miércoles, 22 de julio de 2020

La Liga del Coronavirus.

   Antes del parón por el confinamiento, tachamos al equipo de desidioso por su comportamiento y actitud ante el Betis. Considerábamos entonces que el equipo había tirado la Liga en ese partido al que no compareció, probablemente por lo incierto de la situación del país. Recordemos que sólo unos días después se decretó el estado de alarma. "Desidia total" era el titular de la entrada del diez de marzo. Y es que en esa jornada se cedió la iniciativa al equipo rival que no atravesaba su  mejor momento.
   El regreso a la competición ha supuesto un cambio radical, pues de la supuesta desidia hemos pasado al compromiso absoluto de casi la totalidad de la plantilla. Quizás el modelo de competición exigido por las circunstancias haya sido un elemento decisivo a la hora de aunar los esfuerzos de un equipo que ha ido claramente a más después del parón.
   Hay tres personajes claves en esta historia. Por un lado Zidane, porque es el máximo responsable de crear las condiciones y el clima que han desembocado en este triunfo; por otro lado, Sergio Ramos, por su aportación goleadora y de lideradgo;  y por último, Benzema, por su esfuerzo, entrega y aportación goleadora imprescindible y decisiva.
   Zidane volvió a lograr lo que parecía imposible al meter en la competición a un grupo de jugadores de edad no excesivamente avanzada, pero que lo han ganado todo (Kroos, Modric, Ramos, Benzema). Demostró a lo largo de este último tramo que es capaz de ir más allá de la función de gestor y animador de plantilla. Detecta al jugador que está en mejor estado de forma, tiene paciencia suficiente, a veces siendo injusto, para recuperar mediante la confianza en jugadores que no están al cien por cien (Isco, Asensio). Introduce variantes tácticas sorprendentes que suelen funcionarle, como la de jugar con cinco centrocampistas. Los cambios suelen darle resultado como revulsivo del equipo para los minutos finales... Y por supuesto, es un excelente gestor de la plantilla porque logra mantener a casi la totalidad de la misma en disposición de aportar su grano de arena.
   Sergio Ramos ha ganado en ascendencia sobre la plantilla, se le ve ejercer el liderazgo con un compromiso indudable. A ello ha contribuido su aportación goleadora en todos los terrenos, pero también al mítico lanzador de penaltis en que se ha convertido: no recordamos cuándo falló el último.
    Benzema ha venido a resultar el jugador imprescindible que todos esperábamos desde su llegada al equipo blanco. La sombra de Cristiano Ronaldo, y su inmadurez personal le impidieron explotar mucho antes. Hoy ha sabido adaptarse y asumir el rol de delantero que le corresponde; unas veces asistiendo, otras goleando, y otras sacrificándose en defensa hasta la extenuación. Es verdad que no es un delantero centro al uso, es verdad que no es un matador, es verdad que no es agresivo. Pero es verdad que sus goles fueron decisivos en muchos partidos y que esta Liga en buena parte se la debemos a él. 
   Ahora toca recuperar fuerzas y ver qué papel desempeñar en otro final de Liga de Campeones también alterado. Está muy difícil por la desventaja de la derrota en casa; pero también lo estaba la Liga. Veremos.

martes, 30 de junio de 2020

Un entrenamiento con gol para la Historia. Español 0 - R. Madrid 1

    No haríamos una entrada de este partido si no fuera por la trascendencia del resultado, y por el gol que inclinó la balanza a favor. 
   Probablemente el hecho de que se celebren los partidos sin público está en el fondo del titular que hemos elegido, pues viendo el partido en solitario y oyendo las instrucciones de los cuerpos técnicos a voz en grito (sobre todo de Rufete, suponemos que por su condición de debutante) esa sensación de entrenamiento es inevitable. 
    En cualquier caso, el partido resultó bastante tedioso a ratos y con poca profundidad en el juego. A ello contribuyó el planteamiento ultradefensivo del español y la falta de operatividad del Madrid ataque; nadie desbordaba y penetraba por banda, nadie recibía entre líneas, salvo Isco que se movió por todo el campo con soltura y voluntariedad. Prueba de ello fue el escaso trabajo que tuvo Courtois y el dominio del juego, que en los últimos partidos parecía no corresponder al equipo blanco.
   En un partido tan plano, pocos jugadores a destacar, salvo el buen hacer de nuevo de Varane, de Casemiro y de Courtois. Vimos bien a Isco y a Valverde cumpliendo con su cometido; pero no tanto a Hazard porque pareció algo más apagado de lo habitual, con menos generosidad en la movilidad y sin demasiado acierto de cara a portería. La entrada de Vinicius y Rodrigo por Isco y Hazard dio más profundidad al equipo y una mayor continuidad al juego de ataque.
   La historia de este partido pues se puede reducir al golazo que nos brindó Benzema, pero es una historia con mayúscula, de esa a la que alude el himno del equipo "Historia que tú hiciste", porque ese gol vale tres puntos que sitúan al equipo líder en solitario, y porque su belleza y exquisitez lo hacen memorable. Fue un gol solo al alcance de unos pocos (Recordemos a Guti) y Benzema es uno de ellos. Casemiro había tomado ventaja sobre su defensor en la penetración, pero increíble que el francés lo viera y que le pusiera el balón de la única forma que pudo hacerlo; con caño incluido y al sitio de llegada exacto entre portero y goleador. Ojo, tampoco está mal lo de Casemiro con cinco goles esta temporada.
   Y eso fue casi todo, un golazo y liderato. Ahora hay que mantenerse arriba, porque los partidos no dejan respiro, las necesidades de los rivales les hacen más fuertes y los esfuerzos no van a disminuir sino a incrementarse. Zidane parece que lo tiene claro, tiene que dar descanso y refrescar al equipo todo lo que pueda. Ahí está la clave. Veremos 

jueves, 25 de junio de 2020

Vinicius, Vinicius, Vinicius. Zidane defiende con cuatro delanteros. R. Madrid 2 - Mallorca 0

   Zidane está empeñado en demostrar que cuando los jugadores están en forma da igual el dibujo, la geometría, o la posición en que jueguen, porque siempre lo harán bien. Ayer sorprendió con una alineación que a primera vista parecía una barbaridad. Es verdad que el experimento se hizo frente a un rival que está en lo más bajo de la tabla, pero no estaba exento de riesgo; sobre todo si tenemos en cuenta que a la vez que cambió el dibujo contaba con la ausencia de Casemiro, una pieza imprescindible. 
    Desconocemos la motivación última que llevó a Zidane a arriesgar de la forma que lo hizo. Pudo deberse a la necesidad de contentar a todos los jugadores para mantenerlos enganchados, lo que no sería de extrañar dado lo que aún nos espera; pudo ser porque desea experimentar nuevas fórmulas para acometer partidos con necesidades de ataque (véase la vuelta en Manchester)... El caso es que no le salió mal en líneas generales.  
    En el fondo, analizado el juego y el tan traído y llevado dibujo, el esquema de juego fue muy parecido al de otras ocasiones; salvo que los extremos no solían ser tan ofensivos, por ejemplo Lucas Vázquez frente a Bale. Y este fue el punto más débil de la propuesta, ya que el galés no colaboraba con la intensidad requerida en su banda; sobre todo porque Carvajal estaba necesitado de atenciones cuando no sustituciones. No ocurrió lo mismo con la otra banda, donde Vinicius se empleó a fondo en ataque y en defensa, supliendo en esta última faceta sus carencias con un despliegue físico tan generoso que entraban ganas de gritarle que parase un poco.
    Entramos con ello en la gran cuestión, ¿debe Vinicius sacrificarse en defensa de la forma que lo hizo? A nuestro juicio es un error, por más que el chico esté bien físicamente, estos esfuerzos continuados se acaban pagando. Y teniendo en cuenta que ha demostrado ser el jugador más desequilibrante de esta plantilla, bien haría Zidane en darle más libertad para el ataque y limitar sus esfuerzos defensivos a la presión en el ataque. Así tendrá más frescura cuando ataque y mayor recorrido en el tiempo de su magnífico estado de forma. 
    Nada que objetar a los cambios, por más que Asensio tampoco parece jugador para sacrificios defensivos, pero muy bien la entrada de Kroos e Isco, ya que proporcionó un mayor control del juego cuando se necesitaba.
    A destacar la buena actuación de Courtois cuando fue necesario, y ya van unas pocas. El buen oficio de Modric y Valverde para conducir y aguantar el equipo en los medios. El estado de forma de Varane, por contraposición al de Carvajal que parece muy desorientado. No funcionó Hazard en la media punta, pareció algo desubicado. Bale desentona por su falta de ritmo y de constancia en las tareas defensivas, y sin aportación significativa arriba. Ramos que inició el encuentro algo fatigado e incómodo con el buen hacer de Kubo (movilidad, regate, asociación, velocidad), acabó marcando un golazo y dando la tranquilidad a todo el equipo.
    Mención aparte merece Vinicius, ya que su derroche físico fue excesivo y no le mermó sus oportunidades y la claridad con que las resolvió en la línea de ataque. Un gran gol el primero, picando por encima del portero. Con él en el campo ocurren cosas, transmite confianza, inventa, y parece que empieza a definir. Pero necesita alguien que le acompañe en sus incursiones, alguien con velocidad suficiente para llegar junto a él a posiciones de remate, ya que después de ganar una y otra carrera frente al rival, no tiene a quien pasar. Ese hombre puede ser Hazard, pero hay que buscarle acomodo a este tándem que está por explorar y por explotar.
   Y este año no es un tópico; esto no para ni va a parar en el próximo mes, al menos. Salvo que sigamos haciendo tonterías con el Covid. Veremos.