lunes, 19 de marzo de 2018

Otro gallo cantaría. R. Madrid 6 - Girona 3

   Como en tiempos pretéritos, los quince o veinte primeros minutos de cada parte fueron extraordinarios. Ante un equipo que nos humilló en el partido correspondiente a la primera vuelta, el Real Madrid consiguió hacer un fútbol de salón por momentos.  Y ello sin Casemiro y Modric. 
      Es inevitable preguntarse por qué esto sucede ahora. La respuesta es bien sencilla: ahora todos los jugadores están en condiciones, de modo que da casi igual quién esté en el campo. 
      No podemos estar contentos porque la Liga  está imposible, pero sí podemos tener esperanzas de cara a la única competición que nos queda por disputar, una vez que parece que por abajo los perseguidores aprietan menos de lo que lo hacían hace un mes. El juego desplegado ayer, especialmente en ataque, nos hace ser optimistas de cara a la eliminatoria de Champions.
      Aunque no será nada fácil doblegar a un equipo como la Juventus, que tiene una experiencia dilatada en la competición, y más concretamente la plantilla actual; sin embargo, no es menos cierto que nuestro equipo también puede alegar esa experiencia y que tendrá el factor campo a favor, que de nuevo parece volver a ser importante. 
        Por  otra parte, salvando las distancias, el Girona es un equipo ordenado y capaz de achuchar , al que ayer se le hicieron seis goles. Falta, eso sí, resolver los problemas defensivos, pues también ellos lograron hacer tres. Este aspecto tiene más difícil solución, al tratarse de algo estructural y en algún sentido individual; Navas no va a salir de los palos ahora de repente (y casi mejor que no lo haga), Marcelo no va a aprender a defender, Carvajal no va a crecer.
         Es el entrenador el que que tiene que resolver, o mejor decir, paliar estas deficiencias que tiene en la plantilla estableciendo un sistema de ayudas y asignando los emparejamientos en las jugadas a balón parado de un modo más racional. Carvajal o Marcelo no pueden quedar cubriendo a un jugador que les saca la cabeza.  Esto puede ser vital dado que la Juve tiene un gran poderío en las jugadas a balón parado. Es verdad que con Casemiro y Ramos quizá alguno de los goles que se encajaron ayer no hubieran llegado, pero hay que cuidar más estos aspectos cuando los jugadores son los que son. 
        Es necesario resaltar las actuaciones de Cristiano, Asensio y Benzema. El primero, porque metió cuatro goles de auténtico delantero centro; el segundo, porque acelera muchísimo el juego conduciendo o sin conducir la pelota (sus pases y centros son obras maestras); y el tercero, porque se asocia como nadie. Es el complemento ideal de Cristiano cuando está en forma. 
        Hay quien argumenta que si Cristiano hubiera estado al nivel que está ahora no se habría perdido tanta distancia al comienzo, pero también lo es que tal vez Cristiano habría enchufado algún gol más de haber tenido al equipo tan bien como está ahora. 
        No es el momento de analizar la trayectoria del equipo como tal a lo largo de esta temporada, ya lo hemos escrito en numerosas ocasiones; pero sí de remarcar que esta Liga no se ha disputado con ganas desde el comienzo. De haberse hecho con el interés que ahora se muestra, otro gallo cantaría.
       

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