Tocaré madera porque lo mismo pensé a comienzos de temporada y luego vino lo que vino.
Sin embargo, hemos de convenir que en estos dos últimos partidos el equipo ha sido capaz de generar juego en todo momento y contra todo tipo de rivales, si bien ninguno de ellos tiene una gran entidad. Sobre todo después de ver la que le está cayendo al Málaga. El Real Madrid es capaz de generar juego de todo tipo, al contragolpe, al ataque, por las bandas, por el centro; tocar, parar, controlar la pelota... Además, ayer demostró que también sabe hacer una presión asfisiante cuando conviene.
Fruto de todo ello fue la media hora primorosa de juego que ayer nos ofreció el equipo. Por momentos me recordó al Madrid de la Quinta del Buitre; en la mayoría de los partidos les bastaba con un cuarto de hora para dejar K.O. al equipo contrario.
Quiero seguir sosteniendo que todo esto se debe al cambio de actitud del entrenador que ha decidido ejercer como tal. Ahora da la impresión de que cualquiera puede entrar en el equipo y hacerlo bien. Porque hay un esquema de juego asumido.
No obstante quiero llamar la atención sobre el hecho de que Mou debería utilizar a un mayor número de jugadores y, de paso, dar descanso a otros que pueden sufrir las consecuencias de una sobrecarga de partidos. Me estoy refiriendo a Alonso especialmente. El partido de ayer era propicio para haberle dado más descanso del que tuvo. La temporada es muy larga.
Hay varias noticias buenas después de ver estos últimos partidos. Por un lado, la progresión del estado de forma y acoplamiento de Kaká; por otro, el afianzamiento de Sergio Ramos en el centro de la defensa (lo hemos dicho en estas páginas hace tiempo) donde despliega todo su potencial y poderío; por último, la pelea entablada entre Benzema e Higuaín que, por el momento, está resultando muy fructífera.
Con todo, la jugada del tercer gol resultó ser un indicador del potencial del equipo y de la progresión de Kaká, sobre todo a nivel físico. Montó el contragolpe en el punto de penalti, y le dio tiempo a llegar con opción de remate en el punto de penalti del ataque. Su zancada es poderosísima, y su capacidad para asociarse prometedora.
Con todo, la jugada del tercer gol resultó ser un indicador del potencial del equipo y de la progresión de Kaká, sobre todo a nivel físico. Montó el contragolpe en el punto de penalti, y le dio tiempo a llegar con opción de remate en el punto de penalti del ataque. Su zancada es poderosísima, y su capacidad para asociarse prometedora.
Con tanto jugador en estado de gracia, físicamente bien, y un entrenador más centrado en su trabajo esto pinta muy bien. Sólo falta enfrentarse cuanto antes a rivales de mayor entidad, y ver hasta dónde podemos llegar.
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