viernes, 25 de septiembre de 2015

Victoria trabajosa. A. Bilbao 1 - R. Madrid 2

   Pienso que partidos como este la pasada temporada terminaban mal para el equipo. Enfrentarse a un equipo que te atosiga desde la salida del balón sin descanso y sin fisura le viene resultando muy complicado al Madrid desde hace bastante tiempo. Sobre todo porque en los no pocos descuidos que tuvo la zaga el Athletic puso a Keilor a prueba, permitiendo que éste demostrara que no es un portero para una suplencia, que merece la titularidad.
   Benítez, obligado por las circunstancias, aprovechó para alinear a los jugadores que realmente cree que le son más útiles para el sistema que anhelaba poner en práctica: El 4-4-2. Y este hecho le permitió controlar bien el partido durante toda la primera parte, a pesar del enorme boquete que tiene en el lateral izquierdo y de la tremenda presión que ejercía el Athletic. Modric contó con la inestimable ayuda de Kovacic que además llega muy bien al área contraria cuando se lo propone. Isco pudo estar algo más suelto arriba, lo que le permitió poner algunas pelotas claras de gol, y Kroos de nuevo dejó un partido gris en ataque y bastante lento y fuera del tren del partido en numerosas ocasiones. Acertó el entrenador en la entrada de Casemiro, que a nuestro juicio merecería estar jugando de titular en sustitución del alemán. 
   Pero, como todos los entrenadores, Benítez también es esclavo de sus palabras (la exposición permanente a los medios tiene estas cosas) y por eso a punto estuvo de desbaratar lo que tanto había costado mantener al dar entrada a Jesé e introducir tres delanteros innecesariamente.  
    En el terreno individual volvieron a brillar tanto Varane como Modric, Benzema sigue en racha goleadora e hizo un gol de delantero centro, por más que fuera un fallo del defensa en la cesión al portero. Cristiano estuvo activo y volvió a alejarse de las inmediaciones del área, cayendo a la banda izquierda, pero tuvo varias pérdidas de balón en ese empeño que por conducir que no es su fuerte. Volvió a estar caótico Marcelo, abandonando su banda para incrustarse en terreno de nadie, porque no entendemos qué hace metido en el área donde no no puede defender por su estatura la mayoría de las pelotas y tampoco es un dechado de virtudes en el uno contra uno. Esto debe hacérselo mirar Benítez porque así es muy difícil tener solidez defensiva.
    Lo dicho, una victoria muy trabajosa y trabajada que antes difícilmente llegaba. Contra el Atlético veremos la medida real de este equipo, pero el miércoles dejó muestras de que está también para fajarse.
   

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