Si hablamos del partido a nivel futbolístico, acabámos enseguida. Pésima primera parte. Algo mejor la segunda, pero muy floja también. el planteamiento ramplón de Zidane, cediendo la pelota y el terreno al contrario dio como resultado un partido soso y aburrido que no generó ocasiones prácticamente en todo el encuentro, salvo los goles (incluido el anulado a Bale).
Nuestra impresión es que el Barça tenía la mente puesta en la eliminatoria de Champions que se juega bastante temprano (el martes), y en la que debe dejar el marcador a favor. Todo lo que analicemos a partir de esta conjetura cobra sentido: El que al Madrid le bastara con poner las líneas juntitas y alejadas de su área, el que renunciara al ataque, el que los de arriba apenas creasen juego en el Barça.
Mal haríamos si pensáramos que haber ganado al Barça en su campo nos consuela la pérdida de la Liga, porque ese es un sentimiento de equipo pequeño, de equipo que se conforma con decir que le paró los pies al mejor Barcelona.
La verdad es que lo único que ahora nos vendrá a la cabeza cuando termine esta Liga es que se la dejaron los jugadores de forma ignominiosa en dos o tres jornadas lamentables.
No vamos a negar que es un resultado muy positivo para el Madrid, cuyos jugadores pueden levantar el ánimo y la moral de cara a lo que queda de Champions, pero nada más. El juego, tal como hemos dicho, no permite extraer conclusiones dado que el rival apenas compareció. Dio más patadas de lo habitual, sus tres jugadores emblemáticos estuvieron casi desaparecidos, y tuvieron alguna fortuna en forma de decisión arbitral.
¿Qué conclusiones pueden extraerse de este encuentro, entonces?
Creemos que en el terreno de la búsqueda de un once titular, ya sabemos que Casemiro es imprescindible porque presiona, se posiciona y roba balones mucho mejor que Kroos, también sabemos que el propio Kroos se encuentra más cómodo en la nueva ubicación; al encontrarse más liberado de tareas defensivas de alto riesgo, además es más generoso en su esfuerzo, añadamos que por fin ayer vimos a los de arriba colaborar en defensa como lo hemos visto nunca, pongamos unas pinceladas de Keylor extraordinarias, como la mano que sacó el tiro-picada de Messi, y las incursiones del mejor delantero del equipo, Marcelo, y tendremos un equipo titular con posibilidades de seguir mejorando en lo que queda de curso.
La pena es que la línea defensiva del equipo que parecía lo más seguro (si exceptuamos el lateral izquierdo) a comienzos de la temporada, está resultando un quebradero de cabeza para cualquiera que asuma el cargo de entrenador. Uno no sabe qué centrales escoger, cuando no es uno, es otro el que mete la pata estrepitosamente, ayer le tocó a Ramos; pero también Pepe estuvo demasiado nervioso y acelerado, entregando al contrario la pelota en varias ocasiones, amén de comerse el gol de Piqué. Las cantadas de Varane tampoco invitan al optimismo.
Lo dicho; ayer, al menos se consiguió que lo que queda de temporada de Liga no sea un paseo triunfal y relajado que le permita preparar la Champions. Ahora el Barcelona está obligado a pensar en los dos frentes, y eso siempre distrae y merma energías en ambas competiciones. Veremos.
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