miércoles, 24 de mayo de 2017

La Liga de Zidane. Málaga 0 - R. Madrid 2

   Aunque se había revestido esta última jornada de un carácter dramático (en el recuerdo están las Ligas de Tenerife para los restos), el gol de Cristiano apaciguó los ánimos de propios y ajenos. El Málaga estuvo cerca de lograr el empate en más de una ocasión, debido a la relajación de los blancos, pero el acierto del portero, que está haciendo un final de temporada excepcional, desbarató toda posibilidad de intranquilizar a la parroquia merengue.
   El Madrid especuló con el resultado hasta poner tierra de por medio con el segundo gol. Y aunque el Málaga continuó creando peligro en numerosas ocasiones, de nuevo se topó con Keylor.
   A destacar la jugada del primer gol porque es fruto de una conexión que necesita el equipo Isco-Ronaldo, de cara a la final de la Champions. También el resto del partido del malagueño, que está en un momento dulce. Bien Danilo, Modric,  Kroos. Bastante flojo, Benzema. Y fantástico Navas, que parece que no quiere resignarse a salir del equipo.
   Esta Liga es mérito de los jugadores que la disputaron en cada momento, como es lógico; pero creemos que ha sido posible porque el entrenador decidió realizar rotaciones en esta competición. De no haber sido por esas rotaciones, la plantilla no habría llegado a este final de temporada como lo ha hecho. Y este estado de forma de la mayoría de jugadores es la clave de la consecución de la misma.    
 Gracias a ello han podido levantarse después de la derrota en el Bernabéu a manos del Barça, han eliminado al Atlético en la Liga de Campeones, y no han perdido un solo punto desde entonces.
   Zidane ha logrado tener a todos enchufados hasta el final, manteniéndolos frescos física y mentalmente; por eso merece el titular que hemos puesto a esta entrada.
    No nos gusta acordarnos del rival cuando ganamos, pero en este caso lo vamos a hacer por la insoportable ristre de insinuaciones y presiones sobre todos los equipos rivales a los que el Madrid se ha ido enfrentando. No nos gustaron por eso los exabruptos hacia Piqué. No debería formar parte del libro de estilo del Madrid.
    Ahora queda lo más importante: ganar la Liga de Campeones. Veremos.
    

jueves, 11 de mayo de 2017

Vuelve la ModricIscomanía Atlético 2 - R. Madrid 1

   Después de un preocupante arranque, habitual en los blancos, en el que el Atlético pudo materializar dos goles con más ímpetu que juego; al verse tan cerca de tocar la gloria los rojiblancos decidieron especular con el resultado. Esta decisión fue fundamental para que el Madrid tomara el mando del partido poco a poco, hasta llegar al momento sublime de la noche. 
     Ni en el mejor de los sueños pudieron los atléticos imaginar que en un cuarto de hora, y en casa propia iban a estar a solo un tanto de conseguir la prórroga o la remontada. La desagitación atlética era lógica: tenían al menos setenta minutos para marcar un solo gol y forzar la prórroga. Sabían que al ritmo que habían salido no podrían con el desgaste que ocasionaba en la hipotética prolongación. Por eso era lógico recoger vela y apaciguar revoluciones. Ahí emergieron con brillantez los medios merengues; especialmente Modric e Isco, pero también Kroos. 
    Tener jugadores como Isco o Modric a los que entregar la pelota para que puedan descongestionar la presión del contrario o construir una jugada por sí mismos o con magistral pase, es una auténtica delicia y un "seguro de vida". Ya sabíamos del estado de forma del malagueño; pero nos sorprende que el croata se destapara con un partido como el que hizo ayer, cuando hace solo un par de semanas se le veía tan apagado e impreciso.
    Esas fueron para nosotros las claves del encuentro de anoche. Bueno, esas y el gol que se sacó de la chistera el pretidigitador Benzema. 
    Es curioso escuchar cómo los goles extraordinarios de otros jugadores se ensalzan una y otra vez hasta la saciedad, mientras se le resta valor a la genialidad del francés por los supuestos fallos de los defensores. No negamos que existieran esos errores técnicos, lo que no es admisible es que se ponga el acento en ello, terjiversando la realidad. En infinidad de los grandes goles hay defensores que no están a la altura. Solo hace falta poner la lupa orientada a encontrar el ansiado fallo.
    No podemos decir que fuera un gran partido. Pero se produjeron dos noticias muy relevantes. Una muy mala, la vulnerabilidad del equipo ante el empuje del contrario. Encajar dos goles en tan solo unos minutos de una presión esperada y cantada no invita a la tranquilidad y confianza. Otra muy buena, la recuperación de algunos jugadores para este decisivo tramo de temporada. Destacamos a Modric por ser un jugador fundamental en el juego del Madrid. 
    Habíamos visto jugar el día anterior a la Juve. Quedamos impresionados por la seguridad defensiva y el orden que el equipo turinés demuestra. La verdad es que no éramos muy optimistas ante la posibilidad de hincarle el diente a este equipo. 
    Después del partido de ayer, nos animamos de cara a la final, porque esperamos ver emerger el Madrid de las grandes ocasiones. Vemos al equipo bien físicamente, y esto es fundamental para afrontar un partido como el que se avecina. 
     Sin comentarios sobre la catarata de lecciones sobre valores que otros parecen apropiarse en exclusiva; sólo diremos que resulta paradójico que nos den lecciones de valores quienes odian al rival con tanta inquina. Siendo que el odio es el contravalor mayor que pueda imaginarse.
     Ahora toca centrarse en la Liga en la que quedan tres auténticas finales en tan solo una semana. Un calendario de locos que solo la solvencia de esta plantilla puede abordar. Veremos.  

miércoles, 3 de mayo de 2017

De la moto al avión. R. Madrid 3 - Atlético 0

  Ni en el mejor de los pronósticos habíamos augurado un triunfo como el de ayer. No solo por el resultado, que aún pudo ser bastante más abultado, sino por el extraordinario juego desplegado por el R. Madrid. Nada hacía presagiar una victoria desde una superioridad tan abrumadora ante un equipo tan rocoso como el Atlético.
   En veinte minutos primorosos los blancos presentaron sus credenciales para llevarse un partido que en todo momento dominaron en la posesión (60%), en el juego, en las ocasiones y por supuesto en el marcador. Al término de los primeros 45 minutos, nada hubiera extrañado que el Madrid fuera tres tantos por delante. 
   Pero, ¿en qué se vino a cimentar esta victoria?. En primer lugar, en la intensidad de todos los componentes del equipo (vimos hasta a Cristiano defender en varios frentes); en segundo lugar, en la mejoría experimentada por varios de los jugadores más bajos de forma en partidos anteriores; en tercer lugar en el acierto del entrenador tanto en la alineación inicial como en los cambios realizados con el transcurrir de los minutos. 
    Aunque lo anterior tiene sus matices que analizamos a continuación. El incremento de la intensidad con respecto a otros partidos fue evidente, como lo es que la Liga de Campeones siempre ha motivado de una forma especial a este club, y eso se transmite a los jugadores. Y aunque mejoraron ostensiblemente tanto Kroos como sobre todo Modric, no lo hicieron ni Casemiro ni Benzema, el primero con numerosas pérdidas de balón, y el segundo falto de chispa y viveza con el balón en los pies, donde por momentos parece perder de vista dónde está. Y finalmente Zidane estuvo acertado al alinear a Varane (hizo un extraordinario partido y aportó la altura necesaria para batirse por arriba) y a Isco porque mezcló con los de detrás y con los de delante, se movió por todo el frente de ataque y aporta una seguridad en el mantenimiento del control de la pelota a la espera de una aceleración que él sabe imprimir. Además, el entrenador cambió sus hábitos de cambios tardíos introduciendo a Asensio  y Lucas Vázquez con tiempo suficiente como para meter una velocidad más tanto en defensa como en ataque, hasta dejar extenuados a los colchoneros que tuvieron que terminar protegiendo su propio campo, ante el empuje merengue.
    No faltó quien habló, en un pensamiento retorcido, de la suerte que tiene Zidane porque Bale se hubiera lesionado. Aunque es verdad que defendemos algo más allá que la BBC, nos parece muy mezquino negarle a Zidane el acierto que tuvo ayer de principio a fin. En ello se basó el baño en toda regla que propinó a Simeone, uno de los entrenadores más elogiado en los últimos cursos.
    La guinda de una noche redonda la puso Cristiano al endosar nada menos que tres goles a un equipo tan difícil de que reciba uno solo. Y es que el portugués está en un momento dulce, con unas ganas increíbles en esta competición  y con un acierto espectacular. Hace falta que abandone la idea de hacer rectificar a los aficionados que le pitan; pues cuando lo haga mal, le volverán a pitar. Nos congratula porque no pocos empezaban a darle por muerto y acabado.
     Los tres aspectos del juego analizados más arriba es lo que veníamos exigiendo a entrenador y jugadores "titulares". No necesitamos remarcar cuánto nos alegramos y cuánto disfrutamos con ello. Ayer además se logró rectificar un aspecto muy deficiente del juego, cual es el defensivo. Se logró mantener la portería a cero y las ocasiones del rival fueron muy escasas.
     Días atrás dijimos que los "suplentes" estaban como motos, esperábamos que todos se montasen en ella; pero anoche de la moto se pasó al avión. Un avión es lo que se precisa para llegar a Cardiff. Esperamos que no se bajen de él en el Calderón el próximo miércoles
     En cualquier caso, una noche inolvidable. Que nos quiten lo "bailao". Veremos.