lunes, 12 de noviembre de 2018

Benzema lidera la racha ganadora. Celta de Vigo 2 - R. Madrid 4

   Con las obligadas incorporaciones de Reguilón por Marcelo y Odriozola por Carvajal, el equipo que salió ayer al terreno de juego era el mismo de la etapa Lopetegui, jugando además con un esquema parecido. Pero no se pareció en nada en lo referente a la actitud de los jugadores. De la apatía a la participación, de la individualidad a la solidaridad, de la pereza al esfuerzo; el equipo era otro muy distinto
   Y eso que el contrario no escatimó ni esfuerzos ni medios para rebajar los ánimos merengues, con entradas bruscas a destiempo que provocaron lesiones que ya veremos en qué terminan sustanciándose. En este capítulo, como siempre, la responsabilidad es achacable al árbitro por permitir este tipo de juego. 
     Sacamos esto a colación porque tuvo una incidencia importante en el transcurrir del partido, al tenerse que sobreponer a las lesiones de la mitad de la zaga (Casemiro, Nacho y Reguilón). Y no solo sus sustitutos estuvieron a la altura, sino que los demás no se arrugaron, redoblaron el esfuerzo hasta conseguir una meritoria victoria.
     Cabe preguntarse qué ha cambiado en este equipo para que se produzca esta mejoría tan llamativa y repentina. Creemos que han cambiado cuatro cosas fundamentalmente: la mejora de la actitud de casi todos los jugadores, el paso adelante dado por algunos de ellos, el cambio de acera del  infortunio, y el cambio de entrenador.
    Estos cuatro elementos son claves, pero no por sí mismo, sino de manera interrelacionada. Es decir, que no podemos saber qué fue antes o cómo uno influye sobre los otros, pues quizá la mejora de la actitud vino a consecuencia del optimismo generado por alguna victoria en la que los palos cambiaron su preferencia (ayer sin ir más lejos el Celta envió un cabezazo al palo, mientras a Benzema le entró el balón enviado al palo que rebotó en un contrario).  O si la fortuna es un acompañante más de esa mejoría de la actitud. O si Benzema dio el paso adelante hasta convertirse en el jugador que llevamos esperando todos estos años, porque todos han apretado un poquito más, le llegan más balones en condiciones... O fue porque el entrenador le ordenó centrarse más en la función de delantero puro.
      Lo cierto es que el cambio de entrenador ha coincidido con todo esto y alguna "culpa" debe tener Solari, al margen de que cualquier cambio en el banquillo genera una expectativas en la plantilla. Y aunque, como hemos dicho al principio, la mayoría de los cambios han sido obligados; también es verdad que ha sentado a Isco, a Asensio, y ha dado entrada desde el inicio a Lucas Vázquez y a se ha inclinado por Courtois de forma clara. Esto le ha llevado  a tocar menos de lo que lo hacía con Lopetegui, a ser por tanto más vertical y a reforzar las ayudas defensivas al menos en la banda derecha. Ya solo le falta perder la paciencia infinita que todos los entrenadores están teniendo con Bale. Quizá la baja forma de Isco y Asensio es la razón de que no esté ocupando un asiento. Quizá se deba a que no quieren perderlo para el resto de la temporada.
      No podemos dejar pasar algún comentario sobre la aportación de algunos jugadores a los que nos referíamos más arriba. El caso de Reguilón es el ejemplo más claro porque está supliendo a Marcelo magistralmente; por supuesto en defensa, pero también en ataque. También es de destacar el buen rendimiento dado por Ceballos. Ayer nos gustó especialmente porque tocó menos, se posicionó mejor, y nos pareció más efectivo. Courtois ya había demostrado que era un gran portero, pero ayer sacó dos balones fuertes y rasos que solo su envergadura y agilidad hacen posible parar. En este sentido es un valor añadido. Poco a poco se va acoplando mejor con su defensa.
     Mención aparte merece Benzema. No solo por la belleza de sus goles (el primero es una obra maestra), sino por su participación constante en el juego en todas sus facetas: desmarcándose, disparando, desbordando (el segundo es otra genialidad) y hasta cabeceando. Creemos que lleva nueve goles en la temporada, a los que habría que sumar algunos penaltis que no tiene oportunidad de lanzar porque ante la racha de Ramos tenemos que rendirnos. Sobre todo por el morbo que supone apostar por que esta vez no lo va a tirar a lo Panenka, pero... ¿y si sí?  Está empeñado en hacerse un mito y va camino de conseguirlo, por más que la prensa inglesa se empeñe en demonizarlo.
     Viene un parón de muchos días en el que esperamos la recuperación de los lesionados y que la racha continúe a la vuelta. El Éibar nos espera en casa. Veremos.
     

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