miércoles, 19 de febrero de 2020

Vuelven las dudas en defensa. R. Madrid 2 - Celta de Vigo 2

     Después de un larguísimo período de buenos resultados en el aspecto defensivo, durante el cual Zidane pareció haber encontrado la fórmula adecuada; en solo encuentro volvieron a aparecer dudas importantes. Y ello en un partido en el que no se puede decir que el equipo no estuviera comprometido. Si exceptuamos a Bale, el resto de jugadores se entregaron con generosidad a un esfuerzo poco fructífero en términos de llegadas y ocasiones. 
      Lo desesperante vino de los tremendos despistes defensivos en sendas jugadas protagonizadas en primerísima persona por Varane, ya que fue su marca la que terminó materializando los dos goles célticos. Si el primer gol vino en una jugada filtrada desde una larga distancia habiendo dejado un amplio espacio al delantero para maniobrar; el segundo fue un despropósito de todo el sistema defensivo, empezando por el absurdo descoloque de Ramos saliendo a presionar por delante de la defensa y dejando a Casemiro incrustado en su posición, y de nuevo a Varane persiguiendo tarde a la sombra del contrario.
     Sabida es obsesión de Zidane por meter a Bale en el equipo, a pesar de que éste se lo agradezca con actuaciones ignominiosas como la que tuvo el domingo durante toda la primera parte en especial. Quizá pretenda recuperarlo para la causa en Champions, consciente de las buenas actuaciones del galés en los momentos puntuales y claves de esta competición; pero esto se contradice con el objetivo prioritario del entrenador en esta temporada, cual es el de la consecución del título de Liga. 
    Nunca sabremos si con otro jugador en su lugar el resultado hubiera sido otro, pero no parece que hoy por hoy se merezca estar en el equipo titular. Con la consiguiente debilidad del discurso del entrenador por el carácter injusto de esta decisión.
     Dicho esto, alguna vuelta ha de darle Zidane a la forma en que prepara los partidos. Nos referimos al conocimiento del rival, pues en el caso del Celta claro era la necesidad de no dejar maniobrar con la comodidad que pudieron hacerlo Aspas, Rafinha, Suárez. Quizá alguna pieza más en el centro de campo en lugar de un inoperante Bale, hubiera dado un mejor resultado.
     En partidos como este es donde realmente se ganan o se pierden las Ligas. Esperemos que el equipo haya aprendido la lección, y particularmente el cuerpo técnico. Veremos porque se aproxima una cuesta bien empinada. Suerte que hemos recuperado para la causa de nuevo a un gran Hazard.

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