lunes, 27 de abril de 2015

Chicharito mantiene las esperanzas. Celta 2 - Real Madrid 4

   No fue tan fácil como el marcador indica. El Celta mantuvo todas las opciones hasta la consecución del cuarto gol del Real Madrid allá por el minuto sesenta y cinco.
  "Bien está lo que bien acaba", dice el dicho; pero la verdad es que el juego fue bastante caótico y descontrolado en numerosas fases del partido. Uno tenía la sensación de estar asistiendo a esos combates de boxeo en que los contendientes se lanzan a un intercambio de pegadas, descuidando toda táctica defensiva. Aunque es verdad que el partido se inclinó del lado merengue merced  a una mayor pegada, ésta pudo depender de un hilo en no pocas ocasiones en la portería del equipo blanco. 
   La tan traída y llevada discusión acerca del esquema de juego quedó en entredicho, pues la inclusión de Illarramendi en el centro para formar un cuarteto en el medio del campo en absoluto dio estabilidad y control del juego. En no pocas ocasiones el centro del campo ni intervenía para atacar, ni lo hacía para defender. El juego iba de área a área casi sin solución de continuidad.
  Aunque no se pueda reprochar gran cosa al equipo en general, con este intercambio de golpes será difícil que siempre caiga la moneda de tu lado. Hay varios jugadores que no acaban de estar bien, o a la altura de las circunstancias. Nos referimos fundamentalmente a Marcelo. Con un lateral tan caótico y falto de compromiso con la posición que ocupa es muy difícil que el sistema no haga aguas. Isco tampoco está en su mejor momento. Después de los tres meses en que se echó el equipo a la espalda, atraviesa un momento que no acaba de pasar de los detalles de calidad que todos sabemos que tiene. Cristiano no acaba de coger el punto necesario para estos momentos decisivos que vive el equipo. Illarra no es el centrocampista con personalidad que se precisa sobre todo a nivel defensivo.
   En estas, ha surgido un jugador en un estado de forma excepcional y que proporciona unas opciones arriba muy interesantes, por su movilidad y rapidez en la ejecución, y sobre todo tremendamente decisivas para el triunfo del equipo. Ayer volvió a marcar por partida doble; el segundo, un gol magnífico.
   Así que, de momento, Chicharito se  ha convertido en un dispensador de esperanzas para los blancos. En dos partidos de titular ha proporcionado el pase a semifinales de la Liga de Campeones, y mantiene la presión sobre los culés en la Liga. No obstante, es necesario recuperar el control del juego, si se quiere alcanzar las metas deseadas. Algo habrá que hacer con los Marcelos y los Illarra, ya que no mucho se pude hacer hoy por hoy con los Isco y Ronaldo.
   Esto no tiene tregua, hay un par de semanas tremendas por delante. Veremos.

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