viernes, 23 de agosto de 2013

En construcción. Real Madrid 2 - Real Betis 1

   Recibir a un equipo con las ideas claras y perfectamente engrasado es lo peor o lo mejor, según se mire, que le podía suceder a este Real Madrid. Porque a un tiempo se corrió riesgo real de empezar mal la temporada tal como sucedió el año pasado y con un duro golpe psicológico endosado por el rival más directo que previamente había hecho sus deberes de forma apabullante; y a la vez dio pie a poner de manifiesto las carencias y dudas que el equipo tiene en todos los aspectos: táctico, técnico, psicológico, sociológico...
   Solventado lo primero con cierta fortuna; el segundo apartado apuntado esperamos que haya servido para tomar buena nota y ponerse manos a la obra.
   El dibujo táctico ensayado ante equipos con la seriedad del Betis (que son los que interesa ganar con solvencia y mecanizar las soluciones) está claro que no dio sus frutos quizá por la falta de hombres adecuados para llevarlo a efecto, o por la falta de tiempo que han tenido para poder asimilarlo. Lo cierto es que tirar el equipo adelante sin las debidas precauciones defensivas (y no me refiero a la línea de defensa sino al sistema defensivo de todo el equipo) sin presionar debidamente la salida de balón del contrario es un suicidio que cualquier equipo aprovecha como hizo el Betis en la primera parte, donde claramente fue superior.
   El aspecto técnico respecto a la idoneidad de estos jugadores para jugar al ataque es algo dudoso. Este equipo viene jugando durante tres temporadas al contragolpe magistralmente. De forma aceptable al ataque con equipos poco disciplinados. Pero muy atascado en ataques estáticos contra equipos que cierran y juntan bien las líneas como hizo el Betis. Cabe preguntarse de nuevo si este equipo tiene mimbres para atacar sistemas defensivos de estas características. La única esperanza de momento se llama Isco, porque el resto ya ha demostrado su incapacidad técnica para ello. Salvo Di María, cuando tiene su día, el resto de jugadores no tienen capacidad para regatear y desbordar en el uno contra uno. Esperamos a Özil sobradamente capacitado para ello, pero demasiado intermitente en el partido y en la temporada. El resto de jugadores atacantes (Benzema, Cristiano) necesitan mucho espacio para desarrollar su juego, el primero para desarrollar su desesperante "fuera de juego".
   El apartado psicológico va a jugar un papel importante en estos primeros compases de la Liga. El recuerdo de la anterior donde a la larga los resultados de los inicios fueron condicionantes para el devenir de la solución final de la misma pesará si se producen tropiezos. Urge resolver dudas en acerca de dualidades en la titularidad para que el equipo pueda asentarse, o si se quiere, advertir a los jugadores más implicados que esto va a ser muy rotativo. Así conviene aclarar si se va a apostar por Casillas o por López, Arbeloa - Carvajal, Khedira - Casemiro, Benzema - Morata, ...
   El aspecto relacional del club también está inseguro e incierto. Con un nuevo entrenador, con polémicas aún heredadas del anterior inquilino (véase Casillas), con la salida de Coentrao por resolver; y sobre todo, con el fichaje estrella aún por cerrar que además tiene colgados a varios jugadores que podrían entrar en la operación, este aspecto de la vida de un grupo social no es el idóneo para afrontar la temporada.

   En estas estábamos cuando Isco, que estuvo muy voluntarioso todo el partido y tratando de encontrar su posición para desarrollar el mucho fútbol que atesora, vino a ser determinante para la victoria en este primer partido que deja muchas dudas; las dudas de un equipo en construcción.

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