domingo, 20 de noviembre de 2016

De la necesidad, virtud. A. Madrid 0 - R. Madrid 3

  Ha sido necesario que por imperativo de lesiones, el entrenador tuviera que recomponer el equipo para que modificara el esquema de juego. Sin embargo, lo curioso es que además de acertar con los jugadores adecuados al momento, ideó un sistema de juego que vino a resultar fundamental para terminar desquiciando al rival, un equipo al que jamás habíamos visto tan alicaído y derrotado como ayer en los minutos finales.
  Hemos estado dudando si titular de la forma que lo hemos hecho, o "Zidane se doctora de la mano de los suplentes"; pero después de escuchar al entrenador en la rueda de prensa posterior al encuentro cambiamos de opinión. Desde el principio, las explicaciones de Zidane se repiten, destilando una sencillez cercana a la incapacidad para explicarse adecuadamente. No tenemos por qué dudar de los conocimientos de Zidane como entrenador, pero oyendo lo que dice en las declaraciones desde luego no ayudan a ello. 
  El caso es que ayer encontró el esquema perfecto para desactivar a un equipo, el Atlético, que presionó de un modo asfixiante, rayano en la ilegalidad; y que quedó validado no solo por el magnífico resultado, sino por el excelente juego desplegado en casi todo el encuentro, si descontamos unos minutos de la segunda mitad. Y cuando le preguntan por ese esquema comparándolo con el que habitualmente emplea con la BBC en el terreno; el entrenador vino a decir que el esquema da igual que lo importante son los jugadores.
   La verdad es que a los madridistas nos da igual en principio cómo ha llegado el entrenador a colocar las piezas en su sitio, pero para quiénes venimos reclamando un esquema más equilibrado y la alineación de jugadores que trabajan bien como Lucas Vázquez o Nacho, lo que verdaderamente nos interesa es que Zidane entienda que este esquema 4-2-3-1 empleado ayer, sumado a la colocación de los jugadores más en forma, nos lleva a la conformación de un verdadero equipo.
   Esto es lo que vimos ayer, un gran equipo, formado por excelentes jugadores que estaban especialmente motivados para la tarea encomendada. Vimos un Nacho rapidísimo; un Varane imperial dominando el juego aéreo una y otra vez; una extraordinaria dupla la que formaron Kovacic y Modric;Un trabajador  y solidario Bale; el mejor Isco, despierto y con una calidad increíble; y finalmente, un enorme Cristiano que metió tres goles como podría haber colocado otros dos más.
   Ahora nos preguntamos qué hará Zidane cuando recupere al cien por cien a todos sus jugadores. Estaría bien que adoptase el esquema de ayer, al menos en los partidos contra rivales más peligrosos.
   Por primera vez en mucho tiempo, lo que vimos ayer fue un verdadero equipo. Vimos un equipo solidario y equilibrado en todas sus líneas, con especial atención a taponar las subidas de Filipe y Juanfran. Un equipo que respondió a la presión y la asfixia rojiblanca con una velocidad increíble con y sin balón. Un equipo con ayudas a a ambos laterales: Lucas Vázquez lo hizo con Carvajal y Bale con Marcelo. Un equipo que, a pesar de la benevolencia del árbitro en las entradas, logró zafarse del contrario y crear un juego que no veíamos desde hace tiempo. 
  Esperemos que esto no sea flor de un día. Los suplentes (Nacho, Varane, kovacic, Isco, Lucas Vázquez) fueron decisivos para lograr un triunfo que antes del partido ni los más optimistas soñaban. Ahora toca a Zidane administrar los recursos que tenga en cada momento: en sus manos está. Veremos. Pronto, porque la Liga de Campeones está a la vuelta de la esquina.
   

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