domingo, 29 de mayo de 2016

¡Hala Madrid! R. Madrid 1 - Atlético 1 (5-3)

   ...Y llegó el día esperado. ¿Qué decir del partido? La verdad es que nos cuesta hacer un análisis de los partidos que vivimos con tanta intensidad y pasión. Estos componentes nos suelen distorsionar para realizar una visión equilibrada.
   Yendo a ello, diremos que tras unos inicios mandando y asumiendo el control del juego, alguna ocasión muy clara hasta obtención del gol de Ramos; el equipo se fue replegando poco a poco hasta casi dejar de mirar a la portería contraria. Gran parte del partido se estuvo esperando al Atlético en propio campo, cediéndole la pelota y el terreno; lo que el equipo colchonero no parecía dispuesto a aprovechar, o al menos no quiso correr riesgo alguno y se cuidó muy mucho de no dejar su retaguardia al descubierto.
   Así que la mayoría del tiempo transcurrió sin demasiados sobresaltos, porque ninguno de los dos equipos estaban dispuestos a correr riesgos. Unos, convencidos de que con el gol les bastaría para llegar al minuto noventa; y los otros, confiados en que en algún momento llegaría el empate. Estas cábalas en muchas ocasiones acaban por beneficiar al que viene por detrás: ambos lo sabían por propia experiencia en la final de hace tan solo dos años, aunque con los papeles cambiados.
   Y en esta partida de ajedrez que planeaba por encima del juego y que lo condicionó absolutamente, llegó el gol del Atlético a falta de diez minutos. Justo lo que el Atlético quería, confiados en que la prórroga esta vez le iba a ser más venturosa. No en vano, varios jugadores blancos se encontraban con problemas físicos (especialmente Bale) y con los cambios agotados.
   No fue así, en la prórroga solo el Madrid por momentos pareció dispuesto a acabar con la partida. Estuvo en las botas de Benzema, pero el francés no tuvo ayer su mejor noche y tiró al bulto en un mano a mano con Oblak. Así se llegó a la tanda de penaltis, que era lo que parece que quería Simeone, no solo por la intención demostrada por sus jugadores en el terreno de juego, sino por cómo salió a jalear a los aficionados al finalizar la prórroga. Quizá confiado en las dos tandas previas ganadas este curso. La suerte esta vez no le sonrió y el Madrid se proclamó campeón tras una impecable tanda culminada por un Cristiano que estuvo bastante gris toda la noche, pero que merecía poner el broche tras esas dieciséis dianas en la competición.
   No fue una final muy brillante, pero sí épica por el destrozo físico que causó en muchos de los jugadores de ambos equipos (Filipe Luis, Carvajal, Bale, Koke...); porque se ganó frente a un equipo que se caracteriza por ser eso, un verdadero equipo; porque se logró en la tanda de penaltis. Particularmente pensamos que, de haber sido más ambicioso, el Madrid pudo haber sentenciado antes.
  Aunque no dábamos un duro por este equipo hace tan solo unos meses, ahí está el premio gordo que como ya anunciábamos en la anterior entrada dejará todo en el olvido: nadie se acuerda de las Ligas que hizo el equipo que ganó la séptima, la octava o la novena; algunas de ellas bastante peores que la de este año. 
   Tiempo habrá para hacer un balance de la temporada y del "hombre tranquilo". Ahora toca disfrutarlo porque esto es presente: ¡Hala Madrid!

sábado, 14 de mayo de 2016

Tarde piache. Deportivo 0 - R. Madrid 2

   Se ha hablado tanto de maletines, apuestas y manipulaciones extradeportivas, todas ellas sonrojantes para el fútbol, pero con el beneplácito de no pocos periodistas que llegan a ver con buenos ojos las primas para incentivar a los equipos desmotivados para presentar batalla en las últimas jornadas; que habíamos perdido de vista la realidad
   La realidad es que llegar a la última jornada sin los deberes hechos suele tener las consecuencias lógicas; no apruebas una de las asignaturas más importantes del curso. 
    Fastidia tener que decir que ya lo habíamos dicho, que la Liga se perdió en aquellas dos semanas ignominiosas en que el Equipo estuvo perezoso, triste y sin alma. 
   El partido de hoy transcurrió por los cauces esperados. En los minutos iniciales se había resuelto el partido, merced al empuje y motivación de los blancos. Además, el Deportivo no inquietaba en absoluto, así que era cuestión de tiempo y paciencia. Los goles llegaron, pero también llegaron las noticias de Granada y poco a poco todo se fue diluyendo. 
   A partir de ahí Zidane administró, hoy sí, muy bien el banquillo. Retiró a Cristiano y Bale para reducir riesgos innecesarios, y dio entrada a los suplentes de lujo: James, Isco y Jesé.
   Después de perder la Copa en los despachos, se perdió la Liga en los terrenos. Ahora queda la última baza de la temporada, es cierto que puede tener el premio gordo; pero ha de aprenderse que la Liga es una competición que no admite "jueguitos oscuros" para echar al entrenador, y no es la primera vez que se practican estos jueguitos. Lo dicho, se acordaron tarde de apretar, o quizá cuando quisieron hacerlo no estaban para ello por la desidia con que transitaron en momentos de esta Liga.
   Con todo, si el 28 se obtiene el premio gordo, todo lo hablado quedará en mera anécdota. Así es el fútbol y el deporte en general; solo se habla de los ganadores. Veremos.

domingo, 8 de mayo de 2016

Seguimos jugando con fuego. R. Madrid 3 - Valencia 2

  Uno se pregunta después de ver este partido ¿qué elementos o sucesos pueden distraer a una plantilla de la consecución de uno de los objetivos fundamentales de la temporada? A primera vista se puede suponer que deben ser sucesos o hechos de extrema gravedad que afecten a la totalidad de sus miembros, ya que el hecho de que afecte a alguno de sus miembros no debiera ser motivo suficiente para que un equipo se resienta sustancialmente, máxime si el contrario tampoco es que se juegue la vida en ello.
    Pues no, este razonamiento no sirve para el fútbol, o al menos para este grupo de jugadores, cuerpo técnico y directiva. La lectura de lo ocurrido hoy que hacemos nosotros es como sigue.
    El día que te juegas parte de la temporada, cuando solo restan un par de jornadas, la directiva y el entorno (medios de comunicación incluidos) ponen el foco en un asunto en principio anecdótico, cual es el hipotético hecho de la despedida del Bernabéu de uno de sus jugadores más queridos por la afición: Arbeloa. Así las cosas, todo el mundo se moviliza y prepara para rendir ese homenaje, incluyendo al entrenador y al resto de la plantilla. La consecuencia clara de ello es la distracción respecto del objetivo esencial y exclusivo en el día de hoy; ganar el encuentro sin demasiados apuros con el permiso del equipo rival.
   Los hechos muestran que todos fueron culpables de este desaguisado, que no se ha saldado con otro esperpento parecido al de La Copa de puro milagro, o mejor dicho, de puro Casilla.
   El equipo hizo una buena primera parte, en la que no solo se le puso de cara el marcador, sino que Álves fue el mejor del equipo valenciano, merced a algunas paradas de verdadero mérito. Pero en la segunda vinieron a tornarse las lanzas y el que tuvo intervenciones decisivas fue Casilla, no menos de cinco. Y es que el equipo al completo parecía distraído y más centrado en tributar el homenaje a Arbeloa que en resolver el partido. El entrenador decidió (suponemos que pactado de antemano) retirar a Cristiano, que en realidad era el único delantero que tenía el equipo, por Arbeloa. Se desplegaron pancartas, se agitaron los cánticos a su favor, y el Valencia mientras tanto creando ocasiones una tras otra, con el beneplácito de casi todos, especialmente de Marcelo, James (que debió ser cambiado mucho antes), y el propio Arbeloa, suponemos que afectado por todo el asunto.
  ¿De verdad no había otro momento para hacer un homenaje a Arbeloa? ¿Había que hacerlo precisamente hoy que el equipo se la juega? Creemos que hay demasiado ruido en torno a este equipo. Lo sucedido con respecto a la despedida de Casillas en su día, y el fiasco de la Copa planeó sobre las cabezas responsables del Bernabéu, especialmente de la directiva
   A pesar de todo, ahí está el equipo, jugando con fuego, pero sin quemarse. Veremos, porque este dicho sentencia de otro modo según su formulación.

viernes, 6 de mayo de 2016

A Milán, jugando con fuego. R. Madrid 1 - Manchester City 0

   Sin demasiado brillo, pero logró ponerse por delante en el marcador relativamente temprano. Ponerse por delante hacia el minuto viente es una ventaja que el equipo o su entrenador no supo aprovechar. 
   Nunca se puede saber cómo habría resultado si en lugar de dejar transcurrir el tiempo con relativa calma, el equipo se hubiera decidido por ir a por el segundo gol. Pero la verdad es que esta estrategia nos llevó a un final de partido con demasiada incertidumbre.
   Cierto que el Madrid controló en todo momento el encuentro. No recordamos un encuentro más lucido en esta temporada por parte de la defensa del equipo. Se manejó bien el centro de campo sin Casemiro, y arriba los tres estuvieron bien, especialmente Bale. 
    Pero hay que anotar que todo ello tiene un factor importante a tener en cuenta. La falta de energía y competitividad del equipo inglés creemos que provocó todo el panorama descrito. Hoy el fútbol es muy distinto sin poner actitud física durante todo el encuentro. El Manchester jugó andando, y por eso era un equipo previsible y fácil de sujetar en las pocas ocasiones que podían llegar a las inmediaciones del área.
   Zidane optó por no precipitarse y no lanzarse a por una mayor amplitud en el marcador. Y aunque es verdad que hubo ocasiones para haber aumentado la ventaja, ésta  no se buscó con suficiente ahínco. Confió en que lo esencial era mantener la portería a cero, antes que correr el riesgo de que algún contragolpe lo llevara a tener que hacer un mayor e incierto esfuerzo.
  Le salió bien, en la medida que consiguió su propósito; pero de haber materializado Agüero la ocasión que creó a falta de unos minutos para el final, lo más probable es que a estas horas Milán sería cosa de otros. 
   Creemos que cuando en el minuto veinte estás por delante, juegas en casa, y el equipo contrario no ha mostrado un espíritu luchador excesivo, todo indica que es el momento de presionar para ir a por la ampliación en el marcador que te permita no pasar apuros. Si en esas se produjera el empate tienes mucho tiempo para intentar solucionarlo. 
   En fin, todas estas especulaciones no tendrían mucho sentido a estas alturas si no fuera porque puedan indicar el carácter y la estrategia de Zidane como entrenador. Desde luego, esperamos que lo de ceder terreno al contrario y ponerse a defender, como en algunos momentos del encuentro se le ocurrió hacer, no sea un anticipo de lo que pudiera ocurrir ante el Atlético. Defender no es algo que este equipo sepa hacer en condiciones.
    En cualquier caso, para sorpresa de propios y extraños, ahí está este equipo plantado en la final de la Liga de Campeones y a solo un punto de la cabeza en la Liga. Falta rematar la faena, pero para poder hacerlo, lo primero es estar ahí. Veremos.