Es posible que solo se trate de un ajuste de piezas que con frecuencia acontece a los proyectos que se inician. Benítez, ya lo hemos dicho, ha tenido tiempo para hacer encajarlas, pero no es menos cierto que el Real Madrid no es un equipo cualquiera; la exigencia de resultados inmediatos y la presión mediática que soportan jugadores, entrenador y entidad es enorme. Como muestra baste mencionar lo ocurrido con el Granada. La cuestión previa se ha centrado en ver si Cristiano batía el record de goles de Raúl o en ver por cuánto sería la goleada. Puede alegarse que los medios no juegan el partido, pero resulta muy difícil para unos profesionales, a fin de cuentas muy jóvenes, sustraerse a la influencia de estos focos y centrarse en el partido que han de ganar jugando al fútbol. A veces deben tener la sensación de que con solo bajar del autobús ya está todo hecho.
Ayer se evidenció algo de esto en el encuentro. Llegaron, se encontraron con un Granada que venía a disputar el encuentro de tú a tú, y esto ya les descolocó. Es como si de repente les diera pereza ponerse a trabajar a fondo, cuando eso no era lo que estaba previsto. Es como si dijeran "¿pero no habíamos quedado en que a estos los íbamos a golear sin despeinarnos?"
Así resultó que el Granada se plantó muy bien en el terreno de juego, en ocasiones presionando sobre la salida del balón del Madrid que se encontró con serias dificultades para sacarlo, y salió con el balón controlado muy bien cuando robaba. Especialmente por la banda de Marcelo, que de nuevo dio muestras de no ser apto para el lateral y de sufrir faltas de concentración importantes. Tampoco estuvo acertado el otro lateral. Carvajal, ni defendió bien, ni atacó bien, ni pasó bien.
De modo que en varias ocasiones pusieron en aprieto la portería de Navas. Y o bien la falta de puntería, o el buen hacer del cancerbero madridista impidieron que el Granada pusiera las cosas más difíciles.
Nos gustaron las rectificaciones que Benítez introdujo en el partido; tanto el alemán como el francés estuvieron desacertados todo el encuentro. Aunque no se reflejara en el marcador, si no hubieran entrado Casemiro y Kavacic a estas alturas quizá no seríamos líderes en la clasificación.
No quisiera dejar de comentar un par de aspectos importantes. Por un lado, la alineación de Lucas Vázquez como titular, por el mensaje que manda a Jesé y al resto de suplentes (hay que trabajar para estar ahí), y por el buen partido que cuajó. Por otro lado, el lento viaje al centro de la delantera que está haciendo Cristiano. Ayer jugó todo el tiempo en esa posición, salvo en alguna ocasión puntual que se dejó caer a la izquierda. Lástima que no lograra hacer alguna diana, porque esto ayudaría a convencerle de que ese debe ser su puesto en el equipo.
En conclusión, seguimos esperando el control y dominio de los partidos, al margen de goleadas ficticias no acompañadas de juego como la de Liga de Campeones. Mientras tanto, como en tiempos pretéritos, nos agarramos al Santo (esta vez San Keylor).
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