Zidane está empeñado en demostrar que cuando los jugadores están en forma da igual el dibujo, la geometría, o la posición en que jueguen, porque siempre lo harán bien. Ayer sorprendió con una alineación que a primera vista parecía una barbaridad. Es verdad que el experimento se hizo frente a un rival que está en lo más bajo de la tabla, pero no estaba exento de riesgo; sobre todo si tenemos en cuenta que a la vez que cambió el dibujo contaba con la ausencia de Casemiro, una pieza imprescindible.
Desconocemos la motivación última que llevó a Zidane a arriesgar de la forma que lo hizo. Pudo deberse a la necesidad de contentar a todos los jugadores para mantenerlos enganchados, lo que no sería de extrañar dado lo que aún nos espera; pudo ser porque desea experimentar nuevas fórmulas para acometer partidos con necesidades de ataque (véase la vuelta en Manchester)... El caso es que no le salió mal en líneas generales.
En el fondo, analizado el juego y el tan traído y llevado dibujo, el esquema de juego fue muy parecido al de otras ocasiones; salvo que los extremos no solían ser tan ofensivos, por ejemplo Lucas Vázquez frente a Bale. Y este fue el punto más débil de la propuesta, ya que el galés no colaboraba con la intensidad requerida en su banda; sobre todo porque Carvajal estaba necesitado de atenciones cuando no sustituciones. No ocurrió lo mismo con la otra banda, donde Vinicius se empleó a fondo en ataque y en defensa, supliendo en esta última faceta sus carencias con un despliegue físico tan generoso que entraban ganas de gritarle que parase un poco.
Entramos con ello en la gran cuestión, ¿debe Vinicius sacrificarse en defensa de la forma que lo hizo? A nuestro juicio es un error, por más que el chico esté bien físicamente, estos esfuerzos continuados se acaban pagando. Y teniendo en cuenta que ha demostrado ser el jugador más desequilibrante de esta plantilla, bien haría Zidane en darle más libertad para el ataque y limitar sus esfuerzos defensivos a la presión en el ataque. Así tendrá más frescura cuando ataque y mayor recorrido en el tiempo de su magnífico estado de forma.
Nada que objetar a los cambios, por más que Asensio tampoco parece jugador para sacrificios defensivos, pero muy bien la entrada de Kroos e Isco, ya que proporcionó un mayor control del juego cuando se necesitaba.
A destacar la buena actuación de Courtois cuando fue necesario, y ya van unas pocas. El buen oficio de Modric y Valverde para conducir y aguantar el equipo en los medios. El estado de forma de Varane, por contraposición al de Carvajal que parece muy desorientado. No funcionó Hazard en la media punta, pareció algo desubicado. Bale desentona por su falta de ritmo y de constancia en las tareas defensivas, y sin aportación significativa arriba. Ramos que inició el encuentro algo fatigado e incómodo con el buen hacer de Kubo (movilidad, regate, asociación, velocidad), acabó marcando un golazo y dando la tranquilidad a todo el equipo.
Mención aparte merece Vinicius, ya que su derroche físico fue excesivo y no le mermó sus oportunidades y la claridad con que las resolvió en la línea de ataque. Un gran gol el primero, picando por encima del portero. Con él en el campo ocurren cosas, transmite confianza, inventa, y parece que empieza a definir. Pero necesita alguien que le acompañe en sus incursiones, alguien con velocidad suficiente para llegar junto a él a posiciones de remate, ya que después de ganar una y otra carrera frente al rival, no tiene a quien pasar. Ese hombre puede ser Hazard, pero hay que buscarle acomodo a este tándem que está por explorar y por explotar.
Y este año no es un tópico; esto no para ni va a parar en el próximo mes, al menos. Salvo que sigamos haciendo tonterías con el Covid. Veremos.
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