miércoles, 4 de noviembre de 2015

Jugando con la suerte. R. Madrid 1 - PSG 0

   En realidad este partido no merecería una entrada, como no lo hizo el encuentro contra Las Palmas. Pero dos partidos consecutivos con este juego empieza a parecer bastante preocupante, por más que seamos líderes en los dos campeonatos en disputa en la actualidad.
   Del encuentro, hay tan poco que contar que bien pudiera resumirse en la palabra "aburrimiento". Sin control del juego el Madrid sufre lo indecible. El equipo estuvo a merced de los galos, sobre todo durante la primera parte del encuentro. Ellos dominaban, controlaban y llegaban con facilidad. El Madrid apenas era capaz de hilvanar una jugada con peligro para el marco francés. 
   Siendo verdad que el equipo tiene muchos lesionados (añadamos a Marcelo desde ayer), también lo es que los supuestos suplentes están a la altura de las circunstancias cuando menos, si no por encima de los supuestos titulares. Entonces hay que preguntarse por qué esto es así. 
   Ayer el equipo parecía cansado, sin ganas de disputarle el balón y el juego al  contrario. No había más que ver la falta de frescura de Modric, alma del equipo. Una de las claves está en la falta de forma de algunos jugadores como Kroos, Isco o Cristiano. El alemán no está para jugar. Casemiro le ha relevado de las tareas defensivas, Benítez le ha situado en posiciones más adelantadas, ayer casi de delantero; pero su juego es intrascendente. Amén de las numerosas pelotas que pierde. El portugués tampoco está fino; impreciso en los pases, perdiendo casi todas las pelotas que maneja, y fallando en ocasiones bastante claras.. El malagueño no acaba de tener continuidad en su juego, aparece y desaparece, hace cosas brillantes y comete errores o pierde pelotas absurdas. 
   Tres jugadores, sin contar los laterales que no saben defender (ayer Danilo estuvo algo más entonado) son demasiados en un equipo.
   Ya comenté a mis contertulios que Benítez apelaría al triunfo y a las lesiones, y se olvidaría de la suerte. De modo que su discurso tiene fecha de caducidad. En cuanto la suerte le de la espalda su argumentario le colocará fuera del banquillo, pues ya se sabe que la suerte es muy caprichosa. Más le valdría al entrenador no jugar con ella.
   Por cierto, ¿lo de las lesiones es mala suerte o hay algo que se nos está escapando? Esperemos que sea lo primero, para que cuando la recuperemos en el terreno sanitario, quizá no la necesitemos en el juego. Creo que este es el pensamiento del señor Benítez. 

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