martes, 8 de diciembre de 2015

Cerrando heridas. Real Madrid 4 - Getafe 0

   Un partido sin historia, de esos que sabes que han quedado resueltos casi antes de empezar. El equipo salió enchufado, al contrario de lo que suele suceder, y enseguida el gol tempranero de Benzema vino a rubricarlo. 
    Con una alineación que albergaba la novedad de incluir a Lucas Vázquez en el lateral derecho, así como la colocación de nuevo en el eje del centro del campo a Kroos. Por supuesto, con la consabida BBC, puesto que los tres estaban disponibles.
    A pesar de todo, el partido nos deja unas cuantas conclusiones o quizá, mejor dicho, corrobora unas cuantas afirmaciones ya hechas desde estas páginas. De una parte, sabemos que para este tipo de partidos cualquier alineación de esta plantilla se basta para sacarlos adelante con facilidad, demasiada facilidad para el bien de la competición, diría yo. En estos partidos que no son exigentes, da igual que se juegue con uno u otro sistema, da igual jugar con tres, dos o un delantero; da igual que se juegue con una defensa de circunstancias, con un Danilo de lateral izquierdo (pareció mejor de lo habitual) y Lucas de lateral derecho; da igual que en el centro juegue Kroos o juegue Casemiro, lo haga Isco o lo haga James. Todas las combinaciones son válidas siempre y cuando el equipo salga concienciado y motivado, dispuesto a resolver el partido cuanto antes.
     Todo lo anterior nos lleva a hacernos una pregunta a modo de conclusión. Si lo que se necesita entonces está relacionado con la búsqueda de un sistema y unos jugadores para afrontar los partidos esenciales de la temporada, especialmente si se trata de un competición de k.o. como es La Copa o la Liga de Campeones. No olvidando que en Liga viene a ser muy parecido aunque con dos o tres partidos más de margen para empeorar o solucionar los problemas que surjan.
      Así pues, volvemos a reiterar que Benítez tiene que ocuparse de cómo poner a punto a este equipo para disputar esos cinco o seis partidos decisivos que realmente conforman la diferencia entre el éxito y el fracaso.
     Puede plantearse cuál es el modo más apropiado para ello: jugar todo el rato con el esquema y jugadores que van a disputar esos partidos, o buscar una forma diferente en forma de variante específica para esos partidos. Es decir, una suerte de Plan B.
     Probablemente cualquiera de las dos opciones sean válidas, siempre y cuando se realicen con el mayor esfuerzo y solidaridad de toda la plantilla. Corresponde al entrenador elegir su opción para estos jugadores y ofrecer su apuesta. Justo esa es la razón por la que ha venido Benítez a sustituir a a Ancelotti, pero hasta la fecha no solo no lo ha logrado, sino que se encuentra más alejado de encontrar la solución. 
     Mientras tanto Liga y Liga de Campeones puede que sirvan para cerrar la enorme brecha que se ha abierto a raíz de la eliminación de la Copa. El empate del Barça y la resuelta clasificación para la siguiente ronda de Liga de Campeones lo propicia. Veremos.

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