoría. Le  costó doblegar a un Málaga en puestos de descenso. Aunque al menos ahora sacan los partidos adelante. Veremos.
         

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Salir de la crisis sin cambiar nada: la estrategia de Zidane. Apoel 0 - R. Madrid 6

    Él va poniendo a los mismos jugadores y exactamente en el orden que previamente ha establecido, con algunas variaciones en función del puesto a cubrir. De manera que ayer dejó en el banquillo a Casemiro e Isco por decisión técnica, pues ocupan sus puestos Asensio y Lucas Vázquez. Llegada la hora invariable (minuto 70 o alrededores) de los cambios, pues aparecen Theo Ceballos y Mayoral. 
   Y así sucesivamente la estrategia que lleva a cabo Zidane es la de recuperar a los jugadores titulares que están en baja forma a base de jugar los partidos. Curioso, porque este comportamiento además de haberle funcionado desde que asumió el banquillo, no genera demasiadas controversias entre los jugadores. Pareciera que todos asumieran cuál es su papel, quién va por delante de él, y lo más importante, que cuando el entrenador lo necesite estará en condiciones de suplir donde haga falta.
   Esto que parece tan simple es una novedad en el panorama futbolístico, ya que va en contra del ABC del mismo; que dice que el jugador debe ganarse el puesto, y que atravesar una baja forma de campeonato te lleva al banquillo.
    Pues bien, ayer volvimos a ver a un Madrid con ganas, un equipo motivado desde el primer minuto hasta el último. Es verdad que el Apoel no es un rival para extraer conclusiones; pero hemos de recordar que a este equipo costó doblegarlo en el Bernabéu, y que el resultado pudo ser más abultado de lo que se vio en el terreno de juego.
    Desde el minuto cero se vio que el Modric que teníamos ante nosotros era el jugador de otras temporadas, mandando, templando, acelerando, e incluso llegando. Golazo el primer gol que enganchó. Otro tanto podemos decir de Cristiano, más activo, más motivado y por supuesto más feliz porque hizo un doblete con un segundo gol fantástico. Mejor tono de Carvajal y de Marcelo en ataque. Ya sabemos la importancia para este equipo de que participen en el juego de ataque.
   Pero hay dos elementos para la reflexión
  Uno, que esta temporada la competición que les motiva es la Liga de Campeones. Ayer se notó no solo en los jugadores mencionados, sino en todos y cada uno de los jugadores. Cada uno de ellos puso ese punto más de esfuerzo y concentración colectiva que se precisa para doblegar a los rivales cuando se tiene tanta calidad. Si esto es así habrá que pedir explicaciones a los jugadores que no ponen todo lo necesario cada vez que saltan al terreno de juego. Y el entrenador no haber permitido esta situación. 
   Dos, que con todo ayer se confirmó que la crisis o el estado de cosas nos ha llevado, a pesar de la goleada de ayer, a quedar segundos de grupo. Con lo que ello conlleva de cara a los cruces de octavos.
    Estaremos encantados como siempre, si Zidane logra recuperar a los jugadores a base de insistir en que jueguen aunque estén horribles; pero solo si logra recuperar lo perdido en una de las competiciones más importantes de la temporada: la Liga. De no ser así habrá que pedir explicaciones también al entrenador.
    

domingo, 19 de noviembre de 2017

Cada vez más lejos de la cabeza. A. Madrid 0 - R. Madrid 0

   Seguimos sin novedades significaticas, más allá de la recuperación de Carvajal que siempre le da un plus de generosidad en el esfuerzo y de mayor profundidad por su banda, a pesar de estar recién salido de una lesión. El esquema del equipo no varía, la actitud tampoco y los jugadores que saltan al terreno de juego son los mismos. Incluso los cambios son los previsibles. 
   El guion se repite partido tras partido. Ayer apostábamos en el grupo que solemos ver los partidos juntos hasta el minuto exacto en que se producirían y a quiénes iba a introducir y retirar. Naturalmente, minuto arriba minuto abajo acertamos en todo. Bueno, para ser sinceros, pensábamos que entraría Lucas Vázquez. 
   De nuevo un partido en el que el único jugador que brilló fue Isco que, dicho sea de paso, se pega unas palizas que no auguran nada bueno. Uno ve a la atonía de jugadores como Marcelo, Modric o Benzema sobre el terreno de juego partido tras partido y se pregunta cómo es posible que el entrenador no tome medidas. Ayer Kroos estuvo un bastante más acertado, pero las otras faltas que afectan a tres  líneas del equipo hace que un partido tan exigente como el de ayer termine por resultar una monótona repetición de movimientos que solo las delicadezas de Isco pueden hacer soportable.
   En frente otro equipo en clara caída no contribuyó para nada con el espectáculo. Demasiada dureza, poco juego y pólvora tan mojada como la de los blancos. 
   Así las cosas, ni siquiera el desastroso arbitraje de Borbalán (se comió dos penaltis al menos y debió expulsar al menos a Correa y Savic. Sin olvidar las duras entradas de Lucas a lo largo del partido) sirve como excusa, dado la escasez de juego que propuso el Madrid. Es verdad que con que hubiera variado algunas de sus decisiones tal vez habríamos visto otro partido, pero llegar un par de veces a puerta contraria con claridad es muy poco bagaje para noventa minutos. 
    Lo cierto es que estamos a diez puntos de la cabeza y esto no acaba de mejorar. Siquiera para que esta Liga no sea un paseo para el Barcelona, el equipo debería reaccionar ya.
    Si al menos viésemos una mejoría en el juego y control de los partidos, podríamos tener la esperanza en las otras competiciones; pero así será muy difícil que se mantenga el tipo en ninguna de ellas. Vamos a ver qué hacemos en Nicosia. Tal como estamos puede ser un partido complicado.

martes, 7 de noviembre de 2017

Leve mejoría. R. Madrid 3 - Las Palmas 0

  Tras una primera parte con más de lo visto a lo largo de esta temporada, el partido pareció animarse en la segunda parte a raíz del primer gol. De nuevo aparecieron las oportunidades y de nuevo los delanteros siguen sin ver portería, especialmente Benzema que dispuso de dos ocasiones clamorosas. 
   En esta ocasión Zidane dejó en casa al canterano Achrab para dar entrada a Vallejo en el centro de la defensa y seguir manteniendo la jerarquía que él tiene en la cabeza. Cumplió Vallejo, ágil y rápido en lo que hizo menester. Vimos a Nacho con el freno echado en el lateral derecho, tanto en defensa como en ataque donde profundizó en escasas ocasiones. Sacó a Asensio en lugar de Modric, y aunque no dio más robustez al centro del campo, esta vez sí se mostró más incisivo y determinante. Su gol de nuevo es para enmarcar.
   En los cambios Zidane no se desvió un ápice de la ordenación que tiene en su mente. Así, salieron Lucas Vázquez y Ceballos que eran los siguientes en la lista. Da gusto ver a Ceballos en el terreno de juego, el desparpajo con que se mueve con y sin balón, a pesar de que apenas a dispuesto de unos minutos finales en contadas ocasiones. Por contraposición da pena ver a Marcelo en un estado de forma que no le permite ni intentar irse del contrario en ataque, su faceta realmente importante.
   Y molesta ver a Cristiano todo el rato enfadado con el mundo. Lo único que obra en su descargo es que da la impresión de que lo está consigo mismo en primer lugar. No le vimos mal; dos rozando el palo que se fabricó él, y una magnífica asistencia en el gol de Isco: una obra maestra del contragolpe en la que también participó Asensio.
   Con todo, el equipo sigue sin funcionar, concede demasiado a los contrarios que llegan con muy poco a crear peligro. con el cero a cero solo la fortuna y buen hacer de Casilla pudieron evitar el gol de los canarios que no sabemos cómo hubiera sentado a este equipo que hoy por hoy dista mucho de aquél de la temporada pasada, con una capacidad asombrosa de reacción para levantar partidos difíciles. Y a la vez no toma el mando de los partidos. Su juego se reduce a bascular con el balón de uno a otro lado de la frontal defensiva contraria; pero a un ritmo tan lento y previsible que las defensas contrarias no tienen más que desplazarse a uno y otro lado. Nada de desmarques, nada de juego en profundidad, nada de desplazamientos largos. Y sobre todo, nadie que desborde en ataque, salvo Isco que tuvo que entrar por el extremo izquierdo ante la inoperancia de Marcelo.
   Leve mejoría, pero en casa y ante un equipo que lleva varios partidos sin puntuar, no permite extraer una sola conclusión con un mínimo de validez.
   Ahora nos viene un parón enorme que tal vez no le venga mal para recuperar efectivos. Claro, que también pueden perderse otros. Esperemos que haya suerte y el fondo del pozo lo hayamos visto ya esta temporada.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Estamos en crisis. Tottenhan 3 - R. Madrid 1

   No hay mucho que añadir a lo escrito en la última entrada. Hemos titulado de esta manera a pesar del hartazgo de los medios que se ensañan hablando de la existencia de la misma. Pero en realidad es así: estamos en crisis. 
    El Presidente del club debe estar desconcertado. Justo cuando acaba de renovar los contratos de la mayoría de jugadores (hasta Cristiano ha dicho que está contento con el suyo), aparece esta situación que todos convendremos en que solo es responsabilidad en primera instancia de los jugadores. Sobre todo porque ya sabemos que estos mismos jugadores han llevado al club  hasta lo más alto desde que el entrenador se hizo cargo del equipo. Es decir, que aunque el entrenador fuera un inepto, como con él han protagonizado una de las grandes páginas de la historia del club, es a ellos a quienes hay que responsabilizar en primer lugar.
   Dicho esto, es verdad que más allá del lamentable estado anímico y de forma de algunos jugadores (Marcelo, Kroos, Modric...), de la fragilidad de otros (Bale, Varane, Benzema) y de la indolencia de casi todos; el entrenador es el encargado de hacer que todos esos aspectos se puedan solucionar. Y sobre todo, que no ocurran a la vez en una plantilla tan extensa y fuerte como tiene el equipo.
   Por eso no entendemos el empecinamiento en poner a jugadores que se pasean por el campo, teniendo a otros que están deseando que se les ponga para demostrar el buen fútbol que atesoran. No es necesario entrar en el debate de los nombres, pero sí en el hecho de que, como dijimos en la anterior entrada, parece que el entrenador tiene a los jugadores ordenados a la hora de saltar al terreno de juego. De modo que le da igual el rival y las circunstancias, los que entrarán a falta de quince o veinte minutos serán Asensio y Lucas, y uno de los sustituidos con casi total seguridad será Isco, por más que sea el mejor jugador sobre el terreno de juego. 
    Lo anterior es exasperante porque va en contra de toda lógica en la dinámica de este jugo y de cualquier juego. Has de actuar en función de las necesidades del mismo. Es verdad que está intentando soluciones; pero tanto la supresión de laterales como la introducción de Casemiro como central son soluciones bastante peregrinas. No hay más que ver cómo sufrió Casemiro ante la avalancha de los delanteros ingleses, cuando el resto del encuentro en su posición se hartó de robar e interceptar pelotas, algunas de ellas con evidente peligro.
    Por mojarnos un poco más, creemos que debería poner a Theo por Marcelo y a Ceballos o/y Llorente por Modric o/Koos, hasta que los segundos estén en la forma y disposición competitiva adecuadas. Ello haría que los tres noveles se afianzaran en sus respectivos puestos y se entendieran mejor con sus compañeros. Pero mucho nos tememos que es a eso a lo que le tiene miedo el entrenador. Prefiere atravesar este bache y esperar a recuperar en el terreno a los titulares, antes que abrir una vía de agua a partir del posible éxito de algunos de los citados.
    A todo esto no hemos hablado del partido en cuestión. Pero visto lo visto el partido es lo de menos. Ya sabemos que cualquier equipo hoy le crea serios problemas al R. Madrid. Todos sabemos que hoy sin actitud y mucha concentración es imposible sacar adelante los partidos. Que el Tottenhan corriera 12 Km. más que el Madrid podría ser un dato solo, pero si viene precedido de esa sensación de indolencia ante el Girona se convierte en un síntoma más de que la crisis está aquí (falta de actitud,  jugadores fuera de forma, entrenador sin soluciones...), esperemos que no para quedarse. No es poco que el Dormund y el Apoel empataran dejando la clasificación a un punto en dos partidos.
    Eso sí, que estemos en crisis no quiere decir que esto no tenga solución. Hay que ser optimistas, porque el vestuario no parece revuelto, no hay enfrentamientos entre jugadores, cuerpo técnico o directiva...