jueves, 20 de septiembre de 2018

Un espectáculo total. R. Madrid 3 - Roma 0


    Para quienes no pudieran ver el encuentro, baste decir que hacía muchos años (como que no recordamos) que no se hacía un partido tan completo. Teniendo en cuenta la categoría del rival, que viene de ser semifinalista de la anterior edición de esta competición, y el equipo que cercenó las posibilidades del Barcelona en dicha edición.
   El dominio fue abrumador a favor de los blancos, que gozaron de infinitas posibilidades de anotar mucho antes de la magnífica falta que transformó Isco; pero de nuevo el acierto del portero rival frustró las ansias por ponerse delante en el marcador.
   El Madrid tocaba y desplazaba el balón con rapidez, tiraba desmarques arriba a los que se llegaba con relativa facilidad, o se hacían desplazamientos a larga distancia (los de Ramos a Carvajal empiezan a ser míticos por su trascendencia) que descolocaban el sistema defensivo de la Roma.
   El gol tenía que llegar y, aunque se resistió, mereció la pena esperar por el juego desplegado y por la bella factura del saque de falta que nos regaló Isco.
  El segundo tiempo, con la Roma más diezmada físicamente, vino a ser un recital de Modric e Isco. Uno, manejando la batuta en el centro del campo, metiendo unos pases interiores precisos y de tiralíneas, como el que dio lugar al segundo gol de Bale. Otro, con detalles de una calidad y preciosismo dignos del mejor de los  espectáculos, al que posteriormente vino a sumarse un Asensio que a punto estuvo de hacer uno de los goles del campeonato en un control y vuelta completa en un palmo de terreno, que de nuevo el portero de la Roma desbarató.
   A esta orquesta maravillosa que fue ayer el equipo, solo podemos poner un pero; cierta tendencia a desafinar de alguno de los componentes en defensa. Como ya hemos hablado de ello en otras ocasiones, no vamos a insistir. Pero sí decir que persisten los problemas, pese a que apreciamos que se está trabajando con Marcelo.
   Varias buenas noticias. La mejor, la irrupción de Mariano, que si bien es verdad que entró con el rival entregado físicamente, desde el primer instante supo buscar su hueco en los 20 min. que le dieron. Peleó y encontró su recompensa en un golazo de fuerza y potencia. Esto permitirá un recambio de garantías, si Benzema empieza a coquetear con su melancolía. Tampoco está mal que Isco haya decidido apretar el acelerador y que Asensio demostrase que hoy por hoy es el jugador más en forma del equipo, junto a Carvajal que acudió a apagar fuegos allá donde aparecían (lo vimos hasta en la banda izquierda). Y qué decir de Modric. Si en Bilbao lo vimos flojo (incluso reclamamos su sustitución), ayer cogió la batuta y condujo al grupo a un concierto extraordinario: juego, ocasiones, goles… un espectáculo total.
   Esperanzador comienzo en esta competición, aunque hay que recordar que esto no es cómo comienza, sino cómo termina.
   Espera el Español. Veremos.
  

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