Aunque se había revestido esta última jornada de un carácter dramático (en el recuerdo están las Ligas de Tenerife para los restos), el gol de Cristiano apaciguó los ánimos de propios y ajenos. El Málaga estuvo cerca de lograr el empate en más de una ocasión, debido a la relajación de los blancos, pero el acierto del portero, que está haciendo un final de temporada excepcional, desbarató toda posibilidad de intranquilizar a la parroquia merengue.
El Madrid especuló con el resultado hasta poner tierra de por medio con el segundo gol. Y aunque el Málaga continuó creando peligro en numerosas ocasiones, de nuevo se topó con Keylor.
A destacar la jugada del primer gol porque es fruto de una conexión que necesita el equipo Isco-Ronaldo, de cara a la final de la Champions. También el resto del partido del malagueño, que está en un momento dulce. Bien Danilo, Modric, Kroos. Bastante flojo, Benzema. Y fantástico Navas, que parece que no quiere resignarse a salir del equipo.
Esta Liga es mérito de los jugadores que la disputaron en cada momento, como es lógico; pero creemos que ha sido posible porque el entrenador decidió realizar rotaciones en esta competición. De no haber sido por esas rotaciones, la plantilla no habría llegado a este final de temporada como lo ha hecho. Y este estado de forma de la mayoría de jugadores es la clave de la consecución de la misma.
Gracias a ello han podido levantarse después de la derrota en el Bernabéu a manos del Barça, han eliminado al Atlético en la Liga de Campeones, y no han perdido un solo punto desde entonces.
Zidane ha logrado tener a todos enchufados hasta el final, manteniéndolos frescos física y mentalmente; por eso merece el titular que hemos puesto a esta entrada.
No nos gusta acordarnos del rival cuando ganamos, pero en este caso lo vamos a hacer por la insoportable ristre de insinuaciones y presiones sobre todos los equipos rivales a los que el Madrid se ha ido enfrentando. No nos gustaron por eso los exabruptos hacia Piqué. No debería formar parte del libro de estilo del Madrid.
Ahora queda lo más importante: ganar la Liga de Campeones. Veremos.