martes, 26 de enero de 2016

Sin fortuna. Betis 1 - R. Madrid 1

     "Esta gente tiene que aflojar en la segunda parte. A este ritmo es imposible que aguanten", comentábamos. Y así se mantuvieron el resto del partido, a partir del minuto seis o siete en que el Betis se colocó por delante. Un gol de ejecución impresionante, pero que a nuestro modo de ver puso en evidencia cierta falta de contundencia de la defensa madridista. Varane muestra cierta inseguridad en algunos lances que antes no tenía. No sabemos bien por qué, ya que ahora goza de una casi titularidad por las lesiones de unos y otros.
     Prácticamente no volvió a acercarse a la meta de Navas con peligro en  todo el partido, pero el Betis mordía en cada jugada, a cada balón que se disputaba. Corrió hasta la extenuación, en forma de calambres o lesiones, y esto le valió para sacar un empate.
     El Madrid fue haciéndose dueño de la pelota y del juego, tocando y tocando, con rapidez y con precisión, pero sin acierto en los centros y en los remates. El centro del campo funcionó bien. Todos, salvo James estuvieron a un gran nivel, especialmente el croata que dio un recital de clarividencia a la hora de oxigenar con una cambiada, una simple vuelta o un pase al hueco de precisión milimétrica.
     Cuando llegas arriba tienes gente para poder rematar, pero una y otra vez los centros (tanto de Marcelo como de Danilo) se quedan cortos o tan blandos que dan toda la ventaja al guardameta contrario, o cuando logras conectar un buen pase pero el rematador no acierta, o ni siquiera golpea a la pelota (véase James) casi a portería vacía, pues se paga con un resultado decepcionante.
    El equipo controló el esférico, jugó bien, dispuso de numerosas ocasiones, hizo jugadas brillantísimas, pero este es un juego que requiere que la pelota entre; si no, nada de lo hecho vale. 
      Sin valer el empate, porque aleja la cabeza demasiado, cuando lo que ha de hacerse es acercarla ahora que los demás están empleados a fondo en la Copa; sí hay que anotar la mejoría general del juego y el estado de forma de los jugadores. Todos los jugadores llegaron relativamente bien al tramo final del partido, a pesar del gran esfuerzo llevado a cabo.
      Pese al empate, es momento para la esperanza y la confianza en que jugando así los resultados han de acompañar. Para ello es necesario el concurso de Ronaldo, que de momento no comparece.
     No queremos dejar de comentar que sabiendo que los resultados serán la clave, la actitud de los medios no nos dan buena espina. Los comentarios de los periodistas están alineados según el grupo de comunicación en el que estén; y si Benítez tenía enemigos, parece que Zidane también los va a tener. No me gusta nada Danilo (aquí está escrito), no me gustó su alineación en lugar de Carvajal; pero de ahí a considerar que esta variación fue la clave de todo, media un trecho. Pues bien, hay algunos periodistas que afirma que Danilo jugó mal, cosa que no creo que sea cierta; otra cosa es que Carvajal pudo haber aportado algo más de mordiente en ataque. Algo no funcionaría bien si para ganar al Betis es necesario encomendarse a un lateral. Algo fallaría.
    Ayer no hubo fortuna y eso es casi todo. Sin duda, demasiado esfuerzo para la renta obtenida. 
Veremos.

lunes, 18 de enero de 2016

La de arena deja dudas. Real Madrid 5 - Sporting 1

   Una primera parte impresionante en todos los sentidos que sin embargo se vio empañada por lo visto tras el descanso. Hacía mucho tiempo que no veíamos a este equipo mover la pelota con la rapidez que lo hizo en esos primeros cuarenta y cinco minutos, tocar tan rápido sin apenas conducción y penetrar por las bandas para crear ocasiones de gol de todos los colores. Además, cada gol conseguido superaba en belleza al anterior. 
    Podemos preguntarnos por qué se logró este juego. Un par de cosas eran evidentes, y no por elementales dejan de ser fundamentales; por un lado, la movilidad de todos los jugadores, con y sin balón; por otro, las ganas o intensidad con que se empleaban todos ellos. Sin variaciones tácticas sustanciales con respecto a Benítez, parece claro que la llegada de Zidane o la salida de aquél ha servido para poner más de su parte. De forma que esto es palpable en no pocos de los jugadores, pero muy evidente en los casos de Kroos, Isco, Cristiano o Bale.
    Los indicios apuntan a un desapego de los jugadores con Benítez bastante evidente, pero ahora interesa ver si el nuevo entrenador es capaz de ofrecer algo más que un estado de ánimo, que no es poco.
     Ayer se dieron dos mitades bien diferenciadas, en la primera destacamos como algo propio de este entrenador los toques rápidos, preciosos y precisos; así como la recuperación de los desplazamientos largos en los que el alemán es un auténtico maestro. Estas dos variantes son muy importantes para salir de la presión del contrario; sobre todo si los demás jugadores se mueven sin balón y tiran desmarques como ya hemos dicho.  
    ¿Será suficiente con esto para afrontar partidos más exigentes? Pues aquí entra la arena y las dudas; porque eso es lo que vimos durante toda la segunda parte. La duda nos viene, en tanto en cuanto el Sporting incrementó la presión y la intensidad defensiva, a veces al límite de lo permitido, vino a coincidir con el juego lento, aburrido y plagado de errores defensivos del Madrid. De manera que en el cómputo parcial, la segunda parte la ganó el Sporting. El Madrid volvió a ser el equipo de hace unas semanas.
   Habrá que esperar a que el calendario traiga algún enfrentamiento de esos que permiten sacar algunas conclusiones. Por supuesto, si no se sufre ningún "accidente" antes, que te deje fuera de esta competición. De momento nos quedamos con la esperanza de repetir esos minutos iniciales del partido de ayer, y en todo caso aprender a manejar con más solvencia las ventajas conseguidas en un determinado momento. 
     No es menor que el encuentro se saldara con dos nuevas lesiones musculares, sobre todo la enésima del galés. Quizá el mejor jugador en ese momento. Veremos.

domingo, 10 de enero de 2016

Sin cambios, todo cambió. R. Madrid 5 - D. Coruña 0

   Este es un partido que no tendría mucha historia si miramos el resultado y lo pronto que encauzó el equipo el encuentro. La emoción en forma de expectativa se palpaba en el ambiente, incluso días antes del mismo. 
   Sobre la sustitución de Benítez no vamos a hablar, ya lo dijimos en la entrada del 21 de noviembre (hace casi dos meses). Se veía venir que era cuestión de tiempo. Como siempre decimos, una vez que se ha producido el relevo toca apoyar al nuevo técnico y darle la confianza y poder necesarios para que conduzca la nave a buen puerto. 
    Siendo verdad que Zidane no es un entrenador con preparación académica y con un currículo escaso para dirigir al Real Madrid, aglutina otros elementos que pocos pueden ofrecer: es un conocedor de primera mano de parte de la plantilla, ya estaba en el organigrama del cuerpo técnico a través  de la dirección del Castilla, debe conocer perfectamente "la casa" porque la ha habitado como jugador y como entrenador. En definitiva, que a efectos prácticos tiene que tener un conocimiento extraordinario de todos los elementos que rodean al juego. 
   A juzgar por lo visto ayer en el terreno de juego, está claro que Zidane no va a cambiar sustancialmente lo que venía haciendo Benítez, como éste no cambió lo que hacía Ancelotti. El margen de maniobra es escaso, toda vez que no pocos de los jugadores han de jugar sí o sí. No porque lo diga el Presidente, no porque lo diga el jugador; sino porque cada una de las grandes estrellas del Madrid es una empresa en sí misma que trasciende al propio jugador y al club. Ya hoy he leído a un periodista preguntarse por lo que dirán en Colombia acerca de la suplencia de sesenta minutos de su jugador más emblemático... Pues eso.
   Zinedine tiene la ventaja del momento en que llega. Aunque ya sabemos que lo que sirve únicamente es ganar, los jugadores están ahora más obligados por sí mismos al llevar mucho tiempo sin ganar nada, y por el Presidente que ya tiene agatado el recurso de la sustitución en el banquillo, al menos hasta el final de temporada. 
   Porque si se analiza detenidamente la alineación y las posiciones en el terreno de juego, se observa que Zidane no ha cambiado nada, pero el resultado es que todo ha cambiado para bien. Unas dosis de mayor solidaridad de todos, un poquito de mayor generosidad en el esfuerzo, una pizca más de toque y movilidad han bastado para que todo sea diferente. Siguen los mismos defectos de antes que tendrán que ser corregidos con el tiempo: terror en las pelotas al área propia, oleadas de centrocampistas contrarios que nadie sujeta, concesión de excesivas oportunidades al contrario, laterales que se olvidan de su posición defensiva... Pero de momento los ingredientes mencionados anteriormente bastaron para golear a un Deportivo que viene de empatar contra el Barça y que está haciendo una excelente campaña.
 Así pues. ahora toca mantener en el tiempo esta línea de trabajo y esfuerzo. Todos los jugadores sin excepción estuvieron un poquito mejor ayer que tiempo atrás (Kroos, Modric, Cristiano, Bale) No será fácil porque todos no pueden jugar; y los medios de comunicación han encontrado un filón en los asuntos polémicos que el Madrid siempre va a tener. De hecho ya les ha faltado tiempo para preguntar por James. ¡A trabajar!

lunes, 4 de enero de 2016

Algo mejor todo. Valencia 2- Real Madrid 2


  1. Durante  buena parte del encuentro  pudimos ver un Madrid diferente  al de las últimas  semanas. Este equipo se reagrupa mejor, se ayuda un poquito  más y es algo más solidario; si bien dista mucho de ser un equipo que mandé con un estilo  de juego  propio. Con relativa facilidad pierde el control del juego. Ayer lo hizo en los minutos finales de la primera mitad, dejando que el contrario  empatase el partido. Tampoco cuando domina sabe qué hacer, salvo alguna jugada aislada como la del magnífico primer tanto.
  2.   Un magnífico Benzema y la mejoría de Modric o Bale en la segunda mitad permitieron disputar el encuentro, incluso con inferioridad numérica. 
  3.    Un tímido cambio de kovacic por James parece que es lo máximo a lo que se atreve Benítez. Después de escuchar ayer a Ramos parece claro que ha habido un pulso al entrenador, y que éste ha de plegarse a las exigencias (no sabemos cuáles) de los jugadores. Porque ayer los peores fueron los pesos "pesados": Cristiano, Pepe, y Ramos a la cabeza. No sabemos qué le atadura tiene al entrenador sin capacidad de reacción ni en la alineación ni en el sistema.
  4.    En fin, que si empieza  una nueva etapa, como dejó entrever Ramos; Bienvenida sea. Pero que no se lo tomen con demasiada calma porque ya son dos los rivales que han de tropezar.
  5.    A hacer de espectadores en la Copa, y todavía sin saber quién  nos apeó.