viernes, 28 de febrero de 2014

Schalke 1 - Real Madrid 6. ¿Demasiado fácil?

    Había pensado que no merecía la pena hacer una entrada sobre un partido tan fácil en su desarrollo y resultado. Después, he pensado que su carácter histórico bien merece figurar como una breve entrada al menos.
     Y es que el previo había sido bombardeado con la consabida incapacidad del Real Madrid para ganar en suelo alemán. De manera que este aspecto le otorgaba un cierto morbo que el comienzo del encuentro alimentó. Los alemanes achuchaban y el Madrid se defendía mal como casi siempre que no tiene la pelota. Todo fue un espejismo. Sobre todo después de la parada imposible de Casillas. Tras ello vino el primer gol y la pequeña historia del partido se acabó, para dar paso a la gran historia, a una goleada que pudo ser mucho más escandalosa si Cristiano hubiera estado un poco más afortunado en sus remates.
   Cualquier espectador que no supiera la indumentaria de los equipos, a primera vista habría pensado que los papeles estaban cambiados, pues los que corrían y presionaban de principio a fin eran los jugadores del Madrid; mientras los alemanes parecían meros observadores. Tal fue la diferencia, que de haber tenido un poco  de fortuna, la decena se hubiera quedado corta. Por el contrario, el Madrid no volvió a correr riesgo alguno en su portería hasta las postrimerías del partido, cuando ya estaba todo decidido.
   Pero hemos de hacer un par de consideraciones; la primera, que Benzema volvió a hacer un gran partido, ganando en intensidad y mucho más despierto que de costumbre. Para aspirar a todo es necesario tener un delantero "activo", incluso cuando no está afortunado. De ello tal vez se contagió Bale que cuajó un buen partido. La segunda, que una vez resuelto el partido, el entrenador debió aprovechar para reservar a los jugadores más machacados y preciados para el decisivo partido del próximo domingo. Lo hizo, pero más bien tarde. De modo que no permitió un mayor descanso de los sustituidos y arriesgó a lesiones de los mismos.
   Es verdad que el Schalke no pareció un equipo con suficiente entidad para tomar la medida de lo que este equipo es capaz de hacer; pero endosarle seis goles en su propio feudo al cuarto clasificado de la liga alemana no parece que sea tan fácil como lo logró hacer el Madrid. Ojalá sea lo que todos pensamos ahora: el equipo funciona cada vez mejor, es menos dependiente de Cristiano de lo que lo era no hace tanto tiempo, y tiene un jugador en cada puesto casi a la altura del titular. Ahora da igual quién juegue, el viento sopla a favor.
    ¿Era tan fácil, o lo hicieron fácil? El domingo, otra prueba. 

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