"Esta gente tiene que aflojar en la segunda parte. A este ritmo es imposible que aguanten", comentábamos. Y así se mantuvieron el resto del partido, a partir del minuto seis o siete en que el Betis se colocó por delante. Un gol de ejecución impresionante, pero que a nuestro modo de ver puso en evidencia cierta falta de contundencia de la defensa madridista. Varane muestra cierta inseguridad en algunos lances que antes no tenía. No sabemos bien por qué, ya que ahora goza de una casi titularidad por las lesiones de unos y otros.
Prácticamente no volvió a acercarse a la meta de Navas con peligro en todo el partido, pero el Betis mordía en cada jugada, a cada balón que se disputaba. Corrió hasta la extenuación, en forma de calambres o lesiones, y esto le valió para sacar un empate.
El Madrid fue haciéndose dueño de la pelota y del juego, tocando y tocando, con rapidez y con precisión, pero sin acierto en los centros y en los remates. El centro del campo funcionó bien. Todos, salvo James estuvieron a un gran nivel, especialmente el croata que dio un recital de clarividencia a la hora de oxigenar con una cambiada, una simple vuelta o un pase al hueco de precisión milimétrica.
Cuando llegas arriba tienes gente para poder rematar, pero una y otra vez los centros (tanto de Marcelo como de Danilo) se quedan cortos o tan blandos que dan toda la ventaja al guardameta contrario, o cuando logras conectar un buen pase pero el rematador no acierta, o ni siquiera golpea a la pelota (véase James) casi a portería vacía, pues se paga con un resultado decepcionante.
El equipo controló el esférico, jugó bien, dispuso de numerosas ocasiones, hizo jugadas brillantísimas, pero este es un juego que requiere que la pelota entre; si no, nada de lo hecho vale.
Sin valer el empate, porque aleja la cabeza demasiado, cuando lo que ha de hacerse es acercarla ahora que los demás están empleados a fondo en la Copa; sí hay que anotar la mejoría general del juego y el estado de forma de los jugadores. Todos los jugadores llegaron relativamente bien al tramo final del partido, a pesar del gran esfuerzo llevado a cabo.
Pese al empate, es momento para la esperanza y la confianza en que jugando así los resultados han de acompañar. Para ello es necesario el concurso de Ronaldo, que de momento no comparece.
No queremos dejar de comentar que sabiendo que los resultados serán la clave, la actitud de los medios no nos dan buena espina. Los comentarios de los periodistas están alineados según el grupo de comunicación en el que estén; y si Benítez tenía enemigos, parece que Zidane también los va a tener. No me gusta nada Danilo (aquí está escrito), no me gustó su alineación en lugar de Carvajal; pero de ahí a considerar que esta variación fue la clave de todo, media un trecho. Pues bien, hay algunos periodistas que afirma que Danilo jugó mal, cosa que no creo que sea cierta; otra cosa es que Carvajal pudo haber aportado algo más de mordiente en ataque. Algo no funcionaría bien si para ganar al Betis es necesario encomendarse a un lateral. Algo fallaría.
Ayer no hubo fortuna y eso es casi todo. Sin duda, demasiado esfuerzo para la renta obtenida.
Veremos.
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