Aunque se nos puso todo de cara para ganar al Barça por fin de forma clara, desde el principio me pareció que no iba bien la cosa; sobre todo por el nerviosismo con que Sergio Ramos se manifestaba y su colocación un tanto extraña, con demasiados pasos por delante de Pepe. No obstante, como el Barcelona tampoco parecía hacer su juego, albergué algunas esperanzas en que al menos ganaríamos el partido.
Podemos decir que la primera parte no fue mal en términos de resultado y de juego. El partido era feo, sin atractivo ninguno y con demasiados errores por parte de ambos equipos. El Madrid no generaba ocasiones, pero el Barça tampoco. Pero el primer gol visitante trastocó todo el juego del Madrid, pues a partir de ese momento todo eran nervios y más nervios.
Creo que el equipo tiene un verdadero síndrome con Messi. La jugada del primer gol nos lo demuestra.Se pasea entre varios jugadores que le ven pasar sin apenas molestarle. Creo que cuando le entran tienen en la cabeza toda la presión mediática que se genera en torno a este jugador y tienen que pensar cómo hacerlo, y ahí se les van las décimas de segundo necesarias.
Los jugadores, como hemos dicho, estuvieron muy nerviosos en general; pero creo que el entrenador tampoco acertó, ni con el planteamiento ni con los jugadores. Él debe saber qué sistema le conviene más para jugar con el Barcelona y aplicarlo sin complejo ninguno. Está claro que con Messi en el terreno de juego este equipo necesita achicar más los espacios para no dejarle maniobrar. El día anterior me decanté por un sistema 4-3-3, con la inclusión de Coentrao en la medular. Mou prefirió salir con Özil, un jugador que este curso ha demostrado no estar fino en ningún terreno que lo analices (física, mentalmente, ubicación..)
Creo que la colocación de Coentrao, un zurdo cerrado, en el lateral derecho es muy forzada, como acabó demostrándose por el sufrimiento que tuvo que padecer. Era una banda coja defensivamente, y nula en ataque. Con esta premisa de la que el equipo era consciente, Marcelo apenas se prodigó en ataque, y el único jugador incisivo era Di María, bien secundado por la movilidad y el buen hacer de Benzema: los dos acabaron muy cansados. Di María no volvió a ser el mismo tras una aparente lesión que tuvo en la primera parte.
Menciono aparte a Cristiano porque creo que ayer restó más que sumó. Tuvo dos ocasiones clarísimas de gol que falló incomprensiblemente. Acaparó todas las faltas sin ningún tipo de resultado, y se pasó el partido como siempre lamentándose. Me parece que el Madrid juegó con un jugador menos. Y Mou no se atreve a cambiarlo por más desacertado que esté, y tampoco le corrige en la manía de querer tirar todas las faltas. En fin, lo de este muchacho es desesperante.
Mourinho tampoco acertó en los cambios, porque poner a Khedira a sustituir al jugador que mejor estaba jugando en el centro, Lass, me pareció el colmo. Özil estuvo mal, pero no se merece que su entrenador le señale en una rueda de prensa como responsable del desaguisado. Kaká no está para revolucionar un partido como el de ayer. En estas condiciones poco podía hacer Higuaín, como así fue.
En conclusión, un partido para analizar tranquilamente en el psicólogo, porque todo el equipo tiene un problema cuando se enfrenta al Barça. Casi nadie dio la talla, y el que menos, el entrenador. Urge buscar soluciones porque este año se presenta como un duelo entre ambos equipos en todos los frentes (Liga, Copa y Liga de Campeones), al igual que el año pasado.
Mou aún no ha encontrado el antídoto y el veneno avanza. Al menos a mí cada vez me duele más.
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