jueves, 2 de marzo de 2017

Sin control, enésima épica. R. Madrid 3 - Las Palmas 3

    La entrada anterior estaba escrita antes del partido. No iba a ver la luz por falta de tiempo, pero hemos creído conveniente publicarla por cuanto lo que se dice allí bien podría repetirse en esta. En cualquier caso leerla puede ser un buen ejercicio comparativo, más allá del curioso ejercicio predictivo que también tiene.
    Y efectivamente, partiendo de aquel texto podemos decir que Zidane rectifica y toma alguna de las medidas que proponíamos. Dio entrada a Isco, Morata y Kovacic; aunque mantuvo el mismo esquema de tres delanteros, y también pareció demasiado cambio prescindir de Modric y Casemiro.
      La adversativa es muy importante porque además de un problema de nombres, ya apuntábamos otro más crucial, cual es la necesidad de realizar un ajuste defensivo de todo el equipo. Como ya dijimos, el equipo no sabe que hacer con la pelota. Hoy además los canarios se la arrebataron con un descaro impresionante. Tampoco sabe qué hacer sin ella, deja espacios enormes  donde el contrario gana con un simple pase superioridad numérica.
      Hoy, el partido parecía con los papeles cambiados. El Madrid hacía de equipo menor, siempre a remolque y persiguiendo fantasmas durante casi todo el tiempo. Las Palmas ensanchaba el campo hasta el infinito y obligaba a los blancos a llegar tarde a la presión tímida que algunos pretendían ejercer. "Persiguiendo sombras" podría ser el titular del partido. Hemos contabilizado en varias ocasiones cinco o seis jugadores canarios por delante del balón,  ya en posiciones de terreno contrario ;lo que da idea de la preparación que Setién había hecho del partido y la seguridad que había infundido en sus jugadores.
       No vamos a comentar la acción Bale, porque se comenta por sí sola y porque ya estaba el equipo siendo desbordado por el contrario.
       Urge encontrar una solución para tomar el control de los partidos. Son demasiados partidos en los que el equipo no marca el ritmo, y tampoco es capaz de sostener y dejar su portería a cero. Hoy fueron tres goles y pudieron ser más, el Villarreal también hizo dos goles en muy poco tiempo y pudo haber marcado alguno más. Controlar significa que debemos imponer el ritmo en el partido, poner la pausa o la aceleración según convenga. Desde hace tiempo esto no es así.
        Como ya hemos dicho en la entrada anterior, hoy volvimos a jugar sólo cuando no quedaba otra solución que apelar a la épica. Y a punto estuvo de conseguirse una descomunal gesta. Nos preguntamos por qué el conjunto espera a estar contra las cuerdas para reaccionar como un equipo, poniendo toda la carne en el asador. 
         Es necesario que Zidane se baje de la burra, se deje de maximalismos en el esquema y reorganice el equipo acumulando algunos efectivos más en el centro del campo para tomar el control del juego. Quizá entonces dejaríamos de asistir a épicas y finales de infarto. 
      Y esto no para, el fin de semana está encima y no hay margen para el error. Todavía el equipo depende de sí mismo.

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