Haberse puesto dos veces por delante en el marcador y terminar empatando el partido no dice nada bueno de este equipo. En las dos ocasiones el equipo reaccionó refugiándose atrás, la faceta que peor lleva a cabo. La posesión de balón en el primer tiempo (70 a 30 a favor de los alemanes) dice bastante bien qué reacción tuvo el equipo tras conseguir su gol, y hasta las postrimerías del primer asalto.
Pero mientras en ese tiempo podemos entender esa reacción, ya que confiados en el contragolpe podía haberse matado el partido; lo que ocurrió tras el segundo gol madridista fue poco comprensible. Dejarse dominar y no reaccionar ante el empuje alemán era una temeridad. Es verdad que pudo haberse dejado el partido de cara en esos momentos, pero también lo es que ellos tuvieron varias oportunidades para empatarlo. Pero ante esta situación ni jugadores ni entrenador estuvieron a la altura.
Aunque el resultado final no es malo, se ha desperdiciado una oportunidad de oro para haber dejado la clasificación casi hecha. Pero lo que inquieta es que esto mismo vino a pasar el sábado en Las Palmas. Hoy como el otro día costó mucho al equipo hacerse con el control del juego cuando disfrutaba de una ventaja valiosa.
Entre las claves individuales lo positivo es la mejoría de la BBC, especialmente de Bale y Cristiano, aunque también eran un espectáculo en la primera mitad verles trotar por el campo a los tres a modo de paseo, mientras los demás se empleaban a destajo con las acometidas del contrario. Bien James hasta que fue retirado. No solo jugó con criterio sino que sujetó a su mejor hombre, Weigl: su salida le dio mayor movilidad al alemán y el equipo lo acusó. La ausencia de Casemiro volvió a notarse, sobre todo porque Kroos no se encuentra nada cómodo en ese puesto. Se le nota que no quiere volver a ejercer en el mismo, hasta el punto de que se le ve de espectador en no pocas ocasiones cuando está en esa posición. Mejor Varane, aunque pudiera haber hecho más en el segundo gol. Lo mismo podemos decir de Danilo que tenía un hueso duro que roer en su banda, en la que se encontró bastante solo. No nos gustó Ramos porque estuvo fallón en varias jugadas, llegó tarde a otras e irrita bastante verle juntar manos atrás una y otra vez, perdiendo equilibrio y control, cuando sabe que el problema es no pararla intencionadamente. Mal keylor en el primer gol, aunque después volvió a hacer méritos en unas cuantas pelotas que mantuvieron el tipo ante el asedio teutón de la segunda mitad.
Parece que este equipo se ha abonado a hacer decisivos los minutos finales de los partidos; unas veces porque hay que remontar y otras porque hay que defender el resultado. Días o semanas atrás pedíamos que se hicieran los deberes antes de esos minutos, y ahora (dos últimos partidos) que se consigue, el resultado no mejora porque no se sabe gestionar esos minutos. El sábado se encajó un gol por falta de concentración de varios jugadores. Hoy el entrenador estuvo lento de reflejos, esperando demasiado para hacer los cambios. Se veía venir lo que finalmente ocurrió.
Quizá la solución sea dejar los partidos resueltos antes. Aunque no vendría mal estar despierto hasta el final. Veremos.
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